domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Qué quieren de nosotros? De La Redacción EL DIARIO Ciudad Juárez, Chihuahua, México

Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez: la pérdida de dos reporteros de esta casa editora en menos de dos años representa un quebranto irreparable para todos los que laboramos aquí y, en particular, para sus familias.

Hacemos de su conocimiento que somos comunicadores, no adivinos. Por tanto, como trabajadores de la información queremos que nos expliquen qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos.

Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo, a pesar de que reiteradamente se los hemos exigido.

Es por ello que, frente a esta realidad inobjetable, nos dirigimos a ustedes para preguntarles, porque lo menos que queremos es que otro más de nuestros colegas vuelva a ser víctima de sus disparos.

Aun cuando todo el gremio periodístico de esta frontera ha sufrido las consecuencias de esta guerra en la que ustedes y el Gobierno federal se hallan, El Diario ha sido, sin duda, el medio más lastimado hasta el momento porque ninguno ha resentido la muerte de dos de sus colaboradores, como nosotros.

Ya no queremos más muertos. Ya no queremos más heridos ni tampoco más intimidaciones. Es imposible ejercer nuestra función en estas condiciones. Indíquenos, por tanto, qué esperan de nosotros como medio.

Esta no es una rendición. Como tampoco significa que claudicamos al trabajo que hemos venido desarrollando. Se trata de una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley en esta ciudad, con tal de que respeten la vida de quienes nos dedicamos al oficio de informar.

Frente al vacío de poder que respiramos los chihuahuenses en general, en medio de un entorno en el que no hay las garantías suficientes para que los ciudadanos puedan desarrollar sus vidas y actividades con seguridad, el periodismo se ha convertido en una de las profesiones más riesgosas y El Diario puede dar cuenta de ello.

Para los que estamos al frente de esta empresa editora, si bien nuestros objetivos y misión de bien informar a la comunidad siguen siendo los mismos de hace 34 años, en estos momentos no le hallamos sentido a seguir poniendo en riesgo la seguridad de tantos compañeros para que sus vidas tan valiosas sean utilizadas como vehículos de mensajes, cifrados o no, entre las diversas organizaciones, o de éstas hacia las autoridades oficiales.

Hasta en la guerra hay reglas. Y en cualquier conflagración existen protocolos o garantías hacia los bandos en conflicto, para salvaguardar la integridad de los periodistas que las cubren. Por ello les reiteramos, señores de las diversas organizaciones del narcotráfico, que nos expliquen qué quieren de nosotros para dejar de pagar tributo con la vida de nuestros compañeros.

Y es que del mensaje que uno de estos grupos dejó en una manta colocada ayer por la mañana en la esquina de Ejército Nacional y Tecnológico, se puede colegir que se adjudica el asesinato del reportero gráfico Luis Carlos Santiago Orozco, registrado el jueves por la tarde en un centro comercial.

La pancarta contiene un recado amenazador dirigido a supuestos comandantes y un comisario, en el que les advierten que les pasará lo mismo que a nuestro fotógrafo si no regresan una cantidad de dinero.

Desde que comenzaron a aparecer estos mensajes en mantas o pintas sobre paredes, El Diario no lo ha tomado como un juego, sobre todo porque han demostrado tener veracidad ya que varias de estas advertencias se han cumplido.

En cambio, a la vuelta de casi dos años del asesinato de nuestro compañero Armando Rodríguez Carreón, nos hallamos demasiado escépticos de que las supuestas autoridades de justicia que están por terminar su mandato nos entreguen un esclarecimiento confiable.

Han sido tantos los ofrecimientos, tantas las promesas de que el caso se aclararía sin que ninguno resultara cierto, que si a estas alturas nos presentaran a un presunto responsable del crimen lo primero que haríamos sería pasarlo por el tamiz de la duda.

El periódico no se va a conformar de buenas a primeras con el primer indiciado que le aseguren se trata del autor del atentado contra “El Choco”, porque contamos con información de que se anda buscando un “chivo” expiatorio para cargarle la culpabilidad de este crimen que para nosotros es tan delicado.

Si con ello pretendieran bajarle la presión al asunto, resultaría contraproducente porque lo único que conseguirían sería atraer una desconfianza mayor de la que, de hecho, ya mantienen entre el grueso de la ciudadanía ante los altos índices de impunidad que se registran.

En todo caso, para que El Diario aceptara un resultado a estas alturas tendría que ser avalado asimismo por organismos internacionales de periodistas, así como de derechohumanistas.

Hace cuatro años y medio, cuando Felipe Calderón Hinojosa aún se hallaba en campaña por la carrera presidencial, acudió a las instalaciones de El Diario para ofrecer una entrevista sobre diversos temas.

En ese encuentro con los trabajadores de la comunicación de este medio, el hoy presidente de la República respondió a una pregunta que se le planteó en torno a las garantías que ofrecería su administración federal para el buen desarrollo de la libertad de expresión y de sus representantes.

Calderón dijo que “en el caso de los asesinatos (de periodistas), así como yo estoy protegido por mi condición de candidato, creo que en la medida en que una actividad se desarrolle en beneficio de la comunidad y encierre peligrosidad también debe haber mecanismos que la protejan. Un periodista que ha sido amenazado o que realice una investigación contra el crimen organizado debe tener mecanismos de protección especial y qué bueno que se creó la fiscalía especial en esa materia”.

A la vuelta de estos años, la historia es bien conocida: el primer mandatario, para conseguir la legitimación que no obtuvo en las urnas, se metió –sin una estrategia adecuada–, a una guerra contra el crimen organizado sin conocer además las dimensiones del enemigo ni de las consecuencias que esta confrontación podría traer al país.

Introducidos sin pedirlo en el conflicto, los mexicanos –y de manera particular los juarenses– han estado al garete de decisiones erróneas que terminaron llevándoselos en medio, con los resultados ahora conocidos y, sobre todo, abominados por las mayorías.

En ese contexto, los periodistas también fueron arrastrados a esta lucha sin control, sin que el presidente pensara en aquel compromiso proferido en la sala de juntas de El Diario, porque los trabajadores de los medios han sido amenazados, han realizado investigaciones sobre el crimen organizado y han estado en medio de esta guerra como testigos privilegiados a la vez que intimidados, pero aun así nunca recibieron de su gobierno los “mecanismos de protección especial” que subrayó como indispensables.

Las únicas armas de defensa que hemos tenido quienes nos dedicamos al oficio, han sido la búsqueda de la verdad, el manejo de las palabras, así como nuestras máquinas de escribir –hoy computadoras– y cámaras fotográficas.

El Estado como protector de los derechos de los ciudadanos –y, por ende, de los comunicadores– ha estado ausente en estos años de belicosidad, aun cuando haya aparentado hacerlo a través de diversos operativos que en la práctica han sido soberanos fracasos.

El viernes pasado, tras el crimen del fotoperiodista Luis Carlos Santiago Orozco, El Diario publicó un editorial en el que enfatizaba esta ausencia al cuestionar “¿A quién exigimos justicia?” En ese mismo tenor se hallan los ciudadanos que no saben ya a quién recurrir para pedir ayuda.

Hace apenas unos días los colegios de médicos adelantaron la posibilidad de hacer una huelga de sus servicios como medida de presión hacia los gobiernos para conseguir respuestas, tras de que varios de sus colegas han sido secuestrados y algunos asesinados a pesar de que se pagó el rescate por ellos.

Otros, como los comerciantes y empresarios también han contemplado acciones de presión, como aplicar una huelga de pagos de impuestos y derechos, de los que vive el gobierno.

Es tanta la falta de justicia, es tanta la desolación e impotencia que sienten todos los sectores, que no sería descabellado comenzar a aplicar acciones que realmente le duelan a quienes tienen la obligación de hacer más por salvaguardar la seguridad de la ciudad, del estado y del país.

En contraste, el mayor obligado en proteger a los ciudadanos se pierde en disquisiciones estériles en torno a si México está igual o peor que Colombia hace veinte años, afirmación emitida por la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, avalada por medios tan serios como el Washington Post, o bien, se encarga de ofrecer circo a los connacionales a través del oneroso gasto utilizado en las celebraciones por el Bicententario, recursos que mejor debería haber empleado en reforzar las pálidas estrategias de seguridad.

No contento con lo anterior, el primer mandatario pontifica sobre la paz en el país como si se tratara de algo real, al enviar una carta a cada una de las familias de la nación en la que, entre otras cosas y de manera retórica, subraya que el blanco del color de nuestra bandera nacional es el de “la paz que hemos conquistado”.

Tal afirmación es una burla para los juarenses que se ahogan en un baño de sangre y que de paz es de lo que menos saben en estos tiempos.

En Ciudad Juárez hemos llegado a un punto en el que es necesario –y urgente– adoptar otro tipo de medidas para obligar a las autoridades establecidas por ley, a ofrecer respuestas más contundentes, porque la capacidad de tolerancia de tantos ciudadanos dolidos ha rebasado ya sus límites.

El Diario, por lo pronto, asume la postura manifestada en los primeros párrafos, de llamar a los grupos en pugna a que expresen qué es lo que quieren de nosotros como comunicadores.

De víctimas

a verdugos

Como si los atropellos, atentados y demás intimidaciones en contra de los medios de comunicación no fueran suficientes, ayer la secretaria de Educación y Cultura del Gobierno estatal, Guadalupe Chacón Monárrez, vino a ponerle más sal a la herida al declarar que somos los culpables del terrorismo psicológico que se vive en la ciudad.

Ahora resulta que, además de víctimas, en la mente de la funcionaria somos los victimarios al culparnos de terroristas por sólo cumplir con nuestra tarea de informar a la comunidad de lo que está sucediendo en esta frontera.

El terrorismo, y esto debe quedarle muy claro a la secretaria de Educación, viene de otras fuentes, no de los medios de comunicación que somos el vehículo para informar de lo que sucede en esta ciudad.

De manera específica Chacón Monárrez se refirió al caso de la escuela primaria y el kínder del norponiente en donde no sólo los padres de familia, sino los mismos maestros, viven con el temor de que algo pueda pasarles ante las amenazas recibidas de parte de un grupo de extorsionadores.

Fueron los propios padres de familia los que se acercaron a este periódico para expresar el miedo que sentían –y sienten– por la seguridad de sus hijos. Las amenazas no las vertió El Diario como tampoco este medio es el que infundió entre los progenitores la iniciativa por denunciar las intimidaciones recibidas.

Ante esta situación, ¿qué esperaba la funcionaria? ¿Que sólo escucháramos a los padres de familia y los regresáramos a sus casas? ¿O que los mandáramos a poner la denuncia correspondiente ante Averiguaciones Previas cuando ellos mismos manifestaron que no confían en la autoridad porque no hace nada al respecto?

El reportero que los escuchó hizo lo que tenía qué hacer: escribir la nota correspondiente y entregarla al editor, quien también cumplió con su función y su responsabilidad de publicarla porque se trataba de un asunto de trascendencia en el que estaba de por medio la integridad de numerosas personas, sobre todo niños.

El terrorismo no lo propició la información divulgada, de la cual se hicieron eco el resto de los medios de la ciudad, sino quienes amagaron a los menores, a sus padres y a los maestros. Pero, sobre todo, lo han venido ocasionando quienes, teniendo la responsabilidad y la capacidad de frenar estos hechos, no lo han hecho, ya sea por omisión, por negligencia o incluso por colusión.

Dice la secretaria de Educación que ella no se puede imaginar que alguien les falte al respeto a los niños, y que pudo tratarse de una broma de mal gusto. Se nota que la funcionaria no vive en esta ciudad, en donde menores de edad, infantes y hasta bebés han sido masacrados. Quien no perdona la burla es ella con sus comentarios, que seguramente no serán del agrado de tantos padres de familia que han perdido a sus hijos de violenta manera.

Tiene toda la razón Hernán Ortiz, antropólogo e investigador de la UACJ, quien le respondió a Chacón Monárrez que no se debe culpar a los medios del terrorismo que desde hace tiempo padecemos, sino a la incompetencia que han demostrado los gobiernos, en lo cual coincide con nuestros comentarios vertidos párrafos atrás.

“Quiero decirle a los medios, con todo respeto, que no nos convirtamos en copartícipes de esto, ya que el terrorismo psicológico se logra a través de la comunicación”, dijo la funcionaria.

¿Qué es lo que nos quiere decir con lo anterior? ¿Que dejemos de publicar? ¿O que sólo divulguemos noticias “buenas” o “positivas”, como en otras ocasiones se ha polemizado al respecto? Los medios recogemos y publicamos todo lo que acontece en la ciudad, ya será el lector el que le dé la connotación de “bueno” o “malo” a lo que lee, escucha o ve.

En todo caso, es la secretaria de Educación la que tiene la gran responsabilidad de que los niños que en estos momentos se estén educando, salgan con una mentalidad bien formada para que no sean los delincuentes del mañana.

Es una cortina de humo lo que ha levantado Chacón Monárrez, para esconder la incapacidad de autoridades que no han hecho bien su labor.


Andrés Manuel Lopez Obrador AMLO con Jóvenes Indianilla

¡Es la historia… y la moral!


Rolando Cordera Campos
“Una nada rodeada de palabras”: así, más o menos, describió José Chávez Morado al gobernador Vicente Fox, quien seguramente hizo pasar más de un mal rato al célebre pintor avecindado en Guanajuato. Lo que seguramente nunca imaginó es que más que un estilo personal de andar por la vida, esta nada se apoderaría del espíritu público mexicano a través de sucesivas presidencias, para alcanzar un clímax este 15 de septiembre con las patéticas manifestaciones de chabacanería interconstruida e importada de Australia.

Llegará el momento en que la Cámara de Diputados, por conducto de la Auditoría Superior de la Federación, nos haga las cuentas del despropósito, ojalá y que con los indispensables anexos que nos hagan saber los contratos y contratitos, chambitas y concesiones que las acompañaron y abultaron. Pero, con todo y el desperdicio en que se incurrió, esto es apenas la punta de un iceberg que más nos vale tratar de desentrañar pronto, antes de que la vorágine de la lucha por el poder vuelva a oscurecerlo todo con sus juegos de abalorios de la publicidad y los spin doctors disfrazados de encuestadores y adivinos.

La vacuidad de que nos informa lo acontecido con las conmemoraciones patrias no sólo tiene que ver con los mal instalados reflejos históricos de la derecha en el poder, cuya supina ignorancia nos muestra la devastación de buena parte de nuestro sistema educativo básico en manos privadas. La tan traída y llevada “historia de bronce”, cuya demolición emprendieron hace ya un buen tiempo los revisionistas al gusto y a la orden… de la derecha, se corresponde puntualmente con otra historia, ésta de oropel, tan maniquea y falsificada como se insiste ha sido la primera.

Es esta visión de los supuestos vencidos en Ayutla, pero vencedores en sus escuelas confesionales y salones de té, y ahora también ganadores de la tómbola democrática, la que seguramente obnubiló a los mandatarios del gobierno federal y les impidió acercarse a las fechas conmemorativas con un mínimo de humildad intelectual y un máximo de arrojo e imaginación políticos. La oportunidad de una reflexión sobre nuestra evolución como Estado nacional y sociedad organizada, sobre sus problemas acuciantes de hoy y las maneras varias como nuestros antecesores encararon situaciones críticas como las de ahora, fue echada por la borda de una nave escorada. Incluso antes del “sálvese quien pueda”.

Abajo, en un fondo que por desgracia no hemos tocado, se han dado cita la corrosión moral y la corrupción política más espeluznantes, cuyo reconocimiento es la única manera de emprender la dura y dolorosa salida del hoyo. Sin esta combinación nefasta, agravada por la inepcia panista, por su “miedo a gobernar” según la atinada descripción de Carlos Arreola, el país habría podido sobreponerse a las impertinencias de sus sucesivas crisis económicas e incluso a las veleidades a que se han dado con ligereza los usufructuarios de la transición democrática. En vez de ello, sin embargo, lo que se impuso fue una desaforada carrera por apoderarse del mando y la riqueza nacional, sin parar en mientes sobre lo suicida de la senda por la que los varios flautistas del Hamelín del cambio nos han llevado.
Antes del engañoso 2012, quizás a partir del 20 de noviembre próximo que el gobierno y sus exégetas no podrán siquiera recordar con propiedad, el país tiene que adentrarse en este círculo dantesco de violencia, criminalidad y colusión, como una condición sin cuyo cumplimiento todas las otras tareas ingentes que tenemos ante nosotros no podrán ser acometidas. La Reforma de Juárez y los suyos, que todavía nos llena de orgullo a muchos, tuvo que ser, para volverse realidad de gobierno y unidad, una revolución moral y cultural capaz de involucrar a todos, salvo a quienes no le vean a México más salida que la sumisión a un poder ajeno, imperial.

Los soñadores actuales de la anexión por adición a Estados Unidos, que encabezó Fox y ahora quisiera conducir el gobierno del presidente Calderón, tienen como destino la pesadilla de la descomposición política y la disgregación social. Sólo a la izquierda, que hoy se debate en su propia banalidad autodestructiva, podrá México encontrar el nuevo hilo de Ariadna que lo saque del laberinto en que se metió a finales del siglo pasado bajo la ilusión de una salida rápida, un fast track, que sólo existe en las cabecitas locas de algunos vendedores de cuentas de vidrio.

México no está para celebraciones y sólo una autosatisfacción narcisista puede pretender llevarnos a festejar victorias sociológicas inventadas o proezas económicas cuyos costos todavía no acabamos de estimar, mucho menos de pagar. Es el tiempo de la reflexión y de un revisionismo honesto, no lucrativo, como el que ejercen algunos de nuestros grandes de la historia, como León Portilla o Enrique Florescano, o el Álvaro Matute a quien ahora rinden homenaje en espléndido volumen sus discípulos y colegas. Esta es la tela que nos queda y vaya que tiene de dónde cortar.

Para imitar a los gringos: no es la economía, ni siquiera la política… es la historia y con ella la moral. Ahí está la clave.

Peña Nieto, lo mismo de siempre - Luis Javier Valero Flores

Negro destino el de una sociedad en la que los sicarios de todos los bandos –y de quienes no pertenecen a ninguno– son quienes imponen la ley, la suya, y los que tienen la responsabilidad de hacerla prevalecer son incapaces de hacerlo. Triste realidad la del Juárez de hoy en la que sus comunicadores son víctimas, fatales en el peor de los casos, de tan grande incapacidad. Días negros pues en tanto otros periodistas deben salir del país ante los elevados riesgos que afrontan

Nunca como ahora es tan desgarrador el grito de impotencia de una sociedad, como el usado por El Diario: “¿A quién le reclamamos que no lo hayamos hecho ya?”, para lamentarse por el indignante asesinato de nuestro compañero Luis Carlos de Santiago Orozco y la salvaje agresión a Carlos Sánchez, también reportero gráfico de El Diario de Juárez.

Tan desgarradores hechos se celebran en tanto el priismo nacional se apresta a recuperar lo que creyeron durante muchos años propiedad exclusiva y festivamente celebraban la reunión de su máximo órgano de dirección nacional, en reconocimiento a sus compañeros, que lograron mantener la gubernatura y recuperar la capital del estado.

Sin embargo, los integrantes del platillo principal de tal reunión no acudieron. Ni Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, ni Manlio Fabio Beltrones, líder de los senadores priístas, hicieron acto de presencia.

A casi dos años de la elección presidencial, el mexiquense encabeza todas las encuestas, incluida la más reciente de Consulta Mitofsky –la de agosto– con el 51% de las preferencias, seguido de dos sorpresivos protagonistas, Andrés Manuel López Obrador con el 16%, y Santiago Creel con el 15%.

Tales resultados guardan alguna semejanza con los obtenidos, en el mismo mes, por el periódico Reforma pues en la encuesta de este diario Enrique Peña Nieto del PRI obtiene el 43% de las preferencias electorales, por el 24 de AMLO y 15 por ciento del panista Santiago Creel.

Tales resultados son de llamar la atención pues a pesar de la multimillonaria campaña mediática lanzada por el priísta mexiquense, la aparición en los porcentajes mencionados del aún perredista y del panista, habla de que, de ninguna manera, está todo resuelto en las elecciones del 2012.

Faltan aún muchas cosas por verse, una de ellas la del aireamiento de los inmensos recursos usados por el mexiquense en la publicidad, particularmente la televisiva. No es sólo que se publicite sino los oscuros arreglos a los que llegó con los propietarios del duopolio televisivo. En una extraordinaria obra, –“Si yo fuera Presidente”, Grijalbo 2009– continuidad de sus trabajos en la revista Proceso, el reportero Jenaro Villamil, revela el inescrupuloso mecanismo para hacerle creer a los mexicanos que la candidatura de Peña Nieto y su práctica unción como nuevo presidente en 2012 es ineluctable.

Integrante del grupo Atlacomulco, que diera origen un antiguo Secretario de Relaciones Exteriores, Isidro Fabela, y al que tanto ayudó a vertebrarse el desaparecido Carlos Hank González, Peña Nieto gastó, según Villamil, en los primeros cuatro años de su gobierno, 3 mil 500 millones de pesos en publicidad en la televisión.

Tesorero con Emilio Chuayffet, se convirtió en el muy poderoso Secretario de Administración con Arturo Montiel, su tío, al igual que Alfredo del Mazo, otro de los poderosísimos integrantes del grupo. En 2004 fue líder del Congreso, y desde ahí, primero, encubrió las corruptelas de Montiel pues con sus indicaciones se le aprobaron las cuentas públicas, a pesar de las denuncias de la ex esposa de Montiel acerca de la no poca riqueza de su impulsor.

Coincidencias de la vida, el delegado del CEN del PRI en las elecciones de las que surgió como ganador Peña, fue el hoy Secretario General de ese órgano, el ex gobernador hidalguense, Jesús Murillo Karam, su mentor se decía entonces.

Iniciado el proceso para hacer las reformas electorales, sobre todo las destinadas a prohibir la propaganda política en radio y televisión, a las que tanto se opuso Peña Nieto, el Senado de la República ordenó un monitoreo de la televisión. El resultado fue incontrastable. Le supieron pagar. Entre el 1º de septiembre y el 15 de diciembre de 2007, lapso en el que se aprobaron, en el principal noticiero de Televisa transmitieron 700 notas de Peña Nieto.

Un año después, entre agosto y diciembre de 2008, en el mismo noticiero se le dedicaron a Peña Nieto 23 minutos 21 segundos, “de los cuales, 43% fueron infomerciales” con su imagen y 57% notas informativas relacionadas con su gobierno. En el mismo lapso, Marcelo Ebrard recibió menos de la mitad, 10 minutos 20 segundos y Fidel Herrera, gobernante veracruzano, siete minutos 10 segundos.

Pero si Televisa fue pródiga, Tv Azteca fue exagerada. En el mismo lapso, Peña recibió ¡50 minutos 36 segundos en el noticiero Hechos de la Noche

Además, en ninguno de ellos se presentó una nota que “lo despeinara” o se le cuestionara y aparece, siempre, como una “voz sabia y sensata”. Desde febrero de 2009, su noviazgo con Angélica Rivera fue motivo para que apareciera, ya no solamente en los noticiarios, sino también en los programas de revista. Todo se vale, hasta casi aparecer como integrante de la “Perra Brava”, la pintoresca porra del equipo de futbol Toluca, caracterizada por la exhibición de abultados vientres masculinos.

Tal política mediática le ha servido para enmascarar asuntos tan polémicos como la acerba crítica de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por los desmanes policiacos desatados contra los habitantes de San Salvador Atenco, en especial las violaciones tumultuarias efectuadas en contra de las mujeres detenidas por la policía mexiquense.

Todo en aras del rating, el dispendio es brutal, sirva como ejemplo solamente un caso. Días antes del 19 de septiembre de 2007, Peña inauguró el alumbrado de una calle de Tezoyuca, con valor de 100 mil pesos. Al día siguiente, en un segmento comercial del canal 2 de Televisa, apareció su imagen, con un costo comercial de 350 mil.

Pero tal estrategia fue concebida desde el inicio de su mandato. Tenía como objetivo proyectarlo como candidato del PRI en 2011. Así, acordó con Televisa un contrato, en 2006, por valor de 742 millones de pesos, para ese año. El monto fue creciente cada año y el esquema fue el mismo. Todos los espacios de Televisa serían aprovechados para “posicionar” al mandatario mexiquense.

Villamil publicó los datos usados por el escribiente ahora. Peña Nieto pagó 180 notas informativas en los noticieros, tres reportajes de la serie “Los reporteros”, seis entrevistas en varios noticieros y tres programas en el programa “Zona abierta”, del periodista Héctor Aguilar Camín, destacado porrista de Carlos Salinas de Gortari.

Y si usted pregunta en cuales noticieros y programas, nada más haga memoria y en todos los que se le ocurran estaban –está– pagada la presencia del mexiquense.

Pero si hiciera falta presencia, el contrato incluía publicidad en todos los medios impresos propiedad de Televisa: Eres, Furia Musical, Cosmopolitan, Vanidades, Muy Interesante, Conozca Más, Caras, Teleguía y Tv y Novelas.

La tendencia a la elevación de los gastos en publicidad siempre fue creciente. En 2009, mientras se abatía lo peor de la crisis y el gasto social disminuía 5.6%, el de Comunicación Pública creció 18% en comparación con el de 2008.

Egresado de la Universidad Panamericana, emblema del Opus Dei, una de las organizaciones más conservadoras de la iglesia católica, no ha vacilado en hacer todo lo necesario para evitar una derrota en las elecciones a gobernador del próximo año. Si debiéramos buscar a otro de los responsables de la elevación de impuestos, ese es Peña Nieto. Líder de los 40 diputados federales de su estado, es, además, dirigente de una cantidad semejante de legisladores de otras entidades, y su Secretario de Gobierno fue uno de los firmantes del acuerdo, entre el PRI y el gobierno de Felipe Calderón, mediante el cual el PAN no realizaría alianzas con el PRD y a cambio el PRI aprobaría el incremento del IVA del 15 al 16%.

Violado el pacto, debió salir del gobierno federal Fernando Gómez Mont.

Ahora se lo cobrarán. El PRI ya propuso bajar el IVA al 15% y Peña ordenó la derogación de la legislación electoral que permitía la celebración de candidaturas comunes, intentando con ello evitar que panistas y perredistas, vistas las dificultades para concretar una alianza, pactaran una candidatura común, figura semejante a la usada por César Duarte para concitar el apoyo del PT y Convergencia.

Y luego nos dicen que se renovaron, que aprendieron de los errores del pasado, que ya no lo volverán a hacer, que representan los mejores valores democráticos del México del siglo XXI.

¿Con ese candidato y esos métodos pretenden convencer al país?

Los caudillos se convierten en héroes - Víctor Orozco

El fusilamiento de Hidalgo fue recordado y recreado para el público nada menos que por Pedro Armendáriz el oficial que comandó el pelotón una década después.

El 22 de febrero de 1822, se publicó en La Abeja Poblana una larga carta que envió desde Santa Fe de Nuevo México, en la que manifestaba la entereza con la que se condujo Hidalgo ante los soldados y como tuvieron que hacerle varios disparos a quemarropa porque se resistía a morir, ya que no atinaban a herirle órganos vitales.

(Pedro Armendáriz tuvo una prolongada actuación en el estado. En 1803 era alférez y una de sus comisiones era conducir colleras de apaches prisioneros a la ciudad de México.

En 1819 trasladó su residencia a Nuevo México, donde obtuvo una adjudicación de tierras por Facundo Melgares, gobernador colonial de aquella provincia.

La extensa área se ubicaba en el Bosque del Apache y donde se construyó más tarde el Fuerte Cragg, sitios turísticos actuales del estado de Nuevo México.

En 1825 se vio obligado a abandonar sus tierras por los intensos ataques de los apaches que acabaron con el ganado, mataron a muchos de los sirvientes y se regresó a Chihuahua. Allí ingresó a la sociedad de Amigos de Hidalgo, que presidió en 1827.

Era Juez en 1840 y uno de los conocedores de los caminos septentrionales desde Texas a Chihuahua y Nuevo México. Murió en la capital del Estado el 3 de mayo de 1853.

Sus herederos presentaron una demanda contra el gobierno de Estados Unidos ante la comisión mixta de reclamaciones que se instaló por ambos países en 1868, reclamando que el ejército norteamericano se había obligado a pagar una renta por el uso de las tierras donde construyó sus instalaciones militares.

Fue uno de los poquísimos juicios de los cientos entablados por mexicanos que prosperó, habiendo obtenido los demandantes una indemnización de $14,300 dólares).

Queriendo erradicar para siempre el recuerdo del cura rebelde el Tribunal de la Santa Inquisición prohibió que circulasen retratos o imágenes de este personaje, configurando su posesión un delito.

En 1815, Morelos fue condenado entre otros crímenes, por tener en su poder un retrato de Hidalgo.

En la disputa por la conquista de la conciencia popular, los obispos no se ahorraron ningún instrumento para evitar que cundieran los ejemplos de los insurgentes, acudiendo al fanatismo extremo que padecía la población y a toda clase de fantasías para intensificar el pavor hacia el cambio propiciado por la insurgencia.

Con el lenguaje sardónico que le caracterizó, Fernández de Lizardi, El Pensador Mexicano narra que: “Cuando el esclarecido Hidalgo proclamó nuestra independencia, estaba la América sumida en la más espantosa ignorancia. Baste decir que el Sr. Bergosa, obispo de Oajaca, auxiliado de su célebre secretario Casimiro de Osta publico una pastoral en que para alarmar a su diócesis, dijo que el señor Morelos tenia cuernos y cola.

¿Que tal la vería el señor obispo de cocida, pues se atrevió a sorprender al infeliz pueblo con tal ridiculez?

Y habría infinitos que le creyeron porque la decía un obispo”.

Miguel Hidalgo ¿Masón?

Durante mucho tiempo se ha debatido si Miguel Hidalgo estuvo afiliado a la masonería, que de ser cierto, explicaría el odio que despertó en las cúpulas eclesiásticas, ya que el Papa había denunciado a la agrupación como uno de los enemigos mortales para la iglesia católica.

A lo largo del siglo XIX, la versión se alimentó de dos vertientes antagónicas: los voceros representativos del clero daban por hecho que el cura de Dolores había sido masón, de allí el daño que desde su punto de vista causó a los intereses de la iglesia.

En el otro extremo, escritores liberales y masones aseguraban que Hidalgo estuvo afiliado a la logia Arquitectura Moral, que se formó en México en 1806.

En el siguiente siglo, el principal historiador eclesiástico, Mariano Cuevas, a contrapelo de todo el pensamiento conservador, reivindicó la figura de Hidalgo, seguramente considerando que su posición en la cultura y en la conciencia colectiva mexicanas era ya irreversible.

Cuevas, en congruencia con su propósito de colocar a Hidalgo como un héroe de la propia iglesia, negó enfáticamente que fuera masón, indicando que cuando un emisario francés estableció contacto con él, le hizo una serie de señas masónicas ante las cuales “el buen cura” permaneció en ascuas.

Investigadores especializados en la historia de la masonería, asumen que Hidalgo fue miembro de la orden y alguno señala que desde 1791 hubo actividad masónica en la Nueva España, impulsada por Juan Esteban Laroche, de ascendencia francesa, quien fue conocido e interlocutor de Miguel Hidalgo y quien lo habría adherido a la logia referida.

La iniciación de Hidalgo habría tenido lugar en la logia que se instaló en la Calle de las Ratas (después Bolívar) de la Ciudad de México, en cuya casa número cinco se colocó una placa con la leyenda: “El Rito Nacional Mexicano. A los ilustres caudillos de nuestra Independencia nacional D. Miguel Hidalgo y Costilla y D. Ignacio Allende, iniciados masónicamente en esta casa el año de 1806”.

No conozco ningún documento que acredite alguna de las dos versiones.

se aferran a su papel de héroes

En los años inmediatamente posteriores a la consumación de la Independencia, los caudillos insurgentes fusilados en Chihuahua, se convirtieron en el principal símbolo nacional. Aunque también, en el centro de una larga disputa entre los conservadores y los liberales. Mientras que los primeros se empeñaron en bajarlos del pedestal de héroes para arrojarlos al muladar de los bandidos y asesinos, los segundos se aferraron a fincar en la revolución representada por estos hombres el origen de la nación mexicana.

Con el triunfo de los republicanos, consumado en 1867, muy pocos insistieron ya en considerar a Miguel Hidalgo y compañía como héroes vergonzantes.

Sin embargo, otros siguieron empeñados en ponerlos en el mismo plano histórico de los clérigos y militares enemigos de la independencia, quienes acabaron por consumarla sin desearla, tratando de esquivar las consecuencias de la revolución española.

En ausencia de otros adalides significativos entre aquellos conspiradores y preservadores del viejo orden, Agustín de Iturbide, jefe del ejército trigarante y el primero que dio en el país un golpe de Estado para coronarse Emperador y luego disolver el congreso a la fuerza, se convirtió en el héroe conservador por excelencia.

La antigua villa de San Felipe de Chihuahua, escenario del juicio y ejecución de los jefes insurgentes, participó así en las convulsiones del parto de la nación. Tuvo de esta manera su emblema cívico, como un vínculo sentimental con el resto de la patria.

Los recién nominados con el gentilicio de chihuahuenses estuvieron entre los primeros del país en rendir homenaje a los caídos en 1811.

Durante la década de 1820-30, el Congreso del Estado resolvió poner sus nombres a varios de los principales pueblos de la entidad y así, San José del Parral pasó a ser Hidalgo del Parral; el valle de San Bartolomé a Villa de Allende; el presidio de San Buenaventura a Villa de Galeana; San Jerónimo a Villa de Aldama; Santa Rosalía a Camargo, Santa Cruz de Tapacolmes a Villa de Rosales; el Valle de San Pablo de Tepehuanes a Villa Balleza de Balbaneda.

Fue una contribución de gran relevancia para establecer las señas de identidad de la nueva patria de los mexicanos.


Sello de autor. Hernández.

Las maniobras de Peña Nieto


Jesusa Cervantes



MÉXICO, D.F., 17 de septiembre (apro.- Hace un año, justo por estas fechas, un bloque de gobernadores priistas empezaba a ver con buenos ojos la propuesta de Felipe Calderón de crear en 2010 un nuevo gravamen: el llamado “impuesto a la pobreza”. Para ello, los entonces secretarios de Gobernación y de Hacienda, Fernando Gómez Mont y Agustín Carstens, ofrecieron una jugosa zanahoria a los priistas de 27 mil millones de pesos a distribuir entre todo los gobiernos, particularmente los de ese partido.

El evidente repudio de la población a nuevos impuestos hizo al PRI dar marcha atrás en la Cámara de Diputados. Sin embargo, sus gobernadores les exigían cumplir ahora con la obtención de recursos que sustituyeran los nuevos ingresos. Se empezó a hablar entonces de un incremento al IVA en un punto porcentual, el cual equivaldría a 34 mil millones de pesos. En medio de toda esa vorágine de demandas, todas con la mira de mantener el poder en las elecciones del año que venía, 4 de julio de 2010, el diputado panista Javier Corral, denunció, en septiembre, que el gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz estaba presionando al PAN.

Decía que el PRI condicionaba ahora su respaldo al IVA a cambio de que el gobierno federal no realizara alianzas electorales con el PRD. Meses después se reveló que sí había existido tal acuerdo, pero que el eje de la propuesta no sólo era Oaxaca, sino que de la mano iba comprometer al PAN en las elecciones del estado de México para 2011.

Proceso reveló a detalle la reunión del 20 de octubre de 2009 entre panistas y priistas, convocada por Fernando Gómez Mont en sus oficinas de Bucareli, para afianzar los acuerdos con la dupla PAN-PRI.

Los asistentes fueron César Nava y Beatriz Paredes, presidentes de PAN y PRI, así como los gobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz, y del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en cuya agenda estaba discutir la propuesta de “no alianzas electorales”.

Después de que Gómez Mont ofreció la no alianza electoral del PAN con otras fuerzas políticas en diversos estados, aquél tomó la línea y entabló un diálogo breve con Calderón. Le dijo:

--Presidente, estamos hablando del tema de las alianzas y del paquete fiscal. ¿Se ratifica el compromiso?

Enseguida colgó y les dijo a los presentes: “Tienen ustedes la palabra del presidente y, si no se cumple, me comprometo a renunciar.”

Esta reunión fue descrita, con detalles, por personajes familiarizados directamente con la negociación encabezada por Gómez Mont, quien asegura que Calderón sólo se enteró del pacto hasta enero, aunque Nava sí estuvo al tanto.

En realidad, según operadores de Ruiz, Calderón siempre supo de las negociaciones y el pacto que estableció su secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont con los dirigentes nacionales del PRI y PAN, Beatriz Paredes y César Nava.

Concluido el encuentro entre Gómez Mont, los dirigentes partidistas y los gobernadores, Ruiz se comunicó, vía celular, con quien detalló aquella reunión para darle instrucciones de que operara en favor de los impuestos:

“Vamos con el IVA. Acabo de negociar este tema de que no habrá alianzas del PAN en el estado. Así es que opera por el sí al IVA”, recuerda el operador de Ruiz quien, incrédulo, le advirtió: “No te van a cumplir Ulises”, pero él insistió: “Sí, vamos a darles el beneficio de la duda; tu empuja por el IVA”.

Para ese momento, la mayoría de los 237 legisladores priistas había rechazado públicamente incrementos al impuesto, pero ese mismo día, después de seis horas de discusión interna, la fracción accedió, incluso los mismos legisladores de Oaxaca que en 2004 habían ocupado la misma curul y habían operado por un no al IVA propuesto por el entonces presidente Vicente Fox.

Una de las estrategias del PRI para no responsabilizarse del aumento al IVA, y con ello terminar de convencer al resto de los legisladores, fue solicitarle al gobierno federal un oficio fechado un día antes --el 19 de octubre--, donde el subsecretario de Hacienda, Meade Kuribeña, ante la negativa generalizada de un nuevo impuesto del 2 pro ciento, propuso como alternativa incrementar el IVA del 15 al 16%

El documento de no alianzas finalmente salió a la luz pública y apareció fechado el 30 de octubre de 2009; es decir, 10 días después de la reunión que hubo en Bucareli, donde estuvieron los gobernadores de los estados de Oaxaca y México, pero solo apareció firmado por el secretario de gobierno del estado de México, Luis Enrique Miranda Nava. Y no solo eso: la no alianza estaba circunscrita únicamente para el estado de México.

Las alianzas entre el PRD y PAN se concretaron el 4 de julio de 2010 en los estados de Sinaloa, Puebla, Oaxaca y Durango. En las tres primeras las coaliciones ganaron y el PRI sólo mantuvo Durango.

A un año de distancia y viendo lo que ocurre en el estado de México, no es descabellado pensar que, en realidad, el PAN aún no ha faltado a su palabra y que negociar IVA por las no alianzas, que tanto rechazó Beatriz Paredes en marzo pasado desde la tribuna, sí fue cierto.

¿Por qué tal señalamiento? Sencillo: la reunión en Gobernación se celebró el 20 de octubre, fecha en que sí estuvo el gobernador de Oaxaca, pero la firma del documento ocurrió el 30 de octubre y no figura ningún representante de ese estado, solo del estado de México.

Dos, el convenio entró en vigor a partir de ese 30 de octubre de 2009 con una vigencia hasta el 31 de julio de 2011. Esto es, nunca se pensó en los demás estados, sólo en el estado de México, pues es en agosto de 2011 cuando se habrá de elegir al sustituto de Enrique Peña Nieto.

Tres, y muy importante: la primera cláusula habla estrictamente que “las obligaciones y compromisos establecidos por las partes en el presente convenio son aplicables a sus actividades políticas y electorales en el estado de México”. Nunca se hace mención a los comicios del 4 de julio de 2010.

En la segunda se habla de mantener un diálogo permanente, ordenado y respetuoso “respecto de los asuntos públicos del estado de México”. Y la quinta, que llama la atención, tanto PAN como el PRI se comprometieron a revisar la “normatividad jurídica que regula las coaliciones y, en su caso, promover las reformas correspondientes, a fin de evitar que dicha figura sea utilizada como instrumento de coyuntura electoral”.

Esto último es justamente lo que acaba de hacer Peña Nieto: promovió la reforma y ahora se están impedidas las coaliciones en el estado de México para la elección de agosto de 2011.

Esto nos lleva a pensar que, efectivamente, el PAN no traicionó, pues nunca se incluyeron los demás estados donde hubo alianzas durante las pasadas elecciones, y el PRI no negoció el IVA por las no alianzas, sino más bien utilizó a Ulises Ruiz para que pensara que se incluiría a Oaxaca en las no alianzas para julio de 2010 y con eso tener el respaldo de sus críticos diputados federales.

Esto también hace pensar que, efectivamente, como dijo el propio Francisco Rojas, coordinador de la bancada del PRI, cuando se descubrió el citado convenio de no alianza: la negociación de esto y la del IVA “estaban siendo en paralelo”; es decir, una no condicionaba a la otra, pero sí se estaban haciendo los acuerdos justo por las mismas fechas.

Es posible que Peña Nieto y los diputados panistas mexiquenses hayan estado analizando desde hace un año la forma en que se harían los cambios a la legislación local para impedir las alianzas. Al ser el número de diputados locales mayoría en esa entidad, es obvio que no necesitaba exponer a los panistas --que posiblemente ya estaban de acuerdo-- para que votaran a favor de la reforma de Peña Nieto, la cual finalmente se concretaría.

De ser cierto todo esto, entonces llegaríamos a otro punto: Calderón, Televisa, Beatriz Paredes y Peña Nieto, caminan en un mismo proyecto político: hacer del aún gobernador mexiquense el próximo presidente de México.

La única forma de revelar todo este misterio y de fechas coincidentes, es esperar a ver qué ocurre previo a las elecciones de 2011 en el estado de México; es decir, ver si prospera el recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para echar abajo la reforma de Peña Nieto.

Se verá si el PAN apoya este proceso y dejará solo al PRD, que ya vislumbra una posible alianza con el PAN para echar al PRI del estado de México y, por supuesto, restarle puntos electorales a la imagen de Peña Nieto evitando con ello que llegue fortalecido a la posible candidatura presidencial de su partido.

Por lo pronto, esa posible alianza ya está haciendo reflexionar a los dirigentes del PT, quienes consideran un error político no ir en alianza con el PAN, a contrario de lo que dice Andrés Manuel López Obrador, quien insiste con las no alianzas.

Dicen en algunos círculos “de izquierda” que el presidente municipal de Ecatepec, el priista que logró sacar al PRD de ese ayuntamiento, el número uno del estado de México y, por lo tanto, emblemático, Erubiel Ávila es el nombre que ya se maneja como parte de una escisión del PRI. La consecuencia sería que el PAN, PRD y PT lo lanzaran como el candidato que le podría hacer sombra al que imponga Peña Nieto. Dicen que Erubiel es el único que puede ganar porque no sólo recuperó el municipio para su partido, sino que además tiene un gran respaldo detrás: el controvertido obispo, Onésimo Cepeda, quien por cierto nunca ha perdido una elección..

Y si el factor Peña Nieto formó parte de la negociación del presupuesto el año pasado, hoy más que nunca esta figura será, ahora sí, el centro de todo próximo acuerdo.



mjcervantes@proceso.com.mx

• Lo que no se dijo…

Julio Ricardo Blanchet Cruz

18 septiembre 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx

La prensa mexicana sin compromiso con el periodismo y la realidad, relató el respeto que mostraron los asistentes al desfile cuando pasaron los soldados de nuestro Ejército marchando gallardamente…

Y relató que a su paso el público asistente les vitoreaba (como en otros tiempos lo hacía) Pero eso lo hizo solo una parte de los asistentes, quizá una minoría de acarreados (acarreados en los desfiles, ni Kafka ¡vaya!)…

Porque la mayoría los recibió con el clásico silbido que recuerda a la progenitora y con señas que poco tenían de respetuosas, mucho menos de cordiales…

Lo que debiera hacer pensar a los estrellados (el de cinco y el de cuatro estrellas) lo que han hecho con la única Institución respetable (y confiable) que nos quedaba a los mexicanos…

Pero eso no fue todo, también señalaron (Milenio especialmente) la forma en que el público recibió a los contingentes extranjeros, que según ellos fue respetuosa y cordial…

Omitiendo, por alguna extraña razón, que los gringos también recibieron sus dosis de mentadas y obscenas señas. Y por no comentar de los españoles y los franceses que también fueron blanco de todo tipo de improperios…

No así a los chinos, que todos igualitos, ni más altos, ni más bajos, ni más flacos o gordos, o fuertes. Como si todos fueran hermanos y de la misma edad. Igualitos vaya…

Y con una coordinación que ya quisieran haber tenido los organizadores del costoso evento. Bien podría pensarse que era un ejército virtual manejado por computadoras…

Los rusos, según cuentan, no se quedaron atrás en marcialidad, disciplina y espectacularidad. A los italianos poco les faltó para que aventaran besos a quienes les aplaudían…

Y los alemanes, ustedes disculparán amables lectores, si es que acaso hay algún lector judío, distaron mucho de esas tropas hitlerianas que en su momento el mundo entero admiró…

Y tampoco se dijo, que el Grito en Dolores Hidalgo, donde don Felipe, acompañado de su esposa e hijos, se hizo presente, hubo de apresurarse porque entre los más o menos tres mil asistentes al atrio donde Hidalgo hizo sonar La Campana, se escucharon claramente los coros de ¡¡¡CULEEERO!!!

Los que se repitieron en tres ocasiones, pero que fueron acallados por los gritos de una mayoría que gritaba y aplaudía a un ciertamente molesto y descontrolado Calderón…

Como tampoco se ha hablado mucho de la cara de susto que puso don Felipe cuando en el festejo a los Niños Héroes sonaron cañonazos a destiempo (deben de haber arrestado a los artilleros responsables de semejante susto)…

Total, que vivimos en un País de simulaciones en donde desde el Gobierno ven a nuestro México como La Tierra de Nunca Jamás de Peter Pan y Campanita…

Y los ciudadanos, que nos damos cuenta que el emperador va desnudo (ellos creen que somos tontos y que no nos damos cuenta de sus transas. Lo que Peña Nieto y Bazbaz le hicieron a la pequeña Paulette, es absolutamente ofensivo e incalificable; y encima de todo piensan que nos lo tragamos…

Pero no, vemos un México al que una sarta de bandidos se lo están acabando…

Falsos secuestros y virtuales invasiones


Por Ricardo Andrade Jardí

Bajo la instrucción de sus patrones la seudo periodista Denise Maerker decidió, hace algunas semanas, trasmitir su programa con una cortinilla en negro para “denunciar” el supuesto secuestro de un reportero de Televisa que dos días después “era liberado” gracias al trabajo de “inteligencia” del desgobierno del “haiga sido como haiga sido”, mismo que hoy es posible gracias, entre otras cosas, al esfuerzo de la seudo periodista en aras de cumplir con los patrones: “haiga sido como haiga sido”. Uno de esos reporteros, hoy, pide asilo en Estados Unidos y denuncia la farsa montada por la SSP en el secuestro y liberación, con la que la misma Televisa, fiel a toda su perversidad, quiso también apropiarse de “la dignidad”. El ejercicio les salió mal. La dignidad es algo a lo que se renuncia cuando se abandona la ética, y ni Televisa ni Denise Maerker destacan por un compromiso ético; mantener el “status quo” y el poder del dinero son los intereses que los mueven. Sería un acto de ingenuidad estúpido, suponer o esperar que en su próximo programa la seudo periodista suspenda y coloque una indignada cortinilla, no ya para “denunciar la violencia” en la que trabajan los periodistas en el México de la usurpación fecalista, sino para denunciar el fraude con el que la “autoridad” policiaca ¿con conocimiento de Televisa? quiso aparentar que hacía algo contra la violencia que azota al oficio periodístico en el México del fecalismo telecrático; cuando menos al periodismo, medianamente auténtico, de lo que Televisa y Denise tampoco saben mucho.

En esos parámetros se mueve el imaginario del “poder” en México. Mientras Beltrones, presidente del Senado, convoca a la concordia nacional, el usurpador en turno nos hace saber que Beltrones y el Senado, no son, ni representan nada, lo que quedó plenamente demostrado con la invasión virtual de dos ejércitos extranjeros, toda vez que el Ejecutivo usurpador mandó una invitación para que los invitados, a su desfile del “dime de qué presumes y te diré de qué careces”, pudieran llegar a México desde el día 7 de septiembre, lo cual sucedió así con el ejército de la monarquía española y con el ejército yanqui (ni más ni menos), cuando el oficio informando al Senado de la República, fue entregado en ese lugar hasta el día 9, sin que tuvieran los senadores la oportunidad, o no, de acuerdo con lo que todavía mandan las leyes, de cursar, o no, la invitación de marras. Es decir, dos ejércitos extranjeros fueron invitados a México creándoles, la conservadora derecha panista, con su usurpador a la cabeza, las condiciones necesarias para que diera una ocupación, que no por virtual, es menos invasión. El “haiga sido como, haiga sido”, desconociendo o de plano violando la norma constitucional que faculta al Senado para autorizar o denegar invitaciones de ese tipo a México de manera brutal también con este agravio, dejando en claro que el Senado en México no es más que un abrevadero de tercera clase para pagar los salarios de unos “representantes populares” que ya no se representen ni a sí mismos.

El falso secuestro y rescate de reporteros de Televisa en Durango y la invasión extranjera, que poco tiene de virtual, son dos ejemplos de los parámetros perversos y decadentes en que se ahoga lo que alguna vez pretendió ser la tan mal “celebrada” República Mexicana.