Si algo demostraron, Jorge Carvallo Delfín y Corintia Cruz Oregón, coordinador de la campaña en el Estado del candidato priísta, Enrique Peña Nieto y convocante de la marcha "Jóvenes con Enrique Peña Nieto", es que carecen de liderazgo, y que la responsabilidad que les encomendaron les quedó grande. Y es que la parada para contrarrestar al movimiento universitario #YoSoy132 no pasó se de ser un fracaso, ya que mientras por una parte hablaron de concentrar a 10 mil seguidores, lo cierto es que los participantes no llegaron ni a 500 venidos de todo el Estado.
Ni Carvallo ni Corintia son dirigentes auténticos, sino producto de la improvisación y el "padrinazgo"; por esa razón, la convocatoria que realizaron días antes a jóvenes de todo el solar Veracruzano terminó en un soberano desengaño, lo que les coloca en su real dimensión, pues si con la convocatoria que lograron piensan ganar la elección, flaco favor le hicieron al ex Gobernador del Estado de México al evidenciar que no mueven a nadie.
Y vaya que a la engreída regidora Cruz Oregón le dolió la falta de respuesta que obtuvo, pues cuando la entrevistaron pidió, molesta, respeto hacia el movimiento que encabeza en la Entidad Veracruzana (¿Cuál?): "Que sepan que no todos los jóvenes están en este grupo que no está de acuerdo #YoSoy132 y que tienen la libertad de hacerlo y de expresarse en contra de un proyecto de nación que es Enrique Peña Nieto, habemos muchos más", lo que despertó la sonrisa de reporteros ante la escasa respuesta obtenida. En fin, los jóvenes priístas (que pasaron de lo verde a lo podrido) no entienden que el movimiento del llamado #Yosoy132 ni es violento ni altera el orden, por el contrario, crispa los nervios de quienes observan que sus privilegios podrían derrumbarse en cualquier momento.
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