domingo, 9 de noviembre de 2008

Permanece un cadáver en calidad de desconocido

La etapa de identificación de cuerpos ha quedado atrás. Sólo un cadáver permanece en calidad de desconocido tras el avionazo del martes.

Ahora la prioridad es brindar el apoyo necesario a los hospitalizados, así como a los familiares de las personas que fallecieron en el percance aéreo del día 4.

Las jornadas en el Servicio Médico Forense (Semefo) fueron largas. El personal de la Subprocuraduría de Atención a Víctimas del Delito de la procuraduría capitalina evitó, en lo posible, que los deudos vieran los restos de sus familiares.

Los cuerpos quedaron irreconocibles. En un caso se requirieron pruebas genéticas y en otro, el objeto que permitió identificar a la víctima fue la sortija de matrimonio.

“Conocíamos la situación de los cuerpos (...) en la mayoría de los casos iba a ser imposible que fueran reconocidas a simple vista los cadáveres y tratamos de que la identificación fuera a partir de objetos; ropa, tarjetas de presentación, alhajas. Eso fue lo primero que intentamos hacer”, refiere la subprocuradora de atención a víctimas del delito, Dilcya Samantha García Espinosa.

Las condiciones en que quedaron los pasajeros de la aeronave y las personas en tierra no se diferenciaron en mucho.

Algunas de las víctimas fueron identificadas por placas dentales y en otras se requirió el apoyo de familiares.

“Tratamos de arropar a los deudos, pues el reconocimiento de cuerpos, así sea mediante objetos personales, es muy impresionante. Garantizamos el eficaz reconocimiento de las víctimas, pero nunca perdimos la perspectiva de los derechos humanos”.

Respecto de los sobrevivientes, García Espinosa asegura que se les apoya en todo lo posible; que los recorridos a hospitales se hacen a diario y que su teléfono, al igual que del personal a su cargo, está abierto las 24 horas.

Ayer por la tarde se realizó una junta médica en el hospital de Traumatología de Lomas Verdes. Los médicos valoraron la posibilidad de injertar piel en una de las víctimas.

Un hombre de 34 años se encontraba en su vehículo cuando el Learjet cayó. La temperatura que se generó provocó que las manos del hombre quedaran pegadas al volante. Para sacarlo de la unidad fue necesario arrancarle la piel de las manos.

“Los médicos están realizando un trabajo excelente. Él ya está consciente; ahora la gran preocupación es el tema bacterial. Ni siquiera su esposa ha podido estar con él porque sería exponerlo. Entonces lo tienen en un área totalmente estéril”, abundó.

Hay sobrevivientes que no recuerdan cómo ocurrieron las cosas. Una mujer que se recupera en el hospital Satélite refiere que caminaba con una amiga en la ciclopista. Acababa de salir de su oficina, ubicada en Montes Urales, y se dirigía a Reforma para abordar el transporte público. Del percance sólo recuerda un fuerte golpe en la cabeza.

La subprocuradora refiere que la víctima fue suturada en la Cruz Roja y posteriormente trasladada a otro hospital pues presentaba quemaduras en brazos y espalda.

“Hay víctimas que perdieron la noción de las cosas. Hay pacientes que les es imposible articular palabra por el estrés que enfrentan. Los hemos apoyado con personal jurídico y sicológico. Nos mantenemos en alerta las 24 horas. Aumentamos el número de guardias. Hemos buscado a las víctimas, ampliamos las líneas de nuestro número telefónico de emergencia (5200 9000) y tenemos presencia en hospitales, en el Semefo y en los centros de atención a víctimas”, finalizó.

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