martes, 10 de agosto de 2010

Felipe ¿"Pacheco"?


06/08/2010 - 11:21

Por: Francisco Rodríguez
TRAS AQUÉL SEXENIO en el que el titular de la oficina de prensa de Los Pinos salía a aclarar “lo que el Presidente quiso decir”, hoy la misma dependencia descifra lo que el ocupante de la casa presidencial no habría dicho, quizá por estar un poquito indispuesto.


Y es que en una de esas Felipe Calderón apareció prácticamente cual signatario del “Manifiesto Pacheco” --aquel documento que en 1985 diera a conocer el sociólogo Juan Pablo García Vallejo--, abogando por la legalización de las drogas. Fue hasta horas después que sus redactores de boletines, lo desdijeron.

¿“Manifiesto Pacheco”? Sí. Aquél de 17 puntos entre los que destacan:

1) Para el tizo, grifo o pacheco no hay peor marihuana que la que no se fuma. Aunque la utopía pacheca sea siempre desear viajar con la marihuana pelirroja, su mensaje es: mírame, fúmame y rólame.

2) El uso y consumo de la marihuana en la vida cotidiana de nuestra sociedad capitalista es un secreto a voces. Su mensaje está en todas partes:

-- en los camiones guajoloteros: “Para crecer fuerte y sano, fúmate un porro temprano”;
-- en las paredes de la ciudad: “Nosotros los marihuanos somos guadalupanos, no pinches comunistas putos”;
-- en los conciertos de rock, cuando Alex Lora dice a la banda: “No se olviden de aquel viejo refrán que encierra gran sabiduría: ¡Ojo rojo, corazón contento!”;
en los mítines frente a la Secretaría de Gobernación: “Con kilos se los llevaron, con kilos los queremos…”

3) La sociedad capitalista, incluyendo México, siempre se ha horrorizado por la contaminación de la “plaga de la droga” en las masas urbanas, olvidándose por completo que si nació y se propagó fue gracias a ella. El consumo en masa de la droga es la expresión de la miseria real y la protesta contra esa miseria real. La farmacodependencia y el narcotráfico son dos invenciones hiper-rentables para el capitalismo utilizadas para garantizar su perennidad. La definición de la droga en la sociedad contemporánea es la represión. Walter Leamy de la INTERPOL, confirma cínicamente lo anterior al declarar recientemente: “la represión es cada vez más eficaz en los países de América Latina”.

4) La represión hacia la droga se manifiesta de la siguiente manera: “Los judiciales buscan la hierba por todos lados buscan el cemento sueñan con cemento ven thíner por todos lados en todos lados encuentran el cemento cada uno de los habitantes de Neza y Anexas (=México) trae hierba y similares los judiciales buscan la hierba los judiciales traen pistola los judiciales pegan con la cacha para los judiciales todo el mundo trae drogas para los judiciales en Neza y Anexas todo el mundo trae drogas…” José Cueli, Neza y Anexas, Diógenes, 1985.

5) Para el estado capitalista el abuso en el consumo de drogas es uno de los problemas de salud más graves hoy en día, pues, en su opinión, el uso propio o impropio de las drogas representa un daño que se hace el hombre a sí mismo y por ende a la sociedad, sin embargo no explican por qué es perjudicial ni tampoco quién determina esto ni sobre qué bases se fundamenta. A la sociedad burguesa solo le interesa lo que el individuo se hace a si mismo y no lo que la sociedad burguesa le hace al individuo.

El capital y el Estado comparten una oscura ambigüedad en la tolerancia de las drogas a partir de considerar este hecho desde el punto de vista médico, o sea unilateralmente, y no consideran sus dimensiones sociales o políticas, haciendo a un lado la razón principal para explicar el uso y consumo de drogas y en general la cuestión de la droga (una interrogante sobre el terreno de la ideología burguesa) en la sociedad burguesa: la existencia de drogas legales, toleradas y reconocidas socialmente, como el alcoholismo planificado, y las drogas ilegales, sancionadas y desaprobadas socialmente por su “peligrosidad” tanto política como social. Esta situación es completamente ignorada por ellos a riesgo de no sólo perder un jugoso invento, sino unas masas adormecidas por la droga. El verdadero uso que se da a la droga en el capitalismo es la desviación de las revoluciones. La droga vale lo que la sociedad que la promueve.

17) Los mejores placeres suelen ser verdes.

¿Se adhirió –metafóricamente-- Felipe Calderón al manifiesto? O siempre no, como aclararon sus boletineros, que nos dijo lo que dijo, que estaba un poquito indispuesto.

Índice Flamígero: Por cierto que hay que aclararle al ocupante de Los Pinos que, según la OMS, el alcohol es considerado una droga, la cual posee etanol o alcohol etílico que es la sustancia adictiva en las bebidas alcohólicas que puede crear tanto dependencia física como psíquicas que comprometen al hígado. O sea que Calderón sí ha consumido drogas. + + + El escribidor del Índice pide permiso para ausentarse una semana. “Vagaciones”, pues. El reencuentro, aquí, el próximo lunes 16 de agosto. Gracias.

www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com

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