domingo, 8 de enero de 2012

A PROPÓSITO DE LOS PROPÓSITOS DE FIN DE AÑO...

Hace tiempo ya que mi pensamiento es un bicho que se puede clasificar de existencialista y aunque no tiene mucho sentido, para mí, evaluar los logros y fracasos del año que se extingue y tampoco lo tiene iniciar una lista de propósitos para el año entrante (que además son altamente propensos a convertirse en los fracasos que habría que analizar el próximo fin de año) quiero tomar unos momentos para brindarles unas cuantas palabras que sirvan para acompañarles en este 2012, como si se tratara de una parte de mí.

Quisiera, por ajustarme a la norma, escribir algunas frases trilladas y optimistas que me saquen del apuro que significa para mi esta tentativa, pero la verdad es que el optimismo irracional me choca y me parece irrelevante. Por ejemplo, podría desearles un excelente 2012 lleno de alegría, felicidad, amor, dinero y todo lo que se desea en estas fechas, producto de la mano misteriosa y mágica del dios de su preferencia o por simple azar (porque este mensaje seguro lo leerán católicos, judíos, musulmanes, agnósticos y ateos)… pero resulta que no soy determinista. También podría recomendarles algunas cábalas para asegurar el éxito en el año venidero; vestir una prenda nueva, sacar maletas a la calle, dar tres vueltas a la cuadra mientras rezan cuatro Aves Marías, algunos mantras para mis amigos místicos, alinear sus camas según los chacras de su preferencia (por supuesto basados en un estricto análisis de la Teoría de Cuerdas), un baño de huevo crudo con hojitas de perejil o reenvíar este mensaje a 20 de sus contactos para recibir una misteriosa llamada con una increíble noticia (¡ES CIERTO, EN VERDAD FUNCIONA! A MI ME SUCEDIÓ Y ESO QUE YO NO CREO EN ESTAS CADENAS)… pero también soy escéptico.

Aunque algunos ya me estarán tachando de pesimista, ateo, arrogante, etc., solo quiero que sepan que yo en estas fechas recibo muchas de estas bendiciones, cábalas y demás brujerías, y que si bien no se corresponden con mi forma de entender el mundo, les agradezco y las recibo con mucho gusto porque se bien que parten de ustedes con honesto cariño. De la misma forma (cariñosamente) parte mi realismo hacía todos ustedes. Espero pues, que así como yo no me ofendo con lo de ustedes, ustedes no se ofendan con lo mío.

Ser realista significa reconocer que no solo nuestro país, sino el mundo en general, sufrirá el próximo año una de las peores crisis económicas. Lo que significa, cuando menos, que las cosas serán complicadas para nosotros… pero más lamentable es que serán imposibles para muchos otros, así que mi primer deseo es un poco más de consciencia social.

Ser realista significa saber que el próximo año tres individuos (no quiero ponerles adjetivos porque seguro ninguno sale bien librado) se estarán disputando el gran pastel de la silla presidencial en México. Ser realista significa entender que las decisiones que hemos tomado anteriormente en este contexto tienen a nuestra patria en un estado deplorable y que solo a nosotros nos corresponde corregirlo. Mi segundo deseo es un poco más de interés y consciencia política (y aprovecho aquí para reconocer a mis amigos activistas que, incluso arriesgando su vida, se dan a la tarea de luchar desde sus fronteras).

Ser realista significa afirmar que “nacimos libres, responsables y sin excusas” y que somos lo que hacemos (no lo que pensamos, ni lo que pretendemos, ni lo que soñamos). Ser realista entonces es vivir actuando para lograr Ser. Ser realista es vivir maravillado por esta extraña masa organizada que nos constituye y vivir despreciando lo que fuera de nosotros no necesitamos (aunque nos hagan creer lo contrario). Ser realista es dejar de Tener y comenzar a Ser. Mi tercer deseo para todos nosotros es por tanto una verdadera moral estructurada por un estricto y personalísimo ejercicio ético y no por instructivos que supuestamente nos han dejado seres de otros mundos.

Logremos Ser, y para esto que mejor que desearles una mente abierta, reflexiva, escéptica, racional, imparable e insaciable. Y un espíritu barroco, romántico, impresionista, moderno o contemporáneo; que vibre al ritmo de la música de su preferencia; que se hinche con las suaves y guerreras palabras de algún poeta; qué se ilumine con los trazos feroces de un gran pintor; que arda breve e infinita al sentir la mano amada; que se llene de pirámides y templos pero no de dioses.

Deseos “simples”, pero que como cualquier otro pueden no lograrse. En todo caso, cúmplanse o no, reciban estas palabras como muestra sincera de respeto y cariño. Y como estos deseos son para el 2012, termino esto con una frase súper trillada: ¡FELIZ AÑO NUEVO!


Jesus Vergara Huerta

No hay comentarios: