martes, 23 de julio de 2013

Padrote de Tlaxcala alimenta a su caimán con carne de mujeres que no cubren su "Cuota"

 rzamora 
Tlaxcala – Si cada una de sus sexoservidoras no reúne 5 mil pesos por noche, ‘el Caimán’ se las acaba, no a regaños ni golpizas sino a mordidas y literalmente. Una prostituta que tuvo que pagar 170 mil pesos por su ‘independencia’ relata como su amiga ‘Andrea’ y, presumiblemente, muchas chicas más perecieron entre las mandíbulas de un cocodrilo, propiedad de su ex padrote, ‘Ernesto’, el abogado y padrote más querido de Tenancigo.



La historia comienza, de acuerdo con un diario de circulación nacional, con el mal augurio de un taxi que en vez de llegar por la mañana para recolectar los 5 mil pesos que las chicas deben rendir como tributo, pasa de madrugada, se estaciona en frente a la sede nacional del PRI y sí tiene la orden de su patrón, se lleva la chica que no haya reunido la cantidad por varios días seguidos.



En el caso que relata ‘Diana’, su amiga y “carnala”, el de ‘Andrea’ fue el caso más cercano por el que conoció los niveles de sadismo que alcanza su proxeneta ‘Ernesto’, pues después de mandar por ella en el taxi “de la muerte”, esta fue llevada a la mansión de Tenancingo de cuatro pisos, propiedad de ‘Ernesto’ para ser golpeada, violada y lanzada viva a una especie de acuario donde reposa un cocodrilo de más de cuatro metros de largo y casi 100 kilos de peso.



Otros testimonios cuentan que el personaje, que cada vez es menos mito, y más real, toma como ‘hobbie’ salir en su Hummer de noche para atropellar perros callejeros cuando tuvo mal un día. Por su parte, la historia del ‘Caimán’ la confirma Rosi Orozco, ex diputada panista y política especializada en temas de trata de personas, pues dice conocer por lo menos cinco casos más en los que mujeres fallecieron comidas por el animal.



La red de trata de ‘el Caimán’ opera en el sur de Puebla, en Tamaulipas, Veracruz, el DF; en zonas de la Merced y, según testimonios, hasta en Reino Unido y España y reportes dan cuenta de que ‘Ernesto’ es un hombre obeso de rasgos indígenas, hijo de un ‘padrote’ que primero “enamora” a las chicas en Puebla y el DF, las recluta con engaños y las pone a trabajar “en el talón”. Sin embargo, en su natal Tenancingo, el hombre es respetado y visto como un abogado y empresario que se dedica al negocio local y tradicional de Tlaxcala: “la cosecha…de mujeres”, trabajo en el que, de acuerdo con evaluaciones, ocuparía hasta al 50% de su población de 18 mil habitantes.



Además, el terror de las prostitutas tiene influencia y apoyo social en el estado pues las veces que se le ha querido arrestar, ha podido evadir a las autoridades gracias al ‘pitazo’ de vecinos y ayuda de policías y funcionarios tanto municipales como estatales pues es un gran contribuyente a las fiestas patronales, paga graduaciones, bautizos y ‘apadrina’ otros eventos de la comunidad.


Con información de diariodemexico.com

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