sábado, 10 de diciembre de 2016

Guacamole vs Trump .-

Resultado de imagen para peña y trump

Fitch baja calificación
Cae nivel de confianza
Carlos Fernández-Vega
C
on insoportable levedad el gobierno mexicano espera pacientemente para confirmar su alegre idea de que Donald Trump, una vez instalado en la Casa Blanca, incumplirá sus amenazas de campaña y se comportará como un Presidente políticamente correcto y, en consecuencia, actuará como socio y amigo de su vecino del sur. Todo un caballero, pues.
Y como hay que esperar a que eso suceda (siempre en la imaginaria gubernamental), el inquilino de Los Pinos destina su tiempo a presumir el mucho tequila que se bebe en el país y los muchos huevos que ponen las gloriosas gallinas nacionales, al tiempo que no pocos integrantes de su gabinetazo se dedican a hacer guacamole, una estratégica actividad en la que –por combinarla con chicharrón– resultó vencedora la canciller Claudia Ruiz Massieu, en una muestra más de la alta política internacional que enaltece al equipo peñanietista.
Pero obvio es que al energúmeno del norte le vale el tequila, los huevos y el guacamole, porque nada ni nadie lo hace recapacitar en su idea –compromiso de campaña– de darle en la madre al vecino del sur, y el armado kukluxklanero de su gabinete da puntual cuenta de ello. Y como en esta maravillosa globalización el nacionalismo vale una pura y dos con sal, ya hay empresas mexicanas (Grupo Cementos de Chihuahua, una de ellas) interesadas en participar en la construcción del muro de Trump, porque no podemos ser selectivos y tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados de la frontera, según filosofía de Enrique Escalante, director general del citado grupo.
Otras instancias no tienen tiempo para interesarse en el atractivo reto del guacamole ni en su agregado súper calórico, el chicharrón. Por ejemplo, las calificadoras internacionales, porque en lugar de comprar aguacates y molcajetes se dedican a ponderar el efecto Trump en economías como la nuestra y a revisar la solidez y capacidad de pago del gobierno mexicano, y por lo mismo ayer Fitch Rating degradó el panorama crediticio nuestro país para ubicarlo en negativo, algo que, por lo demás, no podrá amortiguarse y/o evitarse con el trofeo obtenido por la canciller Ruiz Massieu.
Mientras unos presumen las bebidas y las gallinas nacionales, Fitch se dedica a otra cosa y advierte que las amenazas del energúmeno Donald Trump son elementos determinantes en su decisión, porque no sólo han incrementado la incertidumbre económica y la volatilidad de los precios de los activos de México, sino que el republicano camina firme en su intención de construir el muro fronterizo y poner fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Sin duda, subraya la calificadora, la perspectiva de un deterioro en las relaciones comerciales y financieras bilaterales afectan el tipo de cambio, inversiones, estabilidad y crecimiento.
En vía de mientras, otra buena nueva: los niveles de confianza en nuestro país continúan a la baja, y tanto empresarios como consumidores han disminuido sus expectativas en torno a la situación económica futura de México. Si bien la incertidumbre que permea el contexto internacional ha jugado un papel importante, la situación actual que presenta el clima de negocios en nuestro país no es la más favorable, advierte el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México.
De acuerdo con el Sistema de Indicadores Cíclicos reportado para septiembre, el ritmo de crecimiento de la economía mexicana continuará siendo moderado durante los próximos meses, debido a que el Indicador Coincidente y el Indicador Adelantando, que reflejan el estado general de la economía, se ubicaron por debajo de la tendencia de largo plazo.
La evolución moderada de la producción nacional se presenta en un entorno de pesimismo del sector empresarial, cuyas expectativas en torno al desempeño económico continúan a la baja, apunta el CIEN. En noviembre, los índices de las manufacturas (-2.9 puntos), la construcción (-4) y el comercio (-4.7) se ubicaron nuevamente en terreno negativo. La volatilidad en el tipo de cambio, los incrementos en el nivel de precios al productor y el alza en las tasas de interés son factores que han deteriorado las expectativas de los empresarios. Adicionalmente, la falta de una estrategia efectiva para combatir la corrupción y el incremento en los niveles de inseguridad en ciertas zonas del país son elementos internos que han afectado al desempeño del clima de negocios nacional.
El citado centro de investigación advierte que la confianza de los consumidores también continúa disminuyendo, y en noviembre pasado la tasa de crecimiento de dicho indicador se contrajo 8.7 por ciento. Con este resultado son prácticamente 12 meses en los que la tendencia del índice de confianza del consumidor exhibe una trayectoria negativa. Lo más grave es que las expectativas de los consumidores en torno a la situación económica del país para el siguiente año no son favorables, lo cual se podría traducir en una menor adquisición de bienes y servicios en los meses por venir.
Para el CIEN, el desánimo que viven empresarios y consumidores se ve reflejado en los niveles de inversión. De acuerdo con las cifras de septiembre, la inversión fija bruta mostró un incremento de 0.7 por ciento anual. Sin embargo, al observar el desempeño acumulado durante los primeros nueve meses del año en curso, se aprecia un aumento de sólo 0.2 por ciento respecto del mismo periodo del año pasado. La situación más complicada la afronta la industria de la construcción, no sólo porque acumula una caída 0.5 por ciento, sino que a futuro su evolución no luce favorable debido a la cancelación de diversas obras públicas de infraestructura.
Por ello, propone, para suavizar los efectos negativos de la volatilidad internacional urge que tanto los empresarios como los consumidores recuperen la confianza. Si los primeros no están dispuestos a invertir y los segundos serán más selectivos al consumir, resultará complicado abandonar el ritmo de crecimiento moderado observado recientemente. Una estrategia para los próximos años basada únicamente en la aplicación de las reformas será insuficiente para lograr tasas de crecimiento más elevadas. También es necesario un clima de negocios donde prevalezca la seguridad y que al mismo tiempo incentive la inversión productiva nacional.
Las rebanadas del pastel
Pero tranquilos, mexicanos sibaritas, que no hay nada mejor que un buen tequila, unos deliciosos huevos a la mexicana y un exquisito guacamole con chicharrón para resolver los problemas más difíciles del país.
Twitter: @cafevega

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