jueves, 20 de julio de 2017

Derecha venezolana ensaya Golpe de Estado


Por Heinz Dieterich
1. Subcomandante Freddy: la Toma de Poder
El subcomandante de la derecha venezolana, Freddy Guevara, lugarteniente de Leopoldo López, anunció hace dos días el cronograma de la “Machtergreifung” (toma del poder) de las fuerzas mantuanas: el martes (18.7.), informe del plebiscito y resultados de postulados a magistrados; el miércoles, inicio de conformar gobierno de Unidad nacional; el jueves, comienzo de un paro cívico nacional de 24 horas; el viernes, el nombramiento de nuevos magistrados durante la sesión de la AN. El quinto paso de la “Operación Hora 0” lo agregó su Comandante en Jefe en la Casa Blanca: “Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará medidas económicas fuertes y rápidas,” dijo Donald Trump. Dada la total dependencia económica externa de Venezuela, esta “vil y cobarde amenaza” (General López Padrino) sería la muerte anunciada de lo que queda del sistema económico nacional. En términos militares, se cierra la pinza de la batalla decisiva: ataque frontal con masas al Estado, desde adentro, para romper el frente militar; cortada de la retaguardia desde fuera. Endgame, dice el Imperio. Stalingrado, dice la historia. Un Stalingrado, autogenerado por la estupidez política de la camarilla socialdemócrata en el poder.
2. Aborto del acuerdo Maduro-Zapatero-López
La derecha venezolana actúa paralelamente en dos niveles. Aseguró la gran concertación nacional con el Madurismo aplicando la solución Sandinista de 1990, tal como se manifestó en el acuerdo “casa por cárcel” con la Internacional Socialista, Cuba y el Papa, reforzado posteriormente por la esposa del Comandante Alfa de los mantuanos, Leopoldo López. Envalentonado por la intervención de Trump y el éxito del domingo pasado (plebiscito contra la Constituyente), la derecha pretende abortar la solución sandinista negociada mediante la toma de poder directa desde la calle, repitiendo al pie de la letra la estratagema del colapso del gobierno ucraniano de 2014 (Yanukóvich). Guevara, la nueva estrella en el firmamento de la derecha, toca esa sonata a cuatro manos con gran habilidad, como mostró en reciente entrevista con Patricia Janiot en CNN (en español); quién se ha entregada ya totalmente a la narrativa miamera y sus propagandistas de derecha. Mientras Guevara organiza la caída abrupta y caótica del oficialismo a través de la “Hora 0”, lo que le daría poder absoluto a la derecha a imponer sus intereses post-maduristas, divulga con lenguaje evangelical la “solución sandinista” en CNN, incluyendo el “gobierno de unidad nacional” y afirmando que “nuestro objetivo no es aniquilar al chavismo”. Qué bueno. Pero, entonces, ¿por qué no condenan pública e inequívocamente la quema viva de chavistas, que es el método de terror favorito de sus hordas fascistas, que ya sustituyeron la motosierra de los parracos colombianos por el método predilecto de Torquemada?
3. El momento de Stalingrado
En múltiples ocasiones expresé en aporrea y otros medios (5.6., 27.10.2016) que la camarilla socialdemócrata madurista se había entrampado en una batalla tipo Stalingrado que no podía ganar y que “La ceguera estratégica… de no haber usado la “Solución Sandinista”, con tiempos convenientes para el Chavismo y con el corolario de un Plan Marshall con caracteres chinos, cuando había condiciones para hacerlo, se pagará muy cara. Como aprendió Saddam Hussein, cuando su fraseología de la “Madre de todas las Batallas” colapsó ante fuerzas superiores. Porque, en la guerra real, a diferencia de las fantasías, sin vanguardia ni retaguardia, nunca se vencerá.” Este es el momento actual en Venezuela. Con las sanciones económicas de Washington las FANB tendrán que actuar, porque el paso siguiente sería la movilización de la Cuarta Flota imperial. Y los militares venezolanos no se van a inmolar por la socialdemocracia trasnochada de Miraflores, tan poco como el General Paulus se inmoló por las locuras de Hitler en Stalingrado.
4. La piñata de Freddy
El Subcomandante Freddy reformula con avanzada oratoria la vocación democrática de los neo-mantuanos, para facilitarle la digestión de la “solución sandinista” a la derecha global y los tontos inocentes de la Patria Grande. Como ejemplos de la sensatez política y misión democrática de la MUD utiliza la historia de África del Sur y de Chile. El ejecutor del Apartheid, Frederik de Klerk, le informa Guevara a la impresionada Patricia Janiot, se convirtió en vicepresidente del gobierno de Nelson Mandela y ambos desarmaron el régimen racista del país. Y el General golpista rastrero Augusto Pinochet, por las disposiciones transitorias de la Constitución de 1980, pudo continuar otros ocho años como comandante en jefe del Ejército, durante la transición a la democracia burguesa. Vaya piñata, que el Sub Freddy les extendió a los generales venezolanos. Piñata, que hace recordar la famosa sentencia de un militar de la Revolución mexicana sobre sus homólogos: “No hay general, que resista un cañonazo de 50,000 pesos.”
5. Ortga njet, Yanukóvich sí
En la vertiginosa dinámica de cambio que caracteriza las fases de caos político, es evidente, que ya se constituyó en Venezuela una dualidad de poderes antagónicos. Y es igualmente evidente, que el proceso de acumulación de fuerzas que le subyace, favorece a la derecha. El mismo hecho, de que los mantuanos hayan decidido mandar al diablo a la Internacional Socialista, al Papa y a la “solución sandinista” pactada, optando por la operación de la CIA en Ucrania (Revolución Naranja) como modelo de cambio de régimen, revela que la balanza de poder se inclina a su favor. Ante tal situación, el “bluff” (simulación) de la Asamblea Nacional Constituyente ha perdido todo sentido político, social y militar estabilizador para el gobierno. Perdida la iniciativa estratégica y la mayor parte de sus fuerzas de combate, al tropical General Friedrich Paulus Maduro no le quedará otro remedio que el de entregar el poder a los mantuanos.
6. Evitar el colapso del Estado
En este retroceso histórico para la Patria Grande, es el deber moral de los generales de Padrino López, que son corresponsables de la tragedia nacional, impedir un colapso caótico del orden público que abriría las puertas a la restauración oligárquica-monroeista y al terror blanco. No hay que dejarse engañar por las bonitas palabras del Subcomandante Freddy y los masoquistas anhelos de Maduro, que “aspira a estrecharle la mano” al verdugo Trump. En la lucha política vale el violento dicho del pueblo mexicano: “O eres chingón, o chingado”. O triunfas por bueno, o terminas siendo arrastrado por las calles: como Gaddafi y Saddam Hussein.
 

Heinz Dieterich

Sociólogo, analista político, teórico marxista, asesor de Hugo Chávez, autor del “Socialismo del Siglo XXI” y más de 30 libros sobre la conflictos latinoamericanos. Nacido en Rotemburgo del Wumme, Alemania, y actualmente investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, en la Ciudad de México.

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