jueves, 13 de noviembre de 2008

SIEMPRE SÍ HUBO TRAMPA EN LA REFORMA PETROLERA

El "Señor Contreras" tuvo la razón una vez más...

Ahora resulta que AMLO tuvo razón una vez más y que siempre sí existen "agujeros negros" en los textos de la Reforma Petrolera del mes pasado.
Georgina Kessel aceptó ayer, públicamente, que la dichosa reforma abrió un régimen especial de contrataciones, cosa que de manera furibunda negaban fuera posible los legilsadores coyotes tanto del PRI como del PAN y sus partiditos hijastros.
WHAT???
Y no solo eso: Reveló que ¡70% de las actividades de Pemex se hallan ya en manos privadas! ¡Santo Tesorito, Batman!
En su participación en la Cumbre de Negocios que se lleva a cabo en Monterrey, Nuevo León, auspiciada por Miguel Alemán Velasco, ex gobernador de Veracruz y ex vicepresidente ejecutivo de Televisa, la flamante Secretaria de Energía Kessel dio amplia cuenta de los negociotes que hay y que habrán, aprovechando al máximo los resquicios dejados adrede en la redacción de la Reforma, mismos que fueron denunciados oportuna y expresamente por Andrés Manuel López Obrador, dirigente natural del Movimiento en Defensa del Petróleo.
LA TRAMPA ESTÁ EN LA LETRA CHIQUITA... AS ALWAYS
La petición de AMLO para que fueran incluidas las simbólicas "12 palabras" (que en realidad son 17) que hicieran explícito lo que se supone que era tácito en cuanto a poner candados, provocó una oleada de ataques en los medios masivos corporativos, e incluso la elaboración de un videíto en Youtube donde lo tildaban de "Señor Contreras".
Y pues como sucede en los contratos capciosos, es en la letra chiquita donde se encuentra la trampa. La secretaria Kessel dijo con todas sus letras esto, en la citada Cumbre de Negocios:
"Los contratos (a empresas particulares) incluirán la posibilidad de hacer un pago adicional al contratista privado, en función del éxito del proyecto."

LA LEY A MODO: LA LEY DEL EMBUDO
Como todos sabemos, para abajo, es decir, para el ciudadano común, la interpretación de las autoridades en nuestro país funciona de esta manera: "Lo que no está expresamente permitido, está prohibido". Esto es lo que alegaron los Gamboas, Maderitos, Beltrones y demás repetidoras instantáneas en radio, tv y prensa escrita.
Pero la verdad para los poderosos es otra; ahí en las alturas, la cosa funciona exactamente al revés: "Lo que no está prohibido, está permitido".
Así, como no se incluyeron las 12 palabras de AMLO, todo quedó permitido.
Oh, my God!

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