martes, 7 de julio de 2009

Astillero



¿Nomás Germán?

Felipe V (Virtual)

Las barbas de Chucho

Julio Hernández López

Felipe Calderón solamente duró tres años encaramado en el poder formal. Ayer, el PRI tomó posesión del trienio restante de un sexenio mucho más que perdido. La primera instrucción del gobierno tricolor, emanado de un golpe electoral, fue la destitución del secretario de asuntos partidistas del gabinete fallido, el patético Germán Martínez. Luego, los jefes de jefes del priísmo sombrío, Manlio y Emilio, han comenzado a difundir su exigencia de que haya cambios importantes en el gabinete de desastre de Felipe V (es decir, Felipe Virtual), por ejemplo en la electoral secretaría de agricultura, ocupada por un personaje jalisciense ampliamente impugnado. Y la muy deportista Beatriz Paredes ha salido a plantear que es necesaria una corrección profunda de la política económica calderonista (ayer, entrevistada en radio, la tlaxcalteca dijo que han vuelto los campeones, y que le cumplirán a la afición que les dio una nueva oportunidad de jugar políticamente: oh, ¿cómo se llamará el equipo reaparecido: los Mapaches de Quique, o los Diablos de Manlio?).

Lipe Virtual se mueve ya desde una especie de clandestinidad espiritual, recluido en algún lugar de las montañas de Los Pinos, asido nada más a los recursos de la retórica simplona. De manera rápida concurrió el mismo domingo de su desdicha a los medios de comunicación para reconocer el triunfo de los adversarios que formalmente ni siquiera tienen aún validación de los órganos electorales facultados para ello. Su marioneta sabida, germancito.com, también se tropezó, por instrucciones superiores, para aceptar la supremacía tricolor fincada en el abuso de recursos públicos de gobernadores con ansias de futuro, sobre todo Quique Mapachón, y en financiamientos subterráneos que en lo inmediato se verán congratulados con la disminución progresiva de las acciones feliponas de presunto combate al negocio vital, para la economía y la política nacionales, del narcotráfico que manejado al estilo de antaño, del priísmo clásico o el foxismo aduanal, ha sido fuente de empleos, garantía de paz social y arca de financiamiento para proyectos partidistas y altas chequeras individuales.

Felipe concede la cabeza de su sirviente partidista sin darse cuenta de que ha comenzado a destazarse políticamente, a derrumbarse con dinamita de la casa. Germán nunca ha sido otra cosa que un fiel ejecutor de las instrucciones dictadas por el jefe Lipe, de tal manera que arrojar la marioneta a las fauces de los tiburones de tres colores es una forma de reconocer las propias fallas capitales del titiritero ejecutivo, que así se arriesga a que el público asistente a la Gran Carpa México se pregunté por qué no corre similar suerte el manejador de los hilos ahora caídos.

Reacomodos acelerados en el escenario electoral que no corresponden con los ánimos ni las expectativas existentes antes del domingo del pago felipista de facturas a quienes le permitieron encargarse del gobierno durante tres años (cogobierno ejemplar: cada cual un trienio). Nuevamente, como en 2006, la Suiza implantada en México: si entonces se impuso a fuerza de medios alineados la tesis de que medio punto de diferencia electoral era suficiente en un país de ejemplar democracia, ahora se encomian las virtudes increíbles de las urnas y los votantes conscientes. Si algo no funciona en México, basta con votar, pues así se resolverán todos los problemas (interesados en montar revoluciones el año entrante, favor de regresar hasta 2012, o más delante...). ¿Quién puede negar que hay democracia, respeto al voto y funcionalidad institucional si un partido “opositor”, como técnicamente podría calificarse al PRI por no estar expresamente en el gobierno federal, es capaz de ganar por doquier, en una épica vuelta a los tiempos del carro completo tricolor? Cambio de cartas y cambio de enfoque: los “sorprendentes” logros fraudulentos del priísmo pretenden imponer la percepción de que el trienio venidero ya no debe tener en el ring a la pareja que viene desde 2006 (Felipe y Andrés Manuel, con el fraude electoral y sus consecuencias como esencia del combate), sino al priísmo convertido en himno a la democracia y la legalidad, que sacará del área directa de confrontación al lánguido Felipe para empujar planes pripánicos conjuntos, como la restitución de los fueros televisivos de facturación de propaganda partidista, la aplicación de la letra chiquita de la reforma petrolera abierta al extranjero, la consolidación de los privilegios empresariales que contribuyeron a los costos de campañas tricolores, el rediseño fiscal que podría eliminar el IETU e implantar el IVA a medicinas y alimentos, y la aprobación de nuevas trampas electorales disfrazadas de “avances”.
¿Y eso que llaman izquierda, apá? Fuera de foco: en 2000, el hartazgo de los ciudadanos contra el priísmo fue capitalizado por la oferta rupestre llamada Fox; en 2009 el enojo contra el calderonismo trágico es capitalizado por el PRI corrupto y defraudador. Filosofía futbolera elemental entre dos equipos que acaban siendo uno: tómala. Es tuya. Mía. Nuestra. Te la presto. Me la regresas. Allá te va. Chucho Desplomado se ve en el espejo del renunciante Germán, pero trata de mantenerse en el cargo. Aunque sea con nuevas fórmulas. Una dirección colectiva, por ejemplo. Las fanfarronerías de las horas recientes van desapareciendo y el hombre del Jesús en la boca electoral pone sus barbas a remojar y ya no quiere amagar con la expulsión de quien contra un enorme aparato en contra logró que en Iztapalapa fueran ridiculizados el tribunal electoral federal y la directiva formal del Perreducho.

Y, mientras se asienta el polvo y se logra ver el sentido real de esta abdicación felipista de medio tiempo, con sus fenónemos atípicos de la “alta participación ciudadana” que nadie preveía, el “triunfo” del ife pigmeo que se entrena para las trampas mayores de 2012, y la “sorpresa” arrolladora de las altas ganancias del priísmo, ¡hasta mañana, con San Luis Potosí metido en la sospecha de un fraude electrónico en el PREP de la gubernatura, a favor del PRI!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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