domingo, 2 de enero de 2011

Ni en año de nones.

A la mitad del foro
Aconfesión de parte, el que todavía parte y comparte de modo que al suyo le toque la mejor parte, sigue siendo el que despacha en Los Pinos. Vicente Fox abrió la boca y soltó de golpe lo hecho para que el PAN, con el candidato presidencial Felipe Calderón, que según las Sibilas no era su delfín designado de origen, ganara las elecciones de 2006. A seis años de que el Macabeo abajeño y los dueños del dinero “echaron al PRI de Los Pinos” y coronaron con laureles de olivo la frente del democratizador Ernesto Zedillo, quien casualmente era en ese entonces el que despachaba en Los Pinos.

Llegó el fin del pasado. Los “poderes metaconstitucionales” se hundieron en el pantano inerte de la transición en presente continuo. El sistema plural de partidos políticos estalló en el Big Bang del caos anarquizante. Pero al este del paraíso impera la democracia sin demócratas. Y a pesar de la guerra del Presidente y de que los combates intestinos han hecho del general Galván “una figura política”, se sigue conjugando el verbo madrugar y el propio Felipe Calderón precipitó la sucesión presidencial de 2012. Sí, empieza el año 2011, año de nones que según el proverbio popular es año de dones, pero ya empezó la campaña, ya corren unos y otros caminan de prisa, pero cautelosamente. Hubo alternancia en el año 2000 y el PAN repitió en 2006, con una manita del lenguaraz Fox, pero la política nacional se rige todavía por el “sistema métrico sexenal”, fruto del ingenio de Salvador Novo.

Ni modo. En estas fechas se hace el recuento de lo sucedido a lo largo del año. Los desastres naturales y los horrores de la guerra. La fuerza de la solidaridad, de la fraternidad, de la igualdad entre los hombres cuando hay una tragedia como la de los mineros chilenos que se tragó la tierra y sobrevivieron, salieron de las profundidades uno a uno, para abrazar a los suyos a la vista del mundo entero. Fenómeno positivo de la inquietante información global de poder mediático en ejercicio 24 horas al día todos los días del año. Y para los mexicanos, la vergüenza de Pasta de Conchos y la santa ira de las madres de los niños quemados en la guardería del Seguro Social de Hermosillo, concesionada a personajes y personeros del sector privado. Ricos e influyentes, doblemente protegidos por la impunidad que ha ensangrentado al país y polarizado a la república en la hora del estado ausente.

En Arizona fue relecta una rubia tartajeante y racista que enmudeció en pleno debate televisado. Y las victorias electorales de la extrema derecha, manipuladora de los prejuicios de masas ignaras, bajo la bandera “libertaria” del Tea Party; movimiento de resistencia pasiva como el de Gandhi y el de Martin Luther King, dicen, toma de modelo la ley aprobada por Arizona la primavera pasada: el Partido Republicano presentará cuando menos seis iniciativas para combatir la migración ilegal. “La próxima semana, cuando menos cinco estados planean iniciar un poco habitual esfuerzo coordinado para cancelar automáticamente la ciudadanía (la nacionalidad) estadunidense a los niños nacidos en este país, hijos de padres migrantes ilegales”. Primera plana de The New York Times, del sábado 1º de enero de 2011.

Año de dones, tendríamos que decir ante los secuestros y matanzas de migrantes centroamericanos que se aventuran a territorio nuestro en pos del sueño americano. La insensibilidad de la funcionaria a cargo de la dirección de población la llevó a decir que la muerte de setenta y tantos seres humanos era una de esas cosas que pasan. Y el partido en el poder, la premió con un cargo en la dirigencia panista. ¿Cómo salir en defensa de los mexicanos cuyos derechos humanos son violentados al norte del río Bravo, si en Gobernación ignoran o desdeñan el secuestro criminal, la desaparición y la muerte de decenas de centroamericanos que cruzan el Suchiate? Miles son, según los organismos humanitarios que intentan ayudar a los pobres del sur que cruzan México y se suman a los pobres de aquí que van al norte en busca de trabajo. ¿Cómo explicar la declaración atribuida a Francisco Blake, secretario de Gobernación: Es la desesperación del crimen organizado que acude a la leva forzosa de migrantes, dicen que dijo.
Año de nones. Tendremos elecciones de gobernador en Baja California Sur, Coahuila, Guerrero, estado de México y Nayarit; en Hidalgo y Michoacán elegirán diputados locales y ayuntamientos. Los consejeros del PAN ya designaron a su dirigente: Gustavo Madero, dócil y ambivalente, pareciera haber entrado a retiro espiritual; ajeno al reto de un sistema informativo que opera 24 horas todos los días del año; Cronos que devora a sus hijos en la era del espectáculo. Al descendiente, en serio descenso, de Francisco I. Madero, lo saca del letargo la presión de estas fechas de tantas remembranzas y tan pocas noticias: El PAN está dispuesto a aliarse con otros partidos, dijo, y precisó que en el estado de México “podría” participar con candidato propio. Claro como el lodo, decía Norbert Guterman.

O confesión del valor pírrico de victorias como las de las coaliciones con el PRD de Jesús Ortega durante 2010. Hubo una docena de elecciones de gobernador: Aguas Calientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Los de la alianza ganaron tres de las contiendas emprendidas. Pero el PAN perdió dos directas y el PRD una. Total, el PRI se quedó con las nueve con las que empezó; el PAN con la ilusionada confianza de que Gabino Cué, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdés sean buenos conversos, más “malova” que malevos. El PRD perdió Zacatecas y puso en vías de perder todo a la izquierda dispersa de México.

Año de dones para los números alegres de los jóvenes turcos de Felipe Calderón Hinojosa. El señor Cordero sonríe beatíficamente en caballo de Hacienda. La rigidez del sistema métrico sexenal lo puso en la pasarela, junto al secretario de Educación. Alguien debió recordarla a Alonso Lujambio la frase de Alfonso Martínez Domínguez: “En política se hacen amigos de mentiras y enemigos de veras”. Lo recibieron con desconfianza, tanto panistas de vieja cepa, como los validos de Los Pinos. Es criatura de Elba Ester Gordillo, repetía la izquierda. Su paso por el IFE debió sumarle aliados, pero le produjo contrincantes gratuitos. Y para colmo, al “panista, liberal como Gómez Morín”, le encargó su jefe tareas clave de la conmemoración del centenario y bicentenario; del fiasco anunciado, previsto y oscuramente deseado.

¿Y la educación? Un desastre. Incuria injustificable, que unos atribuyen a la reacción empeñada en liquidar la educación pública, gratuita y laica; mientras otros ven lo que el Estado gasta y no en qué gasta los recursos públicos que en esa materia son inversión. Y la maestra milagrosa, villana a modo, hoy culpa a sus aliados de apenas ayer de la falta de recursos necesarios para que los profesores puedan ser evaluados debidamente. La OCDE y la ONU nos reprueban. Finlandia ocupa el primer sitio en educación contemporánea; Los estudiantes de secundaria de Shangai, China, destacan en el mundo entero en matemáticas, ciencias y comprensión de la lectura.

Precisamente lo que nos hace falta. Además de salud, alimentos y empleos. Una política social de Estado, pues.

Pero empieza el año nuevo y ya se hizo viejo el cambio que no quiso ser de régimen.

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