jueves, 7 de julio de 2016

Quiere SNTE que mantenimiento de escuelas lo paguen los ¡ niños !

Pide el SNTE nacional reparar escuelas con ahorros de los niños

Juan


La cruzada se denomina  “Cultura del Ahorro: Alimenta al Cochinito y Apoya una Escuela”

 Por Luis Ortiz Ramírez
 Columna  Inquietud magisterial
Exclusiva para Sociedad 3.0
Esta es la historia de una niña llamada Ana. Resulta que Ana recibe de su mamá diez pesos para gastarlos en su escuela. De ese dinero, ella ahorra la mitad todos los días, lo guarda en su alcancía, por lo que al final del año tiene ¡mil! ¡Es rica!
Pero, para Ana, tener tanto dinero es un problema que resolver, pues se pregunta qué hacer con él. Quiere comprarse tantas cosas y al mismo tiempo no gastárselo todo. Desea comprar los caramelos de colores que tanto le gustan, la muñeca de trapo que venden en la tienda de la esquina y visitar a su abuelo a quien ve tan poco por vivir tan lejos.
Esta situación llegó a oídos del Mago del Ahorro, quien, sin más, tomó su varita mágica y voló a visitar a la niña. Al llegar le dijo:
—Hola Anita, vengo a darte consejos para que planees bien cómo gastar tu dinero, pero también cómo seguir ahorrándolo.
— ¡Tú sí me comprendes, Mago!— exclamó la niña, entusiasmada.
—Sé exactamente a lo que te refieres —respondió divertido. —Quieres saber cómo emplear tu dinero sin gastarlo todo, es decir, planear bien qué hacer con tus ahorros. Entonces, dio un giro a su varita, hizo aparecer un lápiz y una libreta y escribió:
— ¡Esta es la fórmula mágica! Puedes ahorrar de tres formas: a corto, mediano y largo plazo. A corto plazo significa ahorrar en periodos breves para adquirir algo barato, como los caramelos que tanto te gustan. A mediano plazo es ahorrar en periodos más o menos largos para comprar algo un poco más caro, como la muñeca que quieres. En cambio, ahorrar a largo plazo es hacerlo en periodos más amplios para algo que resulte caro, como una reparación a tu salón de clases.
— ¡Zas! ¿Eso significa que puedo ahorrar, gastar y seguir ahorrando?
—Así es —sonrió el Mago. Puedes hacerlo de esa forma.
Este cuento, llamado “Una visita al mago del ahorro”, nos sirve para ejemplificar claramente las intenciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Y es que, supuestamente, con el objetivo de fomentar la cultura del ahorro entre los trabajadores de la educación, padres de familia, estudiantes y sociedad en general, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) puso en marcha la campaña “Cultura del Ahorro: Alimenta al Cochinito y Apoya una Escuela”.
El programa es encabezado por el “mago del ahorro”, que en este caso es el Presidente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, y sus adalides, los integrantes de los Órganos Nacionales de Gobierno, el Comité Ejecutivo Nacional, Secretarios Generales y sus Comités Seccionales.
Ahorro
Lo que pretende este opaco líder es que cada alumno reciba una alcancía y ahorre durante dos meses, y que el dinero recaudado se utilice para cubrir alguna necesidad de la escuela, que elija el propio donador.
El mismísimo Díaz de la Torre (con la enorme calidad moral que le caracteriza) garantizó que “se conocerá con exactitud el número de alcancías entregadas, así como el monto y destino del dinero recaudado”.
También se dio a conocer que los maestros, alumnos o padres de familia que quieran adquirir el hábito del ahorro y apoyar la campaña en favor de las escuelas, podrán imprimir, desde la página del SNTE, una alcancía para armar y sumarse a la nueva estrategia permanente, que se inscribe en el Programa de Cultura Financiera del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Lo paradójico de este asunto es que, con estas acciones, el propio Sindicato, le otorga la razón a la disidencia magisterial, cuando ésta señaló constantemente que el gobierno federal pretendía endilgarles a los padres de familia el mantenimiento de los planteles escolares. Por desgracia, estos mismos padres consideraron que los “revoltosos y flojos” maestros sólo estaban exagerando.
Y es que el grisáceo líder nacional cree que los padres recibirán con los brazos abiertos estas absurdas propuestas que laceran la paupérrima economía familiar. Hace poco, platicando con David Rubio, aguerrido maestro de Orizaba y uno de los líderes de SUMA (Sindicato Unificador Magisterial), me comentaba que él no había pagado la cuota escolar. Sin embargo, él y un grupo de padres podrían contribuir en la escuela de sus hijos con faenas y otras actividades.
Los líderes magisteriales del SNTE desconocen que la misma UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha afirmado que el hecho de que existan aranceles en la escuela pública puede restringir el acceso de los grupos desfavorecidos de la población a la enseñanza básica.
Así que ya lo sabe apreciable, padre de familia: de usted depende que el Estado y la Federación se hagan los desentendidos y usted sea el que tenga que cargar con el muertito.

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