Un cable fechado el 18 de octubre de 1973 develó cómo el secretario de Estado Vaticano, Giovanni Benelli expresó a diplomáticos estadounidenses “su grave preocupación, y la del papa Pablo VI, sobre la exitosa campaña internacional izquierdista para falsear completamente las realidades de la situación chilena”.
Benelli, a lo largo del cable, deja en claro su preocupación por una supuesta campaña del terror de los sectores de izquierda para demonizar a la Junta de Gobierno que dirigía al país tras el golpe de Estado del 11 de septiembre. Benelli trabajó junto al Papa Pablo VI durante más de una década y es recordado como el “Kissinger del Vaticano” por su autoritarismo y conducción del cargo.
“Al darse cuenta de que la caída de Allende era uno de los mayores reveses para la causa comunista, dijo Benelli, las fuerzas izquierdistas han minimizado ampliamente los daños al convencer al mundo de que la caída de Allende fue debida exclusivamente a fuerzas fascistas y externas, en vez de a los fallos de su propia gestión política, como realmente ocurrió. Benelli expresó sus temores de que el éxito de esta campaña de propaganda comunista pueda influir en los medios de comunicación del mundo libre en el futuro” dice la publicación del diario español Publico.es.
La información fue publicada por el diario italiano La Repubblica que es parte de los 15 medios que están relacionados con Wikileaks para difundir los cables secretos que el movimiento de Julian Assange recolectó a través del mundo.
Pero Benelli fue aún más allá, admitiendo que “como es natural, desafortunadamente, tras un golpe de Estado, hay que admitir que ha habido algún derramamiento de sangre en las operaciones de limpieza en Chile, pero la Nunciatura en Santiago, el cardenal Silva y el Episcopado chileno en general han asegurado al Papa Pablo que la Junta está haciendo todo lo posible para que la situación vuelva a la normalidad y que las historias de los medios internacionales que hablan de una represión brutal no tienen fundamento” según consigna Publico.es
“El Papa ha estado bajo dura presión interna en la Iglesia, especialmente desde Francia, para hablar contra los excesos de la Junta” de Pinochet. Y que “pese a los esfuerzos del Vaticano, la propaganda izquierdista ha tenido un éxito notable incluso con algunos de los cardenales más conservadores y con prelados que parecen incapaces de considerar la situación con objetividad. El resultado es que los izquierdistas han logrado crear una situación en la que el Papa sería atacado por los moderados si defiende la verdad en Chile“, continúa el documento.
“El Vaticano está convencido, y la Nunciatura ha confirmado, que durante los últimos meses del Gobierno de Allende, la Embajada de Cuba estaba sirviendo como arsenal para distribuir armas fabricadas en Europa del Este a los obreros chilenos”, aventura el cable.
Por último, el informe secreto de la Embajada de EEUU ante el Vaticano termina con una corta frase, restando importancia al tema, ya que lo deja para el final:
“El Vaticano informó la semana pasada a un intermediario izquierdista de que el Papa no podría recibir a Isabel Allende, y Benelli cuenta con que esto provocará nuevas críticas contra el Vaticano”.