martes, 12 de julio de 2011

Mariel Solís, una estudiante acusada de homicidio

El anuncio que circula en las redes sociales.
MÉXICO, D.F. (apro).- Está en prisión preventiva por un delito que, dicen, no cometió. Mariel Solís, de 23 años de edad, fue detenida sin orden de aprehensión. Como si se tratara de un “levantón”, agentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal la subieron a la fuerza a una patrulla y la hostigaron para que se confesara responsable de un homicidio ocurrido hace dos años.
Mariel, pasante de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue detenida alrededor de las 8:30 horas del viernes 8 de julio. Al día siguiente, sin que se agotara el término constitucional de 72 horas para definir su situación legal, fue trasladada al penal femenil de Santa Martha Acatitla.
A las 8:30 horas del viernes 8 de julio, Mariel salía de su casa en la colonia Copilco cuando un par de judiciales le gritó desde su automóvil: “Mariel, Mariel Solís, ¿eres tú?” Mariel aceleró el paso sin hacer caso. “Mariel Solís, detente”, la increparon.
“Ella empezó a gritar y a llorar, pues pensó que se trataba de un secuestro”, relata su prima Nuria Muñoz.
“La subieron a la unidad y le ordenan que confiese el crimen. Ella negó todo y fue trasladada a la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios de la PGJDF, en la delegación Azcapotzalco. Mariel no llegó a su trabajo, en la página web Sumedico.com, donde realizaba sus prácticas profesionales. Además, se la llevaron sin orden de aprehensión”, cuenta Muñoz.
Pero, ¿qué pasó?
El 12 de agosto de 2009, tres académicos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM fueron asaltados y baleados en Coyoacán por dos delincuentes que sólo lograron despojarlos de cuatro mil de los 34 mil pesos que habían retirado de un banco.
El asalto se produjo poco después de las 13:30 horas, a las afueras de una taquería ubicada en el paradero de Copilco y Cerro del Agua, colonia Copilco Bajo, delegación Coyoacán.
Salvador Rodríguez y Rodríguez, doctor en Economía, opuso resistencia y uno de los delincuentes le disparó; la bala entró por el tórax causándole la muerte inmediata. En tanto, el académico Carlos Bustamante Lemus, de 63 años, resultó lesionado por dos impactos en el pecho y uno en la pierna.
El 19 de agosto de 2009, la PGJDF detuvo a Eduardo Adrián López Rivera, de 21 años de edad, presunto asesino del investigador universitario, después de asaltar a otro cuentahabiente en Álvaro Obregón.
Las pruebas
En los videos proporcionados por la sucursal bancaria el día del asalto, se observa a una mujer de cabello rizado y blusa escotada con los brazos cruzados. La mujer está en la fila mientras las víctimas hacen la operación financiera. La PGJDF presentó esa imagen como una de las pruebas en contra de Mariel Solís, de 23 años.
“En la mañana del viernes, le avisaron a su mamá que su hija estaba detenida por robo. Una vez en la Fiscalía apareció su nombre en una de las pantallas. La inculpaban por el delito de homicidio en tentativa y robo calificado. Llegamos en la tarde y nos permitieron hablar con ella hasta la noche”, asegura su prima.
La otra prueba de cargo es la declaración de uno de los homicidas del académico, que rotundamente identifica a Mariel Solís como cómplice de los delitos.
“A las 16:00 horas del sábado la consignaron en Santa Martha Acatitla. Se la llevaron antes de las 72 horas reglamentarias. Sólo su madre María Asunción pudo visitarla en el reclusorio”, dice Muñoz.
Aunque las pruebas testimoniales no son prueba plena para culpar a alguien, Mariel Solís tiene 144 horas (6 días) para la entrega de pruebas a su favor antes de que el juez dictamine una sentencia. De lo contrario podría pasar de dos a cuatro años en prisión preventiva.
Mientras tanto en la red social Twitter, bajo las etiquetas #MarielSolis y #EnlaUNAMno, sus familiares y compañeros de la universidad han comenzado una campaña para exigir la liberación de Mariel.
“Ese día era miércoles y tenía su clase de idioma. Iba en sexto semestre. Mariel se la vivía en la biblioteca y actualmente hacía su tesis. La ironía es que la culpen de la muerte de un catedrático de la UNAM, su alma mater”, puntualiza su prima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque ella , sus familiares y muchos de sus amigos de la UNAM digan que ella no és, esto no se trata de si la mayoría dice que no és, sino de si ella és o no és la del video. Las técnicas de estudio para determinar si una persona en una imagen es o no es la misma se basan en mediciones antropométricas (medidas del cuerpo), de esas imágenes se pueden tomar medidas de estatura, ancho de diferentes partes del cuerpo, de esas imágenes fácilmente se pueden tomar medidas del cráneo, distancias entre los ojos y muchas otras medidas, esto es parte de lo que estudian los criminólogos, aunque una persona baje de peso, las medidas del cráneo no cambian (es hueso que sufre pocas modificaciones en el adulto), además pueden buscar entre sus cosas, en las casas en que ha vivido, y en la que vive, los lugares que frecuenta, para ver si entre sus cosas se encuentran cosas robadas, armas, venenos, fibras de ropas, disfraces, etc, estas cosas deben buscarlas en sus domicilios antes de que sus familiares las escondan o tiren, todas son pruebas paradeterminar si es o no es culpable. Si el gobierno del DF la deja libre para no afectar su imagen ante la comunidad universitaria pues que malo para este país donde sus gobernantes manejan la justicia para su conveniencia política, lo malo es que ese gobierno en el caso ya se volvió juez y parte, o ¿Acaso la policía del D F es tan inepta que no tiene criminólogos capaces sino puros compadres del PRD?. A las personas cercana s a esta chica pués tengan cuidado, ella si es culpable va ha hacer todo lo posible por ocultarlo y negarlo, aunque tenga que pasar sobre sus amigos y sobre todo aquel que ella piense que podría delatarla en el futuro.
Ahora todos los delincuentes pueden inscribirse en ala UNAM y preionar junto con miles e universitarios para ser dejados en libertad