viernes, 10 de diciembre de 2010

México, víctima del calentamiento global, “juega con el verdugo”

Campamento de Vía Campesina en el deportivo Jacinto Canek, donde se realiza el Foro Global por la Vida, la Justicia Ambiental y Social Foto Carlos Ramos Mamahua
Cambio Climático
Hugo Martoccia, corresponsal

Periódico La Jornada
Viernes 10 de diciembre de 2010, p. 48
Cancún, QR, 9 de diciembre. Las organizaciones reunidas en el Diálogo Climático Espacio Mexicano (Esmex) acusaron al gobierno de actuar al servicio de Estados Unidos para descarrilar las negociaciones de la cumbre climática de Cancún, COP 16, mediante el debilitamiento y división del grupo de los 77 países “en vías de desarrollo” (G77).

El objetivo de las grandes potencias, secundadas por México, es “matar” el Protocolo de Kyoto para no suscribir acuerdos que disminuyan la temperatura global y dar nacimiento al mercado del carbono, dijeron.

“El gobierno de México ha sido cómplice de las grandes potencias y ha sido cooptado por los que quieren hacer grandes negocios”, dijo Ángel Ibarra, de la Campaña Justicia Climática de Centro América. “Es uno de los países más afectados por el cambio climático y está jugando con el verdugo”, agregó.

Raúl Benet, de Esmex, dijo que “es inaceptable que México se preste a este juego por unos pesos”, y criticó el anuncio del Banco Mundial de que le hará al país un préstamo de casi 700 millones de dólares para enfrentar las consecuencias del cambio climático.

“Ese crédito es insuficiente e inaceptable; quieren comprar y dividir, y México les está haciendo el juego”, dijo.
El Esmex denunció que la idea de los países poderosos es tentar a los integrantes del G77 con créditos del Banco Mundial, a cambio de que acepten el acuerdo de Copenhague, que le daría un “golpe mortal” al Protocolo de Kyoto.

“Lo único que les interesa salvar del acuerdo de Kyoto es la base jurídica de los mercados de carbono”, dice el comunicado.

El mecanismo para descarrilar las negociaciones es dividir al G77 facilitando o trabando el acceso a los créditos del Banco Mundial, y paralelamente aislar a Bolivia y culparla del fracaso de los acuerdos.

“Los verdaderos culpables de este fracaso son los países que continúan promoviendo falsas soluciones”, dice el comunicado, y apoya la presencia y el mensaje del presidente de Bolivia, Evo Morales, tanto en la COP 16 como en los foros alternos de Cancún.

Las organizaciones aseguraron que este viernes, al cierre de la COP 16, quedarán de manifiesto los acuerdos que se han realizado “bajo la mesa” y que las grandes potencias quedarán desenmascaradas.

Sandra Quintela, de la organización Jubileo Sur, dijo que Cancún se ha convertido “en una gran banca de negocios”.

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