miércoles, 29 de marzo de 2017

Peña Nieto, punta de lanza de la agresión de la OEA a Venezuela, acusa Maduro

Llama el mandatario chavista a considerar la permanencia de Caracas en el organismo
Compromiso de 20 países miembros para encontrar soluciones diplomáticas a la crisis venezolana
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Asistente a la marcha antimperialista celebrada ayer en Caracas, en respuesta a las acciones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, que pretende activar la Carta Democrática contra VenezuelaFoto Xinhua
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Sesión del Consejo Permanente de la OEA celebrada ayer en Washington para debatir sobre la situación política en VenezuelaFoto Ap
Ap, Afp y Xinhua
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de marzo de 2017, p. 26
Washington.
Veinte de los 34 estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) se comprometieron este martes a definir pasos concretos que contribuyan a identificar soluciones diplomáticas a la crisis política venezolana, al lo que el mandatario de la república bolivariana, Nicolás Maduro, replicó con la acusación al gobierno de Enrique Peña Nieto de ser la punta de lanza de la agresión y el intervencionismo contra Venezuela en el organismo hemisférico.
Jennifer May Loten, embajadora canadiense, leyó una declaración en nombre de 20 países –a los que no identificó– durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.
Acto seguido, Luis Alfonso de Alba Góngora, embajador mexicano, dijo que su país es uno de los que suscribieron la declaración y señaló que durante los próximos días todos los estados miembros trabajaremos en lo que deberá ser el curso de acción en el seno de la OEA.
Samuel Moncada, viceministro venezolano para América del Norte, calificó la reunión de acto hostil, por considerar que un debate sin su autorización equivale a una violación a la soberanía de su país.
Se ha consumado un acto de intervención en Venezuela sin que le hayamos dado ninguna autorización para intervenir en nuestros asuntos, sostuvo. Esta es una absoluta violación al derecho internacional.
Venezuela necesita tanto un grupo de la OEA como México necesita un muro, agregó Moncada en la reunión, provocando el reclamo del representante de México.
En un discurso transmitido por televisión minutos más tarde, el presidente Nicolás Maduro acusó al gobierno de Enrique Peña Nieto de ser la punta de lanza de la agresión y el intervencionismo contra Venezuela en la OEA.
¿Tiene sentido la existencia de la OEA? ¿Tiene sentido la permanencia en la OEA? Abro un debate nacional e internacional sobre la utilidad y la pertinencia de la Organización de Estados Americanos en rechazo a la agresión que se pretende y la permanencia de los estados, entre ellos Venezuela, en esa organización, dijo Maduro en un consejo de ministros.
Michael Fitzpatrick, subsecretario estadunidense de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, enumeró –sin mostrar preferencia por alguna– propuestas presentadas por varios países, las cuales incluyen crear un grupo de territorios amigos, enviar una delegación a la nación sudamericana para dialogar directamente con actores políticos e invitar a los tres ex presidentes que mediaron el diálogo infructuoso celebrado el año pasado con la mediación del Vaticano.
Creemos que una participación más intensa de la OEA es apropiada. Para que ello ocurra, será esencial que Venezuela acepte la mano extendida por la OEA, señaló.
La sesión adquirió un tono agrio hacia el final, cuando varios embajadores advirtieron que abandonarían la sala en señal de protesta después de que Moncada calificó de golpista al gobierno del presidente brasileño Michel Temer y dijo que si Colombia nos quiere ayudar, que pare la producción de cocaína.
La representante peruana, Ana Rosa Valdivieso, se retiró de la sala minutos después de haber advertido que lo haría si el viceministro venezolano mantenía el tono de su intervención.
El Consejo Permanente de la organización celebró una sesión extraordinaria pese a la rotunda renuencia de la delegación venezolana, que forzó a un voto para decidir si se aprobaba la agenda del encuentro. La celebración de la reunión extraordinaria recibió 20 votos en favor y 11 en contra, salvando cómodamente la cantidad mínima de 18 votos para proseguir.
La OEA convocó a la sesión extraordinaria apenas horas después de que 14 de sus estados miembros llamaron el jueves a Venezuela a liberar a los políticos presos, convocar a elecciones, que han sido postergadas indefinidamente desde año pasado, y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional en una inédita posición conjunta en torno a la crisis del país sudamericano.
Esa declaración fue apoyada por el secretario general, Luis Almagro, quien hace dos semanas sugirió aplicar la Carta Democrática al país petrolero y suspenderlo de la OEA si no realiza elecciones generales en breve.
Sin embargo, la mayoría de los países del organismo regional dijeron que la suspensión de esa nación debería ser la última opción.
Los 34 estados miembros que participan activamente en la OEA anularon en 2009 la suspensión impuesta a Cuba, pero la isla comunista ha enfocado sus intereses en otros organismos, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en la que no participa Estados Unidos.
El mecanismo hemisférico celebró la sesión mientras miles de seguidores del oficialismo venezolano marcharon en Caracas en rechazo a las posibles sanciones que podría aplicar la OEA al gobierno de Maduro.
También en Caracas, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anuló la decisión de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, de activar la Carta Democrática Interamericana de la OEA, y abrió el camino para posibles enjuiciamientos de los diputados al imponer límites a la inmunidad parlamentaria, al establecer que esa garantía constitucional no funcionará en los casos de delitos constitucionales y delitos penales flagrantes.
El artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, que establece los estándares democráticos acordados por los países del hemisferio en 2001, autoriza a cualquier Estado miembro o al secretario general de la OEA a convocar al Consejo Permanente en caso de que en un Estado miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático.
En respuesta, la mayoría opositora de la Asamblea Nacional aprobó un acuerdo en rechazo al fallo del máximo tribunal. La sentencia viola la autonomía parlamentaria, pretende erradicar la inmunidad de los diputados y busca conferir poderes exorbitantes al presidente Nicolás Maduro, advirtió el texto, que considera la decisión del TSJ como una flagrante violación a la Constitución.

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