miércoles, 27 de agosto de 2008

¿ Cuánto habrá perdido ?

El ministro que perdió el control

Carlos Avilés
El Universal
Miércoles 27 de agosto de 2008
caviles@eluniversal.com.mx

El aborto va. Avanza. Casi se siente en el ambiente del pleno de la Corte. El ministro José de Jesús Gudiño acaba de fijar su postura, de dar literalmente una clase de historia constitucional, de derechos del hombre, de garantías, y dice que, independientemente de su opinión personal, no encontró nada que viole la Constitución.

Casi son las ocho de la noche, la sesión se levanta y las caras de los diputados del PRD y de los funcionarios del gobierno capitalino, de emoción y de triunfo, se cruzan, se encuentran con las de quienes buscan la salida del salón con el semblante decaído, pálido, vestidos de blanco o de traje, y que vienen de distintos organizaciones contra el aborto, como Provida.

El voto del ministro Gudiño era clave y muchos lo sabían. Era de los pocos sobre los que se tenía duda sobre su opinión en torno al tema. Por eso, ya levantada la sesión, en las afueras del pleno varios comienzan a hacer cuentas, a preguntarse cuántos ministros, al final del juicio, avalarán la reforma.

Y mientras eso ocurre afuera del pleno, dentro, el ministro Sergio Aguirre, el encargado del juicio, el que propuso anular la reforma, no se queda con las ganas de acercarse a Gudiño Pelayo, de, seguramente, comentarle por qué no comparte su opinión.

Momento de furia

El semblante de Aguirre Anguiano se muestra largo, colorado, pero nada que ver con ese color rojo que se le subió a la cabeza cuando, al mediodía, el ministro Genaro Góngora Pimentel le hizo perder el control e incluso lo llevó a cambiarle el nombre a la ministra Olga Sánchez Cordero y a referirse a ella como “la señora ministra Góngora Pimentel”.

Ese momento en el que Góngora trajo a colación el caso de Paulina, la niña que hace algunos años fue violada y la que en el estado de Baja California no se le permitió abortar.

Y que repitió horas más tarde el mismo Góngora, al refutar uno por uno los argumentos de Aguirre a favor del producto de la concepción y al defender de diferentes formas el derecho de las mujeres a decidir si abortan o no y a rechazar que un embrión pueda considerarse una persona.


Este energúmeno fue el que declaró que la tortura "permite acercarse a la verdad"

¿ Defensores de la vida ? ¡ Hipócritas !

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