A nadie sorprende... son tan malos politicos como los panistas, e iguales de mentirosos.

Osorio Chong y las verdades a medias

Por: Redacción / Sinembargo - noviembre 9 de 2013

El gobierno federal muestra que no se saldrá ni un milímetro de su estrategia de comunicación en torno a las cifras de muertos por homicidios dolosos ni en las relacionadas con la reducción de la violencia en México. Pese a que en sus presentaciones públicas de esta semana el Presidente Enrique Peña Nieto y su segundo de a bordo, el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, presumieron la reducción de la criminalidad en el país no ofrecieron estadísticas puntuales. En su lugar defendieron la línea que han seguido desde el inicio del sexenio: la lucha contra el crimen organizado se hace con “inteligencia” y “de cara a la sociedad”, y con ello la retórica que utilizan comienza a desgastarse. El titular de la Segob repitió el viernes, durante su comparecencia en el Senado de la República, que la actual administración le va ganando terreno a la delincuencia y, para no dar cifras y responder a las críticas por la falta de claridad del gobierno federal en este terreno, hizo gala de una de las habilidades de todo buen político: la retórica. “La política criminal se enfoca en personas, no en estadísticas”, afirmó, y más aún dijo: “Las labores derivadas de la política pública de seguridad y justicia han sido resultado de un plan claro, con metas y objetivos compartidos… Hacer frente al crimen es una demanda legítima de la sociedad y es también una responsabilidad irrenunciable del Estado mexicano”. Con ese discurso evasivo, Osorio Chong respondió a las críticas de los opositores y también a quienes, un día antes, criticaron al Presidente Peña Nieto por afirmar que la delincuencia se ha ido minando en México, pero sin presentar pruebas fehacientes. El jueves pasado, el Jefe del Ejecutivo federal dijo en un foro de la revista The Economist que los indicadores en torno a la caída de los homicidios dolosos en el país son “cifras alentadoras”. Pero, de nuevo, no las mostró. En ese mismo foro se le cuestionó que no sólo las cifras sino su estrategia contra el crimen no han quedado claras, y los mexicanos –de acuerdo a diversas encuestas, incluidas las del Instituto Nacional de Estadísitica y Geografía (Inegi)– no perciben mejoría alguna. Además, ni Peña Nieto ni Miguel Ángel Osorio aluden en sus discursos el repunte que otros delitos han tenido este año, como es el caso del secuestro, un crimen que agravia a miles de familias de mexicanos y extranjeros en el país, y que incluso ya mina la confianza de los inversionistas al decidir si depositan sus capitales en México. Cada gobierno federal tiene su estilo, se entiende. Cada nueva administración implanta su estrategia para comunicar a la opinión pública, y es válido. Pero no ser claros, hablar de verdades a medias o simplemente evadir un problema para no reconocer que se ha equivocado la ruta es un gran error. Le pasó al ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, cuya política de comunicación se concentró en hablar de su guerra contra el crimen organizado y en vanagloriarse de avances que nunca se dieron. En su sexenio, seguro, hubo avances en otros renglones. Pero nadie se enteró. En su afán de defender una estrategia fallida, el resto de sus logros quedaron en el olvido. Calderón Hinojosa quiso ser el Presidente del empleo y, ahora, sólo se le recuerda por haber sido quien generó una crisis humanitaria en México. A Peña Nieto y a Osorio Chong esa estrategia se les ha desgastado incluso mucho antes que a Calderón. Es la hora de modificar el discurso de las medias verdades por uno realista, aunque sea duro y crudo lo que se diga, de recuperar la credibilidad y la confianza de todos, antes de también sólo sean recordados por cómo escondieron y manipularon cifras. ¡Feliz fin de semana!

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