sábado, 12 de junio de 2010

Border Patrol: asesinos con placa

Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
12 de junio de 2010


En ninguno de los dos casos los agentes asesinos actuaron para evitar un cruce ilegal de migrantes; en el caso de Anastasio, el hombre tenía 27 años de radicar en San Diego, su familia vivía allá y varios de sus hijos nacieron en Estados Unidos

La política de Estado de Washington resta importancia a las muertes de mexicanos y protege a los delincuentes

Los arteros homicidios perpetrados por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos contra mexicanos que estaban indefensos —un adolescente de 14 años que jugaba en la línea y un hombre tirado en el suelo— pudieran no ser hechos aislados ni simples excesos de fuerza. Para ser casualidad es demasiado funesta la coincidencia de que, en menos de una semana, en dos puntos estratégicos para el plan de seguridad fronteriza del presidente Obama, como San Diego y El Paso, se hayan cometido dos asesinatos de mexicanos a manos de agentes estadounidenses que claramente actuaron con alevosía y premeditación al cometer esos crímenes.


En ninguno de los dos casos los agentes asesinos actuaron para evitar un cruce ilegal de migrantes; en el caso de Anastasio, el hombre tenía 27 años de radicar en San Diego, su familia vivía allá y varios de sus hijos nacieron en Estados Unidos. En el del niño Sergio, los primeros indicios y versiones de ambos gobiernos coinciden en que, aun cuando el menor y sus amigos hubieran incurrido en actos de provocación, nada justifica la ejecución artera del asesino de la Border Patrol, de quien además se sospecha que invadió territorio mexicano para cometer su crimen.


Como si se tratara de mandar un mensaje de fuerza pero también de intimidación y de miedo a los migrantes indocumentados que a diario cruzan la frontera, en ninguno de esos casos la Casa Blanca ha actuado con energía ni con claridad para castigar a los agentes, a pesar de las múltiples evidencias y testimonios que documentan el evidente abuso policiaco y la criminal actuación de sus agentes.


Las evasivas, tardanzas y declaraciones con cierto cinismo con las que distintas instancias del gobierno de Estados Unidos han respondido a las peticiones mexicanas de que se investigue y se castigue a los agentes transgresores, parecen evidenciar que se trata de una política de Estado en la que Washington resta importancia a las muertes de mexicanos y protege a los delincuentes.


Es como si en el fondo el gobierno del presidente Barack Obama quisiera que ese tipo de casos, que desatan indignación y rabia en el lado mexicano, también sirvan para inhibir el flujo de migrantes y dejar claro que su nueva política de seguridad fronteriza, en la que ha enviado a la Guardia Nacional a reforzar la vigilancia, presionado por los republicanos, va a funcionar a costa de lo que sea.


México ha enviado ya notas diplomáticas a Washington que no parecen haber surtido mayor efecto. El presidente Felipe Calderón ha exigido ya en dos ocasiones una investigación “objetiva y contundente” para que se esclarezcan y castiguen esos crímenes de odio contra mexicanos; pero a juzgar por la respuesta tibia y lerda de la administración Obama, tal vez no estemos ante crímenes aislados y sí ante una nueva política migratoria estadounidense en la que el endurecimiento y el abuso criminal son los instrumentos con los que se busca desalentar la migración ilegal y asegurar el éxito político del plan de seguridad fronteriza de Barack Obama.


NI LE TOMA LA LLAMADA


Ante los gobernadores de todo el país que la escuchaban en la reciente reunión de la Conago en Ciudad Victoria, la canciller Patricia Espinosa se sinceró: Jan Brewer ni siquiera toma sus llamadas; y a varias peticiones de audiencia que le ha hecho, la soberbia mandataria de Arizona ha respondido con un silencio displicente.


La queja de la secretaria de Relaciones Exteriores provocó la indignación de los gobernadores que le cuestionaron cómo era posible que Brewer le diera ese trato a la canciller de un país. Como un gesto de apoyo a Espinosa, fue que los cinco gobernadores fronterizos de México acudieron sabotear la reunión que tenían programada con sus colegas de los estados de la frontera estadounidense que se llevaría a cabo en Arizona.


La pregunta es, además de quejarse con los gobernadores y de aceptar complacida su gesto de apapacho, ¿qué más ha hecho la canciller Patricia Espinosa para responder al desplante de la altanera Jan Brewer? Porque si deja que una gobernadora ignore y desprecie su representación diplomática de todo un país, ¿podrá Espinosa Torres defender los intereses de los mexicanos ante instancias con más poder como la Casa Blanca?


NOTAS INDISCRETAS…

La sorpresiva renuncia del director ejecutivo de Administración del IFE, Fernando Santos, corrió ayer como reguero de pólvora en los pasillos del instituto junto con una versión no confirmada hasta anoche: que la PGR había solicitado su arraigo por presuntos desvíos de recursos. El problema es que Santos es el hombre de todas las confianzas del consejero presidente Leonardo Valdés… Al grito campesino de que “al que madruga, Dios le ayuda”, el senador Adolfo Toledo destapó esta semana sus intenciones de dirigir la CNC. Entre agosto y septiembre se dará el relevo del actual líder, Cruz López. Toledo ya se apuntó, quién sabe si por decisión totalmente propia o por consejo del gobernador Ulises Ruiz… A muchos les sorprendió la llegada de Josefina Vázquez Mota a Johannesburgo, no tanto por la presencia de la diputada, que dijo acudir con invitación, sino por las 15 maletas con las que arribó la panista. ¿Qué tanto llevaría Vázquez Mota al Mundial?... Miguel Osorio Chong estalló contra Pemex y decidió mostrar las escrituras de los terrenos que compró el gobierno de Hidalgo para la construcción de la supuesta nueva refinería de Tula que construiría este año la paraestatal. Osorio está que echa lumbre porque desde que llegó Juan José Suárez Coppel, se ha dedicado a darle largas y pretextos al inicio de las obras de la refinería para la que incluso se autorizó presupuesto este año. Pemex había dicho que Hidalgo no había entregado los documentos de escritura, lo que no sólo desmintió el gobernador al mostrarlos, sino que además denunció propuestas de arreglos turbios que le plantearon directivos de la paraestatal. El choque abierto entre el gobierno hidalguense y Pemex crecerá en los próximos días porque con la ayuda de su amigo Enrique Peña Nieto, Osorio hará que los diputados del PRI llamen a comparecer a Suárez Coppel para que explique el extraño retraso en el inicio de la nueva refinería que prometió Calderón, y que podría significar un subejercicio deliberado e irregular de la paraestatal… Allegados a la familia de Diego Fernández de Cevallos aseguran que la negociación con los secuestradores que tienen al político panista está por concluir y que, en medio de la euforia mundialista, podría ser liberado de un momento a otro el ex candidato presidencial… Cierran los dados. Escalera.

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