viernes, 22 de noviembre de 2013

Presunto fraude fiscal de Cemex desata un escándalo en España

El gobierno de Rajoy destituyó a los inspectores del caso
A Zambrano aquí ni lo investigan. 
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 22 de noviembre de 2013, p. 25
Madrid, 21de noviembre.
Un supuesto fraude fiscal millonario, detectado en 2011 en las cuentas ordinarias de la sede en España de Cementos Mexicanos (Cemex), provocó un escándalo político-empresarial al quedar al descubierto tanto el manejo turbio de la contabilidad de la trasnacional mexicana como la destitución fulminante de los inspectores que detectaron las anomalías por parte del gobierno español, de Mariano Rajoy.
Dolores Linares, jefa de la oficina técnica de Inspección Financiera Tributaria, fue la responsable de dirigir la investigación en las cuentas de Cemex, pero fue relevada de su cargo, en una decisión que según los propios inspectores es ajena a motivos técnicos.
Según una información publicada por el diario El País, Cemex, cuyo principal accionista y fundador es Lorenzo Zambrano, fue sometida a una inspección fiscal el 7 de julio del 2011 y de ella se extrajeron numerosas irregularidades y prácticas fraudulentas, sobre todo el impago de imposiciones fiscales valiéndose de una triquiñuela jurídica al aumentar el volumen de créditos que se hacen entre empresas del mismo grupo empresarial con el único objetivo de obtener beneficios fiscales. Es decir, crean una cadena de préstamos ficticios para reducir sus cargas impositivas.
La inspección detectó la irregularidad y levantó un acta millonaria que afectaban al menos tres ejercicios fiscales –de 2006 a 2009–, lo que supondría una multa de varios centenares de millones de euros. Los abogados y representantes de la multinacional mexicana presentaron un alegato y un recurso ante las autoridades fiscales, en este caso ante la oficina de la destituida Dolores Linares, quien los rechazó y decidió continuar con el proceso sancionador.
La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda, un organismo integrado por este selecto grupo funcionarios públicos, que destacan por su carácter técnico y que al menos hasta ahora no han tenido ningún episodio de injerencia política, expresó su más rotundo rechazo y malestar ante lo que consideran una destitución ajena amotivos técnicos y que, según ellos, responde a las presiones ejercidas por la empresa ante las autoridades españolas. El organismo, integrado por mil 400 socios, apoyó sin fisuras a Linares y al jefe del control tributario, Ignacio de Ucelay, quien presentó su dimisión como muestra de rechazo a la deriva impuesta por el gobierno y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en este caso.
Una de las versiones que defienden los inspectores es que la destitución obedece a las presiones de Cemex, cuyos representantes además formaron parte del equipo de Montoro en su etapa de secretario de Hacienda –en el periodo de gobierno de José Maria Aznar, de 2000 a 2004. Según esta hipótesis, los empresarios mexicanos habrían informado al gobierno español, a través de sus emisarios en la península, que de continuar con la presión en la inspección tributaria se replantearían su proyecto de convertir a España en su centro de operaciones para las exportaciones de cemento y el material que trabajan en Europa.
La oposición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) exigió la comparecencia inmediata del ministro Montoro y anunció que de confirmarse esta injerencia política se hace un daño irreparable en la lucha contra el fraude fiscal.
El vocero de Economía, Pedro Saura, añadió que la destitución de Linares es uno más de los regalos fiscales para los amigos del Partido Popular, mientras que los ciudadanos tienen que pagar más impuestos. Mientras que el diputado de la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares también advirtió de la injerencia políticay añadió que da la impresión de que hay una Agencia Tributaria para los de a pie, para los que tenemos un salario y otra para las grandes empresas, y es claro que el gobierno está beneficiando a esas multinacionales aunque sea a costa de una crisis en la Agencia Tributaria.
Cemex facturó el año pasado 8 mil 794 millones de euros frente a los 8 mil 54 millones del año anterior y presentó unas pérdidas de mil 262 millones de euros. Solo los gastos financieros ascendieron a 656 millones de euros. Un 15 por ciento más que el año anterior. Cemex tiene en España ocho plantas cementeras, 98 plantas de concreto y 21 centros de distribución y terminales marítimas.
Rajoy y la guerra Pemex-Repsol
En relación a la nueva guerra abierta entre las petroleras Pemex y Repsol por la gestión que hace de la trasnacional española su actual equipo directivo, el mandatario español, Mariano Rajoy, aseguró que Pemex es un accionista y accionista de los importantes en Repsol (9,64 por ciento), así que espero que todos los problemas se vayan resolviendo, no estoy especialmente preocupado en el caso de Repsol.

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