viernes, 28 de agosto de 2015

En Veracruz se gesta coahuilazo : El Economista

Reporta ante la SHCP $41,663 millones de deuda, pero los pasivos de la entidad podrían llegar a $72,933 millones.
La deuda de Veracruz asciende a por lo menos 72,933 millones de pesos, es decir, 75% más de los 41,661 millones de pesos declarados ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), revela un estudio del Observatorio de las Finanzas Públicas de la entidad veracruzana.
Desde el 2010, año en que asumió el gobierno Javier Duarte, los pasivos de la entidad han crecido 93%, al contratar “22 créditos por un monto de 39,798 millones”, de los cuales 19 se obtuvieron para inversión productiva y tres reestructuraciones.
El documento destaca que lo reportado ante Hacienda no incluye incluye los pasivos por Organismos Públicos Descentralizados (OPDs) como pensiones, institutos tecnológicos, organismos de agua, servicios de salud, entre otros.

“Un desmadre”

“Las cosas son tan deplorables que el caso de Coahuila ya quedó en la historia. Veracruz ya es la nueva Coahuila”, alertó el diputado federal Juan Bueno Torio, al abordar el tema de la deuda veracruzana.
“Las finanzas de Veracruz son un desmadre”, dice enfático, y refiere que de acuerdo con sus cálculos, los pasivos estatales superan los 80,000 millones de pesos.
Además de la carga financiera de largo plazo, ese monto comprende pagos a proveeduría, contratistas, al IMSS, ISSSTE y pensiones, entre otras cosas, explica.
“El monto que debe no termina por ser lo importante, sino lo que han hecho con ello, que es nada. El estado carece de infraestructura, tiene fuertes problemas de inseguridad, no hay para contratar más policías, no hay escuelas, no hay nada; entonces, ¿en qué ha gastado tanto dinero el gobernador Duarte?”, cuestionó.

Reestructura, la única salida

Para Hilario Barcelata, coordinador del Observatorio de las Finanzas Públicas de la Universidad de Veracruz, la deuda pública no ha servido como instrumento para generar crecimiento económico e inversión pública, criterio bajo el cual fueron contratados 19 de los créditos en la actual administración.
Añade que la única salida que tiene la entidad es la reestructura, algo que estaba prohibido por la anterior legislación, pero que ahora abiertamente se puede hacer con la nueva ley en materia de disciplina financiera para entidades.
“El gobierno del estado ya está preparando la reestructuración. El propio gobernador dijo que está en proceso de reestructuración. El senador José Yunes, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, ha manifestado que está haciendo gestiones para llevar a cabo la reestructura”, añade.

Minigobierno endeudado

Sin embargo, la próxima administración estatal, que durará apenas dos años -debido a que la entidad busca empatar los tiempos electorales con la Federación-, podría heredar una bomba de tiempo.
Duarte se va a ir, dejando una deuda ante la Secretaría de Hacienda de 50,000 millones de pesos, pero que en realidad es mucho más, a decir de Bueno Torio. Y el próximo gobernador tendría que enfrentar este reto.
“Es un problema muy serio que no se puede resolver en tan poco tiempo. No se trata sólo de pagar adeudos y poner en orden las finanzas, sino de crear todo un marco institucional que impida que el gobierno del estado vuelva a caer en una situación así”, añade Barcelata.
Y considera: “Dos años me parece que, aun con las mejores intenciones que pueda tener el próximo gobernador, va ser muy difícil que lo logre”.

La deuda le impide crecer

La economía veracruzana está atada de manos. Un menor gasto público, la caída en la industria petrolera y la percepción de inseguridad han llevado a la entidad a una paralización económica.
Veracruz ocupó el último lugar del ranking de Semáforos Económicos Estatales realizado por la organización “México, ¿Cómo vamos?”, en su actualización correspondiente a agosto. De 120 puntos posibles, la entidad sólo obtuvo cinco.
“Tuvo una dramática disminución de empleo de alrededor de 18,155” plazas laborales, refiere el reporte.
Aunado a ello, es el segundo estado con el mayor aumento en el porcentaje de su población en situación de pobreza laboral, solo después de Nayarit, pasando de 49.9 a 52% (aumento de 2.1 puntos porcentuales). Es decir, más de la mitad de los empleados en la entidad no ganan lo suficiente para conseguir una canasta básica de alimentos.
Viridiana Ríos, directora general de “Mexico, ¿cómo vamos?”, considera que Veracruz no sólo no está creciendo (0.8%), sino que “es el estado que peor rankea en materia económica: está aumentando su pobreza laboral, no crece, su deuda pública es elevada. No exporta. En materia de productividad, lo que produce en una hora trabajada, que son como 560 pesos, es menos de la mitad de lo que produce por ejemplo Nuevo León”.
Y añade que “habría que analizar si los reciente escándalos y la falta de estado de derecho de Veracruz está afectando su capacidad de lograr atraer inversiones productivas”, alerta.

Deuda, el gran lastre

Una de las afectaciones de la abultada deuda de Veracruz, es que el gobierno no ejerce gasto público.
“Nuestras principales actividades productivas están en una crisis muy fuerte derivada en buena medida de que el estado ha dejado de ser ese ente económico que dinamiza la economía con el gasto público”, considera el académico de la Universidad Veracruzana, Hilario Barcelata.
Añade que un gran motor de la economía veracruzana es la industria petrolera, catalogada dentro de la industria minera. “Y según los datos de Inegi la minería ha tenido un desplome brutal. De 2012 a 2015 la producción minera cayó 15%. Igualmente la industria de la construcción, que es un motor importante y que está alimentada por la inversión pública, tuvo una caída de 27% de 2012-2015”.
A eso se debe la crisis en el empleo, las 18,155 plazas laborales perdidas, explica.
“Empresarios de diversos ramos, pero particularmente del sector de la construcción, han manifestado que están asfixiados por la falta de pago del gobierno por todas las obras que realizaron y que el gobierno no les ha pagado. De hecho, esa es una situación que se viene arrastrando desde el sexenio pasado”.
“Algunos empresarios han tenido que cerrar, han tenido que ir a buscar trabajo de obras a otros estados porque el gobierno actual no sólo no les paga, sino que no les está contratando nueva obra por la misma situación complicada que tiene en materia financiera”, dijo el especialista.

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