martes, 10 de febrero de 2009

De noviembre de 2008 a enero de este año, 541 mil quedaron sin empleo

Las empresas Cemex y Grupo Carso, entre las que más recortes de personal efectuaron

Víctor Cardoso

De noviembre de 2008 a enero de este año, más de 541 mil personas perdieron su empleo en las zonas urbanas del país, lo que representó un promedio de 5 mil 885 despidos cada uno de los 92 días transcurridos, revelan informes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), difundidos por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).

En el mismo periodo de 1994 a 1995, cuando se registró la segunda mayor crisis de la economía mexicana del siglo XX, la desocupación se extendió hasta afectar a 386 mil personas. Pero ahora la cesantía afecta a un mayor número de mexicanos, que pierden su empleo en el sector formal de la economía.

Sólo en el primer mes de este año se perdieron 128 mil 122 puestos laborales en las ciudades y zonas urbanas de la República Mexicana. De acuerdo con las estadísticas laborales, en el campo se registró un aumento de trabajadores eventuales que compensó ligeramente los malos resultados del mes.

Durante el periodo, uno de los recortes de personal más pronunciados fue efectuado por la empresa Cemex. En su informe correspondiente al cuarto trimestre de 2008, uno de los tres mayores fabricantes de cemento en el mundo dio a conocer que el número de “obreros” se redujo en 18 mil 786 puestos, aunque las plazas catalogadas como “empleados” aumentaron en 8 mil 965. Aunque no se especifica si los recortes se realizaron exclusivamente en México o se agrupan todos los países donde realiza operaciones, esto representaría una caída neta de 9 mil 821 puestos de trabajo.

En el mismo sentido, pero todavía con información al tercer trimestre de 2008, está el ejemplo de Grupo Carso, el cual ese trimestre habría reducido su plantilla laboral en mil 674 plazas de funcionarios y obreros (111 y mil 563, respectivamente), aunque habría elevado en mil 269 los “empleados”. Aun así habría tenido una baja neta de 405 plazas laborales.

En su reporte financiero al cuarto trimestre de 2008, Teléfonos de México dio cuenta de que su planta laboral se redujo en 2 mil 479 plazas, de las cuales 998 fueron en la categoría de “obreros”, mil 463 “empleados” y 18 “funcionarios”.

La papelera Corporación Durango también figura entre las grandes empresas que se apresuraron a aplicar ajustes entre su personal. Siendo como fue una de las primeras afectadas por el estallamiento de la crisis de los derivados en el país (garantías de paridad en dólares), Codusa eliminó 588 puestos de trabajo. Otros casos menos relevantes fueron los de Cydsa, empresa especializada en productos químicos, empaques y textiles, que redujo en 107 trabajadores su planta laboral; la fabricante de enseres domésticos Ecko, con un ajuste de 68 trabajadores, y la fabricante de ropa Edoardo, que eliminó 62 puestos de trabajo.

Los catastrofistas

Desde inicios del año, el Banco de México anunciaba un “debilitamiento del empleo formal en la economía mexicana”, el cual se observaba ya como “el más acentuado”, particularmente en el sector de las industrias manufacturera y de construcción. Sólo en el sector manufacturero, el banco central hacía mención de que “mostró tasas negativas a lo largo de todo 2008”.

Puntualizaba: “La menor generación de empleo formal comprendió las distintas regiones del país, pero fue más acentuada en la zona norte, donde al cierre de diciembre el número de trabajadores asegurados registró una contracción anual. Esto último fue reflejo de que en las entidades del norte del país el sector industrial tiene mayor participación relativa en la ocupación y, particularmente, el sector manufacturero exportador”.

Los datos del IMSS, divulgados por la STPS, no dejan lugar a dudas sobre la tendencia de la crisis en materia de empleo y la gravedad de la situación en que se encuentran millones de mexicanos. Cifras oficiales señalan que a septiembre de 2008 la “población desocupada” en el país sumaba un millón 909 mil 728 personas. Pero con las plazas perdidas entre ese mes y enero pasado, la cifra se eleva a 2 millones 451 mil 132 mexicanos, 5.38 por ciento de la población económicamente activa, que quedaron sin un empleo formal, sólo en las áreas urbanas.

El máximo histórico en materia de trabajadores asegurados en el IMSS se alcanzó en octubre de 2008, cuando se llegó a 14 millones 564 mil 569. Para el 31 de enero esa cifra se desplomó a 14 millones 73 mil 102 plazas.

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