domingo, 29 de enero de 2012

En 68, García Barragán no quiso dar golpe de Estado ordenado por EU: Nazar

 
Mandó a la chingada al embajador Freeman, afirma
El 2 de octubre, cuando las tropas ya estaban en las calles, Echeverría se arrepintió y dijo que no siguieran
El general le respondió: mira, Luisito, yo no estoy jugando a los soldaditos
Gustavo Castillo García
 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de enero de 2012, p. 2
¿Es priísta? No. Soy apolítico. Pero respeto al presidente Vicente Fox. ¿Qué opina de los panistas? Que no conocen su país estos cabrones (...) A (Felipe) Calderón lo veo débil. Están divididos sus muchachos, aseguró Miguel Nazar Haro en septiembre de 2006, en una de las muchas entrevistas que concedió a este diario.
De Andrés Manuel López Obrador, candidato oficialmente perdedor en los comicios presidenciales de 2006, el ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) mencionó: “con mucha inteligencia decía que hay que renovar el sistema y eliminar las instituciones que no convienen, y hay muchas que viven del presupuesto.
Para mí López Obrador es como nosotros los policías, que andamos en las calles antes de llegar a puestos de dirección y mando. Y él, como político, comenzó en las calles de Tabasco agitando petroleros. ¡Yo sí estaba a su favor!
Las entrevistas van de su actividad como policía a los momentos históricos que vivió, así como a sus apreciaciones políticas, a su conocimiento de hechos como la matanza del 2 de octubre de 1968, a la guerra sucia, a su familia y a lo que llegó a considerar sus fobias, que contaba como si hubiesen sido sólo una anécdota, pero lo pintaban de cuerpo entero:
“Una vez, cuando ya era director de DFS, tomé unas copas. Ya era de noche y tomé por la avenida de los Insurgentes. Iba en sentido contrario, volteé a ver las lámparas y comencé a dispararles porque eran anaranjadas, rojillas (comunistas)”, relata y suelta una larga carcajada.
Muchas veces los encuentros se realizaron en una especie de palapa de metal y vidrio, que fue construida a la orilla del jardín de su residencia, frente a una barranca de la colonia Las Águilas. También en ese lugar colocó su sello: una cabeza de tigre de bengala en la parte alta de la pared más larga.
Desde allí Nazar decía mucho acerca de su tiempo en prisión domiciliaria, el cual pasó contando las casas que desde aquí se observan. Ya sé cuántas hay. Ahí leía periódicos y atendía sus visitas, y bebía café turco recién preparado, con dos minutos de hervor y poca azúcar.
También afirmó que hacía análisis político. Cuando se le preguntó sobre los panistas, expresó: “no planifican, no conocen su país, y solamente dicen: ‘ya llegué, ya me voy’. ¡Se acabó el patriotismo!”
–El sistema político mexicano es cambiante...
–No en un país como el nuestro, donde hay mucha falta de cultura. No puede ser democracia; tampoco dictadura. Así como la llevaba el PRI, así estaba bien. El PRI no cometió ningún mal, nada más que había rateros, porque se tapaban unos a otros y no se castigaban. Eso fue lo malo.
“Se decía: ‘sabes que fulano de tal está robando’, y decían: ‘césalo’. Los presidentes llegaban al poder, veían que (el país) estaba quebrado y en lugar del escándalo y de decirle (al ladrón): ‘ven para acá, si te llevaste mil millones, para qué quieres tanto, mejor regresa 500 a las arcas’, así hubiéramos recuperado mucho y muchos millones.
“Pero no, se dice: ‘mejor aprovecho para sacarlo (quitarlo del cargo) porque yo soy mejor, y mientras cambio esta alfombra que puso el anterior porque no me gusta’. Hay dispendio.”
–¿Quiénes son ahora los poderosos?
–Es un sistema que está más allá de la política. Ahora será el PRI o el PAN, mañana el PRD. Quieren imitar a Estados Unidos: ahora los demócratas, después los otros (republicanos).
–Pero hay continuidad...
–Este país muere y nace cada seis años, y puede tener continuidad, pero muere y vive. A este país no se lo acaban, va a ver.
Foto
Miguel Nazar Haro en su graduación en diciembre de 1965 en la Academia Internacional de Policía (AIP), auspiciada por la Oficina de Seguridad Pública y la Agencia para el Desarrollo Internacional, en WashingtonFoto Tomado del Álbum Acádemico de la AIP
 
–¿De este gobierno qué espera?
–¡Usted quiere que me sentencien a mil años de prisión! De él (Fox) no voy a hablar como presidente. Con Fox no sé quién le metió la idea de que esos hechos del pasado lo harían popular. No es cierto, lo hicieron como venganza.
–Hábleme del mandatario...
–Yo creo que para una Presidencia hay que prepararse en todo. Internacionalmente hubo actos ridículos: el esmoquin con botas, el beso aquel en el Vaticano... No se estudió el protocolo. De que es buen hombre, lo es.
–¿Votó por Fox?
–¡No! Yo voté por el PRI, por disciplina, porque estoy acostumbrado a la disciplina, pero toda mi familia, mis criados, mis mozos, mis hijos, fueron por el PAN, el PAN, el PAN. Ahora les digo: cómanse su pan.
–¿Cómo, desde su óptica, han sido los presidentes?
–Con (Plutarco Elías) Calles todos andaban bien, como soldaditos. Con (Lázaro) Cárdenas, igual. Cuando llegó (Gustavo) Díaz Ordaz a Los Pinos se dijo: ya llegué. Cuando las cosas se empezaron a echar a perder, donde ya no se respetó, fue a partir de (Luis) Echeverría.
–¿Qué pasó en 1968?
–El general Marcelino García Barragán no quiso dar el golpe (de Estado). Mandó a la chingada al embajador (Fulton Freeman).
“Con lo del movimiento estudiantil se alarmaron (en Washington): que iban a hacer una revolución, y el embajador de Estados Unidos entró a ver a don Marcelino y le dijo: ‘dé un golpe de Estado y tome la Presidencia para calmar la situación’. El general le contestó: ‘yo no voy a pasar a la historia como traidor a la patria’.
“Don Marcelino no podía ver a Echeverría, pero este señor planea lo del Ejército (la represión), y ya cuando están los soldados (en las calles, el 2 de octubre) Echeverría se arrepiente y regresa y le dice a Marcelino que ya no, a lo que le contesta: ‘mira, Luisito, El Loco (porque así le decían en la secundaria), yo no estoy jugando a los soldaditos’”.
–¿Qué papel jugó en el movimiento estudiantil de 1968 Amado Sócrates Campos Lemus?
–Estuvo en el Campo Militar número Uno, y ahí lo soltaron. Quién sabe qué información dio porque lo dejó ir la Sedena.
–¿Y para la DFS?
–Se reclutó luego de que cayó en la cárcel.
–¿Y Ayax Segura Garrido?
–Trabajaba para nosotros. Llegó solito. Era agente infiltrado.
“Él trabajaba para nosotros y se infiltró hasta llegar a nivel del Comité (Nacional) de Huelga. Él nos pasó información de dónde estaba escondido (Tomás Cervantes) Cabeza de Vaca. Nos dijo: en tal domicilio (suelta una carcajada). Y llegamos a ese domicilio. No había nadie aparentemente, pero sabíamos que estaba escondido en un clóset.
“Para saber lo que sucedía en este país había que infiltrar gente en todas las áreas: en el gobierno, en la Iglesia, en las escuelas, en las prepas, en las secundarias, en las uniones, en los sindicatos, en los clubes. Teníamos información así... (junta todos los dedos de las manos), diario, de todo lo que pasaba. Era una labor de inteligencia preciosa y acabaron con ella.”
–¿Cómo fue el gobierno de José López Portillo y los de sus sucesores?
–Con López Portillo siguió el desorden. Después viene Miguel de la Madrid, y peor tantito. Luego llegó (Carlos) Salinas y salió mejor la economía, pero con un hermano incómodo. Después viene el otro, (Ernesto Zedillo) que antes de contar los votos ya estaba levantando la mano al siguiente (Fox, del PAN).

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