lunes, 14 de junio de 2010

Una fuga imposible

Denise Maerker
Atando cabos
14 de junio de 2010


Nuestra realidad es inescapable. Para los que se preocupan porque se le presta una exagerada atención al Mundial o sospechan que la cobertura mediática busca tender una cortina de humo para ocultar nuestros problemas, quédense tranquilos, no hay manera.
El viernes que jugó la Selección queríamos dedicarle una parte considerable del programa de radio (Atando Cabos, Radio Fórmula) a Sudáfrica, a los pormenores del partido, a las vuvuzelas, al presidente Calderón mudo y tenso en el estadio y a los gestos increíbles que transmitió la televisión de Javier Aguirre desde la banca. Pura frivolidad pues. Pero esa era la intención, aligerar el noticiero, festejar y lamentarnos por el desempeño de la Selección con David Faitelson y Aldo Fernández. Aprovechar la ocasión para cambiar el tono de un espacio en el que sólo durante los días anteriores habíamos hablado con el padre de una víctima de la guardería ABC, con un presidente municipal que se siente abandonado por el gobierno mientras es acosado por el crimen organizado y con el testigo del artero asesinato de Anastasio Hernández en Tijuana a manos de la Patrulla Fronteriza. Pero no se logró. ¿Cómo hacerlo cuando 19 jóvenes son masacrados en Chihuahua en un centro de rehabilitación? ¿Cómo mantener un tono jovial cuando en el transcurso de la emisión nos llega la información de que en Ciudad Madero, Tamaulipas, están encontrando un número indeterminado de cuerpos de jóvenes muertos y torturados?

El día terminó siendo el más mortífero en lo que va del sexenio. Y nuestro programa sólo difirió en que metimos a David Faitelson al principio y no al final. Y la semana pinta como todas, muy difícil. El gobierno federal tendrá, o debería explicarnos cómo en esta guerra contra el crimen abandona a los que se quieren salir de las pandillas y del consumo. Van más de 60 muertos en los centros de rehabilitación sin que se haya decidido una estrategia para protegerlos. El gobierno también deberá precisar sí y con qué convicción exige la extradición del policía fronterizo que asesinó a un niño de 14 años en Ciudad Juárez y los ministros de la Suprema Corte debatirán entre ellos y bajo mucha presión sobre la responsabilidad de los altos mandos en la tragedia de la guardería ABC. Más la violencia que desate el narco y se acumule en la semana.

Qué pena que la fuga parezca imposible porque nos hace falta. Contrario a quienes lo ven como una desatención censurable respecto a los horrores que suceden en nuestro país es necesario para que se recupere la capacidad de indignación, de enojo y de exigencia. Lo cotidiano del horror adormece y acostumbra peligrosamente a muchos.

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