domingo, 21 de noviembre de 2010

Calderón en su búnker. José Agustín Ortiz Pinchetti

El Despertar
Calderón ha hecho construir en algún lugar de la ciudad de México” un búnker subterráneo con alta tecnología donde, según dijo, va a dirigir la guerra contra el narco. Reveló este hecho a un noticiario estadunidense, y también manifestó que se había inspirado en un programa de televisión de la Fox, muy popular en Estados Unidos. Este hecho refleja algunas características políticas de Felipe Calderón.
Ha sido un pésimo presidente y un conductor político mediocre, pero no carece de talentos y de recursos para la insidia política. Frente a la sucesión no pretende mejorar la economía o requilibrar la cuestión social, depende de la oligarquía y tendrá su apoyo. Lo que se propone, utilizando cualquier medio lícito o ilícito es imponer a su sucesor en las elecciones de 2012. No puede tolerar la idea de entregar al PRI (al que odia como al pecado) la Presidencia y mucho menos a AMLO, su peor pesadilla.
En su búnker se atrinchera y le servirá para espiar e incluso para reprimir a sus adversarios. Mientras afuera del búnker las matanzas de una guerra sin objetivos y el hambre se están extendiendo en México. Hacen contraste con las ganancias, que rompen todos los récords, de los bancos y los monopolios.
Si creemos que Calderón es un hombre que se autocontrolará en aras de sus viejos ideales democráticos, somos unos ingenuos. El PRI cometió un error insigne al centrarse en Enrique Peña Nieto, un personaje insustancial. Calderón reconquistará al consorcio televisivo con inmensas concesiones y podrá destruir a Peña con sólo revelar algunos expedientes negros del personaje. Además podrá exhibir los vínculos de varios gobernadores priístas con el narcotráfico.
A la izquierda se propone dividirla. Casi es imposible que Ebrard se vuelva candidato del PRD y del PAN, pero la actual directiva perredista puede manipular una candidatura de otro personaje contra AMLO que se inflaría con centenares de millones. La división en dos o más candidaturas de la izquierda sería fatídica.
Si colapsa Peña Nieto y se fragmenta la izquierda, Calderón puede imponer a su propio candidato. No nos hagamos ilusiones respecto de Calderón, está lleno de rencor y es hábil para la maniobra, es poderoso, artero, dotado de malicia, y tiene su oportunidad.
jaorpin@hotmail.com

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