miércoles, 24 de diciembre de 2008

2009.

Manuel Camacho Solís
2009
¿Qué resultados se pueden esperar de las elecciones de 2009? Las elecciones de 2009 serán diferentes a las de 2006 y 2003 por la crisis económica y de seguridad, y por no haber un candidato presidencial que polarice la elección.
A diferencia de 2006, como ocurrió con AMLO, no existe un candidato que polarice la elección.
A diferencia de 2003, las elecciones ocurrirán en medio de la crisis económica; precisamente durante su momento más álgido. Las elecciones de hace 12 años, de 1997, también se vieron afectadas por la crisis de 94-95, pero ocurrieron cuando la economía ya estaba en plena recuperación.
La crisis económica aumentará la inconformidad. Esta se traducirá en mayor abstención y en un crecimiento del voto de oposición. Los nuevos inconformes no votarán por el PAN: una parte irá a la abstención y otra se repartirá entre el PRI y la izquierda.
La inseguridad dañará al gobierno federal y, salvo desempeños locales exitosos, a los gobiernos de las entidades.
Hay otros factores que incidirán en los resultados, como la calidad de los candidatos y la unidad interna. Para la izquierda, éste es el factor fundamental.
Aunque ya se sabe que, a siete meses de la elección, los datos de las encuestas no anticipan los resultados, si éstos se toman como punto inicial de referencia, se pueden sacar las primeras conclusiones:
El PAN tendrá un costo entre medio y alto. Por mejor que sea su desempeño electoral, la inseguridad y sobre todo la crisis económica, le quitarán votos. Dejará de ser la primera fuerza en la Cámara de Diputados. La pregunta es qué tanto caerá. Para como están las cosas, su punto de referencia ya no es el 40% que habría sido hace un año, sino 30%. El PAN procurará no caer por debajo de 30%.
Son muchos quienes aseguran que el PRI podrá obtener el 8% de sobrerrepresentación que le permitiría tener mayoría absoluta; aunque ello no es imposible, lo más probable es que se acerque al 40%, sin que alcance el 50 más uno.
Aunque muchos dan por muerta a la izquierda, las condiciones generales y sobre todo los efectos de la crisis económica, le ofrecen a la izquierda una oportunidad seria de crecimiento. La izquierda puede crecer y algunos partidos pequeños también crecerán respecto a las encuestas. Su problema es encontrar una fórmula política que le permita a sus partidos crecer hacia fuera (con los independientes) y no a costa de disputarse el voto de sus simpatizantes. Si la división no se convierte en el eje de su estrategia, la izquierda puede tener un mejor desempeño del que anticipan hoy las encuestas.
Finalmente, así como en la economía puede haber estancamiento con inflación, en la política puede haber baja participación con tensiones sociales en ascenso. Para no poner en riesgo la gobernabilidad faltan: en la economía, decisiones de mayor calado para mitigar los efectos de la crisis; y en la política, abrirse, para evitar la salida falsa de la criminalización de la inconformidad.
Miembro de la Dirección Política del Frente Amplio Progresista

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