sábado, 1 de noviembre de 2008

McCain quema sus últimos cartuchos en el intento por enlodar la imagen de Obama

Comentaristas conservadores comparan al demócrata con Hugo Chávez y Fidel y Raúl Castro

Nueva York, 31 octubre. Esta noche de Halloween, los republicanos buscan asustar al electorado con los fantasmas de “radicales”, “terroristas”, “socialistas”, “redistribuidores de la riqueza” con imágenes de militantes palestinos, Hugo Chávez, Fidel y Raúl Castro que, dicen, podrían estar detrás del disfraz del candidato presidencial demócrata Barack Obama.

Estos mensajes se han difundido tanto por la fórmula republicana de John McCain y Sarah Palin como por un coro de sus voceros, asesores, otros políticos del partido y medios conservadores.

Durante esta última fase de la campaña electoral, esos mensajes e imágenes han sido la carta principal de la extrategia republicana, y tal vez sus expresiones más extremas se producen en algunos medios ultraconservadores. Y han llegado a extremos notables.

En Nueva York, el locutor Michael Savage dijo esta semana que aunque McCain es igual o peor que George W. Bush, él lo apoya porque “no nos podemos arriesgar a elegir a un marxista radical como Barack Hussein Obama”.

El uso del nombre completo de Obama –incluyendo el Hussein– es parte de este esfuerzo para asustar a sectores conservadores del electorado, al recordales que tal vez “no es uno de nosotros”.

Mark Levin, otro locutor aquí, advirtió sobre los peligros de elegir a “un socialista” que “anularía nuestras libertades”.

Medios nacionales conservadores, sobre todo Fox News, han nutrido esta histeria con uno de sus principales conductores, Sean Hannity, quien insiste en que no se sabe si Obama nació en verdad en Hawaii, y por lo tanto si es un ciudadano estadunidense.

Ni hablar de sitios de Internet donde circulan rumores de todo tipo sobre la “verdadera identidad” de Obama, y la difusión de los comentarios de televidentes y radioescuchas todos los días sobre cómo se sienten “amenazados” con la elección de un “socialista” o un “izquierdoso radical”.

McCain y Palin repetidamente han insistido en que es necesario que todos los estadunidenses se enteren de qué tan extensa es la relación de Obama con “terroristas domésticos” como Bill Ayers (líder de un grupo antiguerra radical en los años 60 y ahora profesor) o Rashid Khalidi, profesor distinguido de estudios sobre Medio Oriente en la Universidad de Columbia, pero presentado como un posible “vocero de la Organización de Liberación Palestina”

Pero tal vez la portada de la revista The New Yorker con el tema Halloween es el mejor resumen del resultado de esto: una bruja, un monstruo, un fantasma y un diablo con expresiones de susto huyen ante dos figuras que se van acercando: McCain y Palin. Se llama “Un susto verdadero”.

Y es verdad, según las encuestas. Los ataques personales contra Obama todavía no parecen tener gran impacto más allá de las bases conservadoras que estaban de antemano con McCain. Al parecer, el “socialismo” ya no asusta.

Esta noche y en esta ciudad, John McCain, George W. Bush y Barack Obama desfilaron por las calles entre monstruos, diablos, brujas, fantasmas, calacas, pingüinos, algunos Elvis, reos de Guantánamo y más. Es la primera vez que se veía a Bush en público junto con un candidato en los últimos dos meses, ya que parece espantar a McCain y a otros políticos, aun más que a la oposición.

Bailaron al avanzar el gran desfile anual de Halloween en esta ciudad –con miles de participantes, un par de millones de espectadores– y después aparecían en esquinas de Greenwhich Village, entre superhéroes y gente empapada de sangre, vampiros y muñecas vivientes Barbie.

En una esquina, una bola rodeaba a dos figuras. Obama y McCain estaban boxeando; de pronto la gente sí se espantaba cuando tropieza el demócrata, pero rápido se levantaba y con un gancho derrumbaba al republicano. “Obama, Obama”, coreaban los asistentes, y hasta un policía aplaudió.

Pero en esta democracia hay cosas ocultas detrás de cada disfraz, y no sólo en Halloween. Quién hubiera adivinado que detrás de la máscara de Bush había un “socialista” nacionalizador de bancos, o que detrás del disfraz de “héroe de guerra” de McCain había alguien cuya misión aérea probablemente violó la ley internacional, o que detrás del senador de Illinois, acusado de ser de “izquierda radical”, hay amigos como uno de los hombres más ricos del mundo y otro que ayuda a manejar uno de los bancos más poderosos del planeta.

Mientras tanto, antes y después de esta noche de brujas, millones de estadunidenses seguirán pidiendo una cooperación para su calavera al continuar la crisis económica más severa desde la Gran Depresión. Y eso sí ha generado un gran susto en este país

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