sábado, 15 de enero de 2011

Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto

Moreira los vuelve locos
Como un juego de dados su vida ha sido un deambular entre la prensa escrita, la radio y la televisión. La impredecible política ...

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El coahuilense planteó convertirse en el “pararrayos” que cuide al aspirante presidencial Peña Nieto y reaccione ante cualquier ataque



Aún no asume el cargo formal de dirigente del PRI y Humberto Moreira ya se convirtió en un dolor de cabeza para el gabinete calderonista y para el PAN. Cuatro secretarios de Estado, dirigentes y líderes parlamentarios panistas y hasta un colado (Andrés Manuel López Obrador) bailaron esta semana al ritmo del dirigente electo del priísmo que les marcó agenda y los hizo subirse a su ring y reconocerlo ya como nuevo líder del viejo partido.

Con frases ocurrentes e ingeniosas, Moreira provocó airadas reacciones del secretario de Educación, Alonso Lujambio; respuestas directas del titular de Gobernación, Francisco Blake, y hasta críticas del secretario del Trabajo, Javier Lozano. Para todos tuvo respuesta y a él lo tacharon de “mentiroso” y de “ignorante”. Incluso, al ver desde afuera el pleito y sin que nadie lo haya aludido, López Obrador se subió al ring y descalificó al próximo dirigente del PRI, aunque curiosamente al perredista no le quiso responder Moreira.

¿Ante qué personaje estamos: un político que se presenta como nuevo protagonista y reanima y refresca la política y el debate o ante un personaje folclórico y de ocurrencias que subirá el tono de estridencia y banalizará la discusión política? ¿Es Moreira un político de estilo desparpajado o la suya fue una estrategia planeada y calculada para lograr una reacción determinada?

En los pactos internos que dieron pie a su llegada, se encuentra la respuesta a lo que hizo esta semana Humberto Moreira. En sus acuerdos y negociaciones con Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, el coahuilense planteó ser un presidente del PRI “mucho más activo” y convertirse en el “pararrayos” que cuidara al aspirante presidencial Peña Nieto y que saliera a responder y a reaccionar ante cualquier ataque para el mexiquense. “Yo te paro los golpes”, habría ofrecido Moreira a Peña en sus acuerdos.

Según afirman sus allegados, eso fue lo que motivó que esta semana Moreira se subiera al ring y comenzara a repartir jabs y ganchos al hígado. Las declaraciones de Gustavo Madero en contra de Manlio Fabio Beltrones, acusando al sonorense de ser quien obstruye las reformas y no Calderón, fueron lo que hizo que el coahuilense saliera a increpar a los panistas. “Lo que Moreira hizo fue defender a Manlio, como defenderá a cualquier otro priísta, gobernador, congresista o dirigente que sea agredido por los panistas y el gobierno; el mensaje es que no nos vamos a dejar, si quieren pelea y juego rudo el PRI responderá en el mismo tono, si quieren respeto y diálogo civilizado también contestamos así”, dice un colaborador cercano de Moreira.

CON AMLO NO

Pero ¿por qué a los panistas Moreira les contestó hasta a cuatro al mismo tiempo y los calificó de “montoneros” mientras que no quiso responder a López Obrador? Primero, porque al PRI no parece interesarle un pleito con el tabasqueño; es más, entre los priístas de la cúpula aseguran que AMLO sería un candidato que les conviene enfrentar en una contienda. Pero hay otras razones, más personales, que hicieron que el virtual dirigente priísta se hiciera a un lado y dejara pasar las puyas de Andrés Manuel, quien le dijo que “no tiene calidad moral”.

Pocos recuerdan que Moreira, junto con el fallecido Silverio Cavazos, de Colima, fueron los únicos dos gobernadores del PRI que se negaron a firmar aquella carta pública con la que, el 3 de julio del 2006 por la noche, después de largas y jaloneadas deliberaciones internas, los priístas salieron, con Roberto Madrazo a la cabeza a reconocer su derrota en las impugnadas elecciones presidenciales de aquel año.

Acompañaron a Madrazo 16 gobernadores del PRI en aquella conferencia en la sede nacional el Revolucionario Institucional que fue el reconocimiento tácito al triunfo de Calderón y un revés a la impugnación y las denuncias de fraude que comenzaba López Obrador. Antes de salir a la conferencia, encerrados en el salón Presidentes, los mandatarios priístas junto con Madrazo, Beatriz Paredes y Manlio Fabio discutieron largo sobre si debían o no validar el resultado con todo y los cuestionamientos de AMLO. Moreira dijo ahí que él no estaba de acuerdo en validar una elección que aún estaba cuestionada y bajo sospecha y que en todo caso el PRI debía esperar el fallo del Tribunal Electoral Federal.

La mayoría de los gobernadores priístas se pronunció por salir a hacer el reconocimiento y la aceptación del resultado porque, decían “nos van a dar más recursos para los estados”. Moreira salió de la reunión sin aceptar firmar una carta que llevaba la firma de todos y junto con él se negó también el difunto Cavazos.

Tal vez por eso no quiso entrarle al debate con López Obrador, al menos no en este momento.

Ayer, después de que todos mordieron los anzuelos que les lanzó Moreira, los secretarios del gabinete calderonista ya no quisieron seguirle a la confrontación con el priísta. “Moreira, ¿cuál?, ¿qué dijo?... no, no estoy enterado”, dijo Ernesto Cordero al salir de una reunión con el Presidente en el Campo Marte, mientras Alonso Lujambio prefería no hablar más del tema y se escabullía.

Veremos si Moreira también baja el tono y detiene por ahora la confrontación. El dirigente electo se dedicará estos días a recorrer el país para reunirse con el priísmo de los estados; los secretarios de Calderón y el PAN deberán pensar una estrategia para evitar que el coahuilense los enloquezca y saque de sus casillas, y AMLO tendrá que esperar mejor ocasión para subirse al ring con el priísta. Pero algo es claro: el primer escarceo de la sucesión presidencial mostró el nivel que esta contienda puede tomar, y que de las palabras y los dichos pueden pasar a los expedientes sucios y las acusaciones que harán de la ruta al 2012 un camino accidentado y turbulento.

NOTAS INDISCRETAS…

La propuesta de Elba Esther fue tan terminante como el rechazo de Los Pinos. Fernando González Yáñez para el ISSSTE, propuso la maestra; “no”, respondieron de la casa presidencial. De ahí sobrevino la distancia y Gordillo se acercó hacia Toluca y el Senado…A propósito del ISSSTE, la designación de Gabriel R. Manuel Lee, como director Médico del instituto fue bien recibida internamente por la experiencia que se le reconoce al nuevo funcionario en la investigación y docencia médicas. Ese nombramiento de Calderón hizo que el secretario de Salud, José Ángel Córdova, designara a Javier Dávila como su secretario particular…Dicen en el Palacio del Ayuntamiento que la paciencia se empieza a agotar y que si Mario Delgado no mejora su posición en las encuestas, Marcelo Ebrard ampliará su baraja con otras opciones antes de que se le vaya solo Martí Batres… Semana complicada. Tocó serpiente

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