jueves, 18 de noviembre de 2010

Opaca opción para Mexicana Miguel Ángel Granados Chapa Periodista


Distrito Federal– ¿A santo de qué, a qué título participan los secretarios de Comunicaciones y del Trabajo en la decisión de revivir a Mexicana, inclinados a una opción que ha sido ya rechazada por dos sindicatos –el de pilotos y el de empleados de tierra– y genera reparos en un tercero (el de sobrecargos)?



Cuando Mexicana decidió acogerse al concurso mercantil (forma moderna de la suspensión de pagos) y dejar de volar, con lo que deliberadamente empeoró su situación pues dejó de generar ingresos y acrecentó sus pasivos, la Secretaría de Comunicaciones debió requisar la empresa, para asegurar la continuidad del servicio público concesionado a la casi fallida aerolínea, y no lo hizo. No se trataba de un rescate al modo en que esa empresa y otras del sector aéreo han sido beneficiadas en el pasado, sino de la aplicación de una norma administrativa para la cual está capacitada legalmente esa dependencia.

En contraste con su omisión en el ámbito que le es propio, la SCT, su titular Juan Molinar Horcasitas en particular, se ha mostrado activo en decidir cuál de las entidades financieras que han mostrado interés en adquirir la concesión que Mexicana puede obtenerla. No se trata de una licitación en que competa a un órgano del estado resolver cuál postura garantiza un mejor precio o una mejor prestación de un servicio. Se trata de una operación entre particulares, regulada por el derecho mercantil en que, si acaso hay espacio para que la SCT intervenga es para cuidar que se atiendan las restricciones legales en materia de inversión extranjera.

Mexicana está por ahora sujeta a la ley de concursos mercantiles, dejada en el aire (paradójicamente, pues en realidad la dejaron en tierra) por sus accionistas. Su gestión está a cargo de un administrador provisional, y su suerte jurídica depende del conciliador, figura jurídica establecida en la mencionada ley de concursos mercantiles, cuya obligación consiste en enlistar a los acreedores y fijar el orden de prioridades para el pago de los adeudos de la empresa sometida a ese procedimiento de la legislación de comercio. No se ve en qué medida tengan capacidad para resolver quién ha de ocuparse de los pasivos de la aerolínea llevada a la ruina deliberadamente por el grupo que la compró al gobierno en 2005 y que la regaló a nuevos accionistas que no hicieron en breve término más que empeorar la situación de la empresa, al grado de asestarle la puntilla, como se hace y dice en la tauromaquia.

No sólo eso: dichos administrador y conciliador solicitaron oficiosamente que las secretarías de Comunicaciones y de Trabajo avalaran su propia propuesta que, si cabe entre sus facultades, debieron asumir con autonomía. Debieron hacerlo así teniendo en cuenta que por lo menos respecto de PC Capital, financiera escogida para recibir la ganga en que se convirtió Mexicana, fue presentada a la SCT por el secretario del Trabajo, quien actuaría así como gestor de negocios privados.

El titular del Trabajo cumple en esa función también de otra manera, abogando ante los sindicatos por esa empresa, lo que ha ocasionado la inconformidad de las otras interesadas, TG Group y BMC Financial Investments. Si bien Javier Lozano admite –no podría ser de otra manera– que son las agrupaciones sindicales las que han de resolver si aceptan las condiciones de PC Capital, es llamativa su intimación a que resuelvan ya, escogiendo entre la oferta de esa financiera o la quiebra de Mexicana.

De las tres opciones, la que más castiga el interés de los trabajadores es la escogida por las autoridades que oficiosamente intervienen en el caso y por el administrador y el conciliador, cuyas funciones no incluyen revisar la composición del capital de la empresa que atienden en esta emergencia. PC Capital pretende reducir severamente el personal, pues su propósito es achicar la empresa: de 1,154 pilotos sólo serían recontratados 242, y de 1,724 sobrecargos permanecerían 375, ya que sólo estarían en operación veintinueve aeronaves. La reducción sería de 65 por ciento.

Si el dilema de planteara exclusivamente en esos términos: la propuesta de PC Capital o la quiebra, los sindicatos acaso optaran por rescatar de lo perdido lo que aparezca. Pero hay otras posibilidades, que además son mejores. Las otras financieras interesadas están dispuestas a un recorte de personal de mucho menor proporción que el de la oferta escogida. BMC capital se queja de que no ha sido notificada por la SCT de las razones por las cuales se eligió a PC Capital, siendo que se propone tener en vuelo 59 aviones (treinta más que los de la opción escogida). Y recontrataría 80 por ciento del personal.

Investido de autoridad aeronáutica, el secretario del Trabajo ha dicho que es inviable la oferta de más aviones y más personal. Un verdadero experto, en cambio, pone en duda la viabilidad del ofrecimiento de PC Capital: con los 150 millones de dólares que aportará esa empresa, “existe el riesgo de que después de seis meses tenga problemas de flujo de caja”, dijo Bart Pattyn, presidente para América Latina de Coface, aseguradora de riesgo empresarial y experto en aviación. (Reforma, 12 de noviembre).

Por si faltaran opacidades en este procedimiento, he aquí una más: las tres empresas interesadas son financieras, que acaso obran por cuenta de terceros pues ellas no se dedican a la aviación. Sólo una persona con experiencia en el ramo aparece en este escenario: PC Capital es representada por Arturo Barahona, que ya fue ejecutivo de Mexicana, bajo Gastón Azcárraga.

El lenguaje del silencio Sergio Conde Varela Abogado


Algo muy importante desde el punto de vista social está pasando no sólo en nuestra ciudad sino en el estado y en el país entero.

Durante mucho tiempo, personas, instituciones, asociaciones y diferentes grupos, han levantado su voz denunciando, señalando, pidiendo, ante los órganos competentes de los tres niveles de gobierno que cese esta descomposición social que ha sido producida por los integrantes de la llamada antisociedad.

Prensa, radio, televisión han sido los medios que han llevado puntualmente los sinsabores, dolores y angustias de una sociedad cada vez mas golpeada y abandonada a su suerte por quienes deberían de cumplir con el juramento que hicieron al tomar las riendas del gobierno de ejecutar lo que la ley manda y el sentido común exige.

Sin embargo, cada día el problema se complica de tal manera que las voces poco a poco han bajado su denuncia frente a la política de brazos cruzados que se ha observado y sus voces se van perdiendo entre el fuego y balas de las metralletas y los ayes de dolor que han quedado en las calles, barrios y colonias de ciudades como la nuestra y de muchas más a lo largo y ancho del país.

La denuncia, las manifestaciones, los desplegados, las impugnaciones a los órganos gubernamentales a través de los días han sido poco a poco sustituidos por algo muy peligroso y sumamente poderoso que es el lenguaje del silencio.

La gente está agotada de que se le diga mediante el discurso que se está haciendo mucho y en la práctica nada acontece. Se tiene mucho tiempo que únicamente las intervenciones o son para minimizar el grave problema de la inseguridad o para dar cifras y datos muy distantes de una realidad lacerante que se vive y que hoy ya ni siquiera sonrisas de incredulidad producen.

Poco a poco, la sociedad está aprendiendo a callar, porque sabe que sus anhelos no quieren ser resueltos. No hay voluntad ni política ni administrativa para solucionar las necesidades públicas y el gran caudal que se gasta según esto en brindar una seguridad que el pueblo no percibe, sólo ha producido el aumento de un presupuesto de egresos dadivoso cuyas finalidades para lo que fue autorizado, brillan por su ausencia de manera lamentable.

La ciudadanía sabe que la voluntad gubernamental para la solución está afectada por la ausencia de resultados y por eso calla. Esto no significa que por ello haya conformidad, no, el silencio denota que el pueblo está cansado de pedir, solicitar soluciones y estas no aparecen y desde luego que en este silencio hay un lenguaje que se percibe y se comunica en un ambiente de inseguridad, de éxodo de mexicanos y de atroces actos antisociales que no tienen freno.

El pueblo calla porque en él, algo grande se va a producir y algunos trasnochados piensan que si calla otorga, pero esta frase ya ha sido sustituida por otra: “el que calla, no dice nada” y en el caso de Juárez y otras metrópolis de México, las manifestaciones de médicos, periodistas, maestros y estudiantes universitarios, grupos diversos de la sociedad civil, han sido hechas en los términos constitucionales y han sido sin resultados y eso ha generado que se opte por el silencio que ha producido ya una densa y desconocida atmósfera que rodea con misterio este problemas de muerte e inseguridad.

Desde luego que para la gente no pasa desapercibido que se han importado miles y miles de armas, que se mueven grandes cantidades de dinero y que unos grupos tratan de imponerse sobre los otros, sin embargo hay una confrontación silenciosa en todo esto. Los que piensan en los valores y los que se burlan de ellos, los que le apuestan a la muerte y los que creen y defienden la vida, los que diseñan la esperanza de una vida mejor y los que solo quieren destrucción, fuerza y violencia. El grupo del silencio cree en la vida, en los valores y en la esperanza y nadie podrá arrancárselos. El tiempo hablará sobre esto, de verdad.

Cien años no son (casi) nada Lorenzo Meyer ANALISTA POLÍTICO


Distrito Federal– Dos Problemas. En dos días se cumplirán cien años del inicio oficial de la Revolución Mexicana. En el Plan de San Luis, Francisco I. Madero señaló: “El día 20 del mes de noviembre, de las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente la gobiernan”. Por la fuerza los mexicanos deberían recuperar la condición de ciudadanos, condición anulada de tiempo atrás por el gobierno de Porfirio Díaz. Sin embargo, el inicio de esa revolución se adelantó dos días pues justamente hoy, hace un siglo, tuvo lugar el ataque de la policía y el ejército a la casa del maderista Aquiles Serdán y de su familia, en Puebla.

Antes de intentar una interpretación del movimiento hoy centenario, conviene dejar en claro dos cosas. Primero, nunca es posible recrear de manera cabal el pasado; todo estudio histórico es sólo una mera aproximación a lo que realmente ocurrió. Segundo, al pasado siempre lo vemos y juzgamos desde las preocupaciones del presente. Y como ese presente está en constante cambio, es imposible una interpretación única y definitiva. Toda revolución es un proceso de destrucción y construcción que afecta y beneficia a intereses que siempre tienen su contraparte en la actualidad. Así pues, siempre habrá descontentos con lo que se hizo, por qué se hizo, cómo se hizo y con sus consecuencias. Es por ello que en ninguna época puede haber una interpretación única de la Revolución Mexicana o de cualquier otra, sino varias que compiten entre sí. Cada quien debe elegir entre la indiferencia frente al tema o adoptar la visión que más le cuadre, la que mejor le ayude a entender las circunstancias del país y las suyas propias.

Muerte. En 1966 el historiador norteamericano Stanley R. Ross editó un libro entonces polémico y titulado Is the Mexican Revolution dead? (Knopf) que luego se tradujo como “¿Ha muerto la Revolución Mexicana?” (SepSetentas, 1970). Ahí se recogían las evaluaciones sobre la Revolución hechas por mexicanos, de Luis Cabrera a Adolfo López Mateos y por un puñado de extranjeros. Preguntarse en los 1960 si aún tenía vigencia el movimiento iniciado en 1910 era un indicador de que si el objeto de estudio no estaba muerto ya lo parecía.

Ross mostró que desde los 1940, Daniel Cosío Villegas o Jesús Silva Herzog habían dado por terminado el ciclo revolucionario, pero que otros, con un interés creado en mantenerlo vivo, insistían que esa revolución aún tenía y podía dar mucho. Ejemplos de esto último eran los discursos de las campañas presidenciales de los candidatos del PRI o las posiciones de quienes sostenían que, en tanto se mantuvieran vigentes los “ideales de la Revolución” (aunque no se cumplieran) ésta seguiría viva, lo que equivalía a declarar eterno el movimiento de 1910.

A la Distancia. Varias fueron las causas que desembocaron en el violento estallido social de hace un siglo, pero hoy vale la pena sacar algunas conclusiones de sus orígenes políticos.

Las condiciones de pobreza, explotación e injusticia en que vivían los mexicanos en 1910 no eran nuevas al punto que no se les puede considerar variables sino constantes en la explicación de lo ocurrido entonces. La situación mexicana no era única, se daba con variantes en toda Iberoamérica, pero sólo en México desembocó en una revolución.

Lo peculiar de México a inicios del siglo XX no eran ni sus condiciones sociales ni el proceso de modernización que estaba modificando el entorno económico, social y cultural –ferrocarriles, telégrafos, fábricas, minas, bancos, plantaciones, petróleo– sino la aparente fortaleza del régimen porfirista y del Estado liberal surgido tras la restauración de la república.

El orden político mexicano de entonces tenía como centro una alianza oligárquica donde todos los “hombres fuertes” eran leales a un presidente que desde 1884 se reelegía por sistema. Esa oligarquía era muy pequeña, formada por nacionales como Olegario Molina, Luis Terrazas, Enrique Creel, José I. Limantour, Pablo Escandón, Ignacio de la Torre, los García Pimentel, los Martínez del Río o los Madero y por extranjeros como Iñigo Noriega, Weetman Pearson, William Green o Edward Doheny. Además del círculo del gran dinero, Díaz creo otro, el de los “científicos”, encabezados por Limantour, que servían como la base intelectual y tecnocrática del régimen; ahí estaban Francisco Bulnes, Miguel y Pablo Macedo, Justo Sierra, Emilio Rabasa y otra docena de cerebros.

Esta élite del poder, en la que hay que incluir también a algunos gobernadores como Teodoro Dehesa, a obispos como Eulogio Gillow o al general Bernardo Reyes, estaba unida por la figura de “el necesario”, de Porfirio Díaz. Sin embargo, ese régimen, tenían al menos dos problemas: lo estrecho y cerrado de una élite que impedía la movilidad social demandada por la modernización económica y, en segundo lugar, la ausencia de un mecanismo de sucesión para cuando la decadencia física del “necesario” obligara a sustituirlo.

La Chispa y el Pastizal Seco. La verdadera lucha por suceder a Díaz se inició dentro del círculo porfirista y formalmente tuvo un carácter electoral. Fue el poderoso general Reyes –enemigo de los “científicos” – quien la inauguró al crear por todo el país los “clubs reyistas” para ejercer presión sobre su jefe nato, Díaz, a fin de que éste hiciera efectivo en su favor lo que ya había declarado a una publicación extranjera: que México ya estaba listo para la democracia.

Cuando Díaz se negó a dejar la presidencia y abrir el juego sucesorio en la cúpula –y sólo en la cúpula–, Reyes abandonó su proyecto pero muchos reyistas de clase media se negaron a desmovilizarse y volvieron sus ojos a otro miembro de la oligarquía terrateniente, más joven y más descontento con la falta de oportunidades políticas: a Francisco I. Madero. Ante la nula voluntad de Díaz de empezar el camino de una sucesión más o menos ordenada y al insistir en tener como vicepresidente a un “científico” sin brillo (Ramón Corral), quedó claro que si Díaz moría, los “científicos” tomarían el control y el círculo del poder permanecería igual.

Las Consecuencias de la Cerrazón y la Corrupción. La pobreza absoluta de la mayoría, la creciente desigualdad social, la injusticia institucionalizada de un crecimiento económico que beneficiaba desproporcionadamente a los muy pocos, fue el entorno a donde saltaron las chispas de la disputa por el poder en la cúspide. Ese entorno hizo que la aparente ingenuidad del llamado de Madero a la rebelión para defender el sufragio, pronto se expandiera en la seca geografía social mexicana y el incendio obligara a Díaz a presentar su renuncia a la presidencia con la esperanza de que Madero y los suyos controlaran el fuego que habían iniciado para obligar a la élite del poder a desechar, por estrecho, el traje político que le había confeccionado a la nación en los 1880. Sin embargo, justo como le había ocurrido a Hidalgo un siglo atrás, la rebelión de las “clases peligrosas” –Villa, Orozco, Zapata y miles más– no siguió el guión restringido planeado por Madero y el “llano en llamas” sólo se apagó cuando el fuego se quedó sin combustible.

Lecciones. Las lecciones que deja 1910 para la actualidad son, al menos dos. Una debería entenderla la cerrada derecha mexicana y está bien expresada por el príncipe de Salina en el “Gatopardo” de Giuseppe Tomasi de Lampedusa: hay que saber cambiar a tiempo para que todo siga más o menos igual. La Revolución no era inevitable pero la hizo inevitable la cerrazón de Díaz y de la oligarquía y cuando finalmente se vieron obligados a ceder, ya era tarde y todo el país pagó su mezquindad y falta de visión.

La segunda lección es hoy para todos. La Revolución Mexicana costó, directa e indirectamente, centenares de vidas, pero el proyecto que finalmente elaboró para construir el futuro –la Constitución de 1917– no fue utópico sino realista: combinaba una razonable dosis de justicia social con democracia política y sentido del nacionalismo. Sin embargo, la dirigencia revolucionaria no estuvo a la altura del proyecto y se dejó envolver por la corrupción.

A cien años de distancia México ya no se ve muy diferente de los otros países de la región que no tuvieron revolución. Si Díaz y su grupo hubieran sido inteligentes y un poco generosos, ellos y México se hubieran ahorrado muchos problemas. Si los líderes revolucionarios hubieran sido congruentes con su proyecto, el país sería otro, mucho mejor, y el sacrificio de la guerra civil se hubieran justificado. No ocurrió ni lo uno ni lo otro y la Revolución murió pero sus problemas sobreviven.

Lógica pura-Hernández

La cocina mexicana patrimonio mundial-Ahumada

Cifras mágicas-Rocha

Retén-Helguera

El búnker-Fisgón

Sicarios y vengadores Julio Hernández López

Astillero
Los pelotones de Arpaio
Farándula política
Narco y migrantes


Es una invasión nada silenciosa. Una diaria tarea que divide, confunde, agrede y desestabiliza. El Estado fallido tan anunciado por los estudiosos gringos –a tal grado que mandaron de embajador a un especialista en esos fracasos– está cada vez más delineado, listo para intervenciones abiertas, tutelajes confesos, manipulación sin falsos pudores. La amenaza no proviene nada más de la Iniciativa Mérida, que es el sabido caballo de Troya, ni de las oficinas binacionales instaladas en el Paseo de la Reforma a cuenta de esas tareas meritanas que en realidad son una puerta abierta al espionaje estadunidense. Es el hecho de que la crisis nacional, sobre todo su expresión bélica en las calles a propósito del narcotráfico, ha sido tomada por el poder gringo como justificación para asumir a México como un problema de seguridad nacional de la potencia necesitada de más flancos de batalla, es decir, como un asunto que de manera natural autoriza al presunto amenazado a tomar medidas enérgicas de defensa que pasen por el control del ente desquiciado.
Allí está, por ejemplo, Michele Leonhart, la administradora interina de la DEA, que ayer dijo ante un comité senatorial estadunidense que entre sus planes está expandir la “alianza” con México, entendido esto como una mayor participación de las fuerzas extranjeras en las acciones locales contra las drogas. A su vez, quien fue zar de la materia en el vecino país, Barry Mc Caffrey, se aventó la puntada de vaticinar en una conferencia en El Paso, Texas, que la “lucha” contra el narcotráfico “puede continuar durante 20 años, pero no hay manera de que nosotros, Estados Unidos y México, no ganemos esto”.
Farándula política tragicómica: Felipe el travieso presume sus juguetes bélicos reunidos bajo tierra, en supersecreto búnker tecnológico que el pinolero de los 30 mil muertos (hasta ahora) hizo diseñar y equipar en remembranza de la serie televisiva estadunidense 24 que tanto le gusta, mientras en Arizona el mediático sheriff Joe Arpaio anuncia la creación de pelotones de ciudadanos que de manera voluntaria enfrentarán a los migrantes indocumentados, enrolados en esa fuerza ciudadana algunos personajes del mundillo de la violencia de cine y televisión, como Steven Seagal, Lou Ferrigno (conocido por El increíble Hulk) y Peter Lupus (Misión imposible), quienes forman parte de la primera remesa (56 personas) dispuestas a suplir las restricciones presupuestales que podrían haber reducido el grado de persecución a migrantes. Según Arpaio, hay alrededor de tres mil ciudadanos dispuestos a participar en estos pelotones sin sueldo.
Del lado mexicano no hay voluntarismo ciudadano a favor del gobierno. El comandante Calderón solamente muestra ferocidad en relación con sus presuntos gobernados y la Secretaría de Relaciones Exteriores lucha más por convencer a los nacionales de que sigue existiendo que por confrontar civilizadamente las agresiones verbales provenientes del exterior. Por ejemplo, la SRE se niega a protestar por la insistencia vecina de que en México hay una narcoinsurgencia. Dice la diplomacia mexicana que no hay una postura oficial que exprese tal término, a pesar de que Hillary Clinton así lo ha advertido y que un reciente documento de un Instituto de Estudios sobre Seguridad Estratégica, dependiente de la Armada estadunidense, así lo ha hecho saber al Ejército entero.
Resulta significativo, en cambio, que al difundirse ayer en Twitter la noticia de los comandos de Arizona con actores conocidos se produjera una mayoritaria corriente de opiniones deseosas de que la defensa de los paisanos en peligro la emprendieran… los cárteles mexicanos (que, según información difundida ayer, ya tienen presencia en 230 ciudades de Estados Unidos y Canadá y en cuando menos 19 países, al grado de extender una suerte de franquicias en algunos lugares). A falta de mejores instancias, la violencia extrema de algunas de esas organizaciones criminales era presentada en el ágora internética como opción a la criminalidad institucional de Arpaio y compañía.
Astillas
Los trabajadores en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas pretenden instalarse en plantón el próximo viernes en el Zócalo capitalino, un día antes del desfile militar con que Felipe Calderón hará como que homenajea el centenario de la Revolución Mexicana. Es una apuesta arriesgada, pero no les queda a esos despedidos un catálogo amplio de opciones, cerradas como les han sido las puertas del diálogo y la negociación una y otra vez. Calculadamente diluido el espíritu de celebración revolucionaria, convertida la fecha en un proceso burocrático al que se debe dar trámite opaco, desbastado el material de evocación insurreccional, el calderonismo no debería dejarse llevar por las tentaciones autoritarias este 20 de noviembre y sí, en cambio, permitir la libre expresión de un gremio que sigue resistiendo… Marcelo Ebrard ha dado un dato que merece ser recordado: 10 por ciento de los mexicanos tienen 40 por ciento de la riqueza y no aportan al PIB ni 6 por ciento. El señalamiento fue hecho en el contexto de la reunión de alcaldes de diversas partes del mundo que el gobernante de la capital mexicana se ha organizado como parte de su promoción futurista… El otro contendiente por la postulación “izquierdista” de 2012, Andrés Manuel López Obrador, prepara por su parte la recordación cívica de lo sucedido cien años atrás. La reunión será en el Hemiciclo a Juárez este sábado… Y, mientras el favorito del calderonismo, el diputado Roberto Gil, ha obtenido confirmación judicial de su derecho a participar en la renovación del mando nacional panista, con lo que se reducen las esperanzas del maltratado Gustavo Madero, a quien se hizo creer que era el “bueno”, ¡hasta mañana, con la Suprema Corta autorizando al Servicio de Administración Tributaria a proporcionar información de morosos a los burós de crédito!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

El Presupuesto 2011 se destinará, como siempre, para pagar intereses de las deudas interna y externa de México: AMLO

Chetumal, Quintana Roo
De Movimiento por la IV República

Miércoles 17 de noviembre de 2010

Desde el sureste mexicano, Andrés Manuel López Obrador expresó el Presupuesto Público para 2011 servirá, como siempre, para pagar intereses de la deuda interna y de la deuda externa, y será muy poco lo que se destine para el desarrollo del país, porque hay una deuda de 350 mil millones de pesos.

El presidente legítimo de México explicó que se destinarán este año 30 mil millones de pesos del presupuesto público para pagar tan solo los intereses de la deuda pública.

Explicó que con la puesta en marcha de un plan de austeridad se obtendrían ahorros hasta por 350 mil millones de pesos, que representa el 10 por ciento del presupuesto de este año, de 3.5 billones de pesos.

La hacienda pública se fortalecería y habría fondos para financiar el desarrollo social si se elimina el gasto superfluo e improductivo, así como los privilegios de la alta burocracia y reduciendo los sueldos a la mitad.

Puso de ejemplo que un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación gana en promedio 6 millones de pesos, incluyendo salario, bonos y otras prestaciones. “Bueno, a los ministros hasta les pagan los anteojos”, abundó.

López Obrador lamentó la explosión que se registró en un hotel de la Riviera Maya, donde se perdieron vidas humanas y al mismo tiempo exigió a las autoridades estatales que investiguen las causas del percance, “para prevenir y que no se siga dañando la imagen México y de Quintana Roo, en el extranjero, porque de eso depende mucho la economía del estado”.

El presidente legítimo de México recomendó al pueblo de Quintana Roo cuidar mucho su estado, porque significa una importante fuente de empleo y además es proveedor de una buena entrada de divisas.

Al conceder una entrevista a los reporteros, el presidente legítimo de México explicó que su presencia en el estado es para encabezar una reunión de evaluación con los coordinadores distritales, municipales y territoriales del Gobierno Legítimo de México.

Detalló que el sábado a las 4 de la tarde, estará conmemorando el cuarto aniversario del Gobierno Legítimo y en el Centenario de la Revolución Mexicana, en el Hemiciclo a Juárez, de la Ciudad de México.

Al pedir su opinión los representantes de los medios de comunicación sobre el panorama que se vive en el estado y en el país, López Obrador mencionó que la gente en Quintana Roo, como en todo el país, quiere un cambio. Creo que no hay una sola persona que esté pensando que el gobierno de Felipe Calderón está actuando bien, ni el gobierno estatal.

Sostuvo que todo mundo coincide que estamos atravesando por una de las peores crisis en la historia de nuestro país, porque no hay trabajo, es decir, hay desempleo, las actividades productivas están en bancarrota, el turismo está afectado, porque hay una mala imagen de México en el extranjero, y además hay inseguridad y violencia.

Indicó que la mayoría de la gente está conciente de la necesidad de que haya un verdadero cambio en el país, porque ya es insoportable lo que están pasando, indicó.

López Obrador señaló que la mafia del poder y del dinero va a querer imponer a su candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, para que gane las elecciones presidenciales del 2012, pero “todavía está por verse”.

Adelantó que el movimiento que encabeza participará en los comicios de julio de 2012 para volver a ganar a los potentados.

Previamente en una entrevista a su llegada al aeropuerto de Chetumal, el presidente legítimo de México manifestó abiertamente su rechazo ante la decisión de los dirigentes del PRD de ir con alianza con el PAN para contender en las elecciones de julio del año entrante, donde renovará la gubernatura del estado de México, “Si los dirigentes del PRD quieren ir con el PAN, nosotros nos vamos a hacer un lado, yo voy a pedir un permiso nada más, una licencia, en tanto tarde el contubernio de los dirigentes del PRD con el PAN”, expresó.

Explicó que enviará en su momento la petición de licencia ante al Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática.

Sostuvo que pedirá el permiso para poder construir una alianza electoral desde abajo, con la gente sin partido, con los militantes y simpatizantes del PRD, PT y Convergencia, y lograr las transformaciones del país.

Durante la reunión estatal de evaluación de los comités del Gobierno Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador explicó las tres tareas que tiene que cumplir para lograr la transformación del país.

López Obrador enumeró las acciones a seguir: construir más comités territoriales; integrar a más representantes del Gobierno Legítimo de México y por último repartir el periódico “Regeneración” para despertar a más conciencias.

Por la tarde, el presidente legítimo de México se reunirá con los integrantes de los comités distritales, municipales y territoriales en Mérida, Yucatán.

Organizaciones progresistas cierran filas en favor de AMLO

Encabezados por la Unión de Juristas de México apoyan la posible candidatura del tabasqueño para la Presidencia de la República.
Alfredo Méndez
17/11/2010

México, DF. Organizaciones sociales de corte progresista, entre ellas la Unión de Juristas de México, la Central de Organizaciones Campesinas y Populares, la Alianza de Tranviarios de México, el Frente Popular Revolucionario, el Frente Sindical Mexicano, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas de Petróleos Mexicanos, cerraron filas para apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.

“Los juristas, al igual que otros sectores y grupos, hemos decidido aliarnos a la candidatura presidencial y movimiento de AMLO, dado que por el momento, es el líder social que más ha destacado y que promueve un proyecto de nación para el cambio social en favor de los desposeídos”, indicó la Unión de Juristas en un comunicado que fue respaldado por las organizaciones mencionadas.

El PRI y el PAN son lo mismo. Momis.

¿Hay o no hay maridaje?
Se han tirado la vajilla,
se han aventado la silla,
pero todo es camuflaje.

Ahh, pero qué tal critican
a todos los renegados,
por paranoicos, chiflados,
de que por todo replican.

Tras de muchas horas "nalga",
mucho ruido y pocas nueces
y las mismas idioteces,
al Pueblo, poco que valga.

A toda la crema y nata
del gobierno federal,
incremento salarial,
también al enano rata.

Aparte un "bono de riesgo",
con todo eso, más el bunker
ya podrá sentirse súper,
su vida tendrá otro sesgo.

Al final "el matrimonio",
se dió un becho y un abacho
y así sin ningún empacho,
mandó a la gente al demonio.

Riviera Maya: la explosión y el “feeling”. Ricardo Rocha

Detrás de la Noticia |


Todavía falta saber el origen del estallido en el lujoso hotel Princess: primero se dijo que era la acumulación de gas generado por desechos vegetales y animales en una cueva natural sobre la que se edificó el hotel; ahora, el gobernador Félix González Canto asegura que el gas explosivo no provino del manglar sino de un vertedero de aguas negras. En cualquier caso, hubo una detonación que produjo la muerte instantánea de siete personas —cinco canadienses y dos mexicanos—. Por lo pronto, el golpe mediático a esta zona turística, a nivel nacional e internacional, ha sido devastador. Y mucho habrá de hacerse a fin de recuperar la confianza de los turistas. Para colmo, a un paso de la tragedia y en unos días, habrá de celebrarse la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático en Cancún, que obviamente incluirá el tema de los daños a ecosistemas como los que se han producido por miles en las costas de Quintana Roo.

Mientras tanto, empiezan a surgir datos importantes para comprender esta especie de venganza de la naturaleza: los poderosísimos consorcios hoteleros españoles hacen lo que se les da su regalada gana en Cancún, Playa del Carmen y la Riviera Maya; es la reconquista con tales muestras de arrogancia extraterritorial que los genízaros del Princess no dejaban entrar ni al Procurador, menos aun a los periodistas, a tres de los cuales les pusieron una guamiza, casi casi como la de Pacquiao a Margarito; esos mismos pulpos turísticos no construyen nuevos hoteles, sino que sacan copias fotostáticas uno de otro, sin importarles qué hay abajo; otro dato demoledor es que con esa misma soberbia, los del Princess ignoraron las quejas personales, y a través de la página Tripadvisor.com, de varios turistas extranjeros que advirtieron de “fuertes y desagradables olores no sólo en el lobby sino hasta en los cuartos”. Nadie hizo nada.

Pero la joya de la corona de las revelaciones tiene que ver no con el estallido sino con el modo en que se conduce la monarquía burocrática de este sexenio. Porque resulta que la delegada de la Semarnat en ese que es el centro turístico más importante del país, no alcanzó el cargo por otro mérito que no sea su amistad con la primera dama, Margarita Zavala. Primero promovida como Consejera Electoral, Gabriela Lima Laurents fue impuesta desde Los Pinos a pesar de las protestas de todas las organizaciones ambientalistas que postulaban a ecologistas de a de veras. Sobre su nombramiento, Gabrielita aclaró que, en realidad, de la que era muy amiga, era de la hermana de doña Margarita, cuando todas estaban en la Libre de Derecho. Pero la perla declarativa sobre esta —ahora trágica— imposición en mayo de 2009, fue la de Cecilia Laviada Hernández, Coordinadora de Delegaciones de la Semarnat, quien dijo que reconocía que había candidatos muy buenos, pero que el Secretario Rafael Elvira y ella, platicaron con Gabrielita y tuvieron el feeling de que lo iba a hacer muy bien.

Espero que toda esta partida de idiotas e irresponsables tenga ahora el felling de reconocer que están metidos en una bronca gigantesca

Los invisibles están aquí. Lydia Cacho

Plan B



Una joven salvadoreña de 19 años asiste al médico antes de salir en un camión de polleros que, le han prometido, la internará legalmente en México para encontrar trabajo como niñera de una familia rica. Solicita al doctor que le inyecte algún tipo de anticonceptivo por si la violan al entrar. Esa es una de las recomendaciones “humanitarias” que los traficantes de personas hacen a las mujeres y niñas internadas ilegalmente.




Ella sabe que no hay más opciones; otras adolescentes en el campamento preguntan qué deben hacer ante un ataque sexual de policías, militares o maleantes en la frontera de Chiapas. Saben que es la cuota, por eso el esposo de una de ellas le propuso que en lugar de que la violen, él puede ofrecerla a los soldados, para ir juntando “una platita” y así se cuidan y ayudan juntos.



Desde Guatemala, El Salvador, Bolivia, Nicaragua, hombres, mujeres, niños y niñas ahorran trabajando aquí y allá para poder pagar su viaje a un futuro posible. La violencia no les es ajena, en su país la viven, la pobreza les expulsa. Algunos aseguran que resulta mejor ser pobre en México que en su país de origen, porque al menos hay más gente dispuesta a dar trabajo.



Y lo dicen a sabiendas de que pueden ser violadas, asesinadas, que les pueden robar hasta la ropa y los zapatos. Porque su experiencia les demuestra que siempre hay alguien en México que les da de comer, aunque sea tortillas, que les da refugio en un albergue para migrantes, y agua y jabón para bañarse.



En sus tragedias, ellas y ellos, migrantes de Latinoamérica, mantienen viva la esperanza, sueñan con el futuro, se doblan pero no se quiebran, porque detrás han dejado hijos, familiares que les miran como héroes que conquistarán la libertad económica. Es mejor morir en el intento, antes que el hambre te coma las tripas hasta que te preguntas por qué tuviste hijos si les ves consumirse de hambre e ignorancia. Y por eso México es el destino, el futuro posible.



Gael García, nuestro comprometido y estupendo actor y cineasta entrevistó a quienes viven a diario el paso de la muerte, el cruce de la ilusión. Bajo la producción de Sarah Shebbeare y la dirección de Marc Silver y el patrocinio de Amnistía Internacional, las 4 piezas de corto documental nos revelan cómo cada año 20 mil migrantes sufren diferentes formas de secuestro al pisar tierra mexicana. Nueve de cada 10 vienen de Centroamérica y seis de cada 10 mujeres y niñas son violadas al entrar en nuestro país. Los perpetradores son policías, militares, delincuentes comunes o bandas de delincuentes cazainmigrantes.



Al ver los cortos, me quedé con la sensación de que todavía hay mucho por hacer, más allá de la denuncia. La magia de estas piezas es que nos muestran la esperanza humana, la sonrisa de la solidaridad, la fuerza de quienes escapan de la pobreza como de un tsunami. Y los rostros de la solidaridad mexicana, del profesionalismo e integridad de quienes rescatan y acompañan a migrantes para que sepan que son ciudadanos del mundo, aunque los gobiernos no lo reconozcan. Actuar ahora y para largo plazo es la única salida. No es sólo México, el mundo entero enfrenta una crisis migratoria con su doble moral y prejuicios raciales y culturales.



Cuando criticamos las estrategias neoliberales de globalización, dijeron que no entendíamos de economía, ahora que está aquí la pandemia de la xenofobia, la criminalización de la migración por pobreza, el diálogo debe volver. Urge replantear las reglas migratorias de esta “aldea global”. Parece simple pero no lo es: el modelo económico y el migratorio han fracasado.

Calderón padece los efectos del "michoacanazo". Bajo Reserva

| Periodistas de EL UNIVERSAL

El presidente Felipe Calderón estuvo ayer en Ciudad Hidalgo, Michoacán; inauguró un hospital regional. Y no tuvo más opción que saludar al alcalde José Luis Ávila Franco; el mismo que el 26 de mayo de 2009, a las 10:30 de la mañana, fue arrestado bajo acusaciones de narcotráfico. Él y otros 34 funcionarios. Ávila Franco es, además, miembro del PAN, el partido de Calderón. El alcalde no sólo recobró su libertad (como los demás), sino que retomó sus obligaciones de presidente municipal. No es la primera vez que el jefe del Ejecutivo federal debe padecer los efectos colaterales del fallido golpe en su tierra. El 21 de octubre se vio obligado a sonreírle a Genaro Guízar, presidente municipal de Apatzingán. Si fuera un solo liberado por esa acción penal fallida, no sería tan duro enfrentar el fracaso. Pero son 11 alcaldes y 24 funcionarios estatales los detenidos en aquella fecha; de 35, 34 ya están libres. ¿Quién metió en este brete al jefe del Ejecutivo? ¿Quién lo hace pasar tan malos ratos? Y en su propia tierra, caray; en donde la familia quiere perpetuar el nombre; en donde hasta su hermana, Luisa María, aspira a ser gobernadora.


Fiel a su estilo, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, disparó por Twitter: “Vamos simplificando la discusión: te apuesto esos 196 mil pesos a que NO habrá tal aumento salarial en mi caso. ¿Juega?”. Le respondía a un usuario que le increpó porque los secretarios de Estado ganarían más en 2011. @asesor político respondió a @JLozanoA: “Creo que asuntos públicos y salarios de servidores públicos no deben ser materia de apuestas”. El tuitero citó la Gaceta Parlamentaria que, dijo, habla de un salario de $196,847 netos. Pues si Lozano los iba percibir, ya perdió lo de un mes; y si no, pues ya ganó la apuesta… aunque ahora deberá buscar a @asesor político para que le pague.


Apunte final: Las mexicanas afectadas por la violencia de Ciudad Juárez y el desempleo producto del TLC, que tenían un plantón frente a la Casa Blanca, lograron que el presidente Barack Obama les respondiera y sometiera su caso a revisión. Que no se sepa, porque mañana vuelan a Washington varios millones de mexicanos que se quejan de lo mismo: violencia y desempleo.