lunes, 1 de septiembre de 2008

La nota de la Jornada sobre el mitin de ayer

Pemex pagó mil 135 millones de dólares y el barco costaba 230 millones

Revela AMLO compra fraudulenta de un buque

■ Entrega expediente a los legisladores del FAP, que incluye “negocios inmorales” en refinerías y en los llamados contratos de servicios múltiples

Enrique Méndez y Jesús Aranda


En diciembre de 2004, Petróleos Mexicanos (Pemex) adquirió un buque tanque petrolero a un precio cuatro veces arriba de su valor real. La embarcación, con 28 años de antigüedad, costó mil 135 millones de dólares, a pesar de que su valor en libros, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), no superaba 230 millones de dólares.

Lo “más escandaloso” de esta operación no fue que el valor neto fuera inferior a los gastos administrativos, que superaron 500 millones de dólares, sino que en 2007 se vendió un buque tanque nuevo, “el más grande del mundo”, fabricado en China, en 230 millones de dólares.

“Éste es sólo un botón de muestra” de la corrupción y de los “negocios inmorales que hacen los panistas en Pemex”, indicó ayer Andrés Manuel López Obrador, al revelar este hecho ante miles de simpatizantes reunidos en el Monumento a la Revolución, a quienes adelantó que había entregado a los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) un expediente que detalla otros actos ilícitos que han ocasionado pérdidas por miles de millones de dólares a la paraestatal en los últimos años.

Otros ilícitos

Hechos como el pago para la reconfiguración de las refinerías Cadereyta y Minatitlán, y por los contratos de servicios múltiples (CSM), que se iniciaron cuando Felipe Calderón era secretario de Energía, en 2003, en los que empresas trasnacionales han multiplicado sus millonarias ganancias, mientras Pemex absorbe pérdidas y costos.

López Obrador dijo que la intención de privatizar Petróleos Mexicanos tiene como objetivo el reparto de contratos, la complicidad y la corrupción, de la que, por cierto, nunca se habla ni en la propuesta de Calderón ni en la del PRI, subrayó.

Apoyado en información de la ASF, señaló que en 2004 Pemex solicitó a la Secretaría de Hacienda que le autorizara 207 millones de dólares para la adquisición del buque El señor de los mares; meses después, la paraestatal pidió una ampliación de 507 millones para cerrar la compra. Incluso, como la dependencia no autorizaba esa partida, los funcionarios de Petróleos Mexicanos tomaron indebidamente recursos del fideicomiso Master Trust, que la empresa petrolera tiene en Nueva York para el pago de deudas en proyectos con impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas).

El buque de la empresa noruega Bergensen, que no cumplía con las especificaciones internacionales de calidad, tuvo un costo final de mil 135 millones de dólares, de los cuales 578 millones se canalizaron a la compra del barco (de éstos, 346 millones 500 mil dólares fueron para gastos administrativos) y 377 millones de dólares más se usaron para su operación y mantenimiento. Es decir, se gastó más en los trámites que en su costo neto, que fue de 266 millones 600 mil dólares, según informó Pemex.

La ASF señaló que el barco, construido en Japón, no cumplía con la normatividad internacional de buques tanques de contar con doble casco, y a pesar de ello se pagaron 500 millones de dólares de sobreprecio, cuando pudo adquirirse uno nuevo en 230 millones de dólares (a precio de 2007).

El expediente que recibieron ayer mismo los legisladores de PRD, PT y Convergencia da cuenta también de la reconfiguración de la refinería Cadereyta, para lo cual Pemex contrató en 2007 a las empresas Sunkion Limited, Siemmens e ICA. A pesar de que la obra se entregó con casi tres años de retraso, adolecía de trabajos inconclusos, irregularidades y precios unitarios que se pagaron muy por encima de lo contratado.

Así lo indicó la Auditoría Superior, que en 2001 cuantificó pérdidas para Petróleos Mexicanos por más de mil millones de dólares; además, como la paraestatal renunció a la jurisdicción nacional, cuando sancionó a las empresas contratistas fue demandada ante tribunales internacionales, los cuales fallaron en contra de Pemex y le ordenaron pagar 630 millones de dólares adicionales.

A pesar de que la ASF recomendó fincar responsabilidades a quienes resultaran responsables y la reparación del daño patrimonial sufrido por la paraestatal, hasta la fecha Pemex no ha iniciado ninguna acción.

Por otra parte, en la refinería de Minatitlán se otorgó un contrato a la empresa española Dragados, la cual lleva más de dos años de atraso en las obras; ahí los costos pactados originalmente ya se duplicaron y, como en el caso anterior, tampoco ha habido denuncia ni se conoce oficialmente el monto de las pérdidas sufridas por la paraestatal.

Sobre los contratos de servicios múltiples (CSM), que se iniciaron en 2003, cuando Calderón era secretario de Energía, se señala que éstos sólo han redituado millonarias ganancias a empresas transnacionales como Repsol, Tecpetrol, Petrobras, Teikoku, Schlumberger y Halliburton, entre otras.

En la cuenca de Burgos, Pemex acordó pagar 5 mil millones de dólares a empresas extranjeras, con la promesa de que la producción de gas aumentaría en 50 por ciento; sin embargo, después de cinco años las producción sólo creció en 63 mil millones de pies cúbicos de gas, cuando la meta era de al menos 500 mil millones de pies cúbicos, es decir, en 4 por ciento.

El documento sostiene que la paraestatal aceptó pagar a la española Repsol “elevadísimos sobreprecios”, como consta en el convenio firmado con Pemex.

Así, el precio unitario original del gas se aplica independientemente de que el contratista haga uso de materiales nuevos o usados; el contratista tendrá la responsabilidad absoluta de inspeccionar, probar y certificar todos los materiales; existen cargos adicionales no previstos, como tarifas de importación, impuestos laborales, impuestos por adquisición de inmuebles, permisos y licencias.

Concluye el expediente con el caso de Chicontepec, donde, a pesar de que Petróleos Mexicanos incrementó su inversión en 70 por ciento de 2004 a 2007, y contrató a las empresas extranjeras Schlumberger y Halliburton para la perforación de 300 pozos, la producción sólo creció en seis por ciento, lo que se tradujo en un “magnífico negocio para los contratistas, pero un pésimo acuerdo para Pemex”.


http://www.jornada.unam.mx/2008/09/01/index.php?section=politica&article=003n1pol

El Universal miente:

AMLO convoca a ocupar el Zócalo el 15

Jorge Octavio Ochoa
El Universal
Lunes 01 de septiembre de 2008
jorge.ochoa@eluniversal.com.mx

Andrés Manuel López Obrador convocó ayer nuevamente a sus seguidores a congregarse el próximo 15 de septiembre en el Zócalo, para festejar ahí, en forma paralela al gobierno, el grito de Independencia de México.


Esto es totalmente falso y se nota el dolo del periódico. Estaremos con Andrés Manuel el 15 de Septiembre en el Zócalo, de 21 a 22 horas. El grito que ¿dará? el usurpador será, como siempre, a las 23.

¿ Será camilito el churumbel quién haga sonar la campana de la Independencia?





Esta será la tercera ocasión en que el ex candidato presidencial congregue ahí a sus seguidores, en un abierto reto al Ejecutivo federal. La primera vez ocurrió en 2006.

Fox tuvo que dar el grito en Dolores Hidalgo, ante el recrudecimiento de las protestas por el presunto fraude de la elección presidencial. Alejandro Encinas, entonces jefe de Gobierno del DF, fue quien dio el grito.

El año pasado, la Convención Nacional Democrática realizó el llamado “grito de los libres” de 9 a 10 de la noche, en medio de un ambiente de tensión y riesgo de enfrentamiento entre simpatizantes de López Obrador y elementos de la PFP.

En medio de un auténtico duelo de equipos de sonido de la Presidencia de la República y el Gobierno del Distrito Federal, Rosario Ibarra fue la encargada de dar el grito.

Ayer, el ex candidato presidencial convocó a las 62 brigadas que integran su movimiento para que se reúnan el próximo 15 de septiembre a las 21:00 horas en el zócalo para conmemorar el aniversario de la Independencia. “Estaremos ahí de manera pacífica hasta las 10 de la noche”.

López Obrador encabezó la Asamblea Informativa del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo.

Desde el Monumento a la Revolución, hizo un llamado a los miles de brigadistas que integran el movimiento para que “a partir de hoy nos declaremos en estado de alerta y estemos atentos a cualquier llamado”, ante el intento de que se apruebe una iniciativa para privatizar Pemex.


Y mañosamente calla la denuncia puntual que hizo nuestro Presidente sobre otro caso de corrupción en Pemex.

Calla también el análisis que hizo AMLO sobre las causas de la inseguridad y la violencia.

Esto es no tener...madre.

La columna de hoy de Julio Hernández

Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ El silencio de los inocentes

■ Solución: la gallina

■ Fractura de badajo

Qué fue primero, el huevo (la corrupción, la desigualdad, la injusticia) o la gallina (la inseguridad, el narcotráfico, los secuestros)? Para que el respetable público no se quiebre la cabeza, la siempre supletoria televisión ha dado la respuesta: lo primero fue la gallina, pero no toda ella sino una de sus partes, la inseguridad, sobre todo en una de sus expresiones más brutales, el secuestro. Concéntrense, pues, las fuerzas sociales en los esfuerzos despolitizados, descafeinados, embargables por los verdaderos inversionistas y ganadores, de buscar resolución (parcial, selecta, cupular: aparente) del problema gallináceo y no de sus orígenes y causas. No importa el saqueo del país ni quienes lo han hecho, no importa el fraude electoral ni sus consecuencias sangrientas, no importa cómo se ha llevado la desigualdad social y económica a niveles que propician la criminalidad y el horror cotidiano, no importa que unos cuantos se quieran quedar con el petróleo nacional y con ello generen más injusticia, desigualdad y criminalidad sin cuello blanco: lo que importa hoy es que todo mundo esté atento al conejo blanco (la gallina) de la lucha contra la inseguridad, sin asomarse a la negra chistera y sus trucos ovales de virtual expropiación en favor de particulares. Que no haya apátridas que se fijen hoy en el huevo, sino en la gallina. Mexicanos al grito de la tv, el silencio aprestad y el marchar.

Son ríos de color blanco que caminan rumbo al Zócalo. Neutros, en contención voluntaria, se esmeran en plantear un par de consignas básicas (“México, quiere paz” y “Si no pueden, renuncien”), pero su abstinencia expresiva, o su reducción a lo mínimo, es sustituida (¿secuestrada?) por los mecenas mediáticos (a los movimientos sociales, por sus patrocinadores los conoceréis) que ponen a sus conductores y comentaristas afamados a darle el sentido conveniente al silencio de los inocentes, a pintar el blanco caminante con los colores mejor canjeables por los dueños de la paleta cromática fraudulenta (muchos de esos impresentables ejecutantes del negocio llamado periodismo son y han sido cómplices y beneficiarios de las mil transas del poder; periodistas de camioneta blindada y guardias privados y públicos, convidados hipócritas de los banquetes de las alturas que, sin embargo, asumen posturas de “indignación” por las consecuencias de lo mismo que justifican y convalidan en lo sustancial).

El huevo y la gallina o el nuevo silencio de los inocentes (lambs, en el título literario y cinematográfico original, es decir, corderos). Érase que se era un caso criminal de elite (el reprobable asesinato de un adolescente secuestrado, hijo de un conocido empresario deportivo) que fue tomado de botepronto por mentes políticas criminales para fabricar un episodio colectivo de exacerbación de justos enojos sociales acumulados y convertirlo en sustituto o, cuando menos, en gran distractor del proceso de acumulación de fuerzas populares que se opondrían, tal vez de manera terminal, al gran negocio de la privatización petrolera que beneficiará a muchos de los grandes empresarios que decidieron entretener a las masas con el espectáculo de la irritación magna y oportunamente publicitada. En el gatopardismo cínico, que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda. Que la privatizadora derecha monte el gran espectáculo del enojo ciudadano (con la señora Morera organizando hoy con Calderón lo que cuatro años atrás tejió con Genaro García Luna, ahora secretario federal de Seguridad Pública) para que no haya ambiente, condiciones, lugar, para lo que quiera hacer la rebelde mano izquierda.

Y así se llega al momento de las horas contrapunteadas y los espacios políticos y periodísticos escamoteados. Todo el espacio periodístico a la marcha promovida y todo el enfoque al accidentado de Los Pinos y sus promesas de que ahora sí hará lo que en casi dos años no ha hecho, y ahora menos que nunca tiene condiciones para hacer (el alineado Marcelo también cumple, desde luego, su papel de convalidación del nuevo poder “ciudadano”). Pero de lo que se trata en los medios aliados no es de criticar a Calderón ni dar contexto para entender que su palabrería sólo trata de ganar tiempo, sino de atiborrar de información “positiva” a partir de lo negativo, de dar relevancia a las promesas felipenses aunque la hemeroteca dé razones en contra. Y (comprobable mediante la simple lectura de los diarios dominicales y sus páginas de Internet) de acorralar, marginar y posponer al movimiento de resistencia a la privatización petrolera. Hoy, lo importante es la gallina (la inseguridad) y no el huevo (las transas empresariales, el saqueo de lo colectivo, la inviabilidad de la nación). Nada debe distraer a los mexicanos de su patriótica tarea de resolver lo de la inseguridad. Ya habrá tiempo más delante (por ejemplo, después de que el Congreso apruebe por mayoría pripánica y complicidad chucha las reformas del asuntillo menor del petróleo) para politiquerías y grupismos y demás. Hoy: la inseguridad, y nada más.

El golpe de las veladoras electrónicas impacta las filas resistentes. En el Monumento a la Revolución, López Obrador denuncia un fraude más y llama a abrir un expediente judicial más (contra Fox, contra Calderón). Explica la inseguridad pública a partir de la injusticia social. Y entre el marasmo de los previos oradores cansinos a los que la gente desatiende casi con profesionalismo, y luego de largos pasajes oratorios andresinos que bien pudo cumplir un maestro de ceremonias (la relatoría de las brigadas y sus responsables, por ejemplo), se anuncia que el próximo 15 se dará el grito bicentenario en pleno Zócalo, en la noche, en colindancia horaria con el que Felipe I encabece si el tiempo (político) lo permite y si la operación de espalda, perdón, ésa fue de Fox, si la fractura de hombro y lesión en una rodilla no se lo impiden con oportunidad médica manejable, según se vayan viendo las cosas. ¡Hasta mañana, en esta columna que hace política resbaladiza en bicicleta!


http://www.jornada.unam.mx/2008/09/01/index.php?section=opinion&article=004o1pol

La Jornada y su puntual editorial.

EditorialInseguridad: sociedad dividida
El sábado pasado, en diversas ciudades del país, miles de ciudadanos se manifestaron para protestar por el colapso de la seguridad pública y para exigir el fortalecimiento del combate policial y judicial a la delincuencia. La gran mayoría de los participantes tuvo como motivaciones el dolor y la rabia por haber sido –en sus propias personas o en las de allegados– víctimas de la criminalidad organizada o bien por el deseo de solidarizarse con quienes han sido afectados por ella. Como ocurrió en demostraciones precedentes –1997 y 2004– la mayor parte de la concurrencia estuvo integrada por personas de clase media y alta, lo cual no resta legitimidad a la exasperación, pero sí produjo un sesgo conceptual inevitable: se marchó no contra la delincuencia y la corrupción en general, sino contra el asalto, el secuestro con demanda de rescate, los homicidios y las lesiones que se perpetran en el ámbito de esos ilícitos.

Tal percepción superficial e incompleta del fenómeno delictivo que se extiende por el país armoniza plenamente con lo que ha hecho hasta ahora el grupo en el poder y alimenta, desde abajo, sus tentaciones de autoritarismo. Resulta alarmante, por ejemplo, que en las manifestaciones se haya escuchado la insistente petición de establecer en México la pena de muerte, una práctica bárbara y regresiva que no sirve para disminuir la criminalidad, pero que degrada, en cambio, a la sociedad en su conjunto y la coloca en el mismo nivel moral que el de los delincuentes.

Ayer, los convocantes de las marchas llevaron a Los Pinos sus peticiones y lograron que el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, decidiera crear al vapor un Instituto de Prevención del Delito, en el que participarán ciudadanos que bien podrían ser los mismos organizadores de las manifestaciones.

El establecimiento de una nueva instancia burocrática difícilmente podrá, por sí mismo, contrarrestar el pavoroso derrumbe de la seguridad pública. En cambio, las expresiones de descontento del sábado han dado un argumento a quienes, desde el poder público, pretenden profundizar, extender y consolidar las estrategias de “mano dura” en vigor, por más que éstas, si no han incrementado la inseguridad y el poderío de las bandas delictivas, han sido al menos inútiles para reducir tales fenómenos.

En contraste con las movilizaciones realizadas con el lema de “Iluminar México”, respaldadas por campañas publicitarias masivas y costosas, y promovidas y exaltadas por el conjunto de medios electrónicos privados, así como por la mayor parte de los medios impresos, el movimiento ciudadano en defensa del petróleo se congregó ayer en el Monumento a la Revolución en medio de un férreo bloqueo informativo, y sin más instrumentos regulares de convocatoria que volantes y correos electrónicos. Al margen de las cifras de asistencia a actos de masas, siempre polémicas y cuestionables, las muchedumbres de uno y otro acto tendrían que ser medidas no entre ellas, sino en relación con los aparatos de promoción de que dispusieron. Del efectuado ayer puede concluirse la persistencia de una porción de sociedad que no requiere de la televisión comercial para convocarse a sí misma y que mantiene viva su oposición frontal a las políticas gubernamentales en curso.

Si bien las partes centrales del discurso de Andrés Manuel López Obrador, principal orador en esa concentración, fueron el llamado a rechazar la privatización de la industria petrolera y la denuncia de un posible desvío multimillonario de recursos en Pemex –en 2004 la dirección de la paraestatal invirtió mil 135 millones de dólares en la adquisición de un buque-tanque cuyo precio de mercado era de menos de 230 millones–, el tema de la inseguridad y las marchas de la víspera estuvieron presentes en la alocución. En contraste con la insistencia oficial de combatir la delincuencia mediante recursos únicamente penales, policiales y militares, el ex candidato presidencial señaló que la violencia, la inseguridad y el poder logrado por la criminalidad son resultados inevitables de cinco lustros de estancamiento económico, políticas antipopulares, falta de empleo y deterioro sostenido de la educación pública. En consecuencia, dijo, para hacer frente al auge de la criminalidad es necesario revertir el modelo neoliberal aún vigente.

Por lo que se refiere a la seguridad pública, en suma, como en otros tantos temas, el país está dividido, por más que el discurso oficial y los medios privados se empeñen en presentar como el todo de la sociedad a la parte que los respalda y que responde a sus convocatorias.

http://www.jornada.unam.mx/2008/09/01/index.php?section=opinion&article=002a1edi

Del Dr. Rolando Cordera Campos :

Rolando Cordera Campos

Extraño septiembre

Supongo que no faltará quien insista: se acabó el “día del Presidente”; el Congreso se impuso y asestó duro golpe al presidencialismo; la República en la antesala del parlamentarismo… y demás puerilidades que desde hace tiempo han acompañado hasta ocultarla a la más grave falla de nuestro edificio democrático: la incomunicación progresiva entre los órganos del poder del Estado y, consecuentemente, la erosión imparable de la capacidad de gobierno, de conducción, de una sociedad asediada que no encuentra centro que la sostenga ni remedio casero que la alivie de tanta carencia y angustia. La o las marchas permiten evadir la soledad por un momento pero luego viene, sin clemencia, la cruda.

Vivimos de noticias cuya publicación nos avergüenza. Los decapitados toman las cabezas de los diarios y la televisión se tiñe de rojo cada noche, antes de que sus opinadores itinerantes hagan su cotidiano juicio sumario y Andrés Manuel López Obrador sea de nuevo sentenciado. El crimen organizado desata el frenesí contra el Estado bien cultivado por la gran empresa y, por su parte, la vicepresidencial económica emigra a las multinacionales españolas mientras su valido se declara despojado de la magia que hizo célebre a la Secretaría de Hacienda como multiplicadora de panes y peces…con cargo al INEGI o a las reservas petroleras.

Los partidos y el gobierno no han podido, o querido, dar los pasos mínimos necesarios para normalizar la democracia alcanzada u “otorgada”, que insistiría hoy Rafael Segovia, y no falta quien sostenga de nuevo que de lo que se trata es de (re) construirla sobre unos cimientos ruinosos cuyo desplome final se anuncia con entusiasmo. Del “renuncien si no pueden” sólo hay un paso al “que se vayan todos” que ensombreció a la república quebrada que Menem legó a los argentinos. Pero por ahí no hay horizonte cierto, menos aún en tiempo de vacas famélicas como los que nos ofrece el inefable secretario de Hacienda.

Por su cuenta, los jugadores de alta escuela se vuelven especuladores corrientes y apuestan sin recato a una caída virtual, de telenovela, que les permitiría un rescate jugoso e indoloro, mientras los que no apuestan más que a ganar siguen su curso de levantones, secuestros, ejecuciones, sacando jugo extra de un entorno dominado por el miedo y el abandono. Las alertas del extranjero ya no conmueven a nadie.

La marcha que quiere iluminar a México se nutre del desamparo y sin duda encauza una indignación mayúscula. Quienes concentran la voz de la sociedad parecen dispuestos a prestarle a deudos y quejosos una cuota mínima de sus decibeles, mientras los gobernantes se empeñan en descifrar las corrientes profundas del reclamo antes de que irrumpan e inunden lo que queda seco. Pero las encuestas del diario sirven ya de poco, salvo a quienes con ellas lucran. Y los exégetas del poder ya no saben a quién pasarle la factura.

Los saldos de este septiembre punto menos que negro están a la vista: un Congreso que se niega a ser el foro de la comunicación directa entre los poderes; un Ejecutivo extrañamente solícito que se va con su música a otra parte y nos asesta cada noche su versión de los hechos, inventa su público y define su rating; un sistema de comunicación social ensoberbecido que se siente gran visir, inapelable e intocable, dueño del aislamiento colectivo.

Extraño septiembre…hasta para hacernos extrañar aquellos otros en que la grosería del poder era transparente, como inequívoca era su necedad incurable.

http://www.jornada.unam.mx/2008/08/31/index.php?section=politica&article=022a2pol