jueves, 6 de noviembre de 2008

La despedida familiar se tornó en un acto político

El Presidente colocó en el féretro de su amigo la bandera y arrancó aplausos.

Jue, 06/11/2008 - 05:28

Felipe Calderón a su arribo al velorio del fallecido secretario de Gobernación.

Ayer se velaron en una capilla al sur de la Ciudad de México los restos de los funcionarios de Gobernación que fallecieron en el accidente del yet Lear 45.

Se trataba de una despedida familiar, que tomó tintes de acto político cuando llegaron los principales personajes de PRI y de PRD.

Ahí estuvieron los tricolores presidenciables: el senador Manlio Fabio Beltrones y el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; también los máximos representantes de Los Chuchos: el senador Carlos Navarrete y el ex candidato a la presidencia del PRD Jesús Ortega.

Navarrete dejó claro que su presencia no les causaría problemas al interior de su partido, ya que ellos tienen ética y moral política. Pero aprovechó para exigir al gobierno federal que se esclarezcan estos hechos y no quede duda de si se trato de un accidente.

Toda la plana mayor panista estuvo aquí. Desde subsecretarios de hasta el Comité Ejecutivo Nacional que llegó en bloque.

Las caras de consternación eran evidentes según el grado de la cercanía.

En la puerta, el presidente del PAN, Germán Martínez; el líder de los senadores, Gustavo Madero, y la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, eran quienes recibían a los que entraban a la capilla número uno, donde estaban los restos del acaecido titular de Gobernación.

A las 21:20, cuarenta minutos después de la llegada de los restos de Juan Camilo Mouriño, arribó el presidente Felipe Calderón, acompañado de su esposa Margarita Zavala y su secretario particular, César Nava.

Hicieron la guardia de honor y el Presidente cubrió con la bandera el féretro de Mouriño, lo cual provocó el aplauso de los presentes.

A las nueve de la noche llegaron a la funeraria de Félix Cuevas los papás de quientambién fuera diputado local en Campeche, Carlos Mouriño y Ángeles Terrazo.

Ellos se mantuvieron adentro de la capilla junto con Ulises Ramírez, quien era su coordinador de asesores, y esperaron la llegada del presidente de la República.

Marigeli Escalante y los hijos del extinto secretario de Gobernación, Juan Camilo, María e Iván, se encontraron desde la tarde en la capilla uno y recibieron una vez más las condolencias del Presidente.

En un evento privado, que obligatoriamente se tornó político, Felipe Calderón estuvo durante una hora y 20 minutos en la capilla donde se velaron los restos del ex secretario de Gobernación, como en las otras tres donde se encontraban los ataúdes de su equipo más cercano que también falleció en el accidente aéreo.

Los priistas llegaron antes que los perredistas. Dulce María Sauri Riancho; el gobernador de Campeche, Jorge Carlos Hurtado; Rafael Rodríguez Barrera y los presidenciables Enrique Peña y Manlio Fabio Beltrones hicieron pública su presencia sin ningún problema.

Los perredistas llegaron más tarde, casi a la salida de Felipe Calderón de la agencia funeraria. Primero se dejó ver Jesús Ortega, después el líder de los senadores, Carlos Navarrete, quien llegó acompañado de varios legisladores, como Graco Ramírez y Minerva Hernández.

El equipo de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, se mantenía al tanto de lo que sucedía adentro y los rumores de que llegaría en cuanto saliera el Presidente eran muy fuertes, hasta que llegaron Los Chuchos.

También llegó la gente cercana a la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, pero se espera que al igual que el líder perredista Guadalupe Acosta Naranjo acuda hoy al Campo Marte donde se llevarán a cabo los funerales de Estado.

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