domingo, 12 de abril de 2015

Quitar el registro al Verde para salvar el agua... Por: Jaime Avilés

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Quitar el registro al Verde para salvar el agua
Por: Jaime Avilés (@desfiladero132)
11 de abril 2015.- Es muchísimo, y extraordinariamente importante, lo que se juega en las próximas elecciones. El asunto central, nada más y nada menos, es la privatización del agua. El anteproyecto de ley, creado por David Korenfeld bajo asesoría del gobierno israelí, ya fue aprobado en comisiones en la Cámara de Diputados. Los priístas intentan convocar a un periodo especial para imponer la Ley General de Aguas, pero panistas y perredistas no se atreven a correr el riesgo antes del 7 de junio.
Lo más grave es que, a los ojos de todo el mundo, el gobierno de Peña Nieto, el PRI, el Partido Verde Ecologista de México y el Instituto Nacional Electoral, están consumando un fraude cuyo propósito es inventarle una votación grandiosa al tucán maldito, para darle 50 diputados. Éstos, más los 130 que espera obtener el PRI, estarían aún lejos de alcanzar la cifra de 251 (la mitad más uno de las 500 curules) para lograr la mayoría en San Lázaro.
De todos modos, con 180 diputados seguros, Peña sabe que el dinero le ayudará a comprar los votos que le hagan falta, así en el PAN como en el PRD, Panal, PT y Movimiento Ciudadano y, en un descuido, a la mejor hasta uno que otro en Morena. La infatigable capacidad corruptora del régimen es la base del sistema de dominación que inventó Porfirio Díaz y que no hemos superado en los últimos 130 años.
¿Qué podemos hacer? Ernest Hemingway, en Por quién doblan las campanas, el menos peor de sus libros, cuenta su encuentro con unos soldados republicanos en la guerra civil española. Son tan sólo unos cuantos hombres que han preparado ya la voladura de un puente y están a la espera de un ferrocarril cargado de tropas, armas y municiones para que, en el momento que cruce sobre el puente, entre en acción la dinamita.
Para el encargado de la cuestión logística, el secreto consistía en saber cuál era el punto de convergencia de todas las fuerzas en tensión que soportaban la estructura del puente, con el fin de colocar exactamente ahí los explosivos. Conseguir que el PVEM pierda su registro y sea expulsado de las elecciones del 7 de junio vendría a ser lo mismo.
Fotomontaje de tucán, símbolo del PVEM. Foto: Internet
Fotomontaje de tucán, símbolo del PVEM. Foto: Internet
Tal vez crecería el abstencionismo entre las capas de la población más desinformada, que llegó a creerse el cuento de las promesas cumplidas. Pero el mismo movimiento que le saque la tarjeta roja al zopilote ecocida disfrazado de tucán ecologista, generaría votos para aquellos candidatos que impulsaran esta auténtica acción opositora. Y sin embargo todo conspira en la dirección contraria, empezando por el desinterés general, por no hablar del asco que el grueso de la población siente hacia los temas de la urna.
Nadie en su sano juicio abriga esperanzas de un cambio que pudiera gestarse en el Congreso a través de nuestros supuestos representantes populares. La intoxicación provocada por los espots en radio y televisión enloquece. Millones de hambrientos aguardan el 7 de junio con la certeza de que ese día van a comer. Ninguno de ellos se movilizaría contra el PVEM. Su percepción de la política es la visión simplista que les ofrecen los medios y que los incitan a odiar, porque sí, a los que luchan por cambiar el régimen, llámense jóvenes inconformes, estudiantes, maestros, defensores de los derechos humanos, AMLO o Morena.
Títere del gobierno y del PRI, el INE parece haber nacido muerto. Su debilidad es tan palpable que el decorativo presidente del organismo, Lorenzo Córdova Vianello, se deja ver en público, cada vez más seguido, en compañía de los secretarios de Defensa, Marina y Gobernachong. Los comandantes de las fuerzas armadas y el coordinador de la represión política cuidando las espaldas del patético y cortesano Lorencito, no son los mejores propagandistas de la llamada “fiesta de la democracia”.
Desabasto de agua en el Distrito Federal. Foto: Animal Político
Desabasto de agua en el Distrito Federal. Foto: Animal Político
No obstante, será ahí, en la Cámara de Diputados, en donde, aprovechando nuestra indiferencia, Peña va a privatizar el agua: la única reforma “estructural” que le falta, y sin la cual serían (y deben ser) letra muerta las leyes aprobadas para que vengan exploradores de todo el mundo a abrir pozos en los yacimientos de lutitas y llevarse el poco o mucho gas natural que encuentren, dejándonos la destrucción ecológica provocada por el fraking.
En otras palabras, para quienes sentaron a Peña en los pináculos del poder, la privatización del agua es imperativa, fundamental e inaplazable.
Una convocatoria en Internet ha reunido, en pocos días, más de 60 mil firmas de ciudadanos que piden al INE la cancelación del registro del Verde. El INE ha dado ya una primera respuesta: ha dicho que la indignación popular contra el partido que ha violado todas las normas de la contienda, en realidad es sólo “estridencia de la tribuna”.
Regalos del Partido Verde. Foto: Internet
Regalos del Partido Verde. Foto: Internet
En el número tres de Polemón, que sale hoy sábado, entrevistamos a dos expertos en asuntos electorales –Esteban Garaiz y Eduardo Huchim– acerca de cuál debe ser el procedimiento jurídico para que el PVEM pierda su registro. Ambos especialistas –el primero fue consejero ciudadano en Jalisco, el segundo en el DF– coinciden en que el negocio familiar de los González Torres destruyó el principio de equidad que debe prevalecer en una verdadera competencia democrática.
El trámite, por decirlo así, es simple: hay que fundamentar debidamente las acusaciones citando los artículos de la Ley General de Partidos, y lograr que la demanda sea atendida y resuelta por el Consejo General del INE. Uno de los entrevistados consideró que las protestas en redes sociales y las multas aplicadas contra el Verde –que suman ya 189 millones de pesos, casi la mitad de los 400 que recibirá en 2015, cifra que aumentará en 2016 si no pierde el registro– han echado por tierra el crecimiento que tuvo en intención de voto. Pero todo ha sido fríamente calculado.
Gracias a las casas encuestadoras –carentes de toda credibilidad– el régimen ha fijado en los medios la falsa idea de que el Verde tendrá la votación más elevada de su historia.Ahora sólo falta que llegue el 7 de junio para que la impresionante maquinaria electoral del PRI le dé los 50 diputados que reunirá, según el encargado del despacho, Arturo Escobar, suplente del Niño Verde, quien anda a salto de mata perseguido por la acusación de que causó la muerte, o más bien –debido a la violencia que imperaba en su fiesta– orilló a saltar de un balcón a una trabajadora sexual de Europa del Este en su lujosísimo condominio de Cancún.
Debemos correr la voz en todas partes. Advertir a la gente del peligro que acecha. Si el Verde no pierde el registro y participa en las elecciones, el PRI, el PAN, el PRD y el Panal van a privatizar el agua. Es necesario desencadenar una movilización masiva. Estamos hablando del agua. Hay que plantarse en las plazas públicas, subir el tono de voz, aumentar al máximo la presión sobre el INE. Repito, estamos hablando del agua.

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