lunes, 15 de julio de 2013

“Murieron como delincuentes y sólo eran niños”

Redacción / @Revolucion3_0
(15 de julio, 2013).- Después de que la Fiscalía General de Jalisco informara que Luis Antonio Ortiz Guerra y Andrés Barba Olivas, de 15 años, habían sido secuestrados y asesinados por cometer bullying contra el hijo de un narcotraficante, el  padre de Andrés salió a desmentir esa versión.
“Mi hijo no era ni llevado con sus amigos. En casa hay valores que se los inculcamos. Mi hijo es el inocente de esta película de terror. Teníamos una vida familiar amorosa. A él lo invitó uno de sus compañeros [Luis Antonio] y les tocó [ser asesinados], desgraciadamente. Lo que no entiendo es por qué los torturaron tanto”, comentó a La Jornada.
En junio pasado, Antonio y Andrés fueron levantados, torturados y asesinados. Desde el reporte del secuestro comenzó a circular la versión de la Fiscalía. El joven al que presuntamente ofendieron era el hijo del narcotraficante José Ángel Carrasco Coronel, El Changel, recluido en la ciudad de México y quien es sobrino del fallecido Ignacio Nacho Coronel, ex líder del cártel de Sinaloa.
El presidente de la Fundación Find, Juan Manuel Estrada, quien ha investigado el caso, pudo acceder al expediente y a decenas de fotografías del hallazgo de los cadáveres. “Por las evidencias que tenemos y la forma en que encontraron los cuerpos de los muchachos, podemos decir que los escondieron en una especie de cueva preparada donde iban a desintegrarlos con sosa cáustica”, indicó Manuel Estrada.
Continuó: “Fueron brutalmente torturados en un lugar previamente preparado para eso. Los jóvenes recibieron mucho sufrimiento y es algo que nos conmociona. En este caso perdemos todos como sociedad y muestra el grado de descomposición que existe dentro del propio sistema policial en México”.
Fue el 21 de junio cuando los jóvenes llegaron a la plaza Ciudadela, en Zapopan. Los videos del centro comercial grabaron el momento en que salieron del lugar y tomaron un taxi. Después se confirmó la desaparición de Luis Antonio y Andrés que duró ocho días.
Hasta el sábado 29 de junio, la policía detuvo a Isaac, de 17 años, el joven con quien salieron del centro comercial y abordaron el taxi. Ese mismo día, la policía cateó el rancho La Cebaday hasta el primero de julio fueron encontrados los cuerpos en una de las casas del lugar.
Para el fiscal general del estado, Luis Carlos Nájera, Luis Antonio Ortiz Guerra estaba involucrado con el crimen organizado, peros su familiares aseguraron que las autoridades mienten en el caso.
“¿Por qué mintieron las autoridades? Esa es la pregunta que tiene mi familia y medio Guadalajara. Él murió como si fuera delincuente, y sólo era un niño de 15 años, un niño inocente, totalmente”, declararon familiares. “Está todo tan turbio; nunca informaron como debían. Todavía hay mentiras y manipulaciones. Nos dijeron que el sábado no encontraron los cuerpos, y era mentira”.
El periódico citado menciona una conversación donde Andrés Vega Tovar, El Vega, buscaba que Luis Antonio entrara al mundo del narcomenudeo. “Vega asegura a Luis Antonio que todo es seguro, porque en el negocio de la venta de droga tienen la protección de la policía”, se menciona. No va a pasar nada, pero si pasa, te sacamos del problema. Tenemos paros con la policía y todo, pero para eso no puedes decir que vas conmigo. A pesar de la propuesta para entrar al negocio, los jóvenes no están convencidos de aceptar participar en la venta de droga y durante dos meses no hay respuesta.
Para el presidente de la Fundación Find, Juan Manuel Estrada, es obvio que la policía está involucrada en el caso, por eso las irregularidades en el caso de dos jóvenes que murieron como sicarios.

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