martes, 4 de enero de 2011

Televisión: el más mortal de los cánceres

María Teresa Jardí

Al malinchismo como enfermedad generalizada, mortal de la clase política, se suma el cáncer destructivo de la corrupción como regla. Cáncer terminal para la clase política. Pero enfermedad tolerada, porque envidiada por la sociedad se encuentra. Sociedad que lejos está de entender, siquiera, la importancia de tener el privilegio de ser ella la encargada de poner los candados a la clase política para impedir, justamente, que la corrupción se convierta en una regla. La sociedad es en parte, al menos, responsable de la corrupción que impera. Lejos de abuchear al corrupto se le premia.

El que nada tiene aspira a tener todo aquello que mal habido se sabe, pero de lo que el otro disfruta. En la gente joven destaca aún más el fenómeno. No se estudia —-los que tienen la posibilidad de hacerlo —- para servir al otro. Ni por vocación, en gran número de casos. Se elige la carrera para tener y se estudia para estar por encima del otro.

Los valores están trastocados y no hemos sido capaces de, al menos en casa, luchar por su rescate.

La telebasura ha impuesto sus reglas y ha cancelado las neuronas necesarias para no asumirse la inmensa mayoría como víctima, sin remedio, de un destino que forjarse de otra manera debiera.

Se acepta el abuso de la clase política, como si en llegar al puesto el robar se tornara en derecho.

No se cuestiona la forma de obtención de lo que tiene, el que tiene, se envidia el no tenerlo y se admira al que lo tiene.

La corrupción, en el fondo, se considera un logro.

Y esto trae, como consecuencia, que la impunidad se haya convertido también en otra regla.

Y sí, cuando toca, la impunidad moleta. Pero... como corrupción e impunidad forman un todo no hay manera de lograr un avance para disminuir una sin atacar a la otra. Y esto no es posible en tanto, convertidas en pilares del sistema, ambas se encuentren.

Apagar la telebasura tendría que ser otro propósito generalizado de inicio de año. El avance podría ser comparable al atraso, en todos sentidos, que hemos acumulado a lo largo de los últimos diez años miserables para los mexicanos de gobierno panista.

No se le puede vender, a quien el televisor no mira; a un pirruris casado con una actriz de telenovela, como futuro presidente de un país que requiere un estadista, para, dentro de un siglo, quizá, llegar de nuevo a ser pionero en América Latina del derecho primario del ser humano a recibir asilo digno cuando es rechazado por un régimen autoritario o por el hambre que, igual de autoritaria, del país de origen a sus hijos expulsa.

Los poderes fácticos llenan los vacíos que el poder abandona. Pero al menos el telecrático, con apagar el televisor va a dejar de ser el poder que, en México, muchas de las reglas dicta, ante el abandono de los unos sometidos a él: los políticos que, sin la telebasura, ya ni siquiera se sueñan. Y de los otros que con el hecho de encenderlo lo autorizan a entrar en su casa tomando decisiones por ellos, dejándose convencer, la mayoría, de que las cosas son como a la telebasura le conviene que sean y no como deben ser.

No podemos combatir la inseguridad con la que la limpieza de mexicanos pobres por un usurpador, hechura también de la telebasura, se realiza. Pero sí podemos, apagando el televisor —y mejor aún sería si a la basura fuéramos capaces de apagar la caja idiota— romper el cerco, que nos mantiene como el pueblo enajenado, al que se le puede, en diez años, cambiar la historia. Debemos denunciar la masacre que en México la usurpación panista comete y, a la par, apagando el televisor, decir ya basta a tan abominable derramamiento de sangre con el que se ahoga incluso la protesta.

Tomar en nuestras manos el futuro no es cosa fácil. Pero de nosotros depende empezar a dar algunos pasos. No hay otra manera de cambiar a la clase política, obligándola a bajarse del carro de la telebasura que es a lo único que para esa clase cuenta.

Apagar los televisores es convertir a la clase política en fantasma. Y sólo convertida en fantasma es que quizá se ocupara de volver, mirando a los gobernados, a luchar por convencer con propuesta ideológicas bien definidas de que es necesaria su presencia. Apagar el televisor es ignorarla. Es borrarla. Es obligarla a colorearse para subsistir. Pero igual y la sociedad se entera de que no necesita a la clase política para enfrentar los problemas que la aquejan y nace así otra forma de relación que, de a poco, nos permite generar una vida digna para los más arrinconados, a los menos.

La verdad sobre la oposición a la "supervía" :

Ebrard, gobernante de derecha

Álvaro Delgado

MÉXICO, D.F., 3 de enero (apro).- Como parte del contubernio entre Felipe Calderón, Manuel Camacho y Jesús Ortega para incubarlo como candidato presidencial de una alianza PAN-PRD en 2012, como si no se supiera de sobra que en ellos anida la traición, Marcelo Ebrard se ha colocado en la ruta de la “mano dura” que clama la derecha para aniquilar cualquier expresión disidente o de ejercicio de derechos fundamentales.

El autoritarismo que exhibió Ebrard ante las expresiones legítimas de descontento de ciudadanos preocupados por el daño al entorno habitacional derivado de las obras del metrobús en la colonia Narvarte, que se tradujo en la agresión de centenares de granaderos contra vecinos pacíficos e indefensos, es ya parte de patrón de conducta del gobierno capitalino.

A la arbitraria acometida policíaca contra los vecinos de la Narvarte, la semana previa a Navidad, la antecedió y sucedió una estrategia de mano dura contra los vecinos de las colonias de la delegación Magdalena Contreras, afectadas por la supervía de cuota que, se pretende, conectará el poniente y sur de la Ciudad de México.

La fuerza de las macanas se presentó, también, contra vecinos de Tláhuac afectados por la línea 12 del metro, que correrá de esa delegación a Mixcoac, en Benito Juárez, donde la población ha tenido que soportar la indolencia de la autoridad ante el desquiciamiento vial.

Ya antes, en junio de 2008, el gobierno de Ebrard había dado una muestra trágica de arrogancia cuando, otra vez con un uso arbitrario de la fuerza pública, instrumentó un operativo en la discoteca popular “News Divine”, en la delegación Gustavo A. Madero, con saldo de 12 personas muertas, nueve de ellos jovencitos y tres policías.

Tras esa tragedia, en este espacio se planteó que Ebrard estaba obligado a proceder con firmeza contra los responsables, no sólo porque es su inequívoco deber como autoridad ni porque aplicar la ley con justicia es fundamental en un gobierno que se pretende alterno a la derecha, sino para evitar algo peor: La rabia y el resentimiento sociales que engendra la impunidad del poder.

Pero aun con la remoción del delegado Francisco Chiguil, los jefes policiacos Joel Ortega y Félix Cárdenas, así como Guillermo Zayas, coordinador del operativo, la impunidad se impuso y, a dos años y medio de esa tragedia, puede presumirse que en efecto se anidó la rabia y el resentimiento en la población de la zona.

Ebrard y su equipo de gobierno, supuestamente de izquierda, se equivocan: Creen que los ciudadanos son tan estúpidos que no entienden que hay obras necesarias para el interés general que implican afectaciones particulares, desde expropiaciones hasta el bloqueo de una cochera, y que el cruce de argumentos neutraliza el conflicto y consolida acuerdos.

Ebrard y los suyos son incapaces de distinguir entre la crítica de los partidos de oposición, que naturalmente van a explotar su ineptitud, y los ciudadanos que protestan con toda legitimidad por las aberraciones de la autoridad.

Aberraciones que, en efecto, van desde poner un policía en los cruceros donde hay obras que desencadenan el desquiciamiento de amplias zonas de la ciudad hasta la rehabilitación que ha hecho el jefe de la policía, Manuel Mondragón y Kalb, de viejos policías corruptos, como Darío Chacón, subsecretario de Tránsito, que ha reactivado la extorsión a automovilistas.

Por eso, más que para la salvaguarda de la integridad patrimonial, física y sicológica de los capitalinos, las fuerzas policiacas han sido usadas por Ebrard para intimidar y de plano reprimir, en particular a quienes, haciendo uso de sus derechos, manifiestan su inconformidad por decisiones arbitrarias.

Salvo por dar impulso o no bloquear nuevos derechos identificados con la corriente progresista, como la despenalización del aborto en hasta 12 semanas de gestación y los matrimonios entre personas del mismo sexo, y de dar continuidad relativa a los programas sociales que heredó, Ebrard ha actuado como gobernante más en una lógica de la derecha que ansía la mano dura.

No es casual, por tanto, la hipócrita conducta de Ebrard ante Calderón y su demencial “guerra” contra al crimen que ha ensangrentado el país: Mientras evita retratarse con él, la hizo comparsa al asistir al Palacio Nacional, el 2 de septiembre de 2010, para escuchar un largo autoelogio y hace apenas un mes, el 27 de noviembre, de plano se hizo su adherente.


“Hay que reconocerle la resolución de entrarle”, dijo Ebrard sobre la estratégia de Calderón contra el narcotráfico, justamente tres dias después de que Carlos Salinas declaró que ese indviduo “ha tomado acciones decididas y valientes para enfrentar estas circunstancias”.

¿Coincidência? No, convergência que quedó de manifiesto dos semanas después cuando, el 10 de diciembre, Salinas colmó de elogios a Ebrard, “un servidor público profesional”, cuyos resultados como gobernante “están a la vista”.

No puede haber, entonces, extrañeza de la conducta de Ebrard, quien tiene un extraordinario parecido a Calderón y a Enrique Peña Nieto.

Lo que sí extraña es el silencio del partido que formalmente es gobierno en la capital, el PRD, que convalida la estrategia represiva, lo mismo que su máximo líder, Andrés Manuel López Obrador, cuya omisión es inaceptable.


Apuntes

La presidencia de Juan Silva Meza en la Suprema Corte de Justicia de la Nación abre la oportunidad de que el Poder Judicial no sólo no se siga degradando, sino que sea punto de partida para que la justicia no sea una mercancía al alcance de unos cuantos…

México: Sucesión presidencial, golpes bajos, asesinatos, ¿Podrá López Obrador en la legalidad?


Pedro Echeverría V.



1. En México: si la llamada “delincuencia organizada”, la “Familia Michoacana” y los “Misteriosos desaparecedores”, no se manifiestan con mayor fuerza, que lleven al país a peores condiciones de ingobernabilidad –incluso a la renuncia del presidente ilegítimo Felipe Calderón- 2011 será un año de golpes políticos entre partidos, lo que llaman “patadas bajo la mesa” y hasta asesinatos; surgimiento de candidaturas y, al final, tradicionales campañas políticas abiertas. Reitero que en política no existen los adivinos, los que digan lo que va a suceder, las visiones infalibles y seguras; lo que se registran son análisis, opiniones, búsqueda continua, adelanto de juicios. Lo que observo es un apoyo total del empresariado, de los medios de información, de los EEUU al candidato del PRI Peña Nieto; el lanzamiento del ex rector Juan Ramón de la Fuente por el PRD y PAN y a un López Obrador radicalizado apoyado por PT.



2. No contemplo al abogado empresarial, alias la ardilla maromera, Fernández de Cevallos como candidato del PAN (¿que tal si sus secuestradores le ordenaron ser candidato y él tiene que obedecer?), tampoco a los tontitos exsecretarios de Educación Pública: Josefina Vázquez o Lujambio; mucho menos al dog Lozano o al jefazo de guarderías Juan Molinar, o a cualquier panista de relleno para negociar con el PRI. Tampoco creo a Ebrard confrontándose con López Obrador para ser el candidato de los “chuchos” cuando éstos van a preferir a Juan Ramón de la Fuente para la candidatura común con el PAN. En mi “bola de cristal” tampoco se asoman los priístas Beltrones o Paredes queriendo aguarle la fiesta a Salinas-Peña Nieto. El ex priísta y ex rector, así como Peña Nieto, harán una campaña ubicada totalmente en la legalidad y gobernarán como todos. AMLO tendrá que ser radicalmente distinto o declararse muerto.



3. Lo que no me gustaría ver es que se siga engañando al pueblo mexicano, como ha sucedido durante casi un siglo, con campañas políticas que sólo sirven para dilapidar miles de millones de pesos en TV, radio, prensa escrita, carteles, mantas, regalos, camiones, camionetas, automóviles, aviones, restaurantes, vinos, etcétera. La realidad es que no se cuantos cientos de miles de empleos o camas de hospital pudieran crearse con ese dinero, pero seguro que eso sí será útil comparado con la basura que significan las campañas políticas. Pero éstas nunca podrán desaparecer porque las campañas, las elecciones y los votos, les sirven a la clase dominante para legitimar lo que antes han acordado. El 99 por ciento no sabía nada de Peña Nieto, nunca lo había visto, pero bastó con que Televisa lo hiciera su candidato para recibir el apoyo de los empresarios, de los EEUU y para que ahora sea presentado como el más favorecido en las encuestas.



4. López Obrador estuvo casi dos años –desde 2004- en primer lugar de las encuestas porque, a pesar de algunas declaraciones, los empresarios no le tenían miedo y sabían que sería más de lo mismo; pero apenas empezó la campaña que decía: “Obrador es amigo de Chávez y un peligro para México”, los empresarios y los intelectuales vendidos, voltearon su apoyo al católico, proempresario y derechista Calderón. Cuando Fox, los empresarios y los EEUU decidieron que “por ningún motivo AMLO llegaría” –que quizá fueron tres o cuatro meses antes de las elecciones- ni que éste tomara la determinación de arrodillarse pidiendo perdón, lograba la Presidencia. Los tontitos que hablan de errores ignoran que a pesar de la timidez de AMLO en sus críticas, los empresarios, el clero y la derecha saben quienes son “un peligro”, aunque les hagan caravanas electorales o les den regalos. López Obrador, en mi entender, ya no pasará.




5. Obviamente siguen habiendo tontitos que creen que el voto es libre y que cada elector decide por quien sufragar. Piensan muchos ilusamente en que aparecerá el espíritu por arriba y le iluminará el alma del elector para que vote por el más bueno y el más justo. Olvidan que la pobre cabecita del elector recibe dosis diaria, cada hora, de la TV y la Radio, de las paredes infestadas de propaganda, de los visitantes cargados de regalos y promesas, así como de los compadres y “líderes naturales” que les han llenado las bolsas de dinero. En México los más tontitos han creído desde hace un siglo que el fraude se hace en el conteo de los votos; jamás han entendido que se hace “bajo el agua”, entre bambalinas, durante los seis últimos meses de campaña pública: se recogen miles de millones para la campaña, se contratan negocios, se comprometen cargos, se pagan a millones de activistas, hasta que el pobre elector se convierte en autómata.



6. A pesar del odio militante que la izquierda radical profesa contra los grandes burgueses y empresarios explotadores, no se puede mandar al carajo también a toda la socialdemocracia o centro izquierda que anda en procesos electorales; tampoco a las posiciones verticalistas y autoritarias que juegan a la radicalidad. Es necesario seguir buscando –como se busca una aguja en un pajar- alguna oportunidad para que todas las centro izquierdas e izquierdas unifiquen sus fuerzas con el movimiento social. Siento que López Obrador –que será bloqueado en todos los frentes, en el más importante el del dinero necesario para su campaña- al tener la última oportunidad, tendrá que jugársela con todo. Si comienza aceptando todas las reglas y se dedica a seguirlas, hará el ridículo absoluto. Tampoco podrá pensar que podrá levantar un movimiento ciudadano como el de 2005 del desafuero. Las condiciones han cambiado.



7. López Obrador podría ser la única carta diferente si logra radicalizar más su discurso y con ello moviliza a las masas campesinas, obreras, mujeres, empleados, sobre todo a los jóvenes radicalizados. Durante un siglo las elecciones han servido exclusivamente para engañar y desmovilizar al pueblo; si López Obrador al fin se decide a llamarle las cosas por su nombre, las campañas anti AMLO que hará la televisión y pagarán los empresarios, servirá de propaganda para hacer crecer el movimiento entre el pueblo. Es más, miles de izquierdistas despertarán para hacer grande el movimiento que ante un fraude puede convertirse en un levantamiento real. Por el contrario, si la campaña electoral se hace siguiendo las reglas y prohibiciones, el PRI, con el apoyo de la extrema derecha, triunfará sin oposición real. Estas semanas y meses debe aprovechar AMLO para realizar los contactos necesarios con todos, todas las organizaciones de izquierda y el movimiento social.



http://pedroecheverriav.wordpress.com

Nuevo presidente: ¿la misma Corte?

Martes, 04 de Enero de 2011

Aunque los discursos iniciales suelen ser escritos con mejores intenciones que posibilidades de regir realmente una conducta, las palabras con que el ministro Juan N(epomuceno) Silva Meza comenzó a presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación son creíbles como programa de vida, ya que están avaladas por sus hechos. Pues, como él repite haciendo suyo un viejo apotegma judicial, un juez habla a través de sus resoluciones. Y las suyas son siempre elocuentes.

Había un ánimo cordial en la sesión en que Silva Meza se convirtió ayer en el quinto presidente de la Corte fundada en 1995, después de Vicente Aguinaco Alemán, Genaro David Góngora Pimentel, Mariano Azuela Güitrón y Guillermo I(berio) Ortiz Mayagoitia. Este ultimo recordó que había concluido su mandato presidencial el 31 de enero, fecha que ocurrirá un mes después del 31 de diciembre en que efectivamente terminaron sus funciones (tras de las cuales será integrante de la primera sala, y no de la segunda en que ha trabajado). Risas francas festejaron su tenue desliz. Y el mismo talante pasó por alto el que Silva Meza encabezara la primera sesión de su periodo sin rendir antes la protesta de ley. No es que olvidara el rito, sino que estaba tan presto para iniciar sus funciones que se avocó a ellas apenas se conoció formalmente el resultado de la elección. Nueve de los diez votos posibles lo escogieron. El décimo sufragio fue probablemente un gesto de elegancia suyo hacia la ministra Margarita Luna Ramos.

Dos veces antes compañeros suyos lo presentaron candidato, y ahora ya elegido presidirá el pleno al menos hasta el 31 de diciembre de 2014. Corona de esa manera una carrera realizada siempre en el poder judicial federal. Nacido en el DF el 13 de septiembre de 1944, se graduó de abogado en la Universidad Nacional, con una tesis sobre derecho penal, disciplina que lo llevó en 1970 a su primer cargo judicial: secretario de un tribunal unitario, de donde pasó al resto de los cargos del escalafón, hasta llegar a juez de distrito y magistrado de circuito. El Senado lo eligió ministro hace casi quince años, cuando era magistrado del Tribunal Federal Electoral

Encabezará al mismo tiempo la Corte y el Consejo de la Judicatura. Le corresponderán en ambos cuerpos tiempos nuevos, generados de una parte por la reforma constitucional en curso sobre amparo y derechos humanos, y en parte por exigencias provenientes de fuera, de la sociedad, "urgida de creer", de "confiar en nosotros". Si bien los jueces estarán "más arropados", también serán "más exigidos". Rehusó caer en "la autocomplacencia, en la simulación", formas de cambio aparente para que todo siga igual. De igual modo como se comprometió a ser él mismo pulcro e irreprochable -como ha sido- propone que el poder judicial federal sea "unido, respetado, respetable, sobrio, discreto, responsable, abierto, transparente", en suma, un "poder cercano a la gente".

Sabedor de que el dispendio y la corrupción irritan a esa gente, anunció honestidad y sobriedad, que expuso también en el documento con que anunció su candidatura (la única, a la postre) a presidir la Corte. Entonces y ahora manifestó su idea del tribunal a cuya cúspide arribó a los 67 años. No anunció que colmará el anhelo general de que la Corte sea como su nombre lo indica un tribunal de justicia y no sólo de derecho, pero insistió en su conocida convicción de que el Estado de derecho es más que un conjunto de leyes muertas, sino una conjunción de normas, valores y principios que hacen posible la convivencia con respeto a los derechos humanos.

Un ejemplo paradigmático de la actuación como juez del nuevo presidente, un caso que lo pinta de cuerpo entero es la investigación constitucional sobre la violación a las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho, ya desde 2005 una fervorosa activista en pro de la libertad de niñas y niños y contra la trata de mujeres. El pleno confió a Silva Meza dirigir la comisión que indagara tales vulneraciones. El informe respectivo, bajo su firma, concluyó que el gobernador de Puebla Mario Marín concertó acciones que lo hicieron el principal responsable de tales graves violaciones a los derechos de la autora de "Los demonios del edén". No obstante el peso de la evidencia, el pleno se amilanó ante los alcances del dictamen suscrito por quien desde ayer lo preside, y primero ordenó reiniciar la investigación. Así se hizo para que la mayoría pudiera concluir que las violaciones en efecto habidas no eran graves.

De esa manera la Corte exoneró a Marín, extremo al que no quisieron sumarse Silva Meza ni los ministros Góngora Pimentel, José Ramón Cossío Díaz y José de Jesús Gudiño Pelayo (fallecido el 19 de septiembre pasado). No sólo emitieron votos disidentes sino que, inusualmente, los publicaron en forma de libro ("Las costumbres del poder"). Al sintetizar para ese efecto su posición, Silva Meza insistió en que se violaron las garantías de Lydia Cacho, que "sí existió concierto de autoridades para perpetrar esa violación y para proteger redes de pederastas" y "que debió determinarse la responsabilidad para que las autoridades competentes actuaran en consecuencia". Hablando de tal modo, se recordó a sí mismo como ministro debutante, asido "al compromiso que tengo asumido con la república, pero sobre todo con los ciudadanos que la fundaron", creyente de que "lo jurídicamente debido era proceder en esos términos porque... en un Estado constitucional y democrático de derecho la impunidad no tiene cabida".

El lenguaje del 2011 Sergio Conde Varela Abogado


Después de 3 años tumultuosos, de dolor profundo, de miedo marcado, buena parte de los juarenses que todavía permanecemos en nuestra ciudad nos preguntamos qué va a pasar y cuándo va a terminar esta pesadilla atroz.

Con toda franqueza no lo sabemos y nos agitamos de manera nerviosa cuando se dan a conocer opiniones como la del ex secretario de la defensa el general Galván que a pregunta expresa sobre el mismo tema, contestó: “Esto no va a terminar sino en un periodo de 7 a 10 años”.

Como los terrícolas juarenses no están o no estamos armados como lo está la antisociedad, definitivamente debemos usar escudos protectores y emplear armas distintas de quienes han hecho que se cimbren de fea manera los cimientos que sostienen a Juárez.

Posiblemente la sugerencia que hacemos provocará no solo risas, sino carcajadas sarcásticas y se piensa que la sugerencia no es otra cosa que sueños guajiros o poemas de Díaz Mirón, pero esto no es así.

El lenguaje que proponemos y que podemos usar sin censura, debe salir de lo profundo del corazón de cada poblador de buena fe, de estas tierras. “Vamos a triunfar; la victoria es nuestra; el pasado quedó atrás; sólo vemos un futuro prometedor; tendrá que reinar la paz, pese a todo; la unión de todos es la mayor arma; no existen entre nosotros palabras de desaliento; el éxito nos aguarda y el triunfo es y será nuestro con la ayuda de Dios”. Estas frases son dardos de luz que siempre obtienen respuestas del universo con su uso constante, de una permanencia machacona y tenaz, fuerte.

Desde hace mucho tiempo, las tribunas y las palabras expresadas en ellas, han hecho que los pueblos venzan a sus dificultades y obtengan en tiempos breves conquistas manifiestas que dejan boquiabiertos a quienes no conocen la fuerza del verbo.

Definitivamente en estos sucesos, no podemos bajar la cabeza y ver la tierra en lugar del horizonte. Tenemos derecho quienes poblamos estas tierras, a una paz duradera, a una justicia integral. Nuestras familias así lo piden, los hijos en ellas y los hijos de nuestros hijos así lo demandan.

Los juarenses debemos escribir en nuestros hogares y trabajos, en nuestras reuniones formales e informales, los discursos del éxito. La historia no sólo de la ciudad sino del país entero está atenta a lo que se produzca en las áreas que vivimos. Debemos usar el lenguaje del triunfo en el 2011 de manera constante y permanente.Comentar esos discursos con los nuestros, familiares, amigos, conocidos.

Posiblemente surja la pregunta: ¿Y eso para qué? A lo cual rápido contesto: “Para que nuestra fortalezas interiores salgan a la luz y formen una conciencia tal, que nadie, –subrayamos– nadie pueda detener.

En esto, en nuestro país, según nos cuentan amigos cercanos nuestros, hay estados como el de Yucatán que han hecho una barrera infranqueable que no ha permitido que las tribus de los sin escrúpulos destrocen y no permitan que se afecten vidas dedicadas al trabajo y al provecho en común.

Desde luego estas ideas no las sacamos de nuestras ocurrencias sino de la historia tanto nacional como extranjera.

Lo dicho por Martín Luther King en contra de la discriminación causó efectos contundentes y logró que la libertad se estableciera a favor de grandes masas poblacionales del vecino país; el impacto de Gandi en la India fue un ariete definitivo a favor de la libertad de los pueblos y las ideas de Justo Sierra en nuestro país, cayeron en suelo fértil para que toda una época se viera beneficiada educativamente por las mismas. Desde luego que a los tres citados, la historia les otorgó lugar de privilegio por ellas.

Es tiempo de que los fronterizos digamos que tenemos derecho a una vida mejor. Que los gobiernos cumplan con las normas que juraron respetar en beneficio del pueblo y que escuchen a un pueblo, el juarense, que ha sido chicoteado por los nuevos jinetes apocalípticos: la crisis, las injusticias, las muertes, el olvido oficial.

El nuevo lenguaje del 2011, será de vida, para una transformación total y positiva y… no hay más.

El gran motivador-Hernández

Ataque-Rocha

Santo oxímoron-Fisgón

¡ Pinche jodido ! : Así nos ven los panazis...

Popper: antes y después de la sociedad abierta


Autor: Álvaro Cepeda Neri Sección: Ex Libris

Karl Raymundo Popper (1892-1994) fue un pensador: creador de reflexiones que han enriquecido la teoría y práctica del quehacer humano. Antes, podemos considerar a Immanuel Kant, y junto a ellos a Hans Kelsen, por lo que hace a los rendimientos de las ciencias sociales de fundamento jurídico. Sus obras son una continuidad histórica de la ética republicana y democrática como fines políticos del estado de derecho y éste como la estructura de los medios jurídicos, en cuanto derecho positivo (y nada que ver con el metafísico y falso derecho natural). Tucídides, Protágoras, Tocqueville son otros pensadores de la talla de esos tres gigantes que son piedra de toque y punto de partida del hilo conductor que nos lleva a la síntesis de la democracia y el republicanismo en la sociedad abierta con sus libertades para limitar todos los poderes, gubernamentales o no.

Karl R Popper es autor de La sociedad abierta (1945), traducido y magníficamente recreado en español por primera vez en 1957 por Eduardo Loedel, con 24 ediciones a la fecha. Todo lo pensado y escrito por Popper es de suma relevancia. Fue matemático, estudioso de la física de Newton a Einstein; reflexionó sobre y ante la democracia en sus modalidades de la cultura occidental; fue crítico devastador de Platón y las variantes del platonismo hasta Hegel y contra las propuestas autocráticas marxistas, nazistas y fascistas.

Ahora, en la misma editorial de toda su magna obra, se publican materiales inéditos que sus editores titularon Después de la sociedad abierta, para referirse a textos del autor austriaco (la patria de Mozart, en cuya música y la de Beethoven se educó estéticamente; en las demás artes, asesorado por su amigo y contemporáneo Ernest H Gombrich, 1909-2001). En este libro de 600 páginas culturalmente inigualables, el lector encontrará la síntesis de la bibliografía popperiana con introducción de Popper, sus recuerdos de Austria; ciencia y religión; su discusión con otros pensadores sobre la sociedad abierta; su pensamiento en torno a la Guerra Fría y la Posguerra. Todos ellos, ensayos de sabiduría.

La selección y compilación son de Jeremy Shearmur y Piers Turner. Con excelente traducción de Ferran Merler-Orti, es un libro donde Popper (quien ya tiene en español su autobiografía: Búsqueda sin término, editorial Tecnos) puntualiza, explica, aclara sus reflexiones entre hipótesis, conjeturas y refutaciones, como una tarea siempre expuesta a ser corregida y enriquecida contra toda actitud absolutista. Han abrevado en el manantial de la rica y variada sabiduría de la obra popperiana literatos, artistas de la escultura y demás obras del arte innovador; juristas, estudiosos de las teorías políticas y pensadores de las ciencias naturales de fundamento matemático.

Ficha bibliográfica:

Autor: Karl R Popper

Título: Después de la sociedad abierta

Editorial: Paidós Mexicana, 2010

*Periodista

Naranjo en Proceso : Autocebollazo

El secreto sucio de nuestra cultura. Sabina Berman

1

El 48% de los mexicanos no se interesa en la cultura. 86% nunca ha pisado un museo. 57% no ha entrado a una librería. 73% no ha leído un libro el último año. Etcétera: los números de la encuesta nacional de consumo cultural o el redescubrimiento de nuestra realidad.

Ya en el año 2003 la primera encuesta de consumo cultural arrojaba el mismo resultado general: La política cultural de México no toca las vidas de la mayor parte de los mexicanos. Sus clientes, durante los últimos 21 años, han sido los artistas y los intelectuales, y no la sociedad.

La novedad, en este 2010, es otra. La seriedad de la última encuesta, que despliega un mapa del consumo cultural detallado estado por estado y ciudad por ciudad, y que se publica al mismo tiempo que un atlas minucioso de la infraestructura cultural del país. La utilidad de combinar ambos documentos podría ser dramática.

Empalmándolos, podría contarse por primera vez con un mapa nacional que explique de forma objetiva por qué diablos la cultura no llega a los muchos y que transparente las maneras de lograrlo.

Al puro ojeo de ambos documentos, ofrezco un botón de muestra.

La encuesta revela que los habitantes de la Ciudad de México son consumidores de cultura tan ávidos como los de las metrópolis de los países desarrollados, y el atlas trasluce el cómo esto es posible: En la capital del país se concentran más museos, librerías, teatros, cines y casas de cultura que en varios estados combinados. En cambio, los nayaritas ven mucha televisión, ven un poco de cine, apenas leen y en su gran mayoría nunca han cruzado el umbral de un espacio cultural, y la encuesta revela que aunque quisieran no podrían: La densidad de los espacios culturales es casi nula en Nayarit.

Si se trata de disminuir la desigualdad cultural en el país, la solución salta a la vista. Nayarit necesita espacios para la cultura, promoción de sus bondades y estímulos para que empresarios culturales locales surjan.

Otro botón de muestra.

En Monterrey, la cultura es apoyada por empresarios civiles que la han hecho depositaria de su filantropía, pero también de otros empresarios que la han hecho su negocio. No es casual que para los regiomontanos el arte contemporáneo se ha vuelto un emblema de su identidad común. En cambio en Veracruz, aparte del Estado, hay pocos que invierten en cultura, y la cultura viva es la popular, la folclórica, mientras el arte ha perdido espectadores.

¿Cómo reproducir el efecto Monterrey en Veracruz y en otras ciudades culturalmente empobrecidas?

Y un tercer botón de muestra.

Un cruce primario del atlas y la encuesta revelan lo que sabemos, de forma azarosa, quienes hemos viajado por la República. Desperdigados por nuestra geografía, vegetan centros culturales inservibles, o casi, y sin embargo onerosos. Bibliotecas visitadas por siete personas a la semana. Teatros convertidos en salones de mítines de sindicatos. Cientos de casas de cultura con presupuestos suficientes para tener los pisos y las paredes lavados y ofrecer clases de bordado y de baile de salón, pero no más.

Proveer a esa infraestructura de lo necesario para que sirva a los ciudadanos, es más urgente que nuevas edificaciones faraónicas.



2

Este es el secreto sucio de la política cultural mexicana: a pesar de que su acta fundacional expresa que su finalidad es “hacer llegar el arte y la cultura a la mayor cantidad posible de mexicanos”, el Conaculta nunca se lo ha propuesto. Desde su fundación en 1989, la atención de sus sucesivos presidentes ha sido articular la trabajosa y conflictiva inercia de las instituciones preexistentes, pero sobre todo amistarse con los artistas y los intelectuales.

Así, el Conaculta del PRI se dedicó sobre todo a contentar a los patriarcas culturales. Contentarlos con homenajes y premios, becas vitalicias y dinero contante y sonante para sus proyectos personales. También fue generoso con los artistas incipientes: de 1989 al año 2000 fue el periodo de la multiplicación de las becas, federales y estatales, para menores de 35 años y para mayores de 35 años, así como la multiplicación de las inversiones en sus películas, obras escénicas, exhibiciones y publicaciones, que eran atendidas, típicamente, y para tortura psíquica de los artistas, por públicos raquíticos.

Era solo natural que Sari Bermúdez, cuya presidencia del Conaculta arrancó a la par de nuestra democracia electoral, se propusiera ahora sí abarcar en su proyecto a los ciudadanos. De cierto, en su toma de posesión declaró: “Vamos a ciudadanizar la cultura”. Ya se sabe, durante los siguientes seis años Sari intentó imaginarse qué podría querer significar la feliz expresión, regalada a ella por un intelectual ameno, mientras en los hechos su administración calcó el pasado, más una adición. Edificó siete universidades de arte, para seguir multiplicando a los artistas.

¿Qué hizo Sergio Vela? El proyecto que el presidente Calderón le aprobó preveía ordenar el funcionamiento de la burocracia del Conaculta. El anacronismo sorprende: así se acortaba aún más la mira y se dejaba fuera de ella, otra vez, a nada menos que a 120 millones de ciudadanos.

¿Ha llegado el fin de los proyectos miopes y anárquicos de cultura? ¿El Conaculta por fin asumirá su meta retórica (“hacer llegar el arte y la cultura a la mayor cantidad posible de mexicanos”)?

Está por verse.

La enfermedad está diagnosticada al detalle, gracias a la encuesta y al atlas, y es radical. Igual, los remedios debieran ser precisos y radicales. l

Polarización social y política, ¿contienda democrática?

Magdalena Gómez
El inicio de año impone la agenda electoral hacia 2012 y, más allá de las muy fundadas críticas al desempeño de los partidos políticos, la maquinaria se prepara para una contienda que se observa peligrosa por el estado actual del país, enfrentado a una guerra que cual caja de Pandora está afectando a la sociedad entera.

Nos esperan, por lo menos, 18 meses de opacidad sobre temas, que sin deber ser ajenos al campo electoral, en la práctica lo son. Porque no se trata solo de la muy respetable voluntad de cada ciudadana o ciudadano: tenemos enfrente los movimientos sociales y de derechos humanos, que independientemente de su posición ante la vía electoral, pugnan por detener los efectos de las políticas de Estado en curso, sea en el plano ambiental, en el de las concesiones mineras, la siembra de maíz transgénico, la militarización del país, los desaparecidos y la criminalización, entre muchas otras causas.

Así las cosas, los espacios en los medios de comunicación privilegiarán el entorno pre electoral, por ello es preciso insistir en la necesidad de equilibrar la información y el análisis. Por ejemplo, hoy más que nunca el asedio a los pueblos indígenas está presente; sus causas y casos forman parte de una afrenta mayúscula que en el país no hemos resuelto, esto es, la posibilidad de avanzar en la construcción de una sociedad pluricultural que respete la diversidad y que vea a las otras y los otros y se refleje en ellos.

Viene al caso esta reflexión precisamente en este nuevo aniversario de la irrupción a la luz pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En aquellos días de 1994 La Jornada se posicionó como el periódico que asumió de manera privilegiada la cobertura de este histórico movimiento con abierta proclividad favorable al mismo, pese a ser un año de contienda electoral, tarea que la distinguió al paso de los años y que fue un aporte significativo. Otros medios lo hicieron con mirada crítica o escandalizada incluso, y pronto dejaron de incluirlo con regularidad.

En los hechos, la causa indígena se fundió con la zapatista y viceversa, y ciertamente concitó la atención y simpatía de una amplia gama de sectores democráticos, académicos, políticos y de la ciudadanía en general. Sin embargo, al paso de los años se fueron decantando las posiciones y la adhesión inicial no produjo el quiebre de la hegemonía ideológica monocultural, tampoco la anhelada nueva relación del Estado con los pueblos indígenas en el marco de una reforma del Estado.
A estas alturas vale recordar que todos los partidos cerraron filas con la razón de Estado consistente en negarse a abrir espacios de poder con el reconocimiento a la autonomía de los territorios indígenas más allá de las concesiones culturalistas en torno a la lengua o la educación intercultural cuando no el mero folclor. Lo grave es que sectores de la llamada sociedad civil han tomado distancia del tema e incluso algunos confiesan que nunca comprendieron el sentido de los acuerdos de San Andrés, y en ello influyen diversos factores, pero ante todo destaca que no se asume que la nación no tendrá un nuevo proyecto sin los pueblos indígenas o sólo como adherentes retóricos.

No es ajeno a todo este contexto lo que el reportero Alfredo Méndez ha referido respecto a que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), mediante el documento denominado Programa de estudios estratégicos 2010, incluye valoraciones que requieren aclaración: “Sobre las organizaciones no gubernamentales, el Cisen considera –según comentaron a este diario las fuentes consultadas– que algunas surgen con motivaciones ideológicas de izquierda, simuladas con ideales progresistas, pero en realidad lo que pretenden es sembrar acciones de inconformidad social colectiva, cuyas repercusiones pueden ser demoledoras de los principios democráticos del régimen en el poder” (La Jornada, 28/12/10).

Así tenemos un panorama sumamente complejo: para el Estado y los partidos políticos la ruta de la democracia representativa es el todo mientras los movimientos son vistos como aquellos cuyas causas atentan contra ese todo cuya “incompletud” es evidente. Esta polarización es real y no debería basarse en la exclusión de unos sobre otros, a un pueblo que le estén imponiendo una concesión minera, por ejemplo, no se le puede exigir que espere o anule su movilización para no afectar “los tiempos electorales”. Y en ese terreno los medios pueden jugar un importante papel al dar espacio a los movimientos como hacen con los partidos. Con ello contribuirán a que la relación entre partidos y movimientos coexista sin que impere la lógica excluyente. Lo ideal sería que los partidos, especialmente los que se dicen de izquierda, recuperaran el compromiso con las causas que enarbolan los movimientos; sí, ya sé que son sólo buenas intenciones. Se vale a principios de año.

Se inician las auditorías a Ulises Ruiz

Indagarán la deuda real que dejó el pasado gobierno de Oaxaca

Octavio Vélez Ascencio
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 4 de enero de 2011, p. 24
Oaxaca, Oax., 3 de enero. La Secretaría de Contraloría y Transparencia Gubernamental de Oaxaca inició este lunes una investigación por insuficiencias y presuntas irregularidades en el proceso de entrega y recepción en diversas áreas de la administración del ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz.

En conferencia de prensa, al dar a conocer un primer corte de las condiciones en que fue recibido el gobierno estatal, la titular de la dependencia, Perla Woolrich Fernández, dijo que se profundizará en diversos aspectos del ejercicio gubernamental para evaluar la situación específica de las dependencias y entidades.

Además, se indagará la aplicación de recursos públicos en la administración saliente y el endeudamiento real.

Explicó que este lunes se comenzó a aplicar el Programa Anual de Auditorías 2011, con el propósito de hacer una revisión exhaustiva de los documentos generados en las dependencias y entidades que conforman a la administración pública estatal.

Añadió que también se buscará sentar las bases de un proceso de fiscalización permanente a fin de garantizar que los recursos que se ejercerán en la administración de Gabino Cué Monteagudo se manejarán con transparencia.

Perla Woolrich acotó que entre los temas revisados destacan la síntesis ejecutiva de la gestión sustantiva, información financiera y presupuestal, recursos humanos, activo fijo, libros blancos, bancos y efectivo, áreas de naturaleza jurídica y otros rubros relacionados con la ejecución de acciones y obras de gobierno.
Destacó que las observaciones relevantes de los actos de entrega y recepción se elaboraron con base en diversos procedimientos y técnicas contables, financieras, administrativas, legales y otras.

Mientras, autoridades del municipio de Santa María Temaxcalapa, en la sierra zapoteca, informaron que Ángel Espinosa Contreras fue reasignado como director del hospital de Villa Alta, a pesar de que fue destituido de ese nosocomio en 1999, por no atender a los habitantes de la región.

En una carta dirigida al Ejecutivo federal, al gobernador Gabino Cué, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a autoridades del programa IMSS Oportunidades, añadieron que el hospital carece de equipo y de personal especializado, lo que ha ocasionado la muerte de varios pacientes, el más reciente de los cuales fue el ex presidente y síndico municipal Apolonio Cano Baltasar, fallecido el pasado 20 de diciembre.

Con información de Matilde Pérez

Confirma Cofetel proyecto para licitar dos cadenas de tv abierta

Jenaro Villamil



MÉXICO, D.F., 3 de enero (apro).- El presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan, confirmó la existencia de un proyecto para licitar en 2011 dos nuevas cadenas de televisión abierta en tecnología digital.

En el número que esta en circulación (1783), la revista Proceso publica un reportaje titulado “El dupolio tendrá competidores”, en cuyo epígrafe se afirma:

“En noviembre pasado, los comisionados de la Cofetel comenzaron a discutir sobre el proceso de licitación para abrir dos nuevas cadenas de televisión digital que, adelantan, comenzarían a operar a partir de febrero de 2012. Según el anteproyecto, cuya copia obtuvo Proceso, los principales opositores son el duopolio Televisa-TV Azteca, que hoy acapara los canales, audiencias y el mercado publicitario televisivo y que por todos los medios posibles ha intentado aniquilar a sus potenciales competidores.”

A través de su cuenta de Twitter, De Swaan afirmó que se trata “de un documento interno de trabajo, que requiere aún de diversas precisiones técnicas antes de ponerse en marcha”.

“En las próximas semanas seguramente avanzaremos en esas precisiones y sabremos qué viabilidad técnica tiene el proyecto”, dijo De Swaan, identificado, junto con el comisionado Rafael del Villar, como uno de los impulsores de esta posible licitación.

De Swaan afirmó que este proyecto “es congruente con lo dicho por el presidente (Felipe Calderón) el pasado 2 de septiembre cuando se publicó el Decreto de Televisión Digital Terrestre, pero también con lo anunciado por la propia Cofetel, el 14 de julio, cuando presentamos la agenda de trabajo”.

El anteproyecto establece que, para licitar dos cadenas de televisión digital, es necesario “revisar la política de Televisión Digital Terrestre (TDT) de 2004” para “dar claridad en el uso de estándares, servicios, calendario del apagón analógico, incluyendo la posibilidad de ofrecer servicios de telecomunicaciones”.

También es necesario “darle prioridad a las dos nuevas licitaciones con respecto al Organismo Promotor de Medios Audiovisuales (OPMA), creado por decreto presidencial el 31 de marzo”.

Actualmente, el OPMA cuenta con permisos para operar en 13 ciudades; en 12 de ellas puede ser a través de la señal analógica y digital.