jueves, 18 de diciembre de 2014

En autos de lujo recogen televisores pagados con dinero público que Sedesol entregó “a los más necesitados de Monterrey”


Juan Carlos Rodríguez
Reforma
Monterrey, México (18 diciembre 2014).- Margarita tiene 49 años de edad, una camioneta Mercedes Benz ML 320 y es beneficiaria de la Secretaría de Desarrollo Social federal para la entrega gratuita de una televisión de alta definición.
Foto: Twitter
Aunque en espíritu, el Programa de Trabajo para la Transición a la Televisión Digital Terrestre tiene como objetivo dotar de televisiones a los grupos más vulnerables, en la práctica no todos los beneficiados parecen cumplir este requisito.
La delegación de la Sedesol en Nuevo León entrega los aparatos genéricos, fabricados en maquiladoras mexicanas y con un costo de entre 2 mil y 2 mil 295 pesos, tanto a personas que llegan por ellas en camión, como a quienes lo hacen en autos de lujo o deportivos.
Nohemí, de 85 años, por ejemplo, tuvo que pagar cerca de 100 pesos para llegar en taxi desde la Colonia San Bernabé al centro de canje en la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL.
Para el regreso, y ya cargando la tele, esperaba viajar en Metro y caminar algunas cuadras.
La señora Santos, de 95 años, vecina de la Colonia Morelos, llegó en compañía de su nieto a bordo de un Peugeot 308 CC deportivo.
Foto: Reforma
¿Dentro de sus posibilidades podrían comprar una televisión igual a la que les regalaron?, se les preguntó.
“Ella no, pero con la ayuda de nosotros, sí”, respondió su nieto.
Otro de los “beneficiarios” del programa fue captado abordando un Nissan 350z con la su televisión.
El domingo, el delegado de Sedesol, Pablo Elizondo, dijo que entregarán en la entidad cerca de 210 mil televisores para familias en situación vulnerable.
“La intención es que la mayor cantidad de beneficiarios de los programas sociales federales puedan tener acceso a una televisión. ¿Por qué ellos?, porque son las personas que se encuentran en vulnerabilidad económica, son personas que se han detectado que no tienen pensión”, expresó ese día.
La mayoría de los beneficiados están inscritos en programas como 65 y Más, Prospera, Liconsa, Estancias infantiles y tarjetas Pal Sin Hambre.
Algunos admitieron que podrían comprar una televisión de alta definición con la ayuda de sus familias, como Luis Gildardo, de 70 años, originario de Querétaro, y quien tiene sólo unos meses viviendo en Nuevo León.
“Yo no podría comprar una (televisión) como esa”, aseguró, “pero con el apoyo de mis hijos sí”.

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