sábado, 15 de junio de 2013

Drogas, sangre y nuestros ex. Jaime Avilés



 
Doña Margarita de la Madrid Cordero Hurtado y Tapia, hija mayor del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado y doña Paloma Cordero y Tapia, celebró hace tres sábados el aniversario número 50 y... de su llegada al mundo. 

    La fiesta se llevó a cabo en la mansión donde, luego de poner las primeras piedras del neoliberalismo en México, su augusto padre vivió hasta la última cena gracias a una pensión vitalicia que le proporcionamos ustedes y yo gracias a nuestros impuestos.

    Para conmemorar el advenimiento de doña Margarita, más de 200 personas se dieron cita en la conocida residencia del León Rojo, sobre la calle Francisco Sosa, y en su honor fueron servidos inumerables cocteles margarita, antes, durante y después de la comelitona que fue pródiga, suculenta (en el caso de los platillos jugosos, como su nombre lo indica) y de rechupete. 

    Lo mejor, sin embargo, ocurrió ya en la noche, cuando se retiraron los momias en que el tiempo ha reducido a los contemporáneos del licenciado De la Madrid, porque a partir de ese momento comenzó, como decía Parménides García Saldaña, el refuego. 

    En un ambiente cosmopolita, cómo si estuviéramos en un país del primer mundo, pronto apareció aquí y allá el inconfundible bouquet de la cannabis índica, en una de sus variedades nativas más logradas, la poderosa caca de mono. Pero mientras los amigos de la festejada se reían del tetrahidrocanabinol que circulaba por sus arterias, en otros ámbitos no faltaban los que se polveaban las narices con una muy perseguida sustancia blanca, en tanto los más jóvenes se trituraban el coco, no con la coca sino con las tachas. 

    Fue sumamente conmovedor todo esto porque, en 1982, cuando Miguel de la Madrid recorría el país pregonando la renovación moral de la sociedad como candidato presidencial del PRI, era a mi vez candidato a diputado federal por el Partido Socialista Unificado de México y –tal como lo cuento en Los manicomios del poder (Randon House)-- durante mi campaña exigí la legalización de la mariguana, inspirado en las ideas del joven médico Julio Frenk, que llegaría a ser secretario de Salud en el sexenio de Vicente Fox.

    Así, pues, quienes esa noche de hace tres sábados se pachequearon con caca de mono en casa de De la Madrid, nos dieron la razón histórica. Por lo mismo, no deja de ser indignante la actitud provocadora del ex presidente Fox, quien de unos días a la fecha anda boquiflojeando con el sonsonete de que venderá mariguana en Estados Unidos en cuanto se legalice.

    Qué pensarán de él quienes cayeron presos entre 2001 y 2006, cuando la policía los detuvo y los jueces los condenaron a quién sabe cuántos años de cárcel por producir, transportar o vender mariguana. O será que, además de comportarse como bufón de Peña Nieto, para quitarle reflectores a quien tiene mayores problemas de lectura y escritura que él, en el fondo lo que pretende es burlarse de Felipe Calderón y de su guerra genocida --que causó más de 150 mil asesinatos y la desaparición de 200 mil o 300 mil personas-- dizque contra los cárteles de la droga, que en realidad se fortalecieron política y económicamente más que nunca. 

    Fox –lo documenté en AMLO, vida privada de un hombre público (Grijalbo)-- no quería ser sucedido por Calderón sino por Santiago Creel, porque –lo probé en el mismo texto-- estaba obligado a cumplirle a Salinas de Gortari el compromiso de devolver la Presidencia de la República al PRI en 2012, algo a lo que Calderón se opuso hasta que no le quedó más remedio que ceder (mucho antes de la definición de la candidatura de Pinochepina Vázquez Mota).

    Que entre Fox y Calderón se dio un rompimiento en las filas del PAN es algo tan obvio que el ranchero salvaje de Guanajuato, el troglodita unitesticular, el retrasado que nunca pudo decir palabras de cinco sílabas, llamó a votar por Peña Nieto y ahora se mofa de la terrible arma biológica de destrucción masiva que da clases en Harvard, y de su guerra “contra” las drogas, anunciando que si de alguna manera desea ser recordado por la posteridad no es como gobernante sino como vendedor de mariguana.

    Pero, por favor, preguntémonos, de dónde le viene a Fox tanto encono contra el señor Fecal. En sus últimas apariciones como usurpador del Poder Ejecutivo, el mortífero enanito se dejó ver con una banda presidencial distinta a la que recibió el primero de diciembre de 2006.

    ¿Dónde está la banda original? ¿Por qué la sustituyó con la que ahora usa Peña y en la que están invertidos los colores? Sin duda se trata de un reflejo de su mente enferma, pues puso hasta arriba el rojo, que representa la sangre derramada, en medio el blanco, que representa la cocaína, y hasta abajo el verde, que representa la mariguana, exaltando así la estúpida y monstruosa carnicería que nos destrozó como país. 

    El primero de diciembre de 2012, antes de abandonar la residencia oficial de Los Vinos, Calderón se retrató en el patio junto a Eva Braun, perdón, quise decir junto a Margarita Zavala Gómez del Campo y ABC, luciendo esa banda presidencial invertida, misma que le entregó a Peña Nieto más tarde en San Lázaro. Y Peña se la puso y se tomo la foto oficial con la banda al revés, y todo el mundo se rió de él pensando que no se había dado cuenta de que la tenía chueca. 

    Actualmente, la foto de Peña Nieto con una banda presidencial adulterada por el capricho de su antecesor, es vista como la de un papanatas en las oficinas de los altos funcionarios de su gobierno. ¿No cometió Calderón un delito (más) que debe ser perseguido? ¿Alterar un símbolo patrio no es una grave violación a la ley? ¿Robarse un símbolo patrio no constituye un ilícito que la PGR debe investigar?

    ¿Permancerá Peña Nieto, el tiempo que esté al frente del gobierno, con esa banda presidencial pirata? ¿Seguirá permitiendo que se rían de él quienes lo vean con ese trapo exótico en las oficinas públicas? ¿Tendrá ese pedazo de tela, hecho por Calderón Narcofosa, tan escaso valor histórico y tan poca importancia que nadie hará nada para recuperar la prenda original? 

    No lo descartes, dijo Descartes. Pero mientras las drogas endémicas, las importadas de Colombia y las diseñadas en el sudeste asiático abundan en casa de De la Madrid, y Fox se suscribe a la revista Weed, para enterarse de lo que hay que saber en la industria de la mariguana, y Calderón se ríe de Peña Nieto desde Harvard, y aquí todo se sigue cayendo a pedazos, en Veracruz, ante las elecciones locales del próximo 7 de julio, los opositores al no menos sanguinario gobierno de Javier Duarte de Ochoa, han postulado a Morris como candidato a la presidencia municipal de Xalapa.

    ¿Quién es Morris? ¡Un lindo gatito blanco con manchas negras en la cabeza! La gente de por allá, que se siente tan despreciada por los partidos de la derecha (PRI-PAN-PRD-PANAL, etcétera), en la misma proporción se sabe representada por Morris, quien goza ya de gran popularidad como “candigato”. 

    ¿Cuánto falta para que salgamos a gritar: “Todos somos Morris”? De ese tamaño es nuestra miseria y nuestra orfandad, pienso yo, que si para algo soy bueno, incluso para fumar mota en casa De la Madrid, estaré en Twitter, en la cuenta @Desfiladero132

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