lunes, 27 de septiembre de 2010

Fox (de nuevo) en cristalería

Astillero


Contra Calderón

AMLO, en la mira

Administrar el narco

Julio Hernández López

Vicente Fox está de regreso. Le han seleccionado dos temas para que desarrolle sus nuevos esfuerzos discursivos: el grave riesgo de que el PAN no pueda continuar en el poder y el fracaso de la guerra contra el narcotráfico. En ambos puntos confronta con taimado cálculo las políticas de quien siempre le mereció menosprecio, el sucesor de baja monta política al que ayudó a instalarse maltrecho y precario porque así contrastaría en positivo la propia figura tutorial con botas y porque el previsible naufragio del calderonismo haría extrañar” al antecesor menos letal.

Fox pretende retomar liderazgo partidista y social. Entrevistado por Salvador García Soto en El Universal (http://bit.ly/aYzrxS), reconoció que el PRI está encaminado a ganar los comicios de 2012: “por lo pronto los dados dicen eso, los dados y los datos”. El ex gobernador de Guanajuato trata de acicatear a sus compañeros de partido ante el vacío de propuestas de color blanco y azul que ha generado el centralismo felipista que, a pesar de que los adversarios tienen amplio camino andado en las personas de Enrique Peña Nieto, Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, hasta ahora no se resuelve a definir precandidaturas firmes y viables (Ernesto Cordero y Heriberto Félix nomás no levantan; Alonso Lujambio ni con el SNTE puede; a Vázquez Mota no la quieren en Los Pinos).

Por estrategia e incluso por visceralidad sabida, la reaparición activa del esposo de la señora Marta es también una reacción directa al creciente reposicionamiento del tabasqueño que desde el estado de México ha vuelto a tomar iniciativa y está fijando la agenda electoral inmediata, enfrentando abiertamente al jefe del Cártel del Copete y al colaboracionismo de los Chuchos. Fox tratará de rebasar a Calderón y de negociar los casos de sus aliados, Santiago Creel y Manuel Espino, quienes pretenden ser candidatos presidenciales del PAN (aunque al segundo se le instauró un procedimiento de expulsión que sintomáticamente no ha avanzado ni se ha perfeccionado procesalmente, como si estuviera allí la guillotina más bien para cerrar tratos), pero buscará sobre todo reproducir el discurso de exclusión hacia López Obrador y convertirse en la contraparte envenenada, provocativa e injuriosa de la campaña del viajero frecuente que todavía es perredista.

La otra parte del plan que le ha sido trazado al padrastro de los famosos e impunes hermanos Bribiesca es la recuperación de la esperanza social en el control de la violencia desatada a partir de la ampliamente repudiada “guerra” calderonista contra el narcotráfico. Chente práctico y directo aboga por el manejo del problema, no por su exterminio. Ni Obama ni Rodríguez Zapatero se han planteado terminar con el consumo de drogas y los cárteles, explicó el internacionalista cuyo sexenio fue marcado por la temprana salida de Joaquín Guzmán, el Chapo, de una cárcel de presunta alta seguridad para convertirse desde entonces en jefe en libertad del cártel más protegido durante el decenio panista, una especie de extraoficial secretario de administración del tráfico de drogas. Chente claridoso: “El tema se administra, el tema es que no puedes romper todos los balances y todos los equilibrios a la vez, y aquí los rompieron (…) Si lo quieres poner gráficamente yo diría: hay que regresar el genio a la botella, hay que meterlo de nuevo y taparla” (con esta brevedad programática Chente la hace de Rubencito intérprete: “lo que Aguilar y Castañeda han querido decir con su libro sobre el tema es...”)
El diagnóstico del martismo-vicentismo respecto a lo que está sucediendo con Calderón es implacable: “el tema de la violencia nos está desgastando y destruyendo como país, está destruyendo la libertad de expresión, estamos teniendo que controlar teléfonos, que controlar placas, estamos teniendo que grabar conversaciones de todo mundo, estamos caminando hacia un Estado muy complicado”. Preguntado respecto a si está “equivocada la estrategia” de Calderón, si “no ha sabido adecuarla a la realidad”, Fox respondió: “No hay una estrategia. Y yo he aprendido que en la vida todo son procesos; no hay blancos y negros”. También dijo: “Repetir las mismas acciones no parece estar llevándonos al resultado”; “hay un costo oculto impresionante que estamos teniendo”; “violencia no resuelve violencia” y “debe retirarse al Ejército cuanto antes de esta lucha”. Sus nuevas reflexiones fueron repetidas y ampliadas en Televisión Azteca, con Lolita de la Vega, la madrugada de este domingo.

Desde Morelia, donde hace apenas disimulada campaña por la gubernatura de Michoacán, protegida en sus andanzas políticas por el Estado Mayor Presidencial, convertida en extraoficial jefa nepótica del panismo estatal, promotora de Michoacanazos que mermen la fuerza del perredismo cardenista e infractora de su propia promesa de sostener un receso político mientras su hermano estuviera en Los Pinos, Luisa María Calderón Hinojosa defiende a Felipe y asegura que cuando éste asumió el poder “encuentra un Ejército mermado; no mermado: apaleado, con muy pocos incentivos para mantenerse”. Calderón, dice la hermana a quien llaman Cocoa, “ha tenido que construir instituciones”. (Como simple apunte circunstancial: el secretario de la Defensa Nacional del foxismo fue el general Gerardo Clemente Ricardo Vega García, cuyo hijo Mauricio fue mencionado ayer como inminente nuevo secretario de seguridad pública de Cuernavaca, entre el fuego cruzado de cárteles que pelean en esa entidad cuyo gobernador, el ultraderechista Marco Antonio Adame, vio cómo su hijo Juan Pablo no ganó la dirigencia juvenil panista en una elección desorganizada en la que la alcurnia conservadora fue derrotada por el regiomontano Jhonatan García.)

Y, mientras la Iglesia católica celebra la consumación de la Independencia, en 1821, con Agustín de Iturbide como personaje a reivindicar, y hace hipócrita elogio de los rebeldes que en su momento vituperó y excomulgó, ¡hasta mañana, con la vista puesta en Venezuela!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

No hay comentarios: