martes, 11 de marzo de 2014

López Obrador no está para poner condiciones: Zambrano



Jesús Zambrano Grijalva, presidente Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ocupa quizás por últimos días la oficina ubicada en el octavo piso del edificio de Benjamín Franklin número 84 de la colonia Escandón en el Distrito Federal: el 21 de marzo concluye su cargo al frente de la dirigencia del partido.
Desde los ventanales de su despacho, Zambrano tiene como vista inmediata las copas de los árboles y las azoteas de la Colonia Condesa y desde su escritorio, el perredista puede apreciar un cuadro del ex Presidente Benito Juárez, seguido de un autorretrato.
Bebe una taza de té, rodeado de cuadros y figuras de la Danza del Venado, un rito que celebran las tribus Yaqui y Mayo de Sonora; la imagen de la Virgen de Guadalupe y varios retratos de Juárez.
El dirigente, también líder al lado de Jesús Ortega de la corriente interna del partido Nueva Izquierda (NI) conocida como “Los Chuchos”, reflexiona sobre su papel al frente de la fuerza política durante su administración.
Se exculpa de la ruptura con el PRD del ex candidato a la Presidencia de la República en dos ocasiones, Andrés Manuel López Obrador, y justifica el Pacto por México que firmó con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y con el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, que durante el último año le valió el sello distintivo de la ser “la manzana de la discordia” al interior del partido que lidera.
Zambrano contesta a sus adversarios y críticos: “Conozco lo que es la radicalidad de una lucha hasta el extremo de tomar las armas y jugarse la vida: a mí nadie me va a enseñar a ser de izquierda, ni me va a dar lecciones de lo que es ser radical en la vida. Hoy soy radicalmente reformista, por ejemplo” y sostiene que deja a un partido que entiende de una forma distinta las relaciones con el poder.
El todavía presidente Nacional del Sol Azteca dice que López Obrador no está en posición de poner “condiciones”, porque apenas tiene unos “cientos de miles” de afiliados en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en año y medio y asegura que afuera del PRD, Andrés Manuel no es el hombre que movió masas.
“Sin el PRD no moviliza ni centenares de miles”, dice.
–¿Se va el 21 de marzo o se queda?
–Yo estoy listo para irme el 21 de marzo. Lo he dicho y solamente podría contravenir esa decisión, esta determinación mía, una resolución diferente del Consejo Nacional, una vez que se reúnan los días 14 y 15 de marzo. Además la aprobación del estatuto del PRD por parte del IFE [Instituto Federal Electoral] va a clarificar el escenario. Hay quienes plantean interinato y que esa es la salida, que el Consejo decida.
Hay quienes hablan de una prórroga, que el Consejo decida. Hay quienes hablan que este Consejo puede elegir al próximo presidente nacional del PRD, yo lo veo complicado, porque al aprobarse la reforma estatutaria ya no será posible, esa es mi lectura, tendrá que haber un proceso electivo interno para el qué deberá convocarse en este próximo Consejo.
–Le preguntó al IFE si era posible una prórroga, hay quien leyó que usted pensaba en una prórroga. ¿Por qué preguntó?
–Porque fue un acuerdo de la dirección del partido que hiciéramos esa consulta. No lo hice a título personal, así de sencillo. Y se planteó como una duda entre varios liderazgos fuera de la dirección del partido; estimaron conveniente que se hiciera esta consulta para esclarecerlo y eso es lo que hice, no fue a título personal.
–Después de que el IFE aprueba los estatutos, ¿cuántos meses tienen que pasar para que ya se elija presidente?
–Mira una vez aprobado el estatuto, se tiene que convocar a más tardar el próximo 15 de marzo. Entonces tendrían que pasar entre un mínimo de 90 días y un máximo de 135, es decir 45 días después de los 90 para todo lo que sería el proceso de registro, campañas. Estaríamos entre tres y cuatro meses y medio después de emitida la convocatoria para poder hacer la elección de los nuevos órganos dirigentes.
–Jesús, ¿y cómo deja al partido? ¿Cuál es su balance?
–Yo creo que siempre vamos a tener claroscuros. Nada es negro, ni nada es blanco. Más en un partido tan complejo como es el PRD. Yo estoy convencido de que la parte más importante que se queda es, por una parte, el haber profundizado en el proceso de dibujamiento de una izquierda propositiva, dialogante; una izquierda dispuesta a lograr acuerdos con otras fuerzas políticas, a hacer valer su peso político en la vida nacional, no situarse en la visión meramente contestaría y de rechazar todo lo que venga de los demás especialmente del gobierno. Una izquierda que en este tiempo logró volver a posicionarse como una fuerza fundamental en la vida del país.
En 2012 nos volvimos a colocar como segunda fuerza electoral, ganamos Tabasco y Morelos, aunque luego en 2013 perdimos algunos territorios, pero esencialmente la representatividad en municipios y diputaciones locales quedó igual, tratándose que no era igual la de 2013 que la de 2010, porque en la de 2010 eran varias elecciones para Gobernador, eran intermedias en estados que eran además, la mayoría de ellos, muy difíciles para el trabajo del PRD, tradicionalmente con muy poca votación.
Nadie en su sano juicio podrá decir que no es así. En este mismo tiempo logramos que el partido construyera acuerdos con las demás fuerzas para sacar adelante reformas que el PRD había planteado con mucha determinación durante mucho tiempo: la democratización de los medios de comunicación con la Reforma de Telecomunicaciones, convencidos de que requerimos una reforma educativa, para que las leyes que se aprobaron recientemente tan solo sean el cimiento para una reforma profunda, un polo de competencia económica, de seguridad social para adultos mayores o seguro de desempleo.
Todas esas son banderas del PRD, la misma Reforma Fiscal que sigue siendo polémica porque a nadie le gusta que le cobren impuestos, pero finalmente se avanza en hacer un rediseño de un régimen regresivo de subsidios, de lograr que paguen más los que más ganan, se evitó que se estableciera el IVA [Impuesto al Valor Agregado] en alimentos y medicinas, entonces, logramos además una Reforma Política-Electoral en curso, eso no hubiera sido posible sin el concurso del PRD y sin el PRD participando en este mecanismo del Pacto por México, que generó si lo queremos ver del lado que fue más visible y que parecía como un PRD dividido, en conflicto permanente lo del Pacto por México. Sin el Pacto no hubiéramos logrado esas reformas que han sido banderas del PRD, pero en ese sentido se queda un PRD que no ha logrado todavía poder resolver sus distintos puntos de vista, sus distintas visiones, de una manera civilizada o con métodos democráticos.
Para algunos compañeros la estridencia y descalificación es lo que hay que poner por delante como argumento.Hay quienes hablan de que el PRD vive su peor momento de existencia, ya se les olvidó que en el 91 tuvimos 8.9 por ciento de los votos, que si bien perdimos algunos territorios ganamos otras gubernaturas que no teníamos como Morelos y Tabasco, que refrendamos el Distrito Federal [DF] con la mayor votación. Ya quisiera yo ver un partido de izquierda en crisis gobernando cinco entidades de la república, más de 300 municipios, gobernando la capital del país. Me parece que ahí es donde se sitúan en el terreno de las exageraciones, de maximizar los problemas internos y querer con este tipo de calificativos argumentar una determinada posición para descalificar.
Esto sigue siendo parte de esa forma de ser en el PRD que no hemos logrado superar, hay mucha tarea que hacer de organización interna. Sí hay problemas en algunos órganos de dirección, tenemos que avanzar en fortalecer la presencia del PRD en estados como en el norte del país y bajío que han sido males endémicos nuestros, pero que son tareas que están ahí puestas sobre el tapete

Paréntesis 

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