domingo, 11 de marzo de 2012

Las sombras sobre Peña Nieto. LA Times

PEÑA NIETO – PUBLICACION DE “LOS ANGELES TIMES “
Lo que parecía un tranquilo paseo rumbo a la Presidencia de la República se ha complicado para el priista Enrique Peña Nieto, luego de una serie de pifias que suscita dudas sobre su capacidad como candidato, publica el influyente diario “Los Angeles Times”. Después de que durante meses el eventual triunfo de Peña Nieto estuvo rodeado de un aire de ineludible, los tropezones sugieren que Peña Nieto no es la imagen perfecta de candidato que muchos pensaban, indica la corresponsal Tracy Wilkinson en un reportaje desde México. También apuntan a que el PRI afronta una campaña cuesta arriba para mejorar la imagen del político mexiquense e incluso para mantener su candidatura.”Si hoy que no está en competencia real tiene merma en su imagen frente a sus contendientes, ¿qué se puede esperar cuando desplieguen las estrategias sus adversarios… y empiece la verdadera guerra?”, escribió el comentarista Raymundo Riva Palacio en una columna titulada “¿Votaría por Peña Nieto?”"Reforzó el imaginario colectivo de que es una figurita mediática a la que durante años de coreografía y escenarios controlados le sirvieron para construir una imagen atractiva para los electores”.¿Por qué eligió el PRI a un candidato que no tiene mejor dominio de sí mismo? Los analistas dicen que fue elegido más por su apariencia y lealtad que por su inteligencia.

El poder real, señalan, reside en la cuadrilla de políticos veteranos que rodea a Peña Nieto, entre ellos, se dice, el propio ex presidente Carlos Salinas de Gortari, una de las más oscuras figuras del partido.Aunque el priista todavía está adelante en las preferencias electorales, sus rivales están aprovechando esta recién descubierta vulnerabilidad para avanzar en los sondeos.Sin luz propiaMuchas sombras se acumulan sobre Peña Nieto, señala Federico Müggenburg, en un comentario que publica el portal yoinfluyo.com.La primera sombra se refiere a la proyección de la estruendosa y fugaz figura de Humberto Moreira, quien saltó de la gubernatura del estado de Coahuila a la presidencia del partido, a la que llegó con todo el apoyo y complacencia del entonces gobernador del Estado de México, con la finalidad de que le “hiciera el camino” a la casa presidencial de los Pinos.El estallido de un inesperado escándalo de corrupción por enormes fraudes, falsificaciones y mentiras, que será determinado por las autoridades judiciales y hacendarias correspondientes, llegó al punto de ser insoportable, por el efecto de “sombra” sobre el personaje que debería brillar.La secuencia de hechos ha sido fulminante: retiro de la precandidatura (más no la propuesta de su reforma política) del senador Manlio Fabio Beltrones, cuyo texto hizo público con inserciones pagadas en la prensa, en el que evidencia su inconformidad por la forma en que han impuesto a Peña Nieto:

Registro del precandidato único;
Renuncia del presidente del PRI Humberto Moreira;
Nombramiento del nuevo presidente Pedro Joaquín Coldwell, actual senador, y los desvaríos por improvisaciones declarativas del candidato priísta, quien ha sido arrasado por las burlas y descalificaciones en las redes de tecnología electrónica y las caricaturas de la prensa escrita..

Falta ver todavía la acumulación de sombras que se proyectarán sobre Peña Nieto, por la cercanía de su tío y mentor político, Arturo Montiel; Los compromisos con la profesora y dueña del Partido Nueva Alianza, Elba Esther Gordillo. Lo mismo que del “Niño Verde”, Emilio González, protagonista del PVEM, que junto con el PT fueron creados por órdenes de Carlos Salinas de Gortari y configurados por Manuel Camacho Solís. La sombra del caso de la niña Paulette; los casos no resueltos de crímenes múltiples (feminicidios); la enorme deuda pública en el Estado de México y, por supuesto, la sombra más pesada de todas, el reiterado apoyo a su favor por parte del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Es conveniente repasar algunos de los problemas que implican cada uno de estos “estratégicos apoyos ensombrecedores”: Arturo Montiel fue literalmente “tirado” de la candidatura a la presidencial de 2006, por la denuncia en Televisa (misma que previamente le había hecho la costosa precampaña) sobre la gran cantidad de bienes raíces poseídos en el país y el extranjero que resultaba imposible hubiera adquirido con los sueldos de funcionario público de toda su vida. La corrupción económica del sexenio de Montiel fue encubierta por Peña Nieto, Secretario de Administración y luego sucesor en la gubernatura, al hacer aprobar indiscriminadamente el ejercicio presupuestal de su tío.

Están también los acuerdos y contubernios para el reparto de candidaturas estelares, en detrimento del PRI, con la profesora Elba Esther Gordillo, marcada por la corrupción histórica en su liderazgo sindical, la fabricación de su propio partido político (Panal) y su ingerencia en un nuevo sindicato de burócratas.

En cuanto al PVEM y su “líder” informal, Emilio González, envuelto en escándalos de “chamaqueo”, con propiedades de bienes raíces a la orilla del mar, en Cancún, y la extraña muerte de una “turista” búlgara que “se cayó” del decimosexto piso de uno de esos edificios durante una reunión disipada.
Esto en conjunto arroja más sombras sobre el iluminado. No faltarán las referencias al cuantioso endeudamiento del gobierno del Estado de México, el mayor de todos los estados,
ni las numerosas muertes de mujeres, sin investigación abierta, así como del extraño caso de la muerte de la niña Paulette, que provocó un escándalo mayúsculo en su momento, así como de la incomprensible resolución del juez del caso.

Por otra parte está el apoyo público reiterado a la candidatura de Peña Nieto del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien arrastra desde hace tiempo las consecuencias de la declaración del ex presidente Miguel De la Madrid, en mayo de 2009, aunque luego “se desdijo” como lo ha hecho Sócrates Rizzo: “Carlos Salinas fue corrupto, se robó la partida secreta. De haber sabido antes, no lo postulo. Raúl Salinas contactó al narco”. Con ello, De la Madrid confirmó dos cosas: que efectivamente en el “viejo sistema del priato” el Presidente en turno ponía a su sucesor y que los hermanos Salinas estaban en “fuera de juego por actos delictivos”. Falta saber también muchas cosas opacas que algunos pondrán en juego durante la campaña y por el momento aparecen ocultas. Ya es evidente que un grupo de priistas y senadores afines a Beltrones: Labastida y Moreno Uriegas, están por erosionar la candidatura de Peña Nieto.

Este clima no hace más que recordar la intrigante frase de Humberto Moreira, quien como presidente del PRI, en el festejo a Benito Juárez en marzo pasado, señaló: “Hay riesgo de otro magnicidio”. Luego en agosto, el propio Peña Nieto advirtió a los senadores del PRI en Morelia, “No se hagan bolas”, que también pronunciara Salinas cuando ya Luis Donaldo Colosio era el “destapado” en campaña. Sombras, muchas sombras, en la imagen de un candidato sin luz propia, que sólo refleja la iluminación mediática televisiva, concluye.

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