martes, 8 de noviembre de 2011

#OccupyTelevisa vs Iniciativa México


 
#OccupyTelevisa vs Iniciativa  México
El movimiento internacional de los indignados ha traspasado las fronteras de sus países de origen porque ha sabido usar la globalización en su beneficio, lo mismo sucede con Anonymous cuyos integrantes especialistas en tecnologías


Los hackers activistas anónimos convocaron a ocupar las instalaciones de Televisa Chapultepec, con esta acción y su comprobada capacidad de convocatoria (cuando es bien planeada) se confirma el grado de poder de organizaciones sociales internacionales en su lucha por la obtención de prerrogativas reivindicativas de la sociedad civil frente al Estado y frente al Capital, que han usurpado espacios físicos, económicos, de poder y de carácter intelectual como en este caso, donde el agobio de su contenido chatarra, su publicidad incesante y su manipulación política, convierten al televidente en zombi  hiperconsumista.
El movimiento internacional de los indignados ha traspasado las fronteras de sus países de origen porque ha sabido usar la globalización en su beneficio, lo mismo sucede con Anonymous cuyos integrantes especialistas en tecnologías de la información se mueven libremente por el mundo sin ocupar una sede específica.
La magnífica película V de Venganza sirve de inspiración para los miembros de las agrupaciones que encuentran similitudes entre nuestro mundo y el mostrado por la cinta donde se ilustra al Big Brother de la Novela de George Orwell 1984 dominando todos los aspectos de la vida pública y privada ¿tal como la hace Televisa?
Así el control público y gubernamental de la sociedad que el mismo Estado dejo escapar al “dejar hacer dejar pasar”, se desdibuja entre: des-ocupados, indignados, hackers, activistas y protestantes de un lado; y con los consorcios televisivos con sus Reality Shows por el otro. Pareciera que el nuevo liberalismo da pie a las Neorevoluciones. La Teletiranía y la Videocracia  apoyadas por la Doctrina del Shock reclaman su posesión de la Sociedad Teledirigida en el Siglo XXI
Iniciativa México se luce en la final de su segunda temporada “regalando” poco más de 60 millones de pesos para “proyectos productivos” (con la respectiva aportación del Presidente al 2x1) para “empresarios  aventurados”, que salen avantes ante las crisis económicas gracias a su convicción y a su favorecida clase social. Las obligaciones del gobierno pasan a manos de privados, donde la competencia es el común denominador para obtener  apoyo, mientras que en SAGARPA, SRA o SEDESOL, quien obtiene 100 mil pesos de apoyo para emprender algún proyecto se puede dar por bien servido, cuando se dignan a autorizarlo; qué decir del Teleton que este año recibió 100 millones de pesos para la construcción de un CRIT  en Puebla por parte del Gobernador Moreno Valle, ¿Qué será de los casi 60 mil proyectos que no ganaron IMx?
La colusión oligopólica entre el poder político y el cuarto poder es evidente. En México no es algo nuevo y hasta para algunos parece normal: encuestas cuchareadas, medios chayoteros y la versión siempre oficialista de la Tv. desde el 2 de Octubre de 1968 cuando pretendía ocultar la masacre en Tlatelolco. En Inglaterra esta alianza tiene tanto poder que hasta interceptan llamadas y mensajes telefónicos infiltrando espacios privados y usándolos a su favor política y/o económicamente; mientras en México Mario Marín o Elba Esther Gordillo con grabaciones implícitas de sus delitos, caminan impunemente.  Así se las gastan los arquitectos del control en detrimento de nuestro derecho a la  información, esculpiendo a los futuros nuevos hommovidens.
Para este caso vale la pena citar a Jürgen Habermas en su “Historia y Critica de la Opinión Publica”: “El antagonismo entre sociedad civil y estructura estatal impulsa una dialéctica en la que la prensa y los medios de comunicación social tienen un papel protagonista, al mismo tiempo que convierten los mensajes en mercancía y la función social de la comunicación, en instrumento de creación de riqueza y de influencia política. “
Moisés Vara de Gante - Opinión EMET

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