martes, 21 de mayo de 2013

Murillo Karam, siempre detrás de peña ...


Jesús Murillo Karam fue el delegado político del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el año 2005 cuando Enrique Peña Nieto era candidato al gobierno del Estado de México y se encontraba 12 puntos abajo del candidato del PAN, Rubén Mendoza Ayala.

 Se le atribuyó entonces al ex gobernador del estado de Hidalgo la estrategia de espionaje y la negociación con el ex presidente Vicente Fox para allanar el camino del ahora presidente electo. Desde entonces hay una amistad sellada.

 Murillo Karam pertenece a la vieja guardia del PRI que vivió la derrota de Francisco Labastida Ochoa en el año 2000 como parte de su equipo de campaña. En ese periodo fue gobernador de su estado natal de 1993 a 1998 y fue nombrado subsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Ernesto Zedillo.

Formó parte conveniente del grupo opositor a Roberto Madrazo y en fórmula con Beatriz Paredes llegó en el 2007 a la Secretaria General del CEN priista. De su grupo han salido políticos que apuntan a ser parte esencial del próximo sexenio donde el parece ser una de las cabezas del que ya llaman Grupo Hidalgo, integrado por sus sucesores en el gobierno, Manuel Ángel Núñez, Miguel Ángel Osorio Chong y Francisco Olvera, además de David Penchyna y Omar Fayad.

 La cercanía de Peña Nieto y Murillo Karam se ha traducido en dos puestos claves revelados en los primeros nombramientos cifrados del Peñismo: primero fue nombrado coordinador de asuntos jurídicos del equipo de transición y una de las tres cabezas visibles sobre las que Peña parece depositar la confianza para hacer el trabajo oscuro, la defensa legal de un triunfo sobrado en las urnas, pero cuestionado por cortes internaciones por la sospecha masiva de compra de votos.

 Jesús Murillo Karam justificó en una entrevista realizada al diario Reforma el 12 de julio, que los recursos para las tarjetas que entregaron a sus estructuras estatales correspondían al gasto corriente del partido y no al presupuesto de campaña. Con esa declaración aceptaba el vínculo con Monex y una triangulación de dinero similar a la utilizada por las redes del narcotráfico. En los días anteriores investigaciones periodísticas demostraban que las operaciones de Monex se hicieron con empresas fantasmas cuyos domicilios resultaron falsos. El 23 de julio los montos manejados por Murillo Karam fueron contradichos por México Martínez Lerma, operador electoral que afirmaría el PRI gastó 150 millones de pesos en pagar a sus representantes de casilla. La habilidad legal y las concertaciones del ex gobernador hidalguense sirvieron para que las demandas no trascendieran en los resolutivos del Tribunal Federal Electoral (Trife).

 La primera prueba como protector del régimen de Murillo Karam fue sorteada a pesar de verse expuesto. Acto siguiente fue negociada su posición como presidente de la mesa directiva de la Cámara de diputados de la 62 legislatura en medio de un fuerte operativo y con gritos de “La presidencia no se compra” según revela una nota de Israel Navarro publicada el 29 de agosto en el portal Milenio. Con este nombramiento será Murillo Karam quien entregue la banda presidencial a Enrique Peña Nieto e inaugure la vuelta del PRI al poder federal.

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