martes, 21 de septiembre de 2010

Martín Esparza SME Frecuencia Laboral 17-09-2010

Las luchas laborales del bicentenario Frecuencia Laboral Hoy 5 pm

Frecuencia Laboral y los Rudos te invitan a ver las Luchas Obreras del Bicentenario hoy 5 pm:


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¿Cómo confiar en la Fiscalía Estatal? El Diario de Ciudad Juárez, Chihuahua,

El asesino de Luis Carlos Santiago Orozco, fotógrafo de El Diario victimado el jueves pasado, disparó contra él en nueve ocasiones y luego, con la misma sangre fría, siguió al otro reportero gráfico que lo acompañaba hacia el interior del centro comercial más concurrido de la ciudad, para tratar de rematarlo aunque no lo consiguió. A juzgar por la forma en que se desenvolvió, es poco probable que se trate de un aficionado que cometió su crimen impulsado por motivos personales. Al menos en El Diario no lo creemos así.

Con una velocidad vertiginosa que no se ha visto en los otros miles de homicidios que permanecen sin recibir justicia en la ciudad, la procuradora de Justicia, Patricia González, adelantó unas horas después de ocurrido el atentado, la hipótesis de que las causas estarían ligadas al entorno personal de Santiago Orozco más que a su actividad periodística.

No somos videntes para asegurar que esta presunción sea cierta porque no nos han presentado resultados concretos, pero la celeridad con que la fiscal estatal descartó el móvil relacionado con la agresión como intimidación contra la libertad de expresión de El Diario, resulta poco seria en el contexto.

En todo caso, se observa más como una intención oficial de quitarle presión al gobernador José Reyes Baeza a unos días de terminar su administración sexenal, e incluso como una justificación al caos que la funcionaria deja en la procuración de justicia en esta frontera.

No somos ariscos por sistema. Nuestro escepticismo ante esta versión oficial no deriva del hecho de que la víctima sea nuestro fotógrafo, sino porque cuando el reportero Armando Rodríguez Carreón fue acribillado el 13 de noviembre de 2008, también hubo el intento por parte de la Procuraduría de ensuciar el caso con comentarios iniciales que pretendían desvincularlo de su actividad como comunicador.

Lo más paradójico es que estas actitudes de la autoridad prejudicial se den en el marco de un nuevo esquema de justicia penal que se supone privilegia la presunción de inocencia.

Es, asimismo, poco creíble la hipótesis porque un asesinato por motivos personales no suele cometerse al medio día, en el estacionamiento de un mall tan concurrido, en las condiciones en que éste se perpetró con todo el estilo de un profesional del crimen organizado.

Bajo estas circunstancias, ¿cómo otorgarle toda nuestra confianza a una fiscalía estatal que, por ejemplo, no ha podido sustentar los cargos para evitar que cuatro presuntos homicidas de 55 personas quedaran en libertad, como lo destacó ayer este medio en su portada?

¿Con qué autoridad moral, con qué bases investigativas deslinda de buenas a primeras la Procuraduría el móvil del atentado contra Santiago Orozco de la labor periodística, si nos atenemos a que, tan sólo en esta frontera, de 2 mil 236 asesinatos que se han cometido en lo que va de 2010, sólo ha judicializado 67, apenas el 3 por ciento de los casos, y no todos han sido resueltos ni sentenciados?

Y en el mismo tenor se hallan los más de 6 mil homicidios registrados en Juárez desde que comenzó la racha violenta a partir de 2008.

Nuestros recelos parten también de la certeza de que durante casi dos años la procuradora insistió en repetidas ocasiones ante los directivos de esta casa editora que ya tenía identificado al asesino de Armando Rodríguez Carreón, y todavía es hora de que no resuelve el caso. Al parecer, una historia que se vuelve a repetir con Santiago Orozco.

De hecho, el Ejecutivo estatal Baeza Terrazas también aseguró hace dos meses, durante una reunión con periodistas en la ciudad de Chihuahua, que el homicidio de “El Choco” estaba muy cerca de ser esclarecido, “luego de una serie de acciones llevadas a cabo por las autoridades estatales y federales”. Aún estamos esperando.

El Diario reitera, por tanto, la postura emitida en su editorial del domingo pasado, de que no aceptará, ni en el caso de “El Choco” ni en el de Santiago Orozco, que se le quieran imponer “chivos” expiatorios para frenar la presión nacional e internacional que existe sobre la fiscalía en torno a los dos asuntos, y exige –por enésima ocasión– una investigación seria y profesional, apegada a la ley.

No basta con “lavarse” las manos como hizo ayer la Federación a través de su vocero Alejandro Poiré al adherirse a la “presunción” de la Procuraduría estatal, ni con la “fabricación” de culpables, como ambos niveles de gobierno podrán quitarse de encima el estigma de impunidad que la ciudad, el estado y el país se han creado en torno a su desempeño.


¿Qué quieren de nosotros? Miguel Ángel Granados Chapa


Distrito Federal— El semanario Zeta, de Tijuana, posee la deplorable marca de ser el medio de información más atacado, el que ha padecido mayor número de bajas: uno de sus directores y un editor fueron asesinados, así como el guardia de su fundador, que salvó la vida no obstante haber sido herido de muerte. En Ciudad Juárez, El Diario se aproxima al padecimiento del periódico tijuanense: un reportero y un fotógrafo han sido ultimados a balazos. Los editores de Zeta tienen claro, saben quiénes fueron sus agresores y sus móviles. Los de El Diario los ignoran, y por ello en un gesto de gallarda angustia preguntaron el domingo en su editorial: ¿Qué quieren de nosotros?

En un acto de honradez inusitado, de realismo frente a la incapacidad gubernamental para garantizar la vida de sus miembros, ese periódico de Ciudad Juárez se dirigió a las autoridades de facto, a quienes controlan esa población fronteriza, a esos “señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez”, para que expliquen “qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos”.

El cotidiano juarense sufrió en noviembre de 2008 la muerte de su reportero Armando Rodríguez Carreón, conocido como El choco, asesinado a balazos en presencia de su hija de ocho años, a la que llevaba al colegio. No se sabe quién lo mató, y a esa distancia los editores de El Diario descreen que se pueda castigar a quien baleó al periodista. En su mensaje dominical se manifiestan “escépticos de que las supuestas autoridades de justicia que están por terminar su mandato nos entreguen un esclarecimiento confiable.

“Han sido tantos los ofrecimientos, tantas las promesas de que el caso se aclararía, sin que ninguno resultara cierto, que si a estas alturas nos presentaran a un presunto responsable del crimen lo primero que haríamos sería pasarlo por el tamiz de la duda”.

El 16 de septiembre, el fotoreportero Luis Carlos Santiago, de la misma redacción y de sólo 21 años de edad, fue ultimado también, y herido su compañero Carlos Manuel Sánchez. El crimen que acabó con Rodríguez Carreón y el que arrancó la vida al joven periodista ocurrieron a la luz del día, en espacios públicos, sin que la prevención policiaca tan publicitada lo impidiera y sin que la persecución ministerial alcance a quienes los perpetraron.

Ante el nuevo asesinato, El Diario se preguntó el viernes 17, en un editorial casi tan rotundo como el de dos días después, “¿A quién pedir justicia?”. La dramática interrogación era formulada desde la puerta norte de “un país en el que las autoridades han demostrado su objetiva incompetencia”, y está probada la “anuencia por omisión de los poderes establecidos” ante los poderes fácticos. De allí que insistieran en preguntar: “¿A quién le reclamamos que no lo hayamos hecho ya?”.

Por eso, el domingo ese dolido periódico fue más allá. Resolvió dirigirse a las bandas de delincuentes que tomaron a Ciudad Juárez, a las que llamó “autoridades de facto”, y a las que inquirieron “qué esperan de nosotros como medio”, pues “ya no queremos más muertos, ya no queremos más heridos ni tampoco más intimidaciones”. Denunció con fuerza “el vacío de poder que respiramos los chihuahuenses en general, en medio de un entorno en que no hay las garantías suficientes para que los ciudadanos puedan desarrollar sus vidas y actividades con seguridad”.

Con honestidad, los editores de El Diario afirman en esa declaración de principios que “si bien nuestros objetivos y misión de bien informar a la comunidad siguen siendo los mismos que hace treinta y cuatro años, en este momento no le hallamos sentido a seguir poniendo en riesgo la seguridad de tantos compañeros para que sus vidas tan valiosas sean utilizadas como vehículos de mensajes, cifrados o no, entre las diversas organizaciones, o de estas hacia las autoridades oficiales”.

Al concluir el sexenio de José Reyes Baeza Terrazas, dentro de dos semanas, el cuatro de octubre tomará posesión un nuevo gobernador, César Duarte Jáquez. Dos miembros de su familia han sido asesinados a últimas fechas, por lo que ha de tener una especial sensibilidad en el combate a la delincuencia, pues el gobierno estatal no ha de permanecer paralizado a pretexto de que la criminalidad en ese estado se atribuye a la delincuencia organizada, cuya persecución corresponde a la Procuraduría General de la República. También asumirá de nuevo la presidencia municipal Héctor Murguía, quien fue denunciado política, no judicialmente por Germán Martínez, entonces dirigente nacional del PAN, de vínculos con el narcotráfico. El señalamiento, por más que no haya sido formalizado, obligará al alcalde, que ya lo ha sido, a conducirse con transparencia extrema y con mayor eficacia que la de su antecesor, José Reyes Ferriz.

Si para infortunio de todos los mexicanos, y de los chihuahuenses y juarenses en particular, Duarte y Murguía reeditaran la incompetencia de Baeza Terrazas y Reyes Ferriz, se ahondará el vacío de poder denunciado por El Diario, y se acendrará, no sólo entre los periodistas sino en la ciudadanía en general la conciencia de que no hay a quién pedir justicia y sí, en cambio, a quién demandar explicaciones en su condición de autoridades de hecho, usurpadoras del poder legítimo.

¿Qué quieren de nosotros? Miguel Ángel Granados Chapa

Simulacros de justicia

Astillero


“Motivos personales”

Anormalidades sin tregua

Derechos Humanos y PF

Julio Hernández López

Sin prueba firme a la vista y sin aprender de viejos tropiezos, como el sucedido cuando Calderón adjudicó una matanza de jóvenes a pleitos entre pandillas, el vocero del gobierno federal para condolencias e intentos de justificación de la guerra” contra el narcotráfico, Alejan- dro Poiré, quiso restar contundencia al asesinato de un fotógrafo en Ciudad Juárez, al cargarlo a la muy genérica cuenta expiatoria de los “motivos personales”. En cuanto pretende enredar en hilos individuales lo que desde distintos ángulos tiene alta significación gremial, política y social, ese razonamiento pinolero da continuidad a un patrón de conducta gubernamental muy practicado para tratar de deslegitimar denuncias y protestas ciudadanas mediante el recurso infamante o desmovilizador de los “motivos personales”, que aun cuando ciertos fueran deben ser demostrados y confirmados a lo largo de un proceso justo y confiable y no solamente mediante palabras al aire, rozando la categoría de chismes oficiales, como ayer lo hizo el mencionado mensajero fúnebre, Poiré, durante la sesión de prensa en la que aprovechó para expresar el rechazo total de la administración belicista calderónica a la “tregua” que El Diario de Juárez propuso a los narcotraficantes que gobiernan de facto esa ciudad fronteriza.

El insidioso endosamiento a lo “personal” de lo sucedido con Luis Carlos Santiago Orozco (muerto) y Carlos Manuel Sánchez (herido) pretende demostrar que no hubo un ataque a la libertad de expresión y al ejercicio periodístico. Habrá de saberse pronto, pues el vocero Poiré aseguró ayer que la especie de los “motivos personales” provenía de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua, el contexto en el que según las primeras indagaciones se habría producido el asesinato del fotógrafo Santiago. Ya antes, en el caso del reportero Armando Rodríguez Carreón, apodado El Choco y asesinado el 13 de noviembre de 2008, hubo similares apresuramientos en busca de aparentar que se tenían pistas seguras y que la verdad judicial estaría por conocerse, según recordó ayer mismo el subdirector editorial de El Diario de Juárez, Pedro Torres Estrada, en inmediata respuesta a los dichos del vocero federal Poiré.

No ha de olvidarse, además, el dato sugerente de que el automóvil en que se transportaban los dos jóvenes atacados pertenece a Gustavo de la Rosa, un visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua que ya había sido amenazado de muerte (por lo cual este año pasó tres meses refugiado en El Paso, Texas) y que estaría por dar a conocer una investigación sobre el asesinato de una persona que fue detenida por policías federales el recién pasado 26 de agosto y al siguiente día apareció muerta (nota en La Jornada http://bit.ly/cOrIdk de Gustavo Castillo y Rubén Villalpando). El fotógrafo asesinado era amigo de la familia De la Rosa y en especial de un hijo del visitador de la CEDH. Ya se verá si entre los “motivos personales” del asesinato al estilo narco estuvo la defensa de los derechos humanos o la advertencia mortal a esos defensores mediante el ataque a los descendientes o sus amigos, o una equivocación de persona, pero no de intención.
Especial enojo parece haber provocado en la gerencia bélica del país el editorial del periódico norteño en que pide indicaciones a los narcotraficantes respecto a acciones y omisiones informativas que deben cumplirse para no provocar más irrupciones sangrientas. Frente a la cruda develación de lo que hoy sucede en el país entero, y, en este caso, en el periodismo, sometidos a las leyes y procedimientos de la delincuencia, la reacción del sedicente gobierno federal termina confirmando lo que desea desmentir. La palabrería de los administradores oficiales de la “guerra” no tiene correspondencia con la realidad, mientras las amenazas y sentencias de los narcotraficantes suelen ser rigurosamente cumplidas. El ejercicio periodístico está ya no bajo amenaza sino bajo fuego, sobre todo en el norte del país, sin que el felipismo atine más que a anunciar nuevos planes de saliva para “proteger” a los trabajadores de los medios de comunicación. Por lo pronto, el director del portal informativo La Polaka (www.lapolaka.com), Jorge Luis Aguirre, aseguró desde El Paso, Texas, que el gobierno de Estados Unidos le otorgó asilo político luego de denunciar amenazas el mismo día de noviembre de 2008 en que fue asesinado El Choco Rodríguez.

Astillas:

El secretario Lujambio precisó ayer ante legisladores la dimensión del gasto felipista por las fiestas de Bicentenario: hasta ahora, 2 mil 838 millones de pesos, de los cuales el mero 15 se consumieron 667... ¿Cuánto se destinará a la conmemoración revolucionaria, intencionalmente relegada para centrar lo más posible en lo independentista y no evocar estallidos centenarios?... Veracruz necesita, en lo inmediato, ayuda y solidaridad. Por desgracia, en ocasiones similares se ha visto que las giras de altos funcionarios, federales y estatales, suelen estar pensadas más en términos de imagen pública y propaganda que de auténtica liberación de recursos... Luego de la peculiar escena de asombro o susto que Felipe Calderón protagonizó en días pasados al escuchar cañonazos mientras leía los nombres de cadetes caídos en Chapultepec, se ha producido un incidente de índole técnica en el helicóptero en que acababa de arrancar de tierra el mismo político panista que luego de regresar a tierra hubo de cambiar de aparato, pasando del número 1 al 2, en términos de numeración de las autonaves de hélice en que se mueve el ocupante de Los Pinos... López Obrador inicia un recorrido por los municipios del estado de México que tiene como objetivo organizar la oposición electoral de izquierda a las pretensiones continuistas del peñanietismo en la entidad y de lanzamiento presidencial desde plataformas locales victoriosas... Y, mientras se hacen macrosimulacros en el pleonástico país del gran engaño, ¡hasta mañana!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Se aguó la fiesta. Rocha.

La muerte en Ciudad Juárez. Hernández.

UNAM centenaria, la razón sobre la infamia


Álvaro Delgado



MÉXICO, DF, 20 de septiembre (apro).- Pasados los dispendiosos y pueriles festejos oficiales del Bicentenario de la Independencia, cuyo colofón glorificó la traición que simboliza Benjamín Argumedo en el monigote alzado frente a Palacio Nacional, donde Felipe Calderón honró a Carlos Salinas, hay una razón para el regocijo: Se cumple el primer centenario de la Universidad Nacional, fundada por la genialidad de Justo Sierra para “mexicanizar el saber”.

Fue al final de su agónica dictadura, el jueves 22 de septiembre de 1910, cuando Porfirio Díaz erigió, en solemne ceremonia, a la Universidad Nacional de México, lo que representó el colofón de los festejos del primer centenario del inicio de la gesta independentista, que fueron y son inmensos si se contrastan con los que coordinó el presidenciable Alonso Lujambio.

Para lucirse ante los visitantes de las fiestas del centenario, Díaz se planteó construir edificios suntuosos como el Palacio de las Bellas Artes, la casa de Correos, el ministerio de Comunicaciones --hoy sede del Museo Nacional de Arte (Munal)--, la penitenciaría de Lecumberri –actual Archivo General de la Nación--, la Escuela Normal de Maestros --antiguo Colegio Militar de Popotla--, el proyectado como palacio legislativo --que es el monumento a la Revolución-- y, por supuesto, el monumento a la Independencia.

Pero, sin duda, la obra cumbre de esas celebraciones y su gestión antes de su exilio por la insurrección revolucionaria que estalló el 20 de noviembre de 1910 fue la creación de la Universidad Nacional que, en 1929, obtendría su autonomía y a partir de entonces se llama Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La creación se debe a Justo Sierra, quien como ministro de Instrucción Pública de Díaz logró que en mayo de 1910 fuera aprobada la ley constitutiva de la nueva institución, pero la idea embrionaria la había presentado tres décadas antes, en 1881, cuando era diputado, aunque entonces no tuvo éxito.

Los ejes de la institución expuestos por Sierra ante los diputados son tan vigentes como entonces, como el separar los intereses políticos del campo académico, un paso previo precisamente a la autonomía de la que goza la UNAM.

“La enseñanza superior no puede tener, como no tiene la ciencia, otra ley que el método”, postulaba, aunque aclaraba que el Estado no podía desentenderse de sus obligaciones en el financiamiento de la institución.

“La Universidad Nacional (…) será la encargada de dictar las leyes propias, las reglas propias de su dirección científica; y no quiere decir esto que el gobierno pueda desentenderse de ellas, ni impedir que lleguen a su conocimiento, ni prescindir, en bien del Estado, del derecho de darle su aprobación última. Por ello, a no ser en lo que entrañe una reforma de las leyes, será excepcional…”

El segundo eje fundamental que Sierra presentó a los diputados para convencerlos de crear la institución universitaria fue el carácter laico que debía sustentar en su programa académico, sobre todo porque en 1865 se había suprimido la universidad por su alianza con los sectores conservadores y contraria a los fines liberales y republicanos de la facción política que triunfó en 1867.

“Una universidad es un centro donde se propaga la ciencia, en el que se va a crear la ciencia; ahora bien, señores diputados, la ciencia es laica, la ciencia no tiene más fin que estudiar fenómenos y llegar a esos fenómenos últimos que se llaman leyes superiores. Nada más; todo lo que de esta ruta se separe puede ser muy santo, muy deseable, pero no es ciencia; por consiguiente, si la ciencia es laica, si la universidad se va a consagrar a la adquisición de verdades científicas, deben ser, por la fuerza del mismo término, instituciones laicas.”

Sierra logró aprobar la creación de la Universidad Nacional de México y en una ceremonia solemne, que este miércoles 22 cumple cien años, si bien reconoció la naturaleza histórica y el papel de la anterior universidad, que nació en 1551, expuso el carácter renovado de la nueva institución académica:

“Me la imagino así: Un grupo de estudiantes de todas las edades sumadas en una sola, la edad de la plenitud intelectual, formando una personalidad real a fuerza de solidaridad y de conciencia de su misión y que, recurriendo a toda fuente de cultura, brote de donde brotara, con tal de que la linfa sea pura y diáfana, se propusiera adquirir los medios de nacionalizar la ciencia, de mexicanizar el saber.”

Al cumplir una centuria de su fundación, cuyos festejos estarán encabezados por el actual rector de la UNAM, José Narro, es preciso que, además del júbilo que implica para los formados en esta institución la efemérides, se haga una valoración sobre la condición que tiene en el México actual y su prospectiva como motor del desarrollo nacional.

La UNAM cumple un siglo en momentos infaustos, donde gobierna la barbarie y parece cancelada la perspectiva de desarrollo para dos terceras partes de los mexicanos, un escenario que exige de los universitarios ejercer su liderazgo en la sociedad y que la institución misma enarbole las causas de ésta.

La UNAM debe acreditar, con hechos, que no es capaz sólo de formar profesionistas que sirvan a sí mismos en un marco de libertad de cátedra e investigación, que defiendan la pluralidad, la tolerancia y la razón, sino que sean capaces de asumir un contundente compromiso social, como en las transformaciones de las décadas de los sesenta y setenta.

Hace un siglo, esta universidad tenía apenas mil 969 alumnos y ahora son más de 300 mil inscritos en 82 campos del conocimiento científico, artístico y humanístico, un ejército de muchachos que deben enarbolar algo que el poder político escamotea: El nivel cívico y cultural de la sociedad, pero también su fervor patrio...



Apuntes



El asesinato del joven fotorreportero Carlos Santiago Orozco y las graves lesiones a Carlos Manuel Sánchez Colunga, ambos de El Diario de Ciudad Juárez, no motivó a Calderón emitir siquiera un boletín para dolerse de tal embate criminal, acontecido el miércoles 16, cuando vivía la cruda de la noche del Grito, una conducta que contrasta con los afanes propagandísticos que exhibió tras el secuestro de un grupo de periodistas en Gómez Palacio, Durango, el 26 de julio. Llegó a un extremo inusitado: El sábado, pasadas las siete de la mañana, hizo que su mujer, Margarita Zavala, lo comunicara, desde el lecho matrimonial, con Ciro Gómez, directivo del Grupo Multimedios, para darle la primicia de la liberación, que resultó en otro montaje de Genaro García Luna. Ahora, cuatro días después del crimen, manda a su vocero en seguridad, Alejandro Poiré, para decir que el móvil es de carácter personal. Por eso, de haber otra marcha de periodistas, debe ser con gritos de indignación y directamente a Los Pinos, el lugar que indebidamente habita ese individuo que, la noche del Grito, todo el mundo pudo ver que vestía pantalones de brincacharcos...



Comentarios: delgado@proceso.com.mx

¿ Qué quieren ? . Fisgón.

Naranjo en Proceso.

Día negro para Lujambio; lo descalifica el SNTE y le cuestionan derroche por Bicentenario


Alonso Lujambio, titular de la SEP.


Jenaro Villamil



MÉXICO, DF, 20 de septiembre (apro).- En una larga y crítica comparecencia ante las comisiones unidas de Educación y Cultura del Senado, el petista Ricardo Monreal cuestionó al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, el gasto de 670 millones de pesos en los pasados festejos patrios.

“¿Cuántas escuelas pudo haber construido con los 670 millones de pesos que se gastaron en la noche del 15 de septiembre? ¿Cuántos hospitales?”, increpó el legislador al titular de la SEP.

Lujambio no sólo recibió cuestionamientos por el gasto de “una noche de carnaval”, sino también por la disminución del presupuesto para el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) e Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), así como por haber cedido ante los intereses de empresas que producen “comida chatarra”.

El primer participante de la comparecencia fue el senador Rafael Ochoa, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien señaló que “todo parece indicar que la SEP ha cedido ante las presiones de las empresas que producen comida chatarra y aceptó modificar tanto el contenido de los lineamientos, como la fecha para la entrada en vigor de los mismos.

“Esto significa la claudicación de la SEP en la definición de políticas públicas para la nutrición de los educandos y la decisión de relegarla ante quienes dominan los órganos directivos de la Comisión Federal de Competencia”, afirmó Ochoa, senador del Partido Nueva Alianza (Panal), creado por la “líder moral” del magisterio, Elba Esther Gordillo.

La senadora del PRD, María Rojo, afirmó que en el Presupuesto de Egresos 2011, el INBA recibirá casi 3% menos; Radio Educación poco más de 1%; Conaculta cerca de 43% menos, y el Imcine casi 12% menos de un presupuesto de apenas 43.3 millones de pesos.

Ante las presiones de los senadores para que diera a conocer el monto exacto del gasto durante los festejos del 15 y 16 de septiembre, Lujambio afirmó que se erogaron 667 millones de pesos, “ya con IVA”, y que los 2 mil 800 millones de pesos constituyen el gasto total del fideicomiso del Bicentenario.

Lujambio desmenuzó así los egresos: la galería “200 Años, la Patria en Construcción”, que se instaló en Palacio Nacional, costó 168 millones de pesos; se invirtieron 93 millones en Guanajuato para infraestructura cultural que se necesitaba para la exposición “México, un Paseo para la Historia”, y se invirtieron 142 millones en septiembre y noviembre de 2009 en el espectáculo de luz que se proyectó el 15 de septiembre en la fachada de Palacio Nacional y que fue visto por un millón de personas en el interior de la República.

“Fue exitosísimo”, afirmó Lujambio.

Sin embargo, Monreal insistió: “Cuánto costó esa figura del Coloso que tanta polémica ha generado. ¿Quién es secretario? ¿Quién es? Porque eso es un reflejo de lo que es la nada, es impresionante. ¿Qué celebramos?”.

¿Con qué autoridad moral?

Gerardo Luis Mateos y Alejandro Poiré.


Bajo reserva es elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de EL UNIVERSAL previamente verificadas....


“El móvil más probable de esta agresión es de índole personal y no por sus actividades profesionales”, dijo ayer el vocero del gobierno federal en materia de seguridad, Alejandro Poiré sobre el asesinato de Carlos Santiago Orozco, periodista de El Diario de Ciudad Juárez, en cuyo atentado se lesionó a su compañero Carlos Manuel Sánchez Colunga. El cuerpo del joven reportero casi seguía calientito; la averiguación previa era, hasta ayer, apuntes. El periódico, que acusó ineptitud de las autoridades y pidió en público “una tregua” a los grupos criminales para no seguir sufriendo bajas, recibió un regaño: “No cabe en modo alguno que algún actor pueda pactar, promover una tregua o negociar con los criminales”. El botepronto del vocero recuerda otra declaración, ahora del Presidente, también sobre Juárez, y esta vez sobre el asesinato de casi 20 jóvenes. Primero de febrero, 2010: “Mi deber es iniciar esta rueda de prensa, primero deplorando y condenando de manera muy enérgica el cobarde asesinato de un grupo de jóvenes, 18 personas, la mayoría estudiantes y muchos de ellos menores de edad en Ciudad Juárez, que fueron cobardemente asesinados probablemente por otro grupo con quien sostenían, es una de las hipótesis que se investigan, ciertas rivalidades”. Felipe Calderón, usted recordará, tuvo que ir hasta la frontera norte a disculparse con los deudos. Escribiría la periodista Denise Maerker en aquellos días: “Para este gobierno, quien cae víctima no es inocente hasta que alguien, en general un familiar que se empeña y lucha años, logre demostrar lo contrario...”

Aunque usted no lo crea, por lo menos en el proyecto está que Cecilia Romero, ex comisionada de Migración, busque la presidencia nacional del PAN. El vicecoordinador panista en San Lázaro, Carlos Alberto Pérez Cuevas, lo confirmó ayer. Pero desde hace varios días que circula la especie. Circula que como no pudo sostenerse en el INM por la presión ejercida a partir del asesinato de 72 migrantes, se intenta darle un “premio de consolación”. De ser Romero, como se dice entre algunos cercanos, la “candidata de Dios” para ese puesto, será ella quien dirija los pasos del partido hacia la elección presidencial del 2012. Pues buena suerte.

En la lógica de Andrés Manuel López Obrador, votar por una alianza PRD-PAN en el Estado de México es apoyar al gobernador Enrique Peña Nieto, es decir, al PRI y al que eventualmente sea su candidato. Porque, dice, al final PAN y PRI son una misma cosa. Rebotes de la política: sus detractores dicen que si AMLO se empeña en rechazar las coaliciones del PRD, ayudará a Peña Nieto. No es un tema menor que los partidos analicen el rumbo de esta carambola de varias bandas, porque lo que suceda en Edomex marcará pauta en muchos estados.

Apunte final: Por eso no entienden nunca qué es una emergencia: ayer, cuando se realizó el simulacro de evacuación por alarma sísmica de la Cámara de Diputados, sólo salieron los empleados de dos de los nueve edificios. Los 500 protagonistas del pleno no estaban.