martes, 3 de febrero de 2009

A Puerta Cerrada...Marcela Gómez Zalce

Felipe y su Divina Tragedia

• La espotiza del bodrio electoral
• La pantalla (chica) de las facturas (grandes)

La esperanza de la impunidad, mi estimado, es una invitación abierta para el abuso. Mientras la nueva parejita de moda, Zedillo y Calderón, muestra sus acertadas semejanzas al haber consumado el primero, y al estar haciendo el segundo un extraordinario trabajo en hacer pedazos a su partido, el barco de gran calado y su inservible marinería ha sido cambiada de última hora por los nuevos conceptos de la destacada mercadotecnia de los genios (de la botella) de Los Pinos: hoy la moda señala a Felipe y su Gymboree como los jinetes de la tormenta (perfecta), que se emocionan ante la descomunal adversidad mientras cabalgan turulatos los nueve círculos de ese infierno en el poder (del no poder) haciendo historia para su divina… tragedia.

Y así, mientras el México real transita rumbo al estadillo gracias al Estado fallido, el calderón en el infierno arde con sus tepocatas, víboras prietas y lacras azules que desde la cúpula derrumban los sonsonetes presidenciales sobre la cacareada unidad y la mentada mezquindad al pretender imponer por obra del dedito (de la mano limpia) y la gracia de los hermanos Zavala a cientos de candidatos y… al diablo con la institución. El leit motiv para estas elecciones intermedias del PAN es la exclusión. La simulación. La corrupción. La traición.

Como reciente e inmejorable ejemplo, amable lector, está todo el bullicio, los berrinches, los gritos y las caras de sorpresa alrededor de la espotiza derivada por el bodrio electoral que no es sino…

El Frankenstein de Felipe Calderón.

El diseñado en y por Los Pinos en tiempos de Juan Camilo Mouriño. En tiempos donde el michoacano estaba envalentonado para darle flit a Televisa, aventándose el tiro de madrear al poderoso Bernardo Gómez. En aquellos tiempos donde al jinete (presidencial) de la tormenta se le ocurrió la fantástica idea de aventarle una piedra al duopolio televisivo recibiendo de regreso un misil marca ACME que lo dejó sin dentadura (y risa). En esos tiempos donde Felipe utilizó a Santiago Creel como su escudo, mientras se armaba con Poiré (hoy flamante asesor del secretario de (des)Gobernación), Mouriño y otros personajes el esqueleto para entrarle al toro de la reforma mediática por los cuernos. Cuando se desarrollaba la tenebra junto con el PRI de Manlio Fabio Beltrones para su aprobación en el Congreso.

Sí, my friend, en los tiempos donde para que el PRI le entrara al reventón se solicitaba la salida de Luis Carlos Ugalde y los consejeros del ife (con minúsculas) cual baratas fichas de cambio. Cuando se utilizó mañosamente el timing en política para que esta reforma electoral fuera de la mano del que se convirtió en el chisguete fiscal —que, parajodas de Agustín Carstens, hoy no le alcanza para paliar los efectos de su “catarrito” ya oficialmente convertido en pulmonía— en un jaloneo que fue de pronóstico reservado.

El resultado de ambas reformas que tanto aplaudieron enloquecidos los jilgueros mediáticos (o sea, the spin doctors) de este (des)gobierno en medios electrónicos y escritos como un triunfo presidencial del consenso legislativo es hoy… la manzana de la discordia y el motivo de que se rasguen las vestiduras ante el irreverente respetable. El reflejo de esa pendejada de ley que no entienden, que no entienden.

El mismo Frankenstein electoral que, porfa, no olvide, involucró meterle mano a varios artículos del Cofipe en medio del delicado affaire de la bautizada Ley Televisa, en medio del chantaje y de los tubazos de PRI, PAN y PRD para imponer a los nuevos consejeros del desacreditado árbitro electoral, en medio de la presión del chisguete fiscal y del megaenchilamiento empresarial entre el CETU… IETU whatever.

El mismo bodrio de ley electoral que hoy escandaliza a tirios y troyanos y que aprobaron, evidentemente sin entenderlo, todos los partidos políticos.

Y en la guerra interna que abarca los nueve círculos del infierno del poder (del no poder) en Los Pinos, el PAN y (des)Gobernación tratan de lavarse las manos… los consejeros del ife están hechos bolas con y por las pautas, la simpática CIRT se vacuna ante el desmadre, los partidos políticos y sus ridículas figuras escupen idioteces de cómo sacar el espot de la barranca para una elección que transita directo al camino de la impugnación. De la confrontación. De la impunidad. Al camino de la comedia (¿o tragedia?)… mientras el duopolio televisivo saca facturas, cobra y juega su juego.

El único juego, my friend, que sí saben cómo hacerlo…

¡¿Quiere que se lo cuente otra vez?!

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