miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diez años perdidos

José Gil Olmos



MÉXICO, D.F., 1 de diciembre (apro).- Hace diez años se consumó uno de los hechos políticos más importantes de la historia contemporánea del país: el fin del poder hegemónico del PRI, con 71 años de gobierno ininterrumpido.
Al mismo tiempo dio inicio lo que entonces se esperaba: una nueva etapa marcada por la transición democrática, el combate a la corrupción, la disminución de la pobreza y el impulso a la justicia. Es decir, un avance en el desarrollo nacional.
Una década después no sólo no hemos avanzado en estos y otros aspectos de la vida nacional, sino que incluso hemos retrocedido, creando una generación de jóvenes que ni estudian ni trabajan; un clima de violencia exacerbada por la lucha ciega contra el narcotráfico, que ha provocado más de 30 mil muertos, y el aumento de la población marginada, rebasando la mitad de la población nacional.
Quizá en la historia queden registrados los dos sexenios seguidos, gobernados por el PAN, como la “etapa azul”, pero a diferencia de la concepción que se tiene en las artes de épocas fructíferas para los creadores, en el caso de la política mexicana será sinónimo de una época perdida por los mínimos avances para el progreso nacional.
En los hechos, la llegada de Acción Nacional a la presidencia de la República significó muy poco o casi nada en cuanto a la transformación de la estructura del poder y de las instituciones y personajes que actúan de manera determinante en ella. Incluso en algunos casos fue todo lo contrario.
Por ejemplo, con el PAN en Los Pinos, la maestra Elba Esther Gordillo tuvo más poder que nunca. Vicente Fox y Martha Sahagún encumbraron a la dirigente magisterial hasta llegar a tener cotos de poder en el gobierno y en los órganos electorales, en tanto que Felipe Calderón le siguió dando todas las facilidades para mantenerla a su lado como una aliada, en pago a aquella acción en la que a pocos días de la elección de 2006, cuando no podía legitimarse, Gordillo le levantó la mano Calderón en señal de triunfo, adelantándose incluso al propio PAN.
Los presidentes panistas repitieron las mismas formas de negociación que el Partido Revolucionario Institucional en las cámaras de Diputados y Senadores, es decir mayor presupuesto a cambio de posiciones e iniciativas de ley a cambio de prebendas. Y como aportación empoderaron más a los gobernadores concediéndoles más presupuesto, sin pedir a cambio una rendición de cuentas.
El autoritarismo presidencial se exacerbó con Felipe Calderón, como en los tiempos del salinismo. Si en su tiempo Carlos Salinas de Gortari puso y quitó a funcionarios de primer orden y enfrentó crisis políticas y económicas con una voluntad propia de los caudillos mesiánicos, el panista ha tratado de remedar al priista con una actitud de soberbia, que ha llevado al país a una de sus peores situaciones.
Con este ánimo mesiánico, Calderón declaró la guerra contra el narcotráfico, sin tomar en cuenta que no es un problema que se pueda resolver únicamente con la fuerza, sino con inteligencia y con acciones de inclusión a la sociedad.
Sin la inteligencia de Salinas, Calderón ha tratado también de manipular a su partido imponiendo a los últimos presidentes –Germán Martínez y César Nava–, reeditando aquella vieja práctica priista del “dedazo”. Ahora intenta repetirlo con Roberto Gil, quien ha sido impugnado por la mayoría de los candidatos a la dirigencia nacional del PAN, principalmente por el senador Gustavo Madero.
Ha sido tal la ingerencia de Calderón en el PAN que el exdirigente nacional de ese partido, Manuel Espino, lo conminó a ser el presidente de la República y no del panismo. Las declaraciones fueron el preámbulo para que lo expulsaran de su partido, bajo el pretexto de que apoyó al PRI en las elecciones de Durango.
Lo más increíble es que acusaron a Espino de “exceso de libertad de expresión”, y eso que podría parecer una mala broma es una señal preocupante del perfil autoritario que tiene el gobierno de Calderón y las contradicciones que hay con su discurso de democratización de la vida política mexicana.
Sólo en los regímenes dictatoriales se dan este tipo de casos, en los que se castiga el “exceso de libertad de expresión” y la disidencia.
A últimas fechas Calderón ha iniciado una campaña preelectoral lanzando una tanda de acusaciones en contra del PRI, aduciendo que sería “una tragedia” que se regresara al pasado, porque sería el retorno del autoritarismo, la corrupción y la deficiencia del gobierno.
Calderón tiene razón en considerar que sería una verdadera tragedia el regreso del PRI y, sobre todo, si es el grupo Atlacomulco quien sostiene y apuntala Enrique Peña Nieto, junto con el poder de Televisa. Sin embargo, el panismo no representa una opción distinta a la del PRI, porque en los hechos es una expresión más de la cultura política mexicana, la del autoritarismo representado en el presidencialismo y en el ejercicio absoluto del poder.

Puro drama-Hernández

Cumbre del Medio Ambiente-Ahumada

La fachada rota-Rocha

Hablando de tragedias-Helguera

Con las vergüenzas al aire-Fisgón

Beato Abascal, bato Espino Julio Hernández López

Astillero
Milagros por doquier
Prima ABC, a salvo
Apóstoles del dinosaurismo

México de los milagros previamente conocidos. Un tribunal federal confirma lo que todo el país sabía pero temía confirmar: la prima de la señora Margarita es inocente. De todo. De lo que sea necesario. En particular del caso de los niños muertos en la guardería ABC de Hermosillo en 2009. Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella es el nombre de la familiar de la esposa del licenciado Calderón que ha sido exonerada en lo judicial a partir de la premisa complaciente de que no estaba obligada a "impedir" las muertes infantiles solamente por ser socia del negocio en que se juntaron el tráfico de influencias, el incumplimiento de normas preventivas, la búsqueda de beneficio económico salvaje y la pertenencia empresarial al clasismo político y económico bipartidista. Personajes de "alta sociedad" que no pisan la cárcel ni son castigados por lo que sucedió en una de sus fuentes de ingresos: unos, protegidos y ayudados por el priísta Eduardo Bours, y otros por el panismo margarito. Impresionante demostración de adivinación masiva: los juzgadores oficiales simplemente formalizaron la impunidad de elite que todo mundo intuyó desde el primer momento.

Arrepentidos y en vías de fervorosa conversión guerrera están los institucionales de tres colores que ya creen llegado el momento de recuperar su paraíso de Pinos. Ellos ayudaron al díscolo Felipe  a instalarse en su falso nicho 0.56%, haciéndole casita, ayudando a la aparición del conejo apretujado en el sombrero de San Lázaro para rendir una protesta digna de Las Vegas, con escapismo a la inversa, magia militarizada y engañosas luces de colores. Y ahora el improbable personaje les ha señalado, en admonición dominical partidista, como un peligro para México, como fantasmas del pasado a los que es necesario invalidar cualquier posibilidad futura de retomar el poder. Obviamente, los apóstoles del dinosaurismo, ahora encopetado, se sienten traicionados y responden con despecho. Ayer, en la Cámara de Diputados, algunos distinguidos priístas preguntaron por qué el fallido Calderón no se va, por qué no deja la silla sin patas que mal ocupa. Y el presidente de la mesa directiva, el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, aparte de pronunciarse contra el papel partidista que asume quien en teoría debería representar a todos los mexicanos, emitió una sentencia preocupante, una amenaza de parálisis legislativa provocada por el felipismo en retozo partidista: "Cuando sentencia a muerte a un partido político que es, por cierto, un partido que tiene mayoría de votos en la Cámara de Diputados, (FC) prácticamente está sentenciando para lo que queda de su periodo cualquier posibilidad de acuerdos". ¡Sopas (a negociar, desde luego)!

El cielo y el infierno en vertientes de panismo. Monseñor Carlos Abascal, quien ejerció su ministerio como secretario de Gobernación durante el pecaminoso tramo final del foxismo, es empujado a los altares en condición de beato, alabadas sus virtudes políticas y concebida así su exaltación como muestra piadosa de que el ultraderechismo y la mano dura son de celebrar. Abascal tiene en su expediente de hechuras portentosas la complicidad o la pasividad en casos como Atenco y Oaxaca, más la descomposición del gremio minero y el apoyo a los Larrea del Grupo México, luego de Pasta de Conchos, tanto por su propia mano hoy venerada como, también, por la del opusdeísta Francisco Salazar Sáenz, al que dejó en la Secretaría del Trabajo cuando él, el posible beato, pasó a Bucareli (si prospera la promoción religiosa en favor de Abascal, bien podría llegar un segundo Felipe a la santidad, pues la cuantía y profundidad de lo hecho por el cantor de El hijo desobediente es notablemente superior a la del difunto Abascal).  En el lado opuesto, tirado a los abismos, el parlanchín Manuel Espino ha sido expulsado de los jardines que cultivó. Vacuo, pero persistente, Espino ha ganado una presencia política sin mayor sustento que su rasposa oposición interna a Calderón, desde que éste era candidato y Espino el presidente nacional del PAN, y describía al rencoroso aspirante como "chaparrito, pelón y de lentes", conjunto de características que un tecleador ocurrente sintetizó como "Chapelén". Instrumento foxista de confrontación, Espino subirá ahora el tono de las críticas a quien lo ha tumbado del retablo blanco y azul.

Astillas

Al fin se ha ido Ulises Ruiz Ortiz. No cayó, como exigía el coro popular desde 2006, y sí terminó su periodo de gobierno, a pesar de todo. Pero ese retiro es aparente y provisional, pues URO pretende mantener presencia pública en Oaxaca, como una especie de jefe político de la resistencia priísta y como activo obstructor de la viabilidad del entrampado sucesor, Gabino Cué, quien ha ido cediendo piezas al ulisismo en aras de una gobernabilidad ya amenazada. Pareciera, así, que en esa entidad se vive La multiplicación de los PRI, pues el gabinismo es una restauración del priísmo preulisista (con Diódoro Carrasco, disfrazado de panista, como actor principal; y José Murat y Heladio Ramírez, como secundarios). Claro está que el simple cambio de personajes en el poder limpiará el aire político y generará sensaciones de mejoría. Pero habrá de verse si Cué solamente instaurará una alternancia de siglas y nombres, sin una verdadera transición política, y si será capaz de cumplir con la simple demanda del movimiento de 2006 que le dio al Convergente una buena cantidad de votos: el castigo a Ulises Ruiz, por represión y corrupción. De la manera como resuelva el factor URO dependerán la viabilidad y la credibilidad de Cué, cuyo gabinete también será analizado con lupa, como significativo emisor de señales de lo que podrá esperarse de ese experimento de alianzas electorales...  Fidel Herrera también deja el mando, pero a un propio, a una especie de guardaespaldas político y económico, el opaco Javier Duarte cuya principal tarea en lo inmediato será la de convencer a los veracruzanos de que el antecesor no sigue gobernando... ¡hasta mañana, a la espera de más emociones güiquilicas!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Culpas compartidas: PAN y PRI

Amantes y cómplices.
Luis Linares Zapata
Al final de su cuarto año el señor Calderón da por iniciada su personal carrera hacia 2012. En su ya bien ensayado salto hacia adelante para zafarse de las muchas tribulaciones que hoy aquejan al país, de nueva cuenta organiza una tribuna a la medida de sus posibilidades como guía y manipulador. Ante un auditorio agradecido y encerrado repartió culpas a diestra y siniestra. No escatimó en autoelogios hasta situarse al borde de la caricatura. El PRI, decidido a no dejar un espacio libre de consignas y respuestas, le lanza un desplegado donde resume sus posturas que resultan incriminaciones por su pasado. En el fondo ambos bandos bordan sobre la injusticia intrínseca del modelo concentrador que han sostenido, contra viento y marea, a lo largo de sus cuatro administraciones de 1988 a la fecha. No cabe duda que la prevención por regresar al pasado se quiere pagar con la amenaza de otra alternativa de pasado. Por eso ninguna de estas dos ofertas presenta una esperanza real, sincera, de futuro transformador.

México no ha sido en estos turbulentos años un país de oportunidades tal como afirman los priístas. Por el contrario, ha sido el de las expulsiones masivas y los sufrimientos cotidianos para gran parte de la población. El castigo a las juventudes destaca por la manera tan metódica como consecuente en las actuaciones de los priístas y panistas encumbrados.

Agotado el modelo estabilizador que permitió una aceptable movilidad social y crecimiento, la economía entró en un periodo de estires y aflojes, quiebres, retrocesos y aperturas sin mesura que en nada han beneficiado a las mayorías. Durante la última decena con los priístas en el Ejecutivo el crecimiento promedio del PIB fue de apenas 2.6 por ciento Y en la década panista el promedio es menor: 1.5 por ciento. Por ello, a contrapelo de lo que afirma el señor Calderón, 43 por ciento de los mexicanos ahora viven bajo la línea de pobreza. Es decir, todos los que ingresan menos de dos salarios mínimos sólo pueden adquirir una pequeña parte de la canasta básica. El reparto de la riqueza producida entre los distintos estratos poblacionales se ha ido agravando con el paso de los días sin que se cambie la inequitativa correlación entre los más favorecidos y la base de la pirámide.

No se debe olvidar que fueron las administraciones priístas las que pusieron las condiciones para una progresiva concentración que ha llegado a situar casi la mitad (42 por ciento) de todo el ingreso anual de los mexicanos en sólo 10 por ciento de la población. Una condicionante que se ha enquistado como la principal razón de muchos de los males que nos aquejan: la inseguridad en primer término.

Una concentración del ingreso de esta magnitud es un caso ejemplar entre las naciones, sin importar su grado de desarrollo. Bien se sabe que nuestro vecino soporta peores condiciones. En EU, el 10 por ciento más rico acumula 49 por ciento de la riqueza producida. El resto de los estadunidenses se reparten la otra mitad. Es por ello que sus clases medias han recurrido a endeudarse sin mesura, una de las causales de la crisis financiera de su economía y del mundo entero. En el resto de los países se lucha por contener la injusticia distributiva que acarrea el modelo concentrador. En Europa, países que habían ido ganando la batalla por el bienestar compartido interclases, han retrocedido de manera notable en los pasados 30 años. Sus elites decisorias (políticas, intelectuales, académicas o empresariales) sin importar el perfil partidista, han caído víctimas del neoliberalismo desde los rijosos años del thatcherismo. En tiempos recientes la lucha popular se ha desatado en varias de esas viejas naciones. Grecia, España, Irlanda, Francia, Italia, Inglaterra o Portugal han visto cómo se agitan sus ciudadanos por el declive forzado de sus conquistas laborales, educativas, de salud y seguridad social, financieras inclusive. Ésta es y será, qué duda cabe, la clave que incidirá en la venidera disputa electoral en México, tal como se escenifica en otras varias partes del mundo.
Los panistas pretenden salir intocados frente al electorado de la doble crisis que asfixia a los mexicanos de hoy. Una, la externa; otra, quizá más perniciosa y de propio diseño, la interna. Los priístas achacan ambas a sus socios sin atender a las próximas causales que sembraron, con atingencia ejemplar, durante el salinismo corruptor y los posteriores desplantes extranjerizantes de los zedillistas. Aun en los muchos agravios contra la democracia se ayuntan esos que, ahora, se acusan de autoritarios, defraudadores, pervertidores de instituciones y de escudarse en un estado de derecho que trampean a conveniencia.

Los arranques privatizadores, con grandes dosis de corrupción en las alforjas de cada quien, han sido compartidos hasta el paroxismo por sus adalides. Dieron al traste con el campo al que desmantelaron igual que a la planta productiva sólo para favorecer a los voraces agentes foráneos que tanto gustan en auxiliar como prestanombres. Se han doblegado ante los arrestos y exigencias de los grupos de presión. El sistema educativo ha sido la tierra de nadie para ambos conjuntos partidistas. Lo han situado entre el abandono, las complicidades y el corporativismo atrabiliario del SNTE en su peor momento decadente. No importa que, en sus mensajes, priístas y panistas aseguren la prioridad de tan crucial sector. En los hechos, no han podido acercar los medios para hacer del presente educacional un lugar propicio y para mantener una mirada confiada hacia adelante.

Tanto el PRI como el PAN disputarán, en medio de la debacle de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los mexicanos, por un cacho del cambio ansiado. No tendrán bases ciertas para cimentar sus pretensiones de triunfo para 2012. Son dos opciones casi idénticas y sólo esperan el favor de los medios de comunicación, en especial de la televisión, para disfrazarse de modernizadores, aunque tal pretensión sea tan burda como los desplantes del señor Calderón o los desplegados priístas a plana entera.

Una década, cuatro años Miguel Ángel Granados Chapa Periodista


Distrito Federal– Hoy hace diez años que asumió la Presidencia de la República el panista Vicente Fox, primer candidato de un partido diferente al PRI que fue elegido titular del Poder Ejecutivo. Y hace cuatro que lo reemplazó Felipe Calderón, correligionario suyo, con cuyo periodo se integra una década de gobierno encabezado por un miembro de Acción Nacional.



El fundador de ese partido, Manuel Gómez Morín prescribió: que no haya ilusos para que no haya desilusionados. Sólo quienes se figuraron que con la alternancia en sí misma, y con el ascenso del PAN al poder todo cambiaría como por ensalmo pueden sentirse decepcionados. No quienes supusimos, y la experiencia lo ha comprobado, que el PAN continuaría desde la Presidencia el contubernio que diez años atrás había iniciado con el PRI cuando era un miembro suyo quien despachaba en Palacio Nacional.

Acción Nacional empezó a cogobernar con el partido oficial desde que convino en legitimar la elección de 1988. Carlos Castillo Peraza calificó el resultado de esa unión como una victoria electoral del panismo, pero en realidad fue la revelación ostensible, hasta ufana, del conservadurismo priísta, que a fuerza de hechos había quitado contenidos a la plenitud laica de la educación, a la separación entre la Iglesia y el Estado, al régimen comunitario de propiedad de la tierra. Con las reformas convenidas en Los Pinos entre Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos sus partidos se miraron cara a cara y reconocieron su enorme parecido.

En el sexenio de Zedillo se intensificó el curso propedéutico para que el PAN aprendiera a gobernar. Un panista fue nombrado Procurador de la República, y juntos los legisladores de los partidos aprobaron el golpe de mano presidencial que desmanteló la Suprema Corte de Justicia y luego integraron el nuevo plantel del tribunal constitucional.

La naturalidad con que Zedillo admitió el advenimiento de la presidencia panista nació de las identidades, ocultas todavía algunas, otras cada vez más evidentes, entre el modo de ser panista y la idiosincracia priísta. Por eso el sexenio de Fox prolongó los ejes de la acción pública concebidos y desplegados por los presidentes priístas. Se continuó la misma política económica, para asegurar lo cual fue designado el priísta Francisco Gil, que fue subsecretario con la misma desenvoltura que ejerció como titular de la Secretaría de Hacienda. Si en 2003 se rompió el acuerdo para una reforma fiscal entre el gobierno blanquiazul y la bancada priísta en San Lázaro, ello no obedeció a diferencias en los principios y las tesis rectoras, sino a que Roberto Madrazo encontró útil esa coyuntura para desembarazarse de Elba Ester Gordillo, siendo ambos capaces de cualquier pacto con el panismo.

Hubo asimismo continuidad y no ruptura donde hacía falta esta última: en la seguridad pública y la seguridad nacional. El personal de alto nivel en la Procuraduría General de la República y en los ministerios militares venía del antiguo régimen, y así continúa siendo hoy. En las materias que eran de esperarse distintas, propias de un régimen fundado en el humanismo cristiano, se practicó un priísmo descarnado. El mejor ejemplo fue la intromisión presidencial en las elecciones de 2006, que mostró como antidemócrata al partido que medró predicando los valores de la legalidad en la integración de los gobiernos.

En tal sentido, Felipe Calderón inició su gobierno, antes del primero de diciembre de 2006, con un magno error, su negativa a que se abrieran los paquetes de la discutida elección presidencial. Ese rechazo fortaleció el alegato de quienes se sintieron y supieron víctimas de un fraude, cuya consumación hace 4 años partió en dos a la sociedad participante, polarización que se extiende al día de hoy, y que será parte del legado político de la década panista en el poder.

La política económica de Calderón, continuación de la de Fox (también a cargo de un secretario de Hacienda del antiguo régimen) es, por lo tanto, una política priísta. Lo prueba el permanente avenimiento que en el fondo mantienen las bancadas de los dos partidos mayores en el Congreso. Los desplantes y aun los sobresaltos que por momentos parecen caracterizar el diálogo entre legisladores panistas y priístas son infiernitos, juegos de pirotecnia para solaz del respetable, intriga de comedia mal urdida cuyo desenlace es conocido aun por el más desprevenido de los espectadores.

También los reproches recíprocos son parte de un guión (con acento, por favor), para disfrute de la porción desmemoriada de la sociedad. Al narcotráfico se le combatió y se le solapó en el régimen priísta de modo semejante al practicado por Fox y por Calderón, sólo que éste cometió la desmesura de sacar al Ejército a combatir el crimen organizado, pues no confió en la Policía Federal creada por los responsables de la seguridad pública de hoy. Que un funcionario como García Luna bogue con naturalidad en los mares priístas y panistas prueba que se trata de las mismas aguas.

La militarización del país, iniciada por Salinas y Zedillo, ante brotes de insurgencia armada que los desafiaron, fue ahondada por Calderón mediante un combate militar oneroso y fallido al crimen organizado. Su dogmática proclama: no hay más ruta que la mía para garantizar a los mexicanos la tranquilidad a que tienen derecho, no nace de una convicción, sino que expresó su necesidad de contar con un sustento político que reforzara el que el PRI le ha provisto con largueza aunque no sin costos.

Se duplica participación de trabajadores, en el segundo día de votaciones en el SME

Jubilados, ejemplo de dignidad obrera y coraje; aun en sillas de ruedas llegan a sufragar: abogada

Hoy arribarán varios autobuses con electricistas en resistencia de Morelos, Edomex e Hidalgo

Patricia Muñoz Ríos

Periódico La Jornada
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 25
En el segundo día de votaciones, ayer en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se alcanzaron más 11 mil 200 votos emitidos por los trabajadores, pues hubo amplia participación de jubilados que hasta en silla de ruedas, muletas o con bastón llegaron a la sede gremial, por lo que prácticamente se duplicaron los más de 5 mil sufragios contabilizados en la jornada del lunes.

En el auditorio de Antonio Caso 45 continuaron las interminables filas de trabajadores que participan en la reposición del proceso electoral del SME que ordenó la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA); también se mantuvieron en guardia los observadores independientes y dio fe Víctor Rafael Aguilar Molina, titular de la notaría 174.

Por la Comisión de Seguimiento para los Acuerdos entre el SME y el gobierno federal, el profesor universitario Arnulfo Arteaga García, indicó que de las nueve de la mañana a las 20 horas –por rol de guardias– los observadores vigilan el proceso, en el cual, a pesar del contexto tan adverso, “los trabajadores están dando lección de ejercicio democrático en defensa de sus derechos laborales”.

Las más de 20 mamparas apenas son suficientes

Las más de 20 mamparas colocadas para que los trabajadores emitan su voto secreto, son apenas suficientes en el recinto para las oleadas de electricistas que llegan. Incluso para este miércoles está programado que arriben varios autobuses con electricistas en resistencia de las secciones de Morelos, estado de México y algunos municipios de Hidalgo.

Cristina Auerbach Benavides, abogada y defensora de la organización Familia Pasta de Conchos –integrante del equipo de observadores del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal)–, indicó que el proceso electoral del SME es histórico, pues marca el inicio del triunfo del sindicato por encima de la andanada gubernamental para desaparecerlo.
Manifestó que un ejemplo de dignidad obrera y coraje lo están poniendo los jubilados, que hasta en sillas de ruedas llegaron a sufragar, apoyados por sus familias, pues “son hombres que trabajaron toda una vida y en lugar de estar despreocupados y descansando, salen a defender a su gremio”.

Agregó: “Esperamos que ahora sí se respete el resultado de la voluntad de los trabajadores y el titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano, no salga con otra de sus acostumbradas sorpresas”.

Cabe recordar que para estas elecciones únicamente se registró una planilla, la encabezada por Martín Esparza, llamada “11 de Octubre” y los trabajadores tienen que votar en favor o en contra de la misma.

Al respecto, el político y activista, José Jacques Medina, quien es además ex diputado federal y también forma parte de los observadores, señaló que los electricistas que han rechazado su liquidación y los jubilados, sólo están reponiendo un proceso que fue interrumpido, y con ello buscan recuperar la personalidad jurídica de la representación de su sindicato y al lograrla, mantendrán la lucha por recuperar su fuente de trabajo conforme a la legalidad.

También hubo observadores ciudadanos como Sonia Hernández, del Comité de Usuarios de Energía de Coyoacán.

En otro lado de la ciudad, Alejandro Muñoz, que encabeza la corriente Transparencia Sindical, señaló en conferencia de prensa que al permitirse la reposición del proceso de elecciones del SME “quien pierde es el presidente Felipe Calderón”, pues su gobierno está mandando el mensaje a los sindicatos que “es saliendo a las calles, afectar a terceros y no ajustarse a la legalidad, como pueden obtener algo”.

Calderón, en riesgo de que su sexenio sea “el del ejecutómetro”

“El gobierno de Fox fue más sensible y cercano a la gente”: Espino

Georgina Saldierna

Periódico La Jornada
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 15
Al evaluar los 10 años de gobiernos panistas, el ex dirigente del blanquiazul Manuel Espino advirtió que si la administración de Felipe Calderón no corrige el rumbo, puede pasar como la más desatinada en algunas tareas apremiantes para el país, e incluso convertirse en el sexenio del ejecutómetro, donde lo más relevante ha sido contar muertos, ejecutados y secuestros que no se resuelven.

En entrevista con La Jornada, criticó el discurso del domingo pasado del mandatario, en el que calificó como una desgracia que el país pudiera volver a lo autoritario y lo irresponsable, en referencia al PRI, pues dijo que se trató de un mensaje agresivo y políticamente poco respetuoso de otras fuerzas y formas de pensamiento.

También destacó que algunos aspectos de lo informado por Calderón no tienen sustento. Por ejemplo, afirma que hay libertad de expresión, cuando “a mí me consta que hay persecución a quienes opinamos diferente”, subrayó.

La charla se realizó el pasado lunes, mientras Espino esperaba una notificación de la Comisión de Orden y Justicia de Sonora que analizó el viernes pasado la solicitud del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para expulsarlo del blanquiazul.

En medio de las crecientes versiones que apuntaban a un fallo adverso al duranguense, y que ayer fueron confirmadas por la propia comisión, el ex dirigente del PAN ratificó que impugnará el resolutivo ante la Comisión Nacional de Orden y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

–¿Cuál es su balance de 10 años de gobiernos panistas?

–Si bien es cierto que el gobierno federal a cargo del PAN no ha logrado satisfacer los anhelos de los mexicanos con base en la expectativa que generó, también puedo decir que el gobierno de Vicente Fox ha superado en mucho al de Felipe Calderón. Son más los adeudos sociales acumulados en lo que va del actual gobierno que los pendientes en el de Fox, y creo que de no cambiar el rumbo, lamentablemente la actual administración puede pasar como el sexenio más desatinado en algunas tareas apremiantes. Podría llegar a ser el del ejecutómetro.

Manuel Espino BarrientosFoto José Carlo González
–¿En qué superó Fox a Calderón?

–El gobierno de Fox fue más sensible y cercano a la gente. No se amedrentó ante la crítica ni pretendió acallarla, se respetó la división de poderes, se inició una lucha que no ha continuado en contra de la corrupción y se dio vigencia plena a la competencia democrática, sin pretender intercambiar resultados electorales por votos en el Congreso, como ha sucedido en el actual gobierno.

–¿A que atribuiría tal situación?

–Pueden ser muchos factores. Uno es la visión de estadista que tenía Vicente Fox, a pesar de que no era un hombre refinado en el discurso o en las poses. Calderón, por su lado, está más empeñado en cuidar los intereses de su grupo y del partido que los de los mexicanos. Esa es una gran diferencia. Otra es que Fox buscó darle cabida a los mejores funcionarios posibles en su gabinete, mientras Calderón se ha empeñado en integrar un equipo de gobierno más preocupado por su grupo. La estatura política del gabinete de Felipe Calderón es muy pequeña comparada con la del equipo de Fox.

–¿Qué le pareció el discurso del Presidente el domingo pasado?

–Me parece un mensaje político mal orientado, agresivo en ciertas partes. Retador para los mexicanos. Políticamente poco respetuoso de otras fuerzas y formas de pensamiento.

Legionarios de Cristo, millonarios a pesar del escándalo

Jenaro Villamil



MEXICO, DF, 30 de noviembre (apro).- El miércoles 24 de noviembre, la agencia informativa Zenit, perteneciente a los Legionarios de Cristo, difundió una nota sobre la aparición del libro-entrevista reciente del papa Benedicto XVI, Luz del mundo, que ha generado un revuelo internacional por los dos temas más espinosos difundidos en otros medios: el uso del condón y el encubrimiento de los escándalos de pederastia de Marcial Maciel.

Curiosamente, la nota de Zenit no menciona ninguno de los dos puntos. Para la redactora Michaela Koller, “el núcleo de estas conversaciones es el gran mensaje de Benedicto invitando al mundo a la santidad. Esto no se puede perder de vista cuando se van revisando las noticias de primera página de múltiples medios, incluso, de prensa amarilla, hablándonos de preservativos, de la opinión de Benedicto acerca de los burkas negros, etc”.

Claro, también habló de los escándalos y delitos de Maciel, pero eso a Zenit lo tiene sin cuidado. El núcleo, realmente, es que los Legionarios de Cristo, a pesar del descrédito generalizado de su fundador, sigue siendo una trasnacional religiosa muy poderosa, cuyas ganancias no se han visto disminuidas. Por el contrario, nadie toca el dinero de los Legionarios.

Tan sólo la Fundación Altius, considerada una “obra de caridad cristiana” de los Legionarios con presencia en 13 países, recibió hasta agosto de este año el apoyo de 350 empresas, entre ellas, medios de comunicación, bancos, fundaciones y organismos gubernamentales.

De acuerdo con su más reciente informe, publicado en agosto pasado, entre enero de 2008 y 2009 los recursos de esta fundación se incrementaron 20%, contabilizando un total de 34 millones 323 mil dólares. El 46% de estos recursos se destinó a la operación de los colegios Mano Amiga –cuyo nombre, por mero temor a la ironía, debería ser cambiado-- que tienen presencia en nueve países; 21% al crecimiento de otros colegios, y 8% a otros programas de desarrollo de la Legión.

La red de colegios Mano Amiga está integrada por 34 planteles, con 18 mil 650 alumnos. Constituye una de las franquicias más importantes de los Legionarios en el ámbito educativo, además de las ya conocidas universidades como Anáhuac o Mayab, con presencia en México.

Otro negocio que va viento en popa de los Legionarios son los Centros de Desarrollo Comunitario (Cedeco). Apenas el 23 de noviembre pasado, en medio de las múltiples reacciones generadas por las declaraciones de Ratzinger en Zamora, Michoacán, se inició la construcción del sexto Cedeco en la región, con una inversión de 2 mil 500 millones de pesos, de los cuales 50% serán aportados por el municipio y 50% por el gobierno federal de Felipe Calderón.

La nota informativa de El Sol de Zamora advierte que el alcalde Alonso Martínez Vázquez justificó esta inversión multimillonaria señalando que el Cedeco de Zamora beneficiará a 15 mil habitantes de la zona, en particular, de las colonias Miguel Regalado, Linda Vista, Los Pelillos, Nueva Esperanza, Loma Bonita, San José, Hacienda del Valle, Hacienda Los Angeles y Quinta San Miguel.

Los Cedeco se presentan como clínicas donde se da asistencia médica, odontológica, psicológica y nutricional, además de aportaciones culturales y educativas a las familias, “con la finalidad de propiciar mejores oportunidades de desarrollo social”.

Hasta el 31 de diciembre de 2008, existían nueve Cedecos en todo el país, donde se habían dado más de 62 mil consultas médicas y se formaron ocho “misiones médicas”, según la página oficial de los Legionarios. En el sitio web de Cedeco, uno se da cuenta que estos centros, financiados con dinero del erario federal, se dedican también a realizar campañas en contra del aborto y otras “desviaciones”.



La red religiosa-empresarial



Las dimensiones empresariales de los Legionarios de Cristo son múltiples, lo suficientemente dispersas como para darles un seguimiento puntual y con fideicomisos que dificultan una fiscalización clara. La revista Poder y Negocios estimó en 2006 que el presupuesto de esta fundación creada por Maciel ascendía a unos 650 millones de dólares. Casi todos estos recursos provienen de su red de escuelas y de donativos que llegan a cerca de 100 millones de dólares al año.

Otros cálculos afirman que los recursos de la fundación superan los mil millones de dólares anuales, gracias a las “alianzas estratégicas” que realiza con empresas como Coca Cola, Microsoft, ICA, AHMSA, Grupo Vitro, Grupo Bimbo, Iberdrola, Domecq, Kellogs, Alestra, Movistar, Nestlé, Villacero, Warner Brothers, así como las fundaciones Kennedy Family Foundation, que apoya a Altius, e instituciones bancarias como HSBC, Banamex, Santander y Scotiabank.

Eso sin sumar a la red de funcionarios y políticos del gabinete federal que los apoyan. Durante el gobierno de Vicente Fox, Marcial Maciel tenía poder de picaporte con Marta Sahagún y, al mismo tiempo, con la exesposa del guanajuatense, Lillian de la Concha. En el gobierno de Calderón, el actual secretario de Economía, Bruno Ferrari García de Alba, fue dirigente de Regnum Christi en Nuevo León. Ni hablar de decenas de alcaldes y funcionarios que tienen vínculos o han recibido favores empresariales de los Legionarios.

Tan sólo para tener una idea de las dimensiones de la Legión de Cristo, hay que mencionar que, según su informe de diciembre de 2008, ellos tienen presencia en 22 países, administran 127 casas de la congregación, dos centros de estudios superiores, dos centros de Humanidades y Ciencias, 21 centros vocacionales y 96 casas de apostolado.

A través de su brazo laico, el Regnum Christi, los Legionarios tienen presencia en 45 países, administran 15 universidades, 50 instituciones de educación superior, 176 colegios con más de 135 mil alumnos y dirigen varios apostolados que, a su vez, son iniciativas con recursos.

Por ejemplo, para la juventud, los Legionarios tienen mil 278 clubes en 36 países, administran otras iniciativas como Pure Fashion, Sportsleader (que tiene 262 entrenadores), realizan los eventos Soñar Despierto, Gente Nueva, Caballeros del Altar y muchas otras.

Sus “obras de caridad” están encabezadas por la Fundación Altius, del cual se derivan los Centros Altius Integra (CAI), que se dedican a atender a inmigrantes en Europa. Por supuesto, reciben fondos para esta labor.

Cuentan asimismo con la fundación Mano Amiga, que administra 34 colegios en nueve países con 19 mil alumnos. Además, en Italia tienen la Villagio dei Ragazzi, con mil 500 alumnos.

La fundación Helping Hands Medical Mission realizó ocho misiones en un año y, según el informe, realizó 13 mil 225 consultas médicas. Opera en ocho países y desde su creación, en 1991, ha llevado a cabo 73 misiones en esas naciones.

Otro filón de negocios son los centros para capacitar sacerdotes. Tienen el Instituto Sacerdos, a través del cual realizan cursos de formación. Desde 1991 han realizado 18 en 93 países con mil 313 participantes. También tienen el centro sacerdotal María Mater Ecclesiae donde 23 sacerdotes residentes se forman.

La red de los Legionarios abarca varios medios de comunicación. Financian un programa radiofónico denominado Hombre Nuevo, que se transmite en cuatro países y administran la estación Guadalupe Radio, en California. Son propietarios de las revistas National Catholic Register y Faith and Family Magazine, así como tres editoriales.

Su agencia informativa Zenit es escrita en siete idiomas y tienen 615 mil 386 suscriptores a este servicio. Este medio alimenta a la revista Zenit que circula en 19 países con 44 mil suscriptores.



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mav

Calderón "no merece ser presidente", revira el PRI en San Lázaro

Jesusa Cervantes



MÉXICO, DF, 30 de noviembre (apro).- A cuatro años de que el PRI facilitó en el Congreso de la Unión la toma de protesta de Felipe Calderón como jefe del Ejecutivo federal, la fracción de ese partido criticó hoy acremente al panista y consideró que “no merece ser presidente de México”.
Hace seis años Andrés Manuel López Obrador “era un peligro para México”, recordó César Augusto Santiago, vicecoordinador del PRI en San Lázaro, “y ahora resulta que el PRI es un peligro para México”, según se desprende de lo que dijo Calderón el domingo pasado ante integrantes de su partido cuando celebró los diez años del panismo en el poder.
Desde la tribuna, César Augusto Santiago enumeró los desaciertos de Calderón Hinojosa en su desempeño como Ejecutivo federal para luego calificarlo de “torpe, ineficaz, mentiroso, partidista y quien ha sumido a la nación entera en la preocupación y en la desesperanza”.
Otros oradores del Revolucionario Institucional, entre ellos Sebastián Lerdo de Tejada, David Penchyna, Omar Fayad y Carlos Flores, también criticaron el desempeño del Ejecutivo federal en sus cuatro años de gobierno, sin embargo, los diputados del Partido del Trabajo --que representan a López Obrador-- recriminaron a los priistas que hayan ungido como presidente a Calderón.
Los diputados del PT recordaron que “por las mañanas” el PRI llena de “sus caricias” al PAN y por la tarde le tira de “patadas”.
Y argumentaron que, desde el acuerdo de 1988, entre ambos partidos hay una responsabilidad compartida en el ejercicio del poder:
“No tiene la culpa el espurio, sino el que lo hizo compadre. Hay declaraciones expresas en esta sala, cuando se rompió en contubernio la ley fiscal del año anterior, en el sentido de que colocaron a Calderón en la silla para asegurar la estabilidad del país”, les recordó el hoy petista Porfirio Muñoz Ledo.
“Hay testimonios del antiguo candidato presidencial del PRI, en un libro llamado La traición, en donde narra cómo, gobierno por gobierno de los estados, el PRI se unió al carro de Calderón… No son diez años, son más de 25 años de ignominia repartidos: 15 en un partido apoyado por el otro y 10 en otro partido apoyado por el de antes”, sostuvo quien durante el gobierno de Vicente Fox fungiera como embajador de México ante la Unión Europea.
El priista César Augusto Santiago aclaró que aquello de que “si regresa el PRI en el 2012 a la Presidencia de la República, sería un peligro para México”, no les ofende, ya que quien lo dijo “no tiene calidad moral”… “No nos ofende, nos preocupa el nivel del presidente”.
Pero, añadió, hay que ir al debate de fondo, no a la diatriba de Felipe Calderón. Y para ello enumeró:
“Veamos rápidamente: ¿cómo esta la educación, manda Lujambio o Elba Esther Gordillo?... ¿cómo esta la salud? Ya nos olvidamos que anduvimos con un tapabocas por una epidemia mal manejada por la Secretaría de Salud… ¿cómo está lo energético? El que esta Cámara haya aprobado varias controversias constitucionales para defender los abusos del Ejecutivo en su afán privatizador de los energéticos… ¿qué acaso no hay una comisión especial para indagar la corrupción infinita de la Comisión Federal de Electricidad?
“¿Y la seguridad pública? Tenemos que parar este baño de sangre; tenemos que evitar que la sociedad siga todos los días perdiendo su capacidad de asombro: fosas clandestinas, niños asesinados en sus escuelas, estudiantes, dirigentes secuestrados, todo en una espiral en donde únicamente florece la posibilidad del secretario de Seguridad Pública (Genaro García Luna) para comprar más armas, uniformes, celulares, contratar gente para su guardia pretoriana”, acusó desde la tribuna el priista César Augusto Santiago.
En defensa del panismo subió a tribuna el diputado Julián Francisco Velázquez y Llorente, quien celebró “la libertad de expresión” que hay, a tal grado –sostuvo-- que hoy se puede realizar este tipo de debate en el Congreso de la Unión.
“Hoy podemos hablar con libertad después de diez años: la alternancia fue la puerta para la práctica de la democracia sin adjetivos, como lo muestra este debate en el que hoy estamos participando.
“Los que tenemos memoria --y no una amnesia selectiva-- podemos decir que en México se acabaron los tiempos de la Presidencia imperial… Tenemos que reconocer que no todo es blanco, que no todo es negro, ha habido logros importantes que han hecho que nuestro país esté hoy con las puertas abiertas hacia un desarrollo equilibrado”.
Pese a su discurso, el panista sólo pudo apuntar como logro del panismo --o del calderonismo-- “la ampliación del Seguro Popular”, y para ello argumentó:
“Debemos reconocer que ha habido avances en estos tiempos, si no, pregúntenle a los mexicanos que antes se empobrecían cuando tenían una urgencia médica, cuando el niño se enfermaba y no tenían a dónde llevarlo y tenían que vender los animalitos y tenían que hipotecar el terrenito para poder atender a sus hijos, para poder atender a su familia”.
Lo que no dijo el diputado del PAN es que en los dos primeros años del gobierno de Calderón hubo 6 millones de pobres más en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y que de 2008 a 2010 el incremento en ese rubro, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), fue de 3.1%.
Y en cuanto a la corrupción en el gobierno federal panista, legisladores de oposición, en especial de PRI y PT, fueron quienes más remacharon en el tema.
Por ejemplo, el petista Mario Di Costanzo se dirigió al legislador del PAN y exabogado de Petróleos Mexicanos, César Nava, a quien cuestionó: “¿Qué hizo durante el tiempo en que estuvo al frente de la paraestatal?; lo anterior, porque Gerardo Fernández Noroña, también del PT, recordó la corrupción que se vivió durante el tiempo en que Nava Vázquez estuvo en Pemex.
Mientras el priista Sebastián Lerdo de Tejada acusó al PAN de “doble moral” y pidió a la asamblea que aprobara la creación de una comisión especial para indagar la corrupción en Pemex.
“Quieren entrarle al debate de fondo a la corrupción, nosotros también”, para luego sostener que “la derecha no tiene remedio; que la bipolaridad del Ejecutivo federal es clarísima, pues por la mañana reconoce al Congreso y por la tarde ofende a sus integrantes, lo que resulta paradójico”, deploró Lerdo de Tejada.
Por su parte, el diputado panista César Pedroza subió a tribuna y afirmó que “la diferencia es que hoy el poder público no tiene secretos; la diferencia es que hoy en México se puede hablar de cara a la nación sin cortapisas; la diferencia es que desde que Acción Nacional gobierna, hay la posibilidad de que se hable sin temor a la censura y al prejuicio de las otras fuerzas políticas; la diferencia es que hoy tenemos la oportunidad de debatir de cara al país… con responsabilidad”.
Dijo que durante la reunión que sostuvo Calderón con los panistas, el domingo anterior, “le habló no sólo a su partido, le habló a todos los ciudadanos mexicanos”.
En respuesta, el priista César Augusto Santiago le aclaró a Pedroza que Calderón “no gobierna sólo para sus adictos, gobierna para todos, incluso para sus adversarios”.
Finalmente, consideró que si hoy el presidente de la República echa mano de la diatriba, es para tratar de empañar lo que está ocurriendo con la falta de seguridad en el país, y la guerra que emprendió en contra del narcotráfico.
Y fustigó así: ¿en cuál sexenio se fugó Joaquín El Chapo Guzmán?, en el del panismo –aclaró--, ¿y quien lo encerró?, el priismo, acotó el diputado César Augusto Santiago.

La tragedia griega de Amalia y su hija. Salvador García Soto

Serpientes y Escaleras |

Siempre actuaron juntas; no había decisión de una sin que la supiera la otra. El ascenso de la primera llevó al crecimiento de la segunda. Compartieron, además de los lazos de sangre, el poder. Hoy, que los excesos y problemas afloran en ese ejercicio del poder, también las dos están metidas juntas en una grave investigación.

Amalia García Medina y Claudia Corichi García, madre e hija, enfrentan, a dos meses de dejar el gobierno de Zacatecas, fuertes acusaciones y señalamientos por irregularidades y desvíos millonarios de recursos documentados en auditorías a su gestión. Y aun en la tormenta política y legal, como si se tratara de una tragedia griega —donde Hécuba intenta evitar el sacrificio de su hija a manos de Agamenón—, la ex gobernadora ha dado la cara por su hija y acusa complot y persecución política contra ambas.

Más que pruebas en su descargo, Amalia García ha recurrido a su defensa mediática y política con un expediente francamente endeble: “Quieren frenar mi aspiración al DF”, dijo a EL UNIVERSAL. ¿Cómo piensa la ex gobernadora de Zacatecas, que oficialmente tuvo su residencia en el estado que gobernaba hasta el pasado 1 de septiembre, aspirar a ser candidata a jefa de Gobierno del Distrito Federal si no cumple el requisito legal de mínimo de cinco años de residencia probada en la ciudad de México?

Amalia tendrá que recurrir a algo más que sus habilidades como política para enfrentar las acusaciones en su estado. Del total de auditorías practicadas a diferentes dependencias en su sexenio, al menos tres la señalan directamente como responsable y, si no prueba lo contrario, sería acusada penalmente por esos desvíos.

Pero, ¿cuál fue el pecado de una mujer política reconocida por su trayectoria como luchadora de izquierda? Fueron dos: el amor y la soberbia. La sobreprotección a su hija, a la que hizo senadora sin mayor experiencia política, y el consentir siempre sus muchos excesos, desplantes e injerencias en su administración le provocaron buena parte de los problemas que enfrenta.

Y la soberbia porque, aun en la derrota, después de que se equivocó al escoger un mal candidato del PRD y de que desoyó a figuras como Marcelo Ebrard o Andrés Manuel López Obrador, que le aconsejaban reconsiderar y apoyar una alianza PRD-PT-Convergencia ante el riesgo de perder, Amalia nunca tuvo humildad para aceptar que había perdido y que detrás de su derrota no había sólo un joven político como el actual gobernador Miguel Alonso Reyes, sino su archienemigo, con quien se confrontó y a quien golpeó con el brazo del poder, el ex gobernador Ricardo Monreal Ávila.

Porque ese pleito subyace en el fondo de las investigaciones contra Amalia García —que por lo demás fueron investigadas y documentadas minuciosamente por los órganos fiscalizadores—, el pleito entre ella y Monreal Ávila, quien valiéndose de su cercanía con el actual mandatario Alonso Reyes le va a cobrar viejas y abundantes facturas políticas a la ex gobernadora.

Amalia rompió reglas y códigos políticos no escritos cuando, en la etapa de transición, cuando ya había perdido los comicios y debía preparar una entrega al gobernador electo del PRI, se dedicó a maltratar y a sobajar a su sucesor, al que hacía esperar en audiencias, no saludaba en público o lo regañaba cuando dialogaban. Ni siquiera Ulises Ruiz o Mario Marín, dos viejos lobos que literalmente podrían ser cazados por sus sucesores, fueron tan rudos ni tan torpes con los gobernadores de oposición que tomarían su lugar.

Hoy la ex gobernadora y su hija la senadora enfrentan juntas, como en aquella tragedia de Eurípides, a los vencedores. Hécuba y su hija Casandra acabaron castigadas y maldecidas por los dioses. ¿Cómo acabarán Amalia y Claudia?