lunes, 6 de enero de 2014

Jóvenes en peligro: gobierno y medios intentan estigmatizarlos y desmovilizarlos

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(6 de enero, 2014).- Miguel Barrera Rocha, director del colectivo Marabunta, declaró que los jóvenes; más que ser peligrosos, como intentan hacer creer las autoridades y la mayoría de los medios de comunicación, en realidad son quienes se encuentran en peligro.
Este sector de la población, que resulta ser la mayoría en México, es el principal objetivo de la violencia social, encargada de señalar, estigmatizar y buscar la forma de desmovilizarlo, para evitar así que los jóvenes participen en la transformación de la realidad, según indicó Barrera.
El colectivo Marabunta tiene ya siete años visualizando talentos de barrio, combatiendo la apatía sistematizada de los jóvenes mexicanos, y pacificando a través del arte en comunidades de conflicto, donde no se han recibido oportunidades de desarrollo y expresión.
El mismo director del colectivo, vivió como muchos jóvenes  de todo el país, en una zona marginada, cargada de violencia, drogas y muerte a causa de las pandillas de los años 80. Se trata de la colonia Gabriel Hernández, ubicada en la delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.
“El momento de cambiar, para mí llegó cuando ejecutaron a uno de mis camaradas de la pandilla, aquí a la vuelta de la iglesia. El padre dijo que a todos los de pelos parados (los punks) los iban a levantar de las cuatro patas. Yo hice una carta para decirle que no éramos animales, le pedí chance de leerla en misa y me dijo que sí”, rememoró Barrera, para explicar que dicho gesto del párroco Sergio Román, abrió la puerta para que la bandas de jóvenes que se enfrentaban entre sí, por cuestiones de territorio o de identidad, empezaran a expresar sus inquietudes por medio de la música o el teatro, y declararan treguas anteriormente inimaginables.
La premisa fundamental de Marabunta, que se conformara en el 2007, consiste en pensar que la primera violencia es la injusticia, por lo cual es necesario rehabilitar el tejido social de los barrios, con una perspectiva humanitaria, y así evitar que la violencia sea concebida como parte de su normalidad.
Hoy en día, el colectivo cuenta con dos sedes, conocidas como La Roca y la Casa Marabunta, respectivamente. La organización se enfoca en detectar y potenciar los talentos de la comunidad, a través de cursos de teatro, danza de diversos géneros, yoga, títeres, inteligencia emocional, hip-hop, rescatismo y exploración de montaña; todos ellos, financiados principalmente por donaciones de los mismos ex alumnos.
Aunado a esto, el colectivo también conformó desde el primero de diciembre de 2012, una brigada humanitaria para brindar primeros auxilios a los lesionados en marchas y demás manifestaciones públicas, así como para documentar los posibles abusos. De manera conjunta, actualmente imparte cursos a la policía sobre perspectiva de la juventud.
“A veces nos dicen que si estamos entrenando chavos para la guerrilla, pero somos pacificadores y tratamos de generar una desmovilización consciente. Desde el (incidente del bar-discoteca) News Divine (el 20 de junio de 2008, donde murieron 12 personas), advertimos que el Estado criminaliza a los jóvenes porque son la mayoría y pueden incidir en el cambio social”, comentó.
A pesar de las amenazas por parte de las autoridades y de diversos grupos del crimen organizado, debido a que ambos pueden verse incomodados por su labor, el colectivo Marabunta continúa en su búsqueda por combatir la enfermedad de la apatía sistematizada, de la cual son víctimas la mayoría de los mexicanos.
“¿Quién le dijo a los jóvenes que no pueden tener sueños y ser revolucionarios? Los quieren nada más obsesionados con el dinero, el poder, el lujo y la imagen”, concluyó Barrera.

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