lunes, 11 de agosto de 2014

"Los criminales nos tienen secuestrados en Luvianos, Edomex": Indalecio Benítez, locutor de La Calentana 98.1


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“Con tres balas de cuerno de chivo le penetraron su corazoncito”, narra con la voz entrecortada Indalecio Benítez, locutor de la radio comunitaria La Calentana 98.1, quien el pasado viernes 1 de agosto fue atacado por un comando que causó la muerte de su hijo, Juan Diego, de 12 años de edad.
Horas antes, en el municipio de Luvianos, Estado de México, se estaba transmitiendo un especial de “Noche Bohemia” organizado por Benítez, donde se presentó en vivo piezas de Tejupilco, demarcación vecina. Por el éxito de radioescuchas –cuenta Don Indalecio en entrevista con Revista Hashtag– se extendió el programa hasta las 23:00 horas.
Posteriormente los invitaron a cenar antojitos mexicanos en la parte norte del pueblo. Ellos accedieron y se dirigieron en su automóvil. Una vez que acabaron se regresaron a su hogar, cuyas paredes albergan las instalaciones de la radio. Todo estaba totalmente oscuro debido a que más de la mitad del territorio no cuenta con alumbrado público.
En el transcurso del camino un tope hizo brincar el vehículo y los faros alumbraron un carro con las puertas abiertas junto a un encapuchado fuertemente armado y con vestimenta de camuflaje. Estaban en frente de la vivienda de los Benítez. El sujeto les hizo una seña para que se detuvieran, pero Don Indalecio no lo pensó ni un momento, se dio a la fuga y salieron más sicarios del auto abriendo fuego en contra de ellos.
“Yo pensé que no nos habían pegado las balas y se fueron al aire porque no se escuchó que se estrellaran con los cristales ni nada. Pero penetraron cinco tiros a un costado de la calavera. Fui a la Marina que se encuentra a unos 700 metros para pedir auxilio”, cuenta.
Y continúa: “Al momento de bajarme me percato que uno de mis hijos estaba recargado en las piernas de sus dos hermanos. Lo quise levantar pero me di cuenta de que ya estaba muerto, fue instantánea su muerte… de los cinco tiros tres le dieron...”.
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El martes 5 de agosto Reporteros Sin Fronteras condenó el hecho a través de Camille Soulier, responsable del Despacho Américas, quien dijo que:“Exhortamos a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de Indalecio Benítez y su familia”.
Y agregó: “Debe tomarse en serio la posibilidad de que este crimen esté relacionado con la actividad profesional del periodista. Por ello, pedimos que la investigación sea llevada a cabo por la Fiscalía Especial de Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión”.
A su vez, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifestó “su preocupación e insta a las autoridades mexicanas a actuar con urgencia para identificar los motivos del ataque y poner en práctica todos los instrumentos jurídicos con los que cuenta para sancionar a los responsables materiales e intelectuales del mismo, así como adoptar las medidas necesarias para proteger al periodista y a su familia”.
Adicionalmente, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) señaló: “Ante este vil acto de violencia, las autoridades deben reaccionar con mayor fortaleza para garantizar la búsqueda de justicia con el propósito de frenar la impunidad y evitar que se repita”; mientras que Artículo 19 exigió a través de Facebook que las autoridades federales y estatales, así como la Secretaría de Gobernación (Segob) brinde “todas las medidas de seguridad para el periodista y su familia”.
En entrevista con la Revista Hashtag, el periodista Indalecio Benítez confirmó que había sido incluido en el mecanismo de protección para periodistas de la Secretaría de Gobernación.
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De acuerdo con Indalecio Benítez, el motivo del ataque pudo ser cualquiera, pues días antes mencionó la manipulación de obras mal hechas y “por ahí alguien me dijo que mejor eso no lo dijera porque esas construcciones fueron concesionadas”. Además, señala, yo soy un luchador social nato, por inercia lo llevo en la sangre, y he respondido ante cualquier injusticia, llámese del gobierno que sea.
Respecto a los responsables, menciona que en Luvianos se encuentra la Familia Michoacana quienes han mantenido su dominio por muchos años. Sin embargo, también apuntó a RSF que: “El ataque pudo ser perpetrado por cualquiera”, con lo cual alude a las fuerzas del Estado y al crimen organizado.
La organización en defensa de la libertad de expresión acotó: “La organización criminal de los Zetas, uno de losdepredadores de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras irrumpieron en la comunidad, adonde después llegaron los carteles de La Familia de Michoacán y de Los Caballeros Templarios”.
Luvianos, cabe señalar, pertenece a la parte sureste del territorio mexiquense junto con Tejupilco, Amatepec y Tlatlaya. Las cuatro localidades enfrentan altos índices criminales debido a que se hallan en los límites con Guerrero y Michoacán. Esta zona es conocida como “El Triángulo de la Brecha”.
Tan sólo el 25 de abril pasado un grupo armado asesinó al subdirector de la Policía Municipal de Luvianos, Antonio Benítez Hernández; también secuestraron a siete elementos. Y en agosto del 2013 fue abatido el jefe de plaza de Los Caballeros Templarios, Jaimes Castrejón, alias “La Marrana”, en la comunidad de Ojo de agua, en ese municipio.
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“Yo perdono a esos hijos de su chingada madre, porque no soy nadie para juzgarlos en la otra vida, pero aquí que paguen lo que hicieron. No descansaré, no descansaré y no descansaré hasta dejar limpio mi pueblo en toda la región de estos hijos de su chingada madre”, comenta Don Indalecio, quien enseguida insiste al reportero que enfatice lo siguiente:
“Voy a volver, no sé cuándo, pero voy a regresar. Voy a mover cielo, mar y tierra, porque sé que cuento con el respaldo de miles de gentes que ya están hasta la chingada de estos desgraciados. A cualquier hora del día, de repente se les antoja bajar al pueblo y pum pum pum, recorren en un carro cabrones encapuchados y armados, te levantan, y todos en lugar de defenderse, cada quien corremos a la vivienda, cerramos puertas, negocios y lo que sea”.
Y sentencia: “Nos tienen prácticamente secuestrados. Es un estado de terror”.
--El Gobierno del Estado de México se ha caracterizado por estar al pendiente los primeros días pero no implementan seguridad permanente…
--Exacto, acabándose todo el show, todo el teatro, otra vez vuelven a las andadas y a lo mismo…
--Si no reaccionan las autoridades ¿Qué harán en el pueblo?
--No estoy seguro, pero voy a volver, si las autoridades no hacen nada, yo lo voy a hacer porque no es justo.
--¿Hasta qué punto ha sido polarizada la información de los índices de criminalidad en Luvianos, Edomex?
--Información no hay. Información no hay. Fue gracias a ustedes y a los medios de comunicación, y gracias a la Cumbre Continental de Periodistas Indígenas tuve la oportunidad de ventilar este asunto.
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El jueves 7 de agosto, José Manzur, secretario de Gobierno del Estado de México, declaró que “he leído lo que sucedió, estamos dándole facilidades al compañero de ustedes, el Procurador tiene instrucciones precisas de estar permanentemente en contacto con él”.
Y añadió: “Sin ninguna duda se va a reforzar la seguridad en el sur del estado, va a determinarse el próximo lunes en una reunión (...) Va a haber un plan integral con autoridades de los tres estados”, en referencia al Edomex, Guerrero y Michoacán, publicó el portal digital Animal Político.
Empero, las autoridades estatales fueron las últimas en ponerse en contacto con Indalecio Benítez, pues tardaron dos días para hacerlo, es decir, el 3 de agosto, de acuerdo con Artículo 19.
El ataque al locutor de La Calentana 98.1 ocurrió tres días después de haber sido asesinado el reportero zacatecano, Nolberto Herrera, lo cual fue una alerta para las organizaciones en defensa de la libertad de expresión que han denunciado constantemente ante el gobierno mexicano la ineficacia del mecanismo de protección y las medidas de seguridad implementadas para los periodistas mexicanos.

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