viernes, 20 de marzo de 2015

Ocotlán, Jalisco: versiones encontradas sobre “balacera de terror”

Reportes de la 'Revista Zócalo', 'El Informador de Guadalajara', y 'El Universal'.
Enfrentamiento_Ocotlan-2


Se reproduce un fragmento de la crónica que publica la Revista Zócalo:
Guadalajara, Jalisco.- Nadie ofreció indicaciones a los vecinos de la calle Oxnard sobre cómo protegerse después de la balacera. Sabían qué no hacer y aguardaban encajonados en sus casas, las más próximas al sitio del enfrentamiento no tenían ni las luces encendidas. Ocurrió todo muy rápido, en cuestión de segundos las calles sobre las que tres horas antes se instaló una cenaduría y jugaron los niños, estaba sitiada por cinco patrullas en Honorato Barrera, el primer bloqueo, y otras diez en Manuel Martínez, el segundo filtro, ambos cercados por policías estatales y federales que cerraban entre los dos bloques diez oscuros metros limpios de tráfico o peatones. Disponían de la calle, únicamente, el desplazamiento constante de policías uniformados de armas desenfundadas, ambulancias militares custodiadas por camionetas de la Gendarmería Estatal y patrullas que seguían nutriendo el desplegado negro de vehículos oficiales.
La exacta boca del lobo, donde los elementos de seguridad se encontraban a la expectativa de un posible nuevo enfrentamiento no resultaba ni oscura o profunda, más bien reducida a un nicho de oficiales apretujados y tensos parpadeos de azul y rojo. Sólo dos reporteros de Televisa y un camarógrafo pudieron adentrarse para transmitir a nivel nacional el hecho. Bajo su propio riesgo, como advirtió un oficial estatal que acariciaba su arma con elocuencia clara y sin más permisos de acceso, aun pedidos “Por favor”.
(…)
Los dos helicópteros enviados desde las diez de la noche se deslizaban casi planchado los techos de las casas de Ocotlán y el tren pasaba sin dar tregua, rugiendo más fuerte al silencio. Dos mujeres se despidieron de los paramédicos y salieron decepcionadas de las instalaciones de la Cruz Roja rumbo a la clínica del IMSS para seguir buscando, en medio de la noche sitiada, a su padre a quien mencionaban como desaparecido.
(…)
Ahí comenzaron a hacerse más próximos los muertos: Una camioneta del SEMEFO salió con lentitud del hospital. El encargado de seguridad informó que dentro había fallecido una mujer joven, de aproximadamente 22 años, cuyo cuerpo no fue identificado, quien se sumaba a los otros dos civiles muertos y ocho elementos de la Gendarmería lesionados.
Por Avenida Universidad seguían pasando caravanas de patrullas y camionetas militares hechas aire, mientras en la oscuridad de las calles aledañas a la carretera rondaban motociclistas tan expectantes como los oficiales, se detenían ante la presencia de cualquier persona y no desclavaban la mirada hasta que ambos se perdían de vista. “Hay que cuidarse de las motocicletas solitarias” habían estado recomendando previamente.
Las calles quedaron invadidas por sirenas y helicópteros que en su disturbio, advierten con claridad la recomendación de no salir y un desconcierto general de los hechos que desde hoy comienza a modificar algunas vidas de la ciudadanía en Ocotlán.
En tanto, de acuerdo con El Informador de Guadalajara publicó:
“Este ya es un pueblo de dar miedo”, exclamó cabizbajo el ocotlense Javier Rodríguez, uno de los moradores de las calles de la colonia La Mascota, que la noche de este jueves se volvió un campo de batalla protagonizado por grupos de delincuentes y oficiales de la Gendarmería Nacional
Al respecto, según El Universal, señala que “elementos de la División de Gendarmería de la Policía Federal fueron emboscados cuando realizaban labores de vigilancia, con saldo decinco gendarmes muertos, así como tres agresores y dos civiles ajenos al percance“.

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