domingo, 19 de septiembre de 2010

Peña Nieto, lo mismo de siempre - Luis Javier Valero Flores

Negro destino el de una sociedad en la que los sicarios de todos los bandos –y de quienes no pertenecen a ninguno– son quienes imponen la ley, la suya, y los que tienen la responsabilidad de hacerla prevalecer son incapaces de hacerlo. Triste realidad la del Juárez de hoy en la que sus comunicadores son víctimas, fatales en el peor de los casos, de tan grande incapacidad. Días negros pues en tanto otros periodistas deben salir del país ante los elevados riesgos que afrontan

Nunca como ahora es tan desgarrador el grito de impotencia de una sociedad, como el usado por El Diario: “¿A quién le reclamamos que no lo hayamos hecho ya?”, para lamentarse por el indignante asesinato de nuestro compañero Luis Carlos de Santiago Orozco y la salvaje agresión a Carlos Sánchez, también reportero gráfico de El Diario de Juárez.

Tan desgarradores hechos se celebran en tanto el priismo nacional se apresta a recuperar lo que creyeron durante muchos años propiedad exclusiva y festivamente celebraban la reunión de su máximo órgano de dirección nacional, en reconocimiento a sus compañeros, que lograron mantener la gubernatura y recuperar la capital del estado.

Sin embargo, los integrantes del platillo principal de tal reunión no acudieron. Ni Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, ni Manlio Fabio Beltrones, líder de los senadores priístas, hicieron acto de presencia.

A casi dos años de la elección presidencial, el mexiquense encabeza todas las encuestas, incluida la más reciente de Consulta Mitofsky –la de agosto– con el 51% de las preferencias, seguido de dos sorpresivos protagonistas, Andrés Manuel López Obrador con el 16%, y Santiago Creel con el 15%.

Tales resultados guardan alguna semejanza con los obtenidos, en el mismo mes, por el periódico Reforma pues en la encuesta de este diario Enrique Peña Nieto del PRI obtiene el 43% de las preferencias electorales, por el 24 de AMLO y 15 por ciento del panista Santiago Creel.

Tales resultados son de llamar la atención pues a pesar de la multimillonaria campaña mediática lanzada por el priísta mexiquense, la aparición en los porcentajes mencionados del aún perredista y del panista, habla de que, de ninguna manera, está todo resuelto en las elecciones del 2012.

Faltan aún muchas cosas por verse, una de ellas la del aireamiento de los inmensos recursos usados por el mexiquense en la publicidad, particularmente la televisiva. No es sólo que se publicite sino los oscuros arreglos a los que llegó con los propietarios del duopolio televisivo. En una extraordinaria obra, –“Si yo fuera Presidente”, Grijalbo 2009– continuidad de sus trabajos en la revista Proceso, el reportero Jenaro Villamil, revela el inescrupuloso mecanismo para hacerle creer a los mexicanos que la candidatura de Peña Nieto y su práctica unción como nuevo presidente en 2012 es ineluctable.

Integrante del grupo Atlacomulco, que diera origen un antiguo Secretario de Relaciones Exteriores, Isidro Fabela, y al que tanto ayudó a vertebrarse el desaparecido Carlos Hank González, Peña Nieto gastó, según Villamil, en los primeros cuatro años de su gobierno, 3 mil 500 millones de pesos en publicidad en la televisión.

Tesorero con Emilio Chuayffet, se convirtió en el muy poderoso Secretario de Administración con Arturo Montiel, su tío, al igual que Alfredo del Mazo, otro de los poderosísimos integrantes del grupo. En 2004 fue líder del Congreso, y desde ahí, primero, encubrió las corruptelas de Montiel pues con sus indicaciones se le aprobaron las cuentas públicas, a pesar de las denuncias de la ex esposa de Montiel acerca de la no poca riqueza de su impulsor.

Coincidencias de la vida, el delegado del CEN del PRI en las elecciones de las que surgió como ganador Peña, fue el hoy Secretario General de ese órgano, el ex gobernador hidalguense, Jesús Murillo Karam, su mentor se decía entonces.

Iniciado el proceso para hacer las reformas electorales, sobre todo las destinadas a prohibir la propaganda política en radio y televisión, a las que tanto se opuso Peña Nieto, el Senado de la República ordenó un monitoreo de la televisión. El resultado fue incontrastable. Le supieron pagar. Entre el 1º de septiembre y el 15 de diciembre de 2007, lapso en el que se aprobaron, en el principal noticiero de Televisa transmitieron 700 notas de Peña Nieto.

Un año después, entre agosto y diciembre de 2008, en el mismo noticiero se le dedicaron a Peña Nieto 23 minutos 21 segundos, “de los cuales, 43% fueron infomerciales” con su imagen y 57% notas informativas relacionadas con su gobierno. En el mismo lapso, Marcelo Ebrard recibió menos de la mitad, 10 minutos 20 segundos y Fidel Herrera, gobernante veracruzano, siete minutos 10 segundos.

Pero si Televisa fue pródiga, Tv Azteca fue exagerada. En el mismo lapso, Peña recibió ¡50 minutos 36 segundos en el noticiero Hechos de la Noche

Además, en ninguno de ellos se presentó una nota que “lo despeinara” o se le cuestionara y aparece, siempre, como una “voz sabia y sensata”. Desde febrero de 2009, su noviazgo con Angélica Rivera fue motivo para que apareciera, ya no solamente en los noticiarios, sino también en los programas de revista. Todo se vale, hasta casi aparecer como integrante de la “Perra Brava”, la pintoresca porra del equipo de futbol Toluca, caracterizada por la exhibición de abultados vientres masculinos.

Tal política mediática le ha servido para enmascarar asuntos tan polémicos como la acerba crítica de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por los desmanes policiacos desatados contra los habitantes de San Salvador Atenco, en especial las violaciones tumultuarias efectuadas en contra de las mujeres detenidas por la policía mexiquense.

Todo en aras del rating, el dispendio es brutal, sirva como ejemplo solamente un caso. Días antes del 19 de septiembre de 2007, Peña inauguró el alumbrado de una calle de Tezoyuca, con valor de 100 mil pesos. Al día siguiente, en un segmento comercial del canal 2 de Televisa, apareció su imagen, con un costo comercial de 350 mil.

Pero tal estrategia fue concebida desde el inicio de su mandato. Tenía como objetivo proyectarlo como candidato del PRI en 2011. Así, acordó con Televisa un contrato, en 2006, por valor de 742 millones de pesos, para ese año. El monto fue creciente cada año y el esquema fue el mismo. Todos los espacios de Televisa serían aprovechados para “posicionar” al mandatario mexiquense.

Villamil publicó los datos usados por el escribiente ahora. Peña Nieto pagó 180 notas informativas en los noticieros, tres reportajes de la serie “Los reporteros”, seis entrevistas en varios noticieros y tres programas en el programa “Zona abierta”, del periodista Héctor Aguilar Camín, destacado porrista de Carlos Salinas de Gortari.

Y si usted pregunta en cuales noticieros y programas, nada más haga memoria y en todos los que se le ocurran estaban –está– pagada la presencia del mexiquense.

Pero si hiciera falta presencia, el contrato incluía publicidad en todos los medios impresos propiedad de Televisa: Eres, Furia Musical, Cosmopolitan, Vanidades, Muy Interesante, Conozca Más, Caras, Teleguía y Tv y Novelas.

La tendencia a la elevación de los gastos en publicidad siempre fue creciente. En 2009, mientras se abatía lo peor de la crisis y el gasto social disminuía 5.6%, el de Comunicación Pública creció 18% en comparación con el de 2008.

Egresado de la Universidad Panamericana, emblema del Opus Dei, una de las organizaciones más conservadoras de la iglesia católica, no ha vacilado en hacer todo lo necesario para evitar una derrota en las elecciones a gobernador del próximo año. Si debiéramos buscar a otro de los responsables de la elevación de impuestos, ese es Peña Nieto. Líder de los 40 diputados federales de su estado, es, además, dirigente de una cantidad semejante de legisladores de otras entidades, y su Secretario de Gobierno fue uno de los firmantes del acuerdo, entre el PRI y el gobierno de Felipe Calderón, mediante el cual el PAN no realizaría alianzas con el PRD y a cambio el PRI aprobaría el incremento del IVA del 15 al 16%.

Violado el pacto, debió salir del gobierno federal Fernando Gómez Mont.

Ahora se lo cobrarán. El PRI ya propuso bajar el IVA al 15% y Peña ordenó la derogación de la legislación electoral que permitía la celebración de candidaturas comunes, intentando con ello evitar que panistas y perredistas, vistas las dificultades para concretar una alianza, pactaran una candidatura común, figura semejante a la usada por César Duarte para concitar el apoyo del PT y Convergencia.

Y luego nos dicen que se renovaron, que aprendieron de los errores del pasado, que ya no lo volverán a hacer, que representan los mejores valores democráticos del México del siglo XXI.

¿Con ese candidato y esos métodos pretenden convencer al país?

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