sábado, 20 de diciembre de 2014

Ante el conflicto de las enfermeras, el gobierno tampoco dialoga


Portazo de Mercedes Juan a enfermería
Gustavo Leal F.*
E
l 10 de diciembre de 2014, después de haber pactado con la Secretaría de Salud (Ssa) la instalación de una mesa de discusión y acuerdos (bilateral, directa y resolutiva) que la secretaria Mercedes Juan desdeñó, la Asamblea Intergremial de Enfermeras/os, Trabajadoras/os Sociales y Terapistas hizo público su pliego de demandas, dirigido a ella misma en su calidad de titular del ramo. En él establecen:
El motivo que detonó la movilización es el cambio regresivo operado en el fondo y mecanismo del único programa que promovía la movilidad laboral y disfrute de estímulos para los tres gremios existentes en el sector, que en alguna medida reconocía estudios de licenciatura para estas tres profesiones. Este programa pervirtió su mecanismo, de por sí restrictivo, inequitativo e ineficiente, en la emisión de su convocatoria del 3 de septiembre y, ya con la manifiesta inconformidad de las y los trabajadores, la Ssa pretendió una enmienda, el 2 de diciembre, sin cambiar en absoluto el fondo del asunto.
La reversión del programa detonó un profundo descontento que hizo emerger las nocivas condiciones de trabajo, a pesar de las cuales los profesionales cumplimos con la importante labor del cuidado de la salud y de los enfermos. Este descontento fue provocado por la administración central que usted encabeza, porque nulificó de facto un compromiso presidencial.
Primero. La asamblea demanda la profesionalización universal, efectiva y permanente del ejercicio de la enfermería, trabajo social y terapia física y de rehabilitación en todas las instituciones y unidades de salud públicas y privadas del país. Para lo cual resulta condicionante definir un catálogo de puestos y funciones a partir de los diferentes grados académicos, para cristalizar un profesiograma de aplicabilidad estricta, obligatoria y universal para todas las instituciones donde laboren enfermeras(os), trabajadoras(es) sociales y terapistas físicos y rehabilitadoras es). Asimismo, demandamos la revisión de los planes y programas formativos de recursos humanos, incluyendo la discusión de la Norma Oficial Mexicana NOM-019-SSA3-2013 para la práctica de la enfermería en el Sistema Nacional de Salud, para adecuar los perfiles profesionales en consonancia con el cuadro general de morbimortalidad y de las necesidades de salud del pueblo de México. Como producto final de esta demanda, requerimos la creación de las plazas correspondientes, dando lugar a los puestos de trabajo cuyas categorías deben ser coincidentes con los respectivos grados académicos.
Segundo. La asamblea exige al Estado mexicano acciones concretas para detener en lo inmediato el deterioro de los servicios e instituciones de salud públicas y privadas que amenazan colapsar los subsistemas y sistema nacional en su conjunto, por efecto de las condiciones laborales precarizantes que desvalorizan precisamente el trabajo profesional en enfermería, trabajo social y rehabilitación, incluyendo a otros profesionales de la salud. El Estado, ineludiblemente, tiene que asumir a plenitud la tarea social del cuidado de la salud, garantizando la calidad y eficacia de la atención a todos los mexicanos. Para las y los trabajadores, esta encomienda resulta imposible de ejecutar si dependemos de contratos temporales, salarios a la baja, outsourcing, carencia de medicamentos, de materiales, de equipo, de uniformes, incumplimiento de contratos; en síntesis, de condiciones inestables de trabajo. Por tanto, atender este asunto es una emergencia nacional. El Estado mexicano debe intervenir nulificando los esquemas de trabajo flexible y precarizante, mejorando las condiciones laborales objetivas donde se incluye el fortalecimiento del programa de becas y condiciones para el personal en formación de las tres profesiones.
Tercero. La asamblea demanda garantías suficientes y necesarias por parte de la Federación para que cese en lo inmediato la hostilidad, no haya represalias ni ningún tipo de castigo en contra de los participantes del movimiento, donde sea que éste se manifieste a través de la asamblea. También demandamos todas las facilidades del caso para que la comisión representativa de la asamblea en la mesa de discusión y acuerdos pueda participar sin perjuicio de sus respectivas circunstancias profesionales y laborales, facilitando la atención y trabajos de la mesa de manera permanente, en la pretensión de construir y convenir acuerdos alcanzados en la mesa.
Cuarto. Definición y estructuración de una comisión bilateral que garantice la adopción y ejecución de todos los acuerdos alcanzados en la mesa. En la previsión de una respuesta negativa inicial a nuestras demandas por parte de la Ssa, la asamblea reserva su derecho a reforzar su asamblea y plan de acción, adoptando nuevas demandas que deberán ser discutidas en la mesa. En espera de una respuesta directa y expedita, el movimiento, a través de su comisión de representantes, deja patente la voluntad de convenir arreglos para una solución inmediata y satisfactoria a la inconformidad generada por decisiones que son responsabilidad exclusiva de la secretaria de Salud federal.
Pero la mesa nunca se instaló. Horas antes del portazo de Mercedes Juan, la Ssa emitió un atento comunicado que refrenda su convocatoria (retocada) del 2 de diciembre y donde mantiene vigente el esquema de promoción por profesionalización, el cual será íntegramente respetado, tal y como ha venido operando en años recientes(9/12/14). Justo la demanda de la asamblea respecto de la convocatoria (achicada) del 3 de septiembre. Y luego, la Ssa publicó –por sus fueros– su última palabra de presunta observancia obligatoria: la misma convocatoria (retocada) del 2 de diciembre, cuyos beneficiarios serán una aplastante minoría ( DOF, 11/12/14).
¡Vaya manera incluyente dedialogar! Habrá respuesta nacional.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

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