domingo, 15 de abril de 2012

La “guerra sucia” por los trapos sucios del PAN


 Alvaro Cepeda Neri Prólogo Político

 El señor Madero, presidente aparente del PAN, que nada heredó de su tío-abuelo quien sacrificó su vida por separar de la vida política y económica del país a Porfirio Díaz, casi en el clandestinaje, marginado por la intervención de Calderón en el proceso electoral en contra y a favor del PAN, rabiosamente contra el PRI y perversamente, contra el PRD (al Panal y a Quadri, ni en cuenta), insiste en que tienen bajo el fuego de la “guerra sucia” a la deslavada candidata Vázquez Mota. ¿Y esto cómo se come? Se referirá a las críticas por su mal desempeño; sus deslices (como eso de que “apoyará el lavado del dinero… que la UNAM es un monstruo… que tuvo la mala suerte de estudiar en equis universidad… que está temblando, cuando se desmayaba por la dieta que la mantiene flaca, casi anémica… etc.”). La candidata que luchó a brazo partido para partirle, perdón, para no dejar que Calderón impusiera a su favorito, parece que, con o sin letra y música de José Alfredo: “se le acabó la fuerza de la mano” derecha. Y desde entonces parece que se levanta con el pie izquierdo… pues no da una. La sacan a gritos de una fonda, donde apenas alcanzó a darle una mordida a la quesadilla. En un estadio para más de 5 mil personas; llegan menos de mil y ella llega con cuatro horas de retraso, para encontrarse con solamente 50 acarreados. Asegura que será “el cambio en la continuidad” del calderonismo y se gana críticas. No tiene con quien completar sus cuadros de campaña y de Los Pinos le mandan lo que sobra. La pescan hablando pestes de Alejandra Sota y García Luna, la vocera y el consentido de Calderón. Se va a un gimnasio para enseñar muslo y músculo, con el mensaje de que su salud es muy buena, cuando su palidez indica que, en lugar de automóvil blindado, la trasladarán en ambulancia al hospital. Y suspende su gira para reorganizar al grupo que no da una, para dar de alta al feroz publicista y fascista gachupín Antonio Solá, para ver qué frase escupirá a Peña y López. Algún maloso le envió una caja, que suponían una bomba, conteniendo pilas y un recado: “ponte las pilas, Josefina”. Calderón a veces la torpedea, otras dizque la apoya y sale contraproducente, al grado de que Chepina le manda decir: “No me defiendas, compadre”. La panista se pone de pechito y le llueven sarcasmos, burlas, chistes y críticas. Y los medios de comunicación la exhiben, pues como que ya tocó su límite de incapacidad. No es instruida políticamente. Es lenta para contestar. Y su voz desgañitada, no le ayuda. La “guerra sucia” de que habla el señor Madero es porque están haciendo una campaña sin ideas y sí puros lugares comunes con los consabidos errores conceptuales. Y si ya de por sí el PAN tiene perdida la competencia por el mal gobierno calderonista, ella y su equipo están completando el desastre. De esa “guerra” Josefina ha recibido “fuego-amigo” o sea que desde el calderonismo la bombardean de lo lindo. Le tiran con todo y, para sitiarla más, Calderón ya le nombró a los calderonistas que estaban en la basura para agregarle más peso… y se siga yendo al fondo. cepedaneri@prodigy.net.mx

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